domingo, julio 27, 2014

Grandes álbumes: PRIMAL SCREAM - Screamadelica

Screamadelica es el tercer álbum de estudio del grupo de rock alternativo escocés Primal Scream, y su primer éxito comercial. Fue lanzado en septiembre de 1991 en Reino Unido por Creation Records, y en octubre del mismo año en Norteamérica por Sire Records. Screamadelica llegó al puesto número 8 en la lista de álbumes británica tras su publicación, y recibió la aclamación crítica generalizada y renombre internacional, siendo con frecuencia reconocido como uno de los mejores álbumes de la década de 1990. Screamadelica también ganó el primer premio Mercury Music en 1992. En 1998, los lectores de la revista Q lo votaron como el 27º mejor disco de todos los tiempos, al igual que NME, que lo colocó en el puesto 23º en una lista similar.

El disco supuso una revolución en el mundo de la música alternativa, en el cual estilos musicales tan dintintos como el house o como el rock tienen cabida. Para este disco la banda fichó a los DJs Andrew Weatherall y Terry Farley para las labores de producción. El álbum fue una desviación significativa del sonido indie rock inicial de la banda, inspirándose en la escena house que se estaba popularizando en el momento de su producción, si bien mostraba no sólo influencias del house, sino también del gospel y el dub.

Mientras Nirvana resumían el pasado y cambiaban el panorama económico del indie rock de Estados Unidos, un puñado de bandas de guitarras británicas fueron alterando los sonidos del indie de su país relacionándose y absorbiéndose con los movimientos rave y acid-house. Los poco probables miembros de esa fraternidad con vistas de futuro que eran los retro-camaleones Primal Scream, elaboraron su Screamadelica, álbum que produjo un impacto inmediato y sísmico. Con colaboraciones con productores tales como Andrew Weatherall y The Orb, Primal Scream habían echado un vistazo a las tendencias del momento y los confines limitados de la música rock de bajo, guitarra, baterías y vocales. Actuando en directo habían conocido el proceso musical y que todo lo que importaba era lo que salía de los altavoces, una mezcla boyante de la inmediatez del rock psicodélico de los 60-70 con las texturas y la elasticidad del acid house, dub y deep-house.

Screamadelica es uno de esos álbumes supuestamente icónicos que capturaron el zeitgeist de los años 90, donde la música rock, indie y dance se fusionaron para crear una experiencia auditiva eufórica para un público más generalizado que no el existente y fragmentado de principios de los 90, en que cada uno escuchaba, en líneas generales, sólo música de su particular estilo preferido (actualmente, con internet el público tiene acceso fácil a cualquier estilo musical), siendo recibido con delirio por los críticos y con asombro por sus fans. Fue un momento emocionante y salvaje, con bandas como Primal Scream y sus hermanos, The Stone Roses y Happy Mondays, creando álbumes brillantes que hicieron que los jóvenes fans del rock bailasen mientras consumían una gran cantidad de drogas.

El sonido es muy diferente del ofrecido por la banda en los discos anteriores, empezando a hacer un twee jangle pop, para derivar en un sonido más rock, más áspero, revival del rock clásico con inclinación hacia el rock de Detroit, y transformándolo en algo perfectamente adecuado al sonido de la época, influenciado por el house y otros géneros dance, y haciendo un uso imaginativo de la tecnología y los samples.

Primal Scream, que previamente habían sido un grupo indie C-86, un producto psicodélico estilo Love, y una banda garage-rock con inflexiones a lo Stooges, saltaron de pronto hacia la moda dance (sufriendo a la vez numerosas críticas en su época), pero con mucho aplomo. Screamadelica es un larga duración que capta esa época emocionante que vio la caída del muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría, y el aumento de consumo de éxtasis de final del milenio.

Screamadelica es uno de los grandes discos eclécticos de fusión. Casi todos los géneros de la música pueden ser encontrados en sus surcos, desde el jazz al dub, o desde el rock al rave pasando por el blues o la psicodelia, pero de manera más compleja juntaron todos estos estilos como un todo con un tono ambient de acompañamiento, para convertirlo en uno de los mejores álbumes británicos de las últimas dos décadas.

No se puede negar que la banda participó de una amplia gama y variedad de sustancias en su elaboración. Gillespie, por ejemplo, recientemente confesó que él estaba tan fuera de sí por ello, que durante la grabación de la segunda canción Slip inside this house no pudo aportar sus vocales, siendo en su lugar completada por Robert Young.

Cuando se publicó Screamadelica, ya existía el sonido Madchester. New Order ya llevaban unos cuantos discos experimentando con guitarras y teclados, y el tecno-pop ya quedaba al menos unos cinco años atrás. Pero todos esos experimentos compartían una circunstancia: los grupos que los llevaban a cabo quedaban a un lado o a otro. Encerrados en un estilo o en el otro. Con Screamadelica, Primal Scream demostraron con contundencia que era posible quedar exactamente en la frontera. Hay muchos mitos sobre este disco, algunos de ellos nos pueden hacer dudar de la actitud del proceso de su grabación, pero siempre se termina hablando de su extraordinario resultado.

Primal Scream era un grupo de rock casi convencional que se había formado con integrantes de otros grupos. Su líder y vocalista, Bobby Gillespie, había pertenecido a uno de los grupos más emblemáticos del paradigma post-punk: había tocado la batería en The Jesus and Mary Chain. Su estética respondía con fidelidad a los clichés del rock'n'roll y sus primeros discos habían sido experimentos poco memorables basados en la evocación de sus influencias. Por resumirlo de una manera, Primal Scream eran otro grupo más del ejército de bandas seguidoras de los Rolling Stones.

Creation Records era el experimento de Alan McGee, que ahora consideraríamos un visionario sólo por haber dado al mundo dos descubrimientos como Primal Scream u Oasis. Pero en medio de esta situación surgió un tercer elemento inesperado. En aquella época todavía no se había apostado a fondo por que la música electrónica y el rock se fusionaran al margen de las consabidas remezclas para baile de los singles. Screamadelica llevó el experimento a la dimensión de un LP, que era en aquella época el soporte respetable por antonomasia, el formato en que un artista presentaba al mundo de forma seria y solemne su obra. No la cara B de un single de 12" (aunque con el tiempo se otorgaría al formato de 12" todo el respeto que se merecía).

Suele atribuirse a Andrew Weatherall el milagro que se obró sobre el sonido del grupo para que este disco fuera aclamado de tal manera por el público entregado al sonido electrónico. Weatherall produjo gran parte del disco, pero uno de sus temas emblemáticos fue producido por otros iconos del momento: el dúo The Orb. En todo caso, la labor de Weatherall es realmente lo que hace que la balanza se decante, y ello se produce en particular en uno de los momentos álgidos del disco la versión de la balada I'm losin' more than I'll never have, efectiva, pero algo triste pieza que en las manos de Weatherall es remezclada, pierde su título para pasar a llamarse Loaded, y se convierte en algo diferente. House mezclado con gospel, conducido por un piano, con vientos que pasan de oler a New Orleans a oler a Caribe.

Así, Screamadelica acaba siendo todo lo que su título sugiere: un viaje algo distorsionado por los sentidos que atraviesa la espina dorsal de un sonido para fundirlo con otro. Un disco en el que las guitarras de Movin'on up dejan rápidamente paso a las secuencias ácidas de Don't fight it feel it para introducirnos en un recorrido que solo abandonaremos con las últimas notas, casi jamaicanas de Shine like stars.

Aunque la banda escribió la canción Screamadelica, no aparece en el álbum. La canción dance de diez minutos también fue producida por Andrew Weatherall y cantada por Denise Johnson. Aparece en el EP Dixie Narco publicado en 1992, y también en los créditos iniciales de la ahora fuera de catálogo cinta de video VHS Screamadelica.

El single Movin' on up fue el éxito que permitió a la banda dar el salto en Estados Unidos, llegando al número 2 en la lista Modern rock tracks, y también al número 28 en la lista Mainstream rock tracks. En la versión americana del álbum, apareció el mix de Terry Farley de Come together de 8:06 minutos en lugar de la mezcla original editada en Reino Unido.

Los primeros signos de la génesis de Screamadelica llegaron en la primavera de 1990 cuando lanzaron Loaded, que fue el pasaporte de los Primals a Top Of The Pops y elevó a Bobby Gillespie al estado de chico-póster de Smash Hits. Los posteriores singles fueron Come together (en el disco en versión remezclada), Higher than the sun (un Top 40 que en el disco aparece tanto en forma original como épica dub sinfonía en dos partes) y la sensacional Don't fight it feel it. Desde su comienzo con Movin' on up, el álbum ya demuestra los ingredientes que avisaban que iba a ser algo muy especial.

Screamadelica recibió elogios generalizados, apareciendo con frecuencia en las listas de los críticos musicales y encuestas entre las audiencias. El crítico de Allmusic, Stephen Thomas Erlewine, denominó a Screamadelica "un álbum que trasciende su tiempo e influencia". Pitchfork Media elogió el álbum en su lista de 2003 de Los 100 mejores álbumes de los 90, diciendo: "el híbrido atmosférico e imaginativo de Screamadelica de pasado, presente y futuro capturó su momento en colores vivos y esplendor, y todavía irradia con el brillo de un caleidoscopio". En una revisión 2009, la BBC aclamaba el álbum como "un sólido clásico de oro". Ganó el premio Mercury Music en 1992, fue votado Mejor álbum del año por Melody Maker y Select, y esta última revista lo catalogó como Mejor álbum de los 90 en 1996. NME lo colocó en el número 3 en su lista de Mejores álbumes de 1991, en el número 23 de su lista Los 100 mejores álbumes de la historia en 2003, y en el 15 en su lista de Los mejores álbumes británicos de la historia en 2006. En 2000, Q lo colocó en el número 18 de su lista de Los 100 mejores álbumes británicos, y en el 81 en su lista de Los 100 mejores álbumes de la historia en 2001. En 2003, Pitchford Media situó a Screamadelica en el número 77 de su lista de Los 100 mejores álbumes de los 90. Apareció también en el número 4 de la lista de Los 100 mejores álbumes de todos los tiempos de Channel 4.

Aunque casi nadie parece haber reparado en ello, en 1991 todos los astros se conjuraron para dar lugar a una de las cosechas de discos más apabullante de las últimas décadas, saliendo al mercado, entre otros, Nevermind de Nirvana, Out of time de R.E.M., Bandwagonesque de Teenage Fanclub, Weld de Neil Young, Blue lines de Massive Attack, Hymns to the silence de Van Morrison, Loveless de My Bloody Valentine, Achtung baby de U2, o Screamadelica de Primal Scream.

Sin embargo, ninguna portada como la de este último representaría mejor lo que pasaba entonces en el mundo de la música, la revolución del acid house de finales de los 80, lo que en Reino Unido se dio en llamar “el Segundo Verano del Amor” (el primero había tenido lugar en San Francisco en 1967, veintiún años antes). De hecho, de todos aquellos discos (con la posible excepción de Nevermind), la imagen que más se identifica con su contenido es la que revestía Screamadelica, el álbum que revivió la carrera de un grupo entonces balbuciente, el disco que les ha permitido llegar bien vivos hasta el día de hoy.

Bobby Gillespie, líder de Primal Scream, había nacido en Glasgow en 1962, y allí conoció a Alan McGee, quien fundaría el sello Creation que los fichó años después. McGee acompañó a Gillespie a ver su primer concierto cuando éste tenía 15 años, del grupo Thin Lizzy, sentando las bases de una amistad que se ha mantenido inalterable a lo largo de los años.

Tras tocar en varios grupos de Glasgow y Londres, McGee fundó un par de sellos discográficos (Autonomy y Essential) que contaron con el diseño de Gillespie en sus portadas. Antes de pasar a formar parte de The Jesus & Mary Chain, Gillespie ya había dado conciertos con la banda que había creado, Primal Scream. Poco después, al no poder compaginar su trabajo en ambos grupos, decidió centrarse en Primal Scream con la idea de intentar hacer discos tan clásicos como aquellos que tanto le habían influído.

Sus dos primeros álbumes (Sonic flower groove, de 1987, y Primal Scream, de 1989) no lo fueron. Todos los clichés más usados y abusados del rock se podían atisbar en sus estrías. Según la definición de Gillespie, su debut habría estado marcado por el LSD y el segundo por el speed. El grupo no había conseguido con ellos nada de lo que habían pretendido y proclamado desde el principio y, además, sentía que no había valido la pena.

Todo cambiaría al ser sorprendidos por una nueva música, el house, asociada a una nueva droga, el éxtasis. El DJ Paul Oakenfold lo acababa de descubrir en el verano de 1987 en Ibiza festejando su cumpleaños, y lo exportó a los clubes en los que trabajaba en Reino Unido con la intención de reproducir aquellas sensaciones en su país. McGee y Gillespie lo vivieron de primera mano desde sus inicios, aunque al resto de los componentes de Primal Scream les costó algo más, y algunos, como el guitarrista Rob Young, estuvieron cerca de arrojar la toalla.

En esos meses el grupo conoció a Andrew Weatherall, un antiguo albañil que trabajaba como DJ. Cuando le dieron a escuchar el segundo disco de la banda, éste comentó que las baladas le habían impresionado, poniendo una de ellas, I’m losing more than I’ll ever have, en su lista de canciones semanales recomendadas. Poco después firmaba una crítica positiva de uno de sus conciertos en la revista New Musical Express bajo el seudónimo de Audrey Witherspoon. Fue entonces cuando el guitarrista Andrew Innes le ofreció hacer una remezcla de aquella canción para el grupo.

Andrew Weatherall había estado publicando y escribiendo en su propio fanzine Boys Own, cuando un encuentro casual con el músico house Danny Rampling condujo a una oferta como DJ en su propio club nocturno. Weatherall se hizo un reputado DJ rápidamente, codeándose con agitadores como Paul Oakenfold y Nicky Holloway. Al mismo tiempo, las futuras superestrellas Primal Scream estaban vagando a través de clubes. "Tuve suerte porque no había una cultura DJ cuando empecé, así que no era tan competitivo como ahora ser DJ", declaraba Weatherall a EndClub en 2005. Con una escena DJ todavía formándose, Weatherall comenzó a pinchar remixes de canciones de New Order y Happy Mondays.

Andrew Weatherall sólo había colaborado anteriormente con Paul Oakenfold en una remezcla de Happy Mondays, por lo que prácticamente no tenía idea de cómo enfrentarse al reto. Siempre ha reconocido que lo que le guió fue la confianza que da la ignorancia. La primera mezcla le pareció demasiado tibia al grupo, que le empujó a “joderla” todo lo que quisiera, a darle un lavado de cara radical. Así que en su segundo intento tomó sólo la melodía de piano de Martin Duffy y la línea de bajo, añadiéndole un sample de batería de una remezcla pirata italiana del tema What I am de Edie Brickell (que, a su vez, había sido extraído de un disco de Soul II Soul). Además, le pidió a Bobby Gillespie que cantase una línea de Terraplane blues de Robert Johnson por encima, utilizando también voces de una película de Peter Fonda de 1966, The wild angels.

A finales de los años 80, Primal Scream tenía un álbum que el DJ Andrew Weatherall describió como "el álbum que todo el mundo odiaba". Su aliado y en algún momento agente de prensa Jeff Barret (con una influencia importante en el personal involucrado con Screamadelica) más diplomáticamente lo describe como "muy impopular entre la prensa de la música". El álbum de 1989 Primal Scream tuvo poco o ningún impacto en el público. La banda era dos o tres años después de sus inicios uno de los grupos predilectos indie, cuando su sonido de influencia Byrds ayudó a definir la percepción de Creation Records y a darles una plantilla de cómo debían ser las bandas indie influídas por los 60.

En aquel momento, 1986/87, Primal Scream eran poco conocidos, vestían pantalones de cuero en el escenario, y las chicas se agolpaban ante sus camerinos. Hicieron su propio club en Glasgow y Bobby colaboraba a tiempo parcial como baterista en la mejor nueva banda en el mundo, The Jesus and Mary Chain. Estos habían grabado Velocity girl, un corte de 90 segundos de punk-pop melódico sobre Edie Sedgewic. Su objetivo fue siempre que la gente los siguiese de la misma forma que ellos habían seguido a sus héroes. Siempre hubieran querido mejorar, pero eso difícilmente podía suceder mediante la copia de sus contemporáneos.

Ya cerca del final de la década, la banda estaba tocando en el mismo tipo de lugares en que siempre habían actuado. Su jefe de sello, Alan McGee, el visionario indie que quería más de lo que esta escena limitada ofrecía, había instruído al agente de la banda Mike Hinc para romper el mapa y conseguirles reservas en donde les pagasen lo suficiente como para sacarlos de su ámbito habitual. No les reportó mayores ventas, ni tampoco audiencias amplias, pero al menos les sirvió para ser más conocidos fuera de su segmento de mercado. Sin embargo, se abrió una pequeña grieta de luz.

Jeff Barret había conocido a Alan McGee casi cinco años antes cuando promocionaba las primeras bandas de Creation en su club nocturno Ziggy's en Plymouth. The Jasmine Minks, Pastels, The Loft aparecieron en el pequeño club. Era un lugar poco probable para que apareciesen las bandas del club de McGee, The living room y su sello Creation. Así, cuando Barret promocionó a Jesus and The Mary Chain, McGee decidió ir hacia el suroeste para ver lo que estaba pasando. Alan fue a un show en el club de McGee, y al ver a éste, le propuso trabajar en Creation, aceptando y trasladándose a Londres, como tenía pensado desde hacía varios años.

Barret continúa: "en 1989, estaba pasando casi todas las noches en clubes nocturnos, empapándome enseguida de la cultura acid-house. Esto me condujo a hacer amistad con Andrew Weatherall, a quien había visto y oído como DJ, y me encantaba. Lo conocí, y cuando vino a mi oficina le di el álbum Primal Scream, que todos los periódicos odiaban, y eventualmente llevó a mi despido por Alan. Andrew se lo llevó y me llamó la mañana siguiente para decir 'lo increíbles que son las baladas en ese disco'".

No mucho después Barrett comenzó a sugerir a Bobby Gillespie que deberían reclutar a Weatherall para remezclar un tema para ellos. Y ellos también estaban siendo empujados hacia el acid-house por su jefe de sello McGee, que se había trasladado a Manchester y era plenamente consciente de que lo que estaba pasando de repente en The Hacienda era más importante que los viejos discos de Johnny Thunders que Primal Scream utilizaban para inspirarse. Con dinero en su bolsillo a raíz del éxito de House of Love, a quienes había trasladado desde Creation a Phonogram, McGee estaba abrazando efusivamente la nueva cultura del éxtasis.

"Recuerdo verlos en algunas de las primeras raves en Brighton", recuerda un directivo discográfico de entonces. "Todos estaban un poco locos y Primal Scream estaban allí y no parecían muy cómodos con todo ese ambiente". Por su propia admisión, la banda fue tarde a la fiesta. Bandas como Primal Scream no iban a las discotecas porque no eran ni mucho menos rock & roll o punk. Pero podían ver la influencia que la escena estaba teniendo sobre McGee y no les tomó mucho tiempo empezar a disfrutar de la nueva droga en la que habían sido introducidos.

La banda estaba viviendo en Brighton en aquel momento, destino obvio para los DJs de Londres que anhelaban disfrutar de una Ibiza en Reino Unido. Al final de la noche en la parte frontal del Club Zap, la gente salía del local y se reunían ante el mar, practicando surf y bailando en la playa.

Weatherall conoció a la banda en el club Shoom de Exeter, donde ellos fueron a actuar. Llegó con dos periodistas NME, Jack Barron y Helen Mead, que estaban animándole a escribir una reseña de un diario de gira para el semanario. Aunque los miembros de Primal Scream asumieron que estaría recibiendo a algún tipo de comando de acid-house, pronto descubrieron a un sosias de Marc Bolan de pelo rizado con interés mutuo en Thin Lizzy. En una fecha posterior, le hicieron llegar a Weatherall la canción que McGee había designado como siguiente single y le pidieron que la mezclase. En ese momento el joven de Windsor había hecho sólo un trabajo de producción para un ex-miembro de Blancmange. "Me pidieron que hiciese Loaded en los estudios Bark, un pequeño estudio discreto y listo en Walthamstow. Era un poco reticente y 'lleno de la confianza de la ignorancia', como Orson Welles lo describió una vez".

Weatherall probó con I'm losing more than I'll ever have y regresó dos veces tras haber mejorado algunos de los ritmos. Estaba nervioso y manipulando una canción que le gustaba mucho, y el resultado de sus retoques no era suficiente. Eventualmente, Andrew Innes instruyó al DJ "que la destruyese". Cuando reapareció la siguiente vez, la voz de Gillespie había sido eliminada y el final de la canción original se había convertido en la introducción de la nueva. Weatherall, a todos los efectos, creó una canción totalmente diferente de influencia dub. McGee se sorprendió de que la voz de Gillespie se hubiese quitado, pero sentía que era mucho más que una declaración para poner el remix como single, que no como cara B como había pensado hacer.

A la banda le encantó y dio a Weatherall el vídeo de la película The wild angels para ver lo que podría hacer con su diálogo favorito de la misma. Asimismo, el DJ presentaría su set con discursos de líderes de derechos civiles americanos. Decidió hacer lo mismo con la canción, proporcionándole una declaración de intenciones que se convertiría en sinónimo del sentimiento de hedonismo rebotando por todo el país. Inmediatamente pulsó un acorde que abrazaba la nueva mezcla de acid-house de canciones de música dance y up tempo indie.

El resultado fue una canción casi nueva que tituló Loaded. Cuando Alan McGee la escuchó, reconoció haber sufrido “el mayor shock de toda mi vida”. Se publicó como single en 1990 y, a pesar de ser distinta a todo lo que Primal Scream había hecho anteriormente (o precisamente por ello), se convirtió en un éxito en muchos clubes nocturnos de Reino Unido, los mismos a los que el grupo se había hecho asiduo en los meses previos. Aquella mezcla de rock y música dance parecía el camino a seguir, y así lo entendió el grupo, aunque tampoco tenían muy claro cómo llevarlo a cabo.

Durante el resto de 1990 y 1991, el grupo, en conjunción con Andy Weatherall, vivió su momento álgido creativo y una segunda juventud en su carrera. Absorbieron todo lo que pudieron de la cultura dance, saliendo y tomando éxtasis casi todas las noches, para al día siguiente crear y grabar sus nuevas canciones en el estudio. A Loaded le siguió una serie de singles imbatibles, todos recogidos en Screamadelica: Come together, Movin’ on up, Higher than the sun, Damaged, Don’t fight it feel it y Slip inside this house. El colofón fue la obtención del Premio Mercury al Mejor disco del año.

El título de aquel álbum había surgido en plena “tormenta de ideas” para lo que el grupo se encerró en una vivienda durante cuatro días. Andy Weatherall quería que llevase la palabra “scream” (grito), pero no encontraban nada que les gustase. Uno de los discos que pinchó mientras le daban vueltas sorprendió a Robert Young, quien preguntó por el nombre del grupo. Se trataba de Funkadelic y, nada más decirlo, Weatherall combinó casualmente las dos palabras, Scream-adelic-a. Ya tenían el título.

Con todas las canciones grabadas, faltaba la portada. En un principio, Bobby Gillespie sugirió que debería ser una imagen del grupo con todo tipo de aditamentos que les hiciese parecer sexy. Alan McGee no estuvo en absoluto de acuerdo y no permitió que aquella opción se plantease siquiera. Estaba convencido de que era mucho mejor pedirle algo al diseñador que tenía a mano el sello Creation, Paul Cannell.

Nacido en 1963, Cannell nunca había cursado estudios de diseño, sino que había trabajado en una imprenta e incluso como repartidor de leche. A través de un contacto con el grupo Flowered Up había diseñado la portada de su single Phobia, dando rienda suelta a sus inquietudes artísticas. A continuación le llegarían encargos de Manic Street Preachers (You love us), Shonen Knife (We are very happy you came) o el álbum homónimo de The Telescopes. Poco después se convertía en el diseñador habitual de los sellos Heavenly y Creation, fijando su estudio en las oficinas de este último.

Su enfoque poco convencional para el arte, el uso de cualquier elemento a su disposición, desde pintura para casas hasta masilla de coches, junto con una particular devoción por el punk y su estética, el arte abstracto y el cubismo, hacían de él el artista ideal para retratar la cultura hedonista poste-rave de principios de los años 90. Así lo prueban sus intrigantes dibujos infantiles mezclados con colores exuberantes.

El grupo tuvo una reunión con él y lo invitó a acompañarles en sus correrías nocturnas. “Fui a su estudio unas cuantas veces. Había estado en alguna de sus fiestas, y por entonces habían llegado a un punto en que se reducía puramente a sexo, drogas y rock and roll. Eso era todo. Era ciertamente horrible, pero en aquel momento yo estaba totalmente preparado para aceptarlo. No me importaba”.

Empezaron pidiéndole que diseñara la portada de alguno de sus singles como Higher than the sun. “Bobby Gillespie no me puso el disco. Simplemente me dijo el título, que me pareció perfecto. Pasamos mucho tiempo hablando de la pintura y averiguando qué quería. Dijo que buscaba algo cercano al jazz, abstracto. Él siempre sabe lo que quiere y busca conseguir eso exactamente”.

Sin haber escuchado ni una sola nota de su música, Cannell se puso a pintar. Al ser zurdo, normalmente utilizaba la mano izquierda. Sin embargo, decidió darle un nuevo enfoque. “Estaba harto de lo que hacía con la mano izquierda. Me estaba convirtiendo en un pintor peligrosamente técnico con mi brazo izquierdo. Pero me gusta dibujar con mi mano derecha, porque es complicado. Me convierto en un niño. Me vuelvo torpe. Esa es la única manera que se me ocurrió para conseguir algo abstracto”. Con esta técnica pintó dos cuadros que tituló como dos de los singles, Higher than the sun y Don’t fight it, feel it, utilizando después buena parte de su trabajo para cubrir la superficie de sus portadas y contraportadas.

Bobby Gillespie se acercó un día hasta su estudio para ver los cuadros al completo y descubrió en la parte inferior derecha de la primera de las pinturas un sol invertido que llamó su atención. Inmediatamente tuvo claro que aquello era lo que quería para la portada del álbum. Cannell lo volvió a pintar, tomando probablemente como modelo el símbolo más claramente identificado con el acid-house, aquel smiley luego utilizado como base para los emoticones de los teléfonos móviles, representado por una cara amarilla con solo dos ojos y una amplia sonrisa.

Aquel diseño era simple pero efectivo, como lo sería el dibujo de un niño. En su realización solo utilizó tres colores: azul, rojo y amarillo. La carátula no llevaba tipografía alguna, sino que simplemente aparecía esa figura distorsionada, sin boca y sin sonrisa, con los ojos convertidos en unas pupilas dilatadas. En él algunos creyeron ver un huevo frito psicodélico y otros un sol distorsionado. En cualquier caso, la imagen conseguía enlazar con la sensibilidad psicodélica e impresionista de la música que contenía, con aquel segundo “Verano del Amor”, con la ilusión infantil con la que el grupo había abrazado aquella música y con el efecto de las drogas con la que se relacionaba.

Andrew Innes, guitarrista de la banda, lo tuvo claro: “Parecía que el sol se hubiera tomado una pastilla. Era cálido y psicodélico. Era todo lo que el disco representaba”. El artista había entendido perfectamente cómo el grupo se había adueñado de treinta años de música rock para lanzarla directamente al futuro. Aquella ilustración ha acabado por revelarse tan icónica y contemporánea hoy en día como lo fue entonces.

En los años siguientes, Cannell seguiría relacionado con el mundo de la música, llegando a formar parte de dos bandas, The Kenny Process Team y Crawl. El sello Heavenly le dedicó una exposición a su obra en 1992 que denominaron Cannelism. El arte se devorará a sí mismo. Sin embargo, poco a poco, y coincidiendo con el ocaso y posterior desaparición de los sellos para los que trabajaba, Cannell vio como cada vez se estimaba menos su trabajo. Trágicamente, acabó por suicidarse en julio de 2005, sin llegar a recibir nunca el reconocimiento que merecía. En una de las escasas entrevistas que dio en vida recordaba como mayor mérito un dato anecdótico: “Estaba en la Real Academia haciendo una sesión de fotos de un proyecto para el periódico The Times. Conseguí que en la cafetería me dieran un trozo de pastel de manzana y una taza de café. Estoy muy orgulloso de ello”.

La reivindicación de su obra llegaría de una forma totalmente inesperada. En enero de 2005, el Royal Mail británico emitió el conjunto de sellos Classic album cover, eligiendo diez portadas de rock que hubiesen tenido una importancia cultural destacada, tanto su imagen como la música que representaban. Screamadelica fue una de ellas. Bobby Gillespie no dejó pasar la ocasión sin referirse a aquel contradictorio desagravio: “Paul era un anarquista. Sin duda se hubiera tomado con sentido del humor ver la cabeza de la Reina encima de su trabajo”.

El álbum comienza con Movin' on up, una canción que perfectamente podrían haber escrito Jagger y Richards, con una fuerte influencia dance, pero con excelentes fraseos de guitarra como acento melódico y un trabajo vocal orientado al soul. Está hecha en do mayor y tiene un estilo que recuerda mucho a los Rolling Stones. La canción muestra la característica voz de Bobby Gillespie en la sección de verso con un coro de gospel, y va acompañada por guitarra acústica, guitarra eléctrica y percusión. La canción originalmente tenía un tempo más lento y fue descrita como una balada, con sólo un piano y la voz de Gillespie. El primer verso de la canción proviene de Yoo doo right de Can: "I was blind, now I can see / You made a believer out of me". Fue producida por Jimmy Miller y con frecuencia es reconocido como uno de los temas sobresalientes del álbum.

Pero es cuando los ritmos psicodélicos house de Slip inside this house entran con potencia, cuando el álbum realmente empieza a funcionar a toda marcha. Slip inside this house es una versión de una canción de 1967 de The 13th Floor Elevators, con algunos de los textos modificados y basada en piano, que suena como si fuese un puente entre los viejos Primal Scream y esta nueva versión dance. La versión de Primal Scream incluye la risa de Sly Stone del final de la canción Sex machine (del álbum de 1969 Stand!) y el solo de batería Amen break. Don't fight it, feel it, es una canción estilo italo-house, con la voz de Denise Johnson, que suena tan familiar como casi nostálgica.

El álbum entonces cambia de marcha hacia el ambient de Higher than the sun, con el horror, desconcierto y confusión que produjeron The Orb en su producción, que parece como un mantra a las sustancias químicas populares de la época que degenera en una utopía Sun-Ra-jazz espacial. Higher than the sun utiliza un sample Wah wah man de Young-Holt Unlimited Trio. También cuenta con un sample recitado de Get away Jordan de Take 6. El cantante Gillespie reclamó que el single Higher than the sun fue el disco más importante desde Anarchy in the UK.

Inner flight samplea el sonido final de The great pretender de Brian Eno de su álbum Taking tiger mountain (by estrategy). Inner flight parece un house post-Eno, con un sample en bucle que suena como la voz de Martin Gore en Shake the disease de Depeche Mode en modo ambient.

Loaded, en su mayor parte en mi bemol, muestra la producción genial de Andy Weatherall, caracterizándose por el texto recitado del personaje caracterizado por Peter Fonda en la película de 1966 The wild angels, así como un loop de tambor de un mix de un bootleg italiano de What I am de Edie Brickell, y de I don't want to lose your love de The Emotions. Se trata de un remix de I'm losing more than I'll ever have de los propios Primal Scream, de su segundo álbum Primal Scream.

Damaged, en contraste con la canción anterior, tiene un tempo más lento y un tono más reflexivo, intentando sonar como un lugar intermedio entre las stonianas Let it bleed y Exile on Main Street. Escasa percusión, guitarra acústica y piano acompañan la voz calmada de Gillespie, de manera semejante a Movin' on up en cuanto a la producción a cabo de Jimmy Miller, y el grupo vuelve después sus pasos al ambient-jazz espacial con I'm comin' down.

Higher than the sun (a dub symphony in two parts), producida por The Orb, cuenta con el bajista de los PIL, Jah Wobble, y es una versión extendida y profusamente remezclada de la cuarta canción del álbum, haciendo uso de un sample de Thompson Twins, entre muchos otros. Come together es la canción más larga del álbum. En la versión británica, se abre con parte de un discurso pronunciado por Jesse Jackson en el concierto de Wattstax celebrado en Los Angeles en 1972. Hacia la mitad de la canción, una línea vocal femenina repetida "Come... together as one" se repite una y otra vez durante el resto de la pista.

Finalmente, la magnífica alegría electrónica de Shine like the stars, con un acordeón sonando como jazz espacial, cuya música parece querer reflejar las emociones que derivan de las drogas.

Movin' on up fue utilizado en los anuncios comerciales de Telewest Broadband antes de que Virgin Media los comprase. Posteriormente, licores Bacardí hizo aparecer la canción en un anuncio de la televisión británica. La canción también fue presentada en el popular juego Grand Theft Auto: San Andreas en la emisora de radio ficticia alternativa Radio X. Una versión Norther soul también fue grabada por Edwin Starr para la película de culto película británica Blue juice.

El álbum alcanzó el puesto número 8 en la lista de álbumes británica, y más tarde fue certificado Disco de oro por la British Phonographic Industry, habiendo obtenido hasta septiembre de 2011 unas ventas de 680 mil ejemplares.

Para conmemorar el 20º aniversario del lanzamiento del álbum, Primal Scream interpretaron todo el álbum en vivo en el Olympia de Londres durante dos noches a finales de noviembre de 2010. La actuación incluía un coro de gospel completo y sección de viento. El primero de estos conciertos fue transmitido en directo por la cadena BBC 6 Music, presentado por Steve Lamacq. Estas actuaciones fueron seguidas por una gira por Reino Unido en marzo de 2011, donde la banda interpretó el álbum en su totalidad.

El EP Dixie narco, que contiene tres canciones que no pudieron formar parte del álbum, además de Movin' on up, fue editado a principios de 1992 y en ese momento parecía como un último intento de exprimir el álbum. Pero las tres nuevas canciones no eran simplemente de relleno. Stone my soul muestra a Bobby Gillespie en modo contemplativo, de manera blues y un poco relajada; el cover de Carry me home de Dennis Wilson es un verdadero punto culminante, una buena actuación vocal que demuestra que cuando Gillespie se pone las pilas es uno de los más grandes vocalistas de rock, y una buena canción que lleva a preguntarse cómo los Beach Boys la dejaron fuera de su álbum Holland; y Screamadelica, la canción de diez minutos no incluída en su álbum homónimo es bastante inconexa, pero no del mismo calibre que el resto del álbum. El EP se incluyó en la remasterización de Screamadelica de 2011.

El álbum todavía hoy suena tan fresco como siempre con la nueva remasterización, dándole una prístina claridad y enfoque, aunque para ser justos la primera mezcla llevada a cabo por los talentos combinados de Andy Weatherall, Jimmy Miller y The Orb fue particularmente un milagro para su edad.

Primal Scream, después de Screamadelica, aceptó aún más influencias, como Can y Neu! o el punk y el hardcore. Antes de Screamadelica eran prácticamente un grupo de tributo de géneros; después de Screamadelica, podían hacer (y de hecho lo hicieron) todo. No son ninguna banda de nostalgia, y este sentido del futuro viene enteramente de Screamadelica. Mientras tanto, actualmente la variedad imaginación y, extrañamente, generosidad de Screamadelica, continúan asombrando.

Aunque Primal Scream continuaron con una carrera exitosa y sus cambios de estilo han sido frecuentes, nunca más alcanzaron los niveles de inspiración en influencia de Screamadelica. Conscientes de ello, en 2011 emprendieron una gira, coincidiendo con el 20º aniversario de la publicación del disco, en la cual se limitaron a interpretar el repertorio incluido en él.

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Listado de canciones:

1.-   Movin' on up
2.-   Slip inside this house
3.-   Don't fight it, feel it
4.-   Higher than the sun
5.-   Inner flight
6.-   Come together
7.-   Loaded
8.-   Damaged
9.-   I'm comin' down
10.- Higher than the sun (a dub symphony in two parts)
11.- Shine like stars

Collector's edition 20th Anniversary 2011:
12.- Stone my soul
13.- Carry me home
14.- Screamadelica
15.- I'm losing more than I'll ever have

Vídeos:

Movin' on up - Primal Scream


Slip inside this house - Primal Scream


Don't fight it, feel it - Primal Scream


Higher than the sun - Primal Scream


Inner flight - Primal Scream


Come together - Primal Scream


Loaded - Primal Scream


Damaged - Primal Scream


I'm comin' down - Primal Scream


Higher than the sun (a dub symphony in two parts) - Primal Scream


Shine like stars - Primal Scream


Stone my soul - Primal Scream


Carry me home - Primal Scream


Screamadelica - Primal Scream


I'm losing more than I'll ever have - Primal Scream

2 comentarios:

Chorbyradio dijo...

Un disco que debo de escuchar mejor de lo que lo he hecho, peroe está claro que rompió moldes y unió estilos que se daba por sentado que eran antagónicos, a no ser por las drogas.
Muchos coinciden que mucho en el resultado final fue causa del productor Andy.
Pero también es verdad que Primal Scream ha seguido sacando buenos discos.
Saludos sintéticos.

JL dijo...

Si escuchas lo que hicieron antes los Primal Scream y te pones este disco y te dicen que es de ellos, te hubiese costado creerlo. Es un disco muy de su momento, genial y muy influyente. Sin su productor seguramente no hubieran conseguido hacer un disco así, pero estaba claro que los Primal demostraron que tenían mucho que aportar.
Y lo que hicieron después, es lo que suele pasar con los discos geniales, que repetir o hacer algo de ese nivel es muy complicado.
Saludos sintéticos.