domingo, noviembre 30, 2008

PRESIONES Y RESISTENCIAS


Alguien dijo una vez que "resistir es vencer". Seguro que sería alguien que no había sufrido episodios de dolencias cardíacas. Efectivamente, en este mundo tan competitivo, cada vez más, la presión es cada vez mayor. Y resistir se hace cada vez más complicado.

Hace unos años, Alex Crivillé aparecía en un anuncio de Repsol diciendo que cuando hay presión, hay que aguantarla, y si la presión es mayor, hay que seguir aguantando. Es una máxima que me repite constantemente mi amigo Antonio P. Si hay más presión, hay que aguantar. Y tiene razón. Todo lo que se sufre aguantando, suele tener un proceso final positivo. No hay más que fijarse en cualquier evento deportivo, como un partido de fútbol o de tenis. Se pasan momentos al borde de arrojar la toalla, pero luego todo da un vuelco y las energías despilfarradas en la defensa dan sus frutos en forma de victoria.

Pero, ¿cuál es el punto de ruptura? No se puede resistir todo. Siempre existe un punto que te hace dejar de resistir. O llegas a él y claudicas, o entras en su umbral y dejas de resistir antes que ser derrotado por completo. Y también hay un punto que podríamos llamar "de alarma", en que no lanzas la toalla del todo, sino que, lejos de claudicar, decides colaborar o aceptar al acosador en espera de tiempos mejores. Esto es lo que hacemos la mayoría.

No todo el mundo tiene un punto de ruptura o de alarma similar. Unos lo tienen más alto (pueden resistir más presión) o más bajo. Depende de muchas cosas. De la cultura, de la experiencia, de los genes, de los principios y el carácter de cada uno. Son muy relativos. Si dos personas comparan una misma situación, la visión puede ser tan diferente que para uno puede ser asumible una presión que para otro es inaguantable.

También es relativa la aceptación de la presión. Hay gente que no la soporta. Otros rinden más con ella en el cogote. Nos han enseñado a vivir con presión. Pero estamos equivocados. Siempre se ha vivido con presión. Antes más que ahora. Antes la presión incidía más en la propia vida humana. Ahora lo hace sobre los medios para hacerla posible con más o menos comodidad. Hablando, claro está, de los países más desarrollados, que en el resto la situación es muy diferente.

Los efectos de la presión pueden ser la activación del individuo en orden a aumentar su rendimiento o concentración. O pueden ser también el colapso y la derrota. Y en medio tenemos el estrés, la depresión, la pérdida de perspectiva de tu mundo. Las resistencias se queman, y pueden volver a funcionar tras un período de refrigeración, pueden resultar tan tocadas que sean inoperativas en el futuro, o pueden resultar absolutamente quemadas e inservibles para su función.

Los daños pueden ser evidentes. Todo se confunde. Se pierde la catalogación correcta de la importancia de las cosas. Ves que no puedes llegar a todo y decides llegar sólo a lo que decides que es más importante o te interesa más. Pero, no sólo eso. Sino que tendemos a evitar posibles problemas, pues ya tenemos demasiados. Ello hace distanciar las relaciones sociales, por cuanto evitas ponerte ante alguien que pueda plantearte o suponerte un posible problema.

Lo que es cierto es que, se tenga más alto o más bajo, el punto de ruptura o de alarma existe. Y es tan variable como la condición humana. Los hay que reaccionan, como he apuntado antes, aceptando la situación y esperando tiempos mejores, o, simplemente resignándose a ver pasar los años esperando que tus órganos vitales te permitan vivirlos. Los hay que modifican ciertos hábitos o pautas de manera que puedan convivir con la situación que no querían. Y los hay, en definitiva, que deciden una completa catarsis para empezar, si no desde cero, desde una posición muy distante y bien diferente de la inicial. Y ya no me refiero a los que deciden retirarse por un tiempo de la circulación para ordenar sus ideas y esperar a que amaine el temporal o tomárselo de otro modo, o, peor aún, los que, desde una posición en teoría valerosa pero en realidad auténticamente cobarde, deciden abandonar por la vía más rápida la lucha.

La mayoría de la gente modifica esos hábitos, porque le da pánico mover sus columnas vitales. Prefiere dejar lo esencial como está, y retocar ciertos hábitos, de modo que pueda soportar con más firmeza la presión o esperar a que pase el temporal.

Pero la dureza y larga duración de la situación generalmente conlleva un desenfoque de la perspectiva de la realidad, que conduce a soluciones ciertamente traumáticas, desacompasadas, desequilibradas, y en muchos casos desproporcionadas y erróneas. Es como resistir la riada con asideros insuficientes. En estos casos puede ser conveniente una retirada temporal del cauce en espera de que se reduzca su fuerza, si bien ello puede provocar la pérdida de una posición preferente. Esa es la teoría, en la práctica puede suceder algo muy diferente, pues el efecto negativo de la retirada puede no tenerse en cuenta, o tener sólo efectos a corto plazo, y cambiar radicalmente la situación inmediatamente.

En cuanto a mí, ese punto de alarma, ese paso del Rubicón, lo di ya hace mucho tiempo. Fue en el verano de 2004, que soporté la mayor riada laboral de mi trayectoria, y todavía no me explico cómo pude resistir la oleada cuando, agarrado de un asidero que todavía desconozco (sería mi fuerza de voluntad, seguramente), no hacía más que ver pasar cuerpos arrastrados por la riada, que en la mayoría de casos tardaron mucho tiempo en volver a su situación de partida. Es evidente que cada vez me acerco más al punto de ruptura. Podría ser inminente, podría ser dentro de un tiempo, o podría no ser. Lo que es cierto es que, una vez alcanzado ese punto de alarma, la frustración causada por la falta absoluta de reconocimiento del esfuerzo y, en definitiva, la desmotivación, genera daños graves que el paso del tiempo no hace más que empeorar y transformar en irreversibles.

Finalmente, me quería referir a esas personas que, valientemente, deciden echar un órdago a la vida y desafiar la visión que la sociedad tiene de ellos. Esas personas que renuncian a todo lo que lo ha sustentado durante muchos años y deciden iniciar una nueva etapa, con visos de más o menos temporalidad, en otro lugar, con otro trabajo, con otra familia, o incluso sin ella, con otros grupos sociales. En definitiva, este artículo podría ser la perfecta continuación del que escribí hace dos meses, 45.

viernes, noviembre 28, 2008

JOSÉ MIGUEL TORRES

José Miguel Torres, empezó en el filial del Atlético de Madrid, tras arrebatárselo este club a Pasieguito, ofreciendo al Vall d'Uxó 8 millones de pesetas. Luis Aragonés estuvo a punto de hacerlo jugar en el primer equipo, pero tras su famosa "depre" la Secretaría Técnica cambió de manos y le dieron la baja. Recaló en el Gandía y pasó al València CF incluso cobrando menos, en la temporada del regreso a (1987-88).

Era un defensa central veloz y ágil, aunque constantemente daba la sensación de que, antes que anticiparse al rival, llegaba tarde a los choques para riesgo suyo y del rival. Hasta Jesús Gil lo acusó de practicar la "caza al rojiblanco", lo que le resbaló más que el trasero de Boris Izaguirre.

Cuando llegó al València CF, tuvo la mala suerte de coincidir con Arias, Voro y Giner en el centro de la defensa, por lo que en varias ocasiones fue recolocado en el lateral derecho, como suplente de Quique, puesto en el que cumplió, pero en el que reconoce que sufría. Aún así se prodigó en el equipo titular debido a las constantes lesiones del Faraonito, realizando buenos marcajes a jugadores como Pardeza, Julio Salinas, Lineker, Baltasar, e importantes partidos, como el de vuelta de la UEFA contra el Oporto, en que un agarrón a su antiguo compañero Rabah Madjer cuando se escapaba supuso una sanción desproporcionada entonces, con su expulsión a los 34'.

Su mayor valor añadido fue como hombre de club, coincidiendo con dos excelentes temporadas del conjunto ché, en que la fortaleza del grupo primó sobre la calidad de los jugadores.

La temporada 92-93 salió con destino Elche, y posteriormente recaló en el Levante, donde colgó las botas. Actualmente ejerce labores de comentarista radiofónico y televisivo.

Foto: www.ciberche.com

miércoles, noviembre 26, 2008

JAMES


Con una trayectoria que data desde principios de los 80s, y objeto de múltiples e inevitables comparaciones con otras bandas como The Smiths, Simple Minds, Deacon Blue, U2, etc., la verdad es que esta agrupación supo ganarse un merecido lugar entre la difícil y competitiva escena musical de aquella época, aunque rara vez sean tomados como referencia o considerados una banda de primer nivel.

Si se tuviera que definir en una palabra la esencia de la gran mayoría de los temas de James, seguramente esta sería “melancolía”; con temas como Don’t wait that long, Everybody knows, Walking the ghost o (Don’t let go on) Top of the world, melodías que sin llegar a ser depresivas poseen un gran contenido dramático que se ve acrecentado por la profunda y casi siempre desconsolada voz del líder, eso sin mencionar su muy peculiar forma de bailar.

Si bien el éxito y la popularidad nunca les llegó a sonreír del todo, muchas bandas que en su momento los telonearon lograron consolidarse definitivamente después de salir de gira con ellos: por ejemplo, en 1988 los Stone Roses y un poco después los Happy Mondays (irónicamente, James los telonearía dos años después); en 1991, Nirvana (un mes después su álbum Nevermind alcanzaría el primer lugar); en 1993, Radiohead; en 1997 le tocó el turno a Third Eye Blind; en 1988, The Corrs y luego Stereophonics; en 1999, Supergrass y más tarde Doves; para el 2000 el grupo telonero fue Coldplay (cuyo single Yellow saldría sólo un mes después, siendo todo un éxito). En cuestiones de popularidad y reconocimiento las bandas que abrían sus conciertos parecían llevarse la mayor parte del crédito, dejando a James inmerso en un irremediable y constante segundo plano.

Aunque se dice que fue en el año 1980 cuando empezaron las correrías de la banda, la mayor parte de crónicas de revistas y artículos escritos le dan el inicio “oficial” en el año 1981 cuando un joven entusiasta Paul Gilbertson, inmensamente influenciado por los grupos post-punk de la época y el consumo de drogas, termina por convencer a uno de sus mejores amigos, Jim Glennie, de que se compre un bajo y forme una banda con él. Sin importar los músicos que les acompañaban, empezaron a ensayar en el dormitorio de Glennie de manera continua hasta que dieron con el batería Gavan Whelan, cuya peculiar, extraña, y tribal manera de tocar le dio a la agrupación un corte musical diferente, que llamaba la atención al contrastar con el estilo algo desordenado y sin supervisión, muy propio de las primeras experiencias musicales, de las guitarras de sus dos compañeros.

Hacer numerosas actuaciones les hizo ganar bastante experiencia y también probar con muchos otros músicos y vocalistas para definir el estilo y conformación definitiva de la banda. Eran tiempos de inseguridad, confusión y gran agitación musical, y las ganas de hacerlo bien y poder sobresalir en el escenario los lleva a un constante cambio de integrantes, como también a la variación del nombre del grupo: Veneral and The Diseases, Volume Distortion, Model Team International, para luego quedarse momentáneamente como Model Team.

Una de sus primeras apariciones significativas fue como teloneros de la banda The Fall bajo el primario nombre de Volume Distortion a principios de los ochenta; esto haría que una muy reducida parte de público y de la siempre importante crítica les empezara a tomar atención. Para principios de 1982, y ya conocidos como Model Team International, graban su primer demo real con una vocalista de nombre Jenny Ingram. En marzo de ese mismo año Jim, Gavan y Paul van a una discoteca de la universidad de Manchester y quedan más que sorprendidos por la “indescriptible” forma de bailar de cierto estudiante, que luego se supo que se había colado en la misma. Sin perder tiempo, lo invitan a la banda como bailarín. Lejos estaban en ese momento de saber que este chico de abultado cabello, ropa extraña e indescriptible forma de moverse en el escenario, sería el que finalmente le daría a la banda la fuerza y personalidad que tanto habían estado buscando: así se une a Model Team International, Tim Booth, quien sería rápidamente propuesto y aceptado como vocalista.

Tim hace su debut con el grupo en abril de 1982, cuando telonean a Orange Juice. Meses después graban un demo de cuatro canciones, lo que sería su primer trabajo con la banda. En agosto del mismo año la banda cambiaría por última vez su nombre, autodenominándose James. Esto fue debido a la idea de Gilbertson de ponerse el nombre de uno de sus integrantes, y el escogido fue el propuesto por Glennie. Así, James fue considerado suficientemente amorfo para ser usado por el grupo. Debutan entonces como James (Not a poet), y Tim empieza la presentación leyendo un poema. Antes de terminar el año, los James iniciarían un concierto de New Order y grabarían posteriormente otro demo.

Bajo la premisa propuesta por Gilbertson de que cada uno se concentre en su propio sonido, rechazando cualquier cosa que suene parecido a otras bandas y que perdieran el miedo a probar cosas y experimentar, la banda empieza a sonar mucho mejor. En otra de sus presentaciones en el nightclub de Manchester (que se había convertido en su segunda casa) The Hacienda, llamaron la atención de Tony Wilson de Factory Records, quien les ofrece realizar su primer álbum en estudio (pues hasta entonces James tocaba solo en vivo); este ofrecimiento sería rechazado básicamente por el miedo que tenía la agrupación de disminuir la pegada que habían causado tocando en directo, además de la inseguridad de poder canalizar sus respectivos talentos individuales y ser capaces de juntarlos en un estudio para realizar una producción completa. En vez de esto, la banda hace un single de tres temas, Jimone, con el que debutarían con Factory Records en noviembre de 1983. Muchos diarios musicales locales lo nombrarían el single de la semana y dada la acogida telonearían a The Smiths el mismo mes en The Hacienda y nuevamente a los New Order en el mes de diciembre.

Parecía que el ascenso tanto en popularidad como en producciones de la banda iba a ser notable a partir de ese momento; sin embargo empiezan a surgir problemas que retrasan su evolución y carrera hacia el descomunal éxito que todos predecían: los problemas de drogas de Gilbertson empezaban a causar estragos haciendo insoportablemente lenta la realización de temas originales y propios del grupo, razón por la cual no les queda otra opción que decirle que abandone James; también está el hecho de que en su personal búsqueda espiritual, Booth y Glennie se terminan uniendo a una secta llamada Lifewave que no hace otra cosa que ponerles numerosas restricciones, amenazando la estabilidad de la banda; así, después de un año de la realización del primer single, sale su segundo de nombre James II (marzo de1985), con Larry Gott ahora en la guitarra. Las críticas vuelven a ser buenas y la compañía Factory se mostraba ansiosa porque James publicara su primer álbum con ellos, pero inexplicablemente el grupo abandona la compañía llegando a un acuerdo con los directivos de otra discográfica: Sire Records.

Para finales de 1984, James vuelve a salir de gira con The Smiths, agrupación con la que ya desde antes se les asociaba debido a la sobreprotección que su líder demostraba en entrevistas y artículos; es más, en ese mismo año Morrissey los describiría como “la mejor banda del mundo”, situación que los terminó haciéndose ver como los “hijos” de los Smiths, y contra la que durante todos los años ochenta tendrían que luchar, aunque James siempre haría en sus discos todo lo posible por diferenciarse lo más que podían de ellos, razón que terminó por anular parcialmente la creatividad musical del grupo y retrasar bastante su consolidación, que finalmente se daría a principios de los noventa.

Es un secreto a voces que el hit de los Smiths del año 1992, We hate it when our friends become succesful, fue escrito basado en el éxito que James por fin obtendría por esas fechas.
Para principios de 1985, James empieza ya a salir en portadas de revistas (en particular en New Musical Express), y en junio de ese mismo año sale su tercer trabajo, Village fire (Five offerings from James), que no es más que la agrupación de los dos singles anteriores en un solo álbum. En el transcurso de este año, la banda dejaría de acompañar a The Smiths en un voceado tour por los Estados Unidos, se presentaría en el festival de Glastonbury y haría numerosas apariciones en vivo dentro y fuera de Manchester.

En marzo de 1986 llegaría su tercer single, Sit down (que nada tenía que ver con el hit que posteriormente conseguirían con la canción del mismo nombre), seguido por otro single, So many ways, y su finalmente primer trabajo, Stutter, que llegaría en junio del mismo año. No obstante el gran debut, las críticas de la prensa especializada fueron en general mediocres debido al muy lento progreso de la banda, críticas que hicieron que la compañía discográfica que los representaba perdiera casi todo el interés en ellos, haciéndoles una modesta promoción que se reflejaría en las listas de popularidad del álbum, que solo llegó al puesto nº 68 en Reino Unido.

A principios de 1987 y casi sin dinero, cobertura ni promoción, James graba su segundo álbum para febrero, Strip-mine, álbum de sonido diferente tirando a lo más convencional en un desesperado intento de agradar a su todavía discográfica Sire Records; ésta no ve nada especial en la producción y en un principio se niega a sacarla, pero después de unos cuantos forcejeos con la banda, una especie de re-producción del trabajo con modificaciones en el sonido principalmente para poder comercializarse por las radios, Sire lo produce para septiembre de 1988, negándole cualquier tipo de promoción, lo que lo hundió en un pobre nº 90 de popularidad en Reino Unido. Afortunadamente en el contrato del grupo con la discográfica había una cláusula que decía que, en el transcurso de los seis meses siguientes a la entrega del segundo álbum, la banda podía decidir si quedarse para cinco trabajos más o terminar el contrato.
Obviamente James optaría por salirse y se vieron casi obligados a hacer una gira por Reino Unido como único y necesario medio de promoción del Strip-mine. Nunca como ahora se arrepentirían tanto de haber rechazado a la discográfica Factory Records.

Ahora, sin pertenecer a una discográfica y con el abandono del interés de la prensa por ellos, es cuando los problemas de la continuidad de la banda se hacen cada vez más grandes. Desesperados por conseguir dinero para seguir financiando su carrera, pues estaban convencidos de que podían dar mucho más, los miembros de la banda se ven llevados al increíble extremo de participar como conejillos de indias para algunos experimentos médicos realizados por la Manchester Royal Infirmary, un conocido hospital, ganando con esto el derecho de aparecer como invitados en un programa de TV que hablaba de la “desesperación de las agonizantes estrellas de rock”, pero James estaba muy lejos todavía de entrar en agonía.

Si bien comercialmente sus discos no eran un éxito, sus conciertos seguían siendo de lo mejor presentando a menudo un lleno total y dejando satisfechos a los miles de seguidores que por entonces ya tenían. Lo más importante que tuvieron en esos momentos y una de las principales razones que mantuvo unida a la banda fue su sólido club de fanáticos, que se encargaban de expandir la fama de la banda y siempre hablaban de ella como “el secreto mejor guardado de Manchester”. Otro gran apoyo fue la inaudita venta de camisetas con el logo del grupo: hoy los James bromean diciendo que en esos días vendían más camisetas que discos.

En noviembre de 1988 tocan dos noches en el Bath Moles Club, presentaciones que son grabadas y que luego serían editadas para la posterior entrega del álbum en vivo One man clapping (que saldría en marzo de 1990), gracias a la ayuda económica de un fanático que resultó ser gerente de un banco, y la de la discográfica Rough Trade Records; One man clapping llegó al primer lugar en las listas indies consiguiendo atraer la atención de la prensa especializada nuevamente. Por estas mismas fechas, Tim se ve envuelto en una pelea durante una presentación en vivo con el batería Gavan Whelan, siendo este último requerido para dejar la banda y reemplazado meses después por David Baynton-Power.
Con la pérdida del distintivo sonido de la batería de Whelan, sonido que los había caracterizado en más de una producción, los James se dan cuenta de que necesitan reclutar a nuevos músicos para darle un nuevo impulso a su carrera y evolucionar musicalmente. Bajo estas circunstancias llegan a la banda tres nuevos miembros: Saul Davies (guitarra, violín y percusión), Mark Hunter (teclados) y Andy Diagram (trompeta y percusión). Con ellos, James se convierte en un septeto y regresan al estudio a grabar el que sería su mejor álbum.

Con todo lo ocurrido podían suceder dos cosas: o bien que con su próxima producción en estudio sobresalieran y se consolidaran de una buena vez como una de las agrupaciones más importantes de la escena, o que la banda planteara seriamente su disolución en caso llegara un fracaso más a tocarles la puerta.

Afortunadamente sucedió lo primero, y fue Gold mother el álbum que hizo despertar la adormilada magia de James. Esta producción se grabó entre agosto y octubre de 1989, y previo a su salida llegaron los maravillosos singles Sit down y Come home, como anticipando el tremendo éxito que les llegaba de una vez por todas. En un principio se intentó que Gold mother saliera distribuido por Rough Trade Records, pero el dueño de la misma, Geoff Travis, les empezó a dar largas pues estaba seguro de que James solo vendería unas 20 ó 30 mil copias. Pero esto no iba a detenerlos: convencidos de que podían llegar a mucho más, el grupo compra los derechos del álbum y realizan un tour de invierno a finales de ese mismo año, tour que les valió un contrato discográfico con Fontana Records. James terminaba prácticamente una década de mala suerte con cierto optimismo y empezaban a ver una luz al final del túnel.

Gold mother se editó en junio de 1990 y con él James ganaría el tan esperado reconocimiento general que tanto se había hecho esperar (prueba de ello es que saldrían de gira con David Bowie y The Cure a mediados de año). Con singles del calibre de How was it for you, Come home o Lose control, que se situaron bastante alto en las listas de popularidad, el éxito les empezaba a sonreír y éste fue consolidado a fin de año en dos espectaculares presentaciones con lleno total en el G-Mex de Manchester.

James era la banda que todos querían escuchar y no tenían todavía ningún hit en su haber. Pero éste llegaría en marzo de 1991 con el re-editado como single Sit down, que llegó a nº 2 en las listas de Reino Unido y que se convirtió en uno de los más vendidos del año. Inteligentemente, el álbum Gold Mother fue también re-editado en mayo de 1991 incluyendo esta vez en él los temas Sit down y Lose control, logrando vender más de 300 mil copias en un abrir y cerrar de ojos. James, que se había por fin conseguido desmarcar de la sombra de los Smiths, llegaba finalmente a la cima con esta producción que tiene de todo: unos temas bailables muy propios de principio de los 90 y otros temas que parecen haber sido hechos en medio de una profunda depresión.

Pero la canción Sit down no sólo es el single de mayor éxito para James (el primero de la banda que puso MTV regularmente), sino que posee un gran valor sentimental para el cantante Tim Booth: se dice que en su época de estudiante, cuando le dijeron que su padre se estaba debatiendo entre la vida y la muerte, agarró uno de sus cassettes y se encerró en un salón para escucharlo a todo volumen. La cinta era el álbum Horses de Patti Smith, cantante que posiblemente sea la mayor inspiración e influencia que tuvo Tim.

Es también en 1991 cuando James colabora en el álbum tributo a Leonard Cohen, I’m your fan (tributo en el que también se dieron cita R.E.M., Pixies, The House of Love, Nick Cave & The Bad Seeds, entre otros), con el tema So long Marianne.

La banda pasaría el resto del año grabando su siguiente producción, Seven, que finalmente fue lanzada al mercado en febrero de 1992, un mes después de la salida del single Born of frustration, que hacía recordar demasiado a la banda Simple Minds.

Previa a la salida de Seven, James ya era una banda que estaba acostumbrada a que las entradas para sus presentaciones en Reino Unido se acabaran días antes. Pero es justo después de la salida de este álbum que el grupo se embarca en un primer y gigantesco tour por Estados Unidos, donde consigue un gigantesco éxito. Seven llega al nº 2 en las listas de popularidad y los termina de hacer conocidos en todo el mundo. Pero no todo era color de rosa: contrariamente a lo que sus giras demostraban y al éxito global que lograban por fin tener, la prensa especializada (la más conservadora) se mostró negativa al redactar la crítica de este trabajo, calificándolo de demasiado pretencioso y ampuloso, y comparándolos ahora con los Simple Minds. Ampuloso o no, el disco parece tan bueno como el anterior y, no obstante la intención de gran parte de la prensa de menospreciarlo, la verdad es que reafirmó a James como una de las bandas más importantes del panorama musical mundial.

Un tanto desanimados por las opiniones de su trabajo y aún sabiendo que éstas habían sido por demás exageradas, la banda sintió ganas de regresar a sus raíces acústicas y redescubrir su sonido. Justo por esos días les llega una invitación de Neil Young para salir de gira acústica por Estados Unidos, que sin duda alguna aceptan. Al regreso, a parte de contar con el apoyo de Brian Eno para su siguiente álbum y de haber ofrecido otras exitosas giras junto a Tom Tom Club, Black Sheep y The Soupdragons, los James estaban con energías totalmente renovadas y listos para trabajar en su siguiente producción.

Eno, impresionado al ver la gran afición que la banda tenía por la improvisación y las espontáneas sesiones musicales que entregaban, decide que el siguiente disco de James sería producto de un proceso basado en eso: dejarlos tocar y darles absoluta libertad en creatividad musical, proceso que más tarde el grupo definiría como un “viaje de auto-descubrimiento”. Al término del mismo se obtuvieron dos discos: el primero, de canciones maravillosas llamado Laid, y el segundo, de sonidos experimentales y sesiones musicales mezcladas por Eno llamado Wah wah, que no era otra cosa que un complemento del primero.

Laid fue publicado en septiembre de 1993. Fanáticos y crítica se sorprendieron por el sonido fresco, diferente y bien mezclado del disco, y automáticamente fue considerado el mejor trabajo de James por la mayoría. Pero el autor del distintivo sonido de la trompeta que se percibe en muchas canciones, Andy Diagram, decidió dejar la banda justo después de la grabación de este trabajo.

Laid resultó ser todo un éxito en Estados Unidos, contrastando su puesto nº 68 en las listas de popularidad con las más de 600 mil copias vendidas. Se embarcan entonces en una larga gira por ese país durante la mayor parte de 1994, después de empezar ese mismo año siendo invitados especiales de Duran Duran. El complemento de este gran álbum, Wah wah, se publica en septiembre de 1994 y obtiene una indiferente atención por parte del público. El tiempo que se había dejado pasar entre la presentación de ambos trabajos hizo que Wah wah fuera visto como un trabajo totalmente nuevo, diferente y que nada tenía que ver con Laid, cuando en realidad los dos se concibieron y grabaron en las mismas fechas y deberían haberse visto y presentado como uno solo.

Posteriormente, el guitarrista Larry Gott anunciaría que dejaba la banda, cosa que afectó enormemente al resto de miembros; a esto se sumaría la partida del manager, Martine, el descubrimiento de un desfalco por 250 mil libras y, para rematar, el anuncio de Tim Booth de hacer un alto con James para trabajar en una producción alternativa con Angelo Badalamenti, brillante compositor de bandas sonoras entre las que se encuentran la de algunos de los mejores trabajos de David Lynch. Un disco, Booth and the bad angel (96), que no tuvo continuidad pero que dejó ya constancia de las inquietudes de Booth más allá de James. Pero este no iba a ser el final: Adrian Oxaal reemplazaría a Gott y junto al resto del grupo se encerraría en un estudio improvisado en casa de David Baynton-Power para grabar su siguiente producción; Tim viajaría periódicamente desde Estados Unidos para añadirle voz a los trabajos musicales.

El siguiente trabajo de James, Whiplash, salió en febrero de 1997 y los puso de vuelta en boca de todos. El éxito les volvía a sonreir consiguiendo ventas regulares y llegando al nº 10 en popularidad gracias, entre otras cosas, al single She’s a star. El álbum combina (en unas canciones mejor que en otras) el ritmo pop con algunas influencias techno, influencias estas muy de los 90 y que se pueden apreciar claramente a partir del experimental Wah wah. Whiplash cosecharía mucha variedad de juicios y opiniones, pero a estas alturas los fanáticos de toda la vida empiezan a percibir que el amor por la improvisación que definía a los James estaba desvaneciéndose cada vez más.

No obstante, la banda sale de gira para promocionar el álbum reclutando en los Estados Unidos a Michael Kulas como guitarra de acompañamiento. Para mala suerte, Tim se fractura el cuello bailando en una de sus numerosas presentaciones, obligando a James a cancelar el resto de ellas y teniendo que someterse a cirugía de emergencia. Además, las discusiones por dinero entre Booth y Glennie llegan a su punto más álgido, separándolos durante cerca de un año y haciendo muy complicados el resto de conciertos y trabajos para el resto del grupo.

Para marzo de 1998 saldría un recopilatorio de las mejores canciones de James, The best of, que llegaría increíblemente al nº 1 en las lista de Reino Unido y se convertiría en el mayor éxito de su carrera. Para celebrarlo, el grupo sale de gira por el resto del año obteniendo llenos totales donde quiera que se presentaban.

Sus siguientes dos producciones fueron el álbum Millionaires (1999), que contó con la participación de Sinead O’Connor (Crush, Just like Fred Astaire, I know what I’m here for), y Pleased to meet you (2001) (de nuevo bajo la batuta de Brian Eno), con su single Getting away with it (All messed up), bastante notable, y a la postre se convertiría en el último “manotazo de ahogado” que dio la banda en estudio. James se disolvía después de veinte años de actividad dura y sonoros altibajos. A pesar de todo supieron ganarse un lugar merecido dentro de las grandes bandas británicas con su pop emotivo de cautivadoras melodías.

James fue grupo notable con una carrera cargada de altibajos que se debieron más que nada al por lo general muy mal hábito de intentar agradar a todos y a ciertas decisiones mal tomadas en su momento. Si bien James no tiene un álbum esencial, en cualquier colección musical sería justo encontrar Gold Mother, Seven y Laid, en particular el primero pues es una extraña pero buena mezcla entre lo comercial y lo sobresaliente, con temas muy bailables y atractivos así como tristes y melancólicos, que captura muy bien ese sonido original de improvisación que tenían los James, antes de llegar a ser demasiado conocidos.

En 2002 Tim Booth decide emprender su carrera en solitario, regresando a los escenarios en 2004. Una vuelta a la carretera que viene motivada por la publicación de su primer álbum en solitario, Bone (2004). Tim Booth continúa en los parámetros de su antigua banda, pop a un tiempo festivo y emotivo, estribillos arrebatadores, felicidad teñida de melancolía, sin por ello renunciar a explorar nuevos sonidos haciendo uso de la electrónica, Redneck, o haciendo incursiones en un sonido más crudo como en la fantástica Eh mamma. En directo, Booth defiende sus composiciones arropado por una gran banda. Tan carismático como siempre, verlo sobre el escenario sigue siendo todo un espectáculo.

Booth estudia danza y teatro y consigue un papel pequeño representando a Mr. Zsasz en Batman begins, en 2005. En 2006 aparece como Judas en The Manchester Passion, musical que contaba la historia de la Semana Santa.

Inactivos como banda durante más de cinco años, en 2007 se hacía realidad el esperado regreso de James, coincidiendo con la publicación del doble recopilatorio Fresh as a daisy (07), donde encontramos hits como Sometimes, Sit down, Come home u otros como Getting away with it (All messed up), y dos temas nuevos, Who are you y Chameleon.

De nuevo plenamente en activo, en abril de este 2008 sale a la venta su nuevo álbum, Hey Ma, un disco que significa la resurrección de la banda. Canciones con un contenido más social como se puede comprobar en la canción que da nombre al disco, pero a su vez sumamente personales de parte del líder de la banda Tim Booth.


Canciones recomendadas:

Scarecrow, Really hard, Why so close (Stutter)

What for, Are you ready?, Ya-ho, Riders, Stripmining-Refrain (Strip-mine)

Chain mail, Burned (One man clapping)

Come home, Lose control, Government walls, God only knows, How was it for you?, Sit down, Walking the ghost (Gold mother)

Born of frustration, Ring the bells, Sound, Don't wait that long, Seven, Heavens (Seven)

Out to get you, Sometimes, Dream trhrum, Say something, Five-O, Laid (Laid)

Pressures on, Frequency dip, Tomorrow (Wah wah)

Tomorrow, Lost a friend, Waltzing along, She's a star, Play dead, Homeboy, Blue pastures (Whiplash)

Christ, Just like Fred Astaire, I know what I'm here for, Shooting my mouth off, Hello, Surprise (Millionaires)

Space, Falling down, English beefcake, Pleased to meet you, Give it away, Fine, Getting away with it (all messed up), Alaska pipeline (Pleased to meet you)

Who are you, Chameleon (Fresh as a daisy)

Bubbles, Hey Ma, Waterfall, Oh my heart, Boom boom, Upside(Hey Ma)


Vídeos:

Sit down y Come home, desde el álbum Gold mother:

Sit down - James


Come home - James


Sometimes, desde el álbum Laid:

Sometimes - James


Don't wait that long en directo, de Seven:

Don't wait that long (live) - James


Tomorrow y She's a star, de Whiplash:

Tomorrow - James


She's a star - James


Getting away with it (all messed up), con un arranque muy a lo R.E.M. , seguramente su canción más pegadiza, Fine, y las lentas y fabulosas Pleased to meet you y Alaskan pipeline, esta última me recuerda mucho a los Chameleons, del álbum Pleased to meet you:

Getting away with it (all messed up) - James


Fine - James


Pleased to meet you - James


Alaskan pipeline - James


Y del último, Hey ma, Bubbles y Oh my heart (sólo audio), en que la guitarra suena muy The Edge:

Bubbles - James


Oh my heart - James

lunes, noviembre 24, 2008

Versos katánicos 11: Ronald Koeman

Ronald Koeman fue fichado como recambio de Quique Sánchez Flores para tratar de poner orden en el vestuario y volver a poner en la senda de los mejores a una plantilla acomodada. Empezó fuerte con las vacas sagradas, pero consiguió dividir al vestuario y poner al equipo al borde del descenso. Ahora parece que lo reclama el Chivas mejicano, se supone que no atraído por el nombre del equipo, sino por su proyección deportiva...:

Como jugador, famoso en las faltas,
de entrenador, rellenando las galtas,
Ronald Koeman, el rubiales "Tintín",
con cabeza más dura que un adoquín.

Se le dio manga ancha para limpiar,
hasta hacer brotar secreción biliar,
prepotentes y veteranos peligraron,
a ilustres cabecillas descabezaron.

Con Cañete y Albelda hubo rifi-rafe,
peor que las derrotas ante el Getafe,
Angulo pasaba por allí, los tres fuera,
de una patada acabaron en la biosfera.

Su tripleta con Toni Bruins y Bakero,
no consiguió sacarnos del atolladero,
RoKo acabó con las reservas de vino,
y la cara como el culo de un babuino.

El prometido revulsivo se demoraba,
cualquier delantero nos la clavaba,
varias derrotas hirientes e históricas,
punzantes como el vello de folklóricas.

Pronto se empezó a exigir su cabeza,
Johnny Katanas iba perdiendo entereza,
ni la consecución de la Copa en Madrid,
pudo calmar a toda Valencia del Cid.

Con nocturnidad y alevosía katanizado,
cuatro días antes a los cielos elevado,
el voluminoso cuello rojizo de Ronald,
fue rebanado cuan esbeltez en McDonald.

Ahora lo quieren en el país mejicano,
el Chivas, con mas fe que el Alcoyano,
lo ficha para llevarlo a lo más alto,
seguro que de bebercio no está falto.
2ª aniversario


Este blog que tenéis ante vuestros ojos acaba de cumplir dos años. Nació sin pretensiones de temporalidad, de publicidad, ni de protagonismo, y como vía de escape de quien os escribe, y lo comencé sin una temática principal, queriendo dar a conocer grupos musicales que merecían un cierto reconocimiento. Tenía pensados alrededor de 30, pero poco a poco fueron surgiendo ideas, y a fe que se me ocurren más grupos para al menos 3 años más. Sin embargo, los objetivos fueron variando, y pronto ya se convirtió casi exclusivamente en un blog musical. Aunque también os ofrecí otras temáticas, como las lecturas, los tebeos, las chicas en foto y vídeo, vídeos musicales de fin de semana, mis aficiones, mi València CF y mi tenis.

Muchos me decís que me pego unos curros impresionantes. La verdad es que me toma bastante tiempo, pero no sólo la preparación de los textos, en los que hago un collage de varios textos, retocados por mí para hacer un texto coherente, a veces traduciéndolos, porque no existen versiones en castellano, sino la relación de canciones recomendadas, pues me dedico a escuchar las discografías de estos grupos.

Este último aspecto es el que más me ha ayudado. Escuchar música todo el día. Me permite desconectar bastante de las amarguras diarias, recordar grandes canciones y descubrir otras. Aunque a veces me veo preso de las prisas por acabarlas antes del miércoles, día fijado para la publicación de las biografías. Pero siempre evitando sentirme esclavo de mi blog, siendo éste meramente un buen medio de disfrute.

En estos dos años, aparte de mi desconexión musical, han pasado muchas cosas. Buenas y malas. La situación es diferente de la de partida, en algunos aspectos mi vida ha mejorado, pero en otros han surgido nuevos problemas. Me siento más estabilizado que hace dos años, sobre todo gracias a la colaboración externa, disfruto más de lo que me gusta y me reservo mi tiempo diario para ello, pero han surgido nuevos problemas cuya solución, de momento, es indeterminada.

viernes, noviembre 21, 2008

LICO

José Antonio Morante Gutiérrez, Lico, empezó en la cantera de aquel poderoso Elche de finales de los 60. Fichado por el Español, hizo una media infranqueable con Glaría. En la cumbre de su carrera deportiva, el Valencia CF lo fichó a cambio de Poli y 5 millones de pesetas. El menudo jugador de Puente Genil, Poli, había dado un rendimiento extraordinario, pero era de aquellos jugadores protestados por la grada, por su poco depurada técnica, aunque era un auténtico jugador de brega.

El aficionado entendió que el fichaje suponía una mejora, creando buenas expectativas. Se hizo con la titularidad del equipo, en el que cumplió la función defensiva de la media y el desatasco de cañerías para que fluyese el fútbol exquisito de Claramunt y Adorno. Se multiplicaba en el campo más que los Gremlins con el agua.

De aspecto desarrapado, con melena a lo Beatle horrorizado, como recién salido de un concierto desacertado de Status Quo, se complicaba la existencia con el balón en los pies, y tendía a mantener con el esférico un trato brusco y errático. Aún así, fue indispensable durante 3 años en el equipo titular. Incluso fue ovacionado en Mestalla el día que marcó su primer gol, de cabeza ante el Málaga. Logró los galones de la Roja en un partido ante Hungría, aun habiendo jugado en su etapa temprana la Sub-23 y ser preseleccionado para el Mundial de Inglaterra del 66.
Pero el respetable empezó a pedirle algo más que carreras generosas, y la temporada 74-75, su bajón físico y la temporada errática en cuanto a resultados y entrenadores, hizo que apareciera sólo esporádicamente en el equipo. Al final de la misma, en un intercambio de cromos discutible y discutido por el aficionado, fue una de las salidas de la plantilla, junto a Aníbal, Sol, Antón, Adorno, Sergio y Kurt Jara, que los cambiamos por los inmejorables Marro, Basauri, Esteban, Domingo, Sancayetano, Teca, Rivera, Lleida, Ocampos, Eloy,... Claramente mejoramos lo que teníamos... No es que fichásemos lámparas y sofás, es que hicimos liquidación de existencias.

Recaló en el Albacete y volvió a su Elche para ejercer funciones técnicas.

Foto: www.ciberche.com

miércoles, noviembre 19, 2008

MESH


Mesh es un claro ejemplo de cómo, bajo determinadas circunstancias, resulta más sencillo para una banda triunfar en un país extranjero que en el suyo propio, en este caso, Inglaterra.
Mesh se crea en la localidad de Bristol, al noreste de Inglaterra, en 1991, cuando los teclistas y compositores Neil Taylor y Richard Silverthorn, que ya tocaban juntos, conocen al letrista y teclista Mark Hockings, y deciden ensayar varias ideas afines en un estudio. La primera canción que grabaron juntos fue Waste of time. Mark nunca había cantado en un grupo con anterioridad, pero pensaba que sólo un letrista que canta sus propias canciones puede reflejar las sentimientos adecuados en la interpretación. Mientras los Neil y Richard se encargaban de la estructura de la canción, Mark añadía las letras durante las sesiones de estudio. Neil sólo encontraba su inspiración creativa mientras trabajaba en el estudio o se dedicaba a su principal hobby, la fotografía.

Sus demos comenzaron a ser conocidos lo suficiente como para conseguir tocar en pequeños conciertos. Sus primeras actuaciones fueron en el Mauretania en Bristol, y el día siguiente en el Flag Club en Londres. Intentaron una difusión mayor a través de un contrato con una discográfica, pero solo consiguieron un éxito limitado. Aunque lograron atraer mucha atención, nadie quería contratarlos, pero continuaron tocando en conciertos y grabando material compatible con los requerimientos de las discográficas, pero éstas seguían rechazando sus trabajos.

Durante este período frustrante, graban tres canciones (Headstone, Hurt y Crisis) para la revista Future Music, dedicada al mundo de la música electrónica, que las publica en uno de sus CD promocionales, que fueron muy bien recibidas entre sus lectores. Como consecuencia de ello, la popularidad de la banda se incrementó hasta el punto de crearse una lista de correo, lo que hizo creer a los tres componentes de Mesh que había mercado para su música, y si nadie quería firmarles, sólo tenían un camino.

Después de presentar sin éxito su trabajo a una serie de discográficas, los componentes del grupo deciden fundar su propia discográfica, Tolerance Records. Empezar con su propio sello les implicó a escribir y grabar más canciones de las que imaginaban. Neil comenzó a encargarse del diseño y el merchandising para la banda y la discográfica, y, con persistencia e insistencia finalizaron su primer proyecto. En agosto de 1994 publicaron su primer EP, Fragile. Lo dieron a conocer posteriormente con varias actuaciones, comenzando en el Watershed de Bristol, y siguiendo por salas más amplias que el Mauretania, lo que no terminó de agradar a sus fans más incondicionales, pues perdían cercanía con el grupo durante las actuaciones. El éxito de estos conciertos confirmó que su música era apreciada por la audiencia. Posteriormente dieron varias actuaciones en Londres.

Fragile fue distribuido por Mesh, varios familiares y otros voluntarios en Bristol, Londres y Reading directamente a las tiendas de discos. Sin embargo, alcanzaron sus mayores ventas a través de demandas por e-mail o en los conciertos. El éxito del álbum les animó a producir uno nuevo. La demanda fue tan considerable, que en noviembre de 1994 fundaron el Mesh Information Service para atender a los fans con noticias, información y merchandising.

Tras conseguir un mercado en su propio país, se lanzaron a la conquista del europeo. Su éxito con Fragile los hizo aparecer en varias revistas europeas. Hacer una gira por el continente era una gran oportunidad para incrementar su popularidad. Enviaron varios demos de Fragile a promotores y discográficas europeas. Una de esas demos cayeron en las manos del sello sueco Memento Materia, especializado en música electrónica. Sus directivos quedaron impresionados con el demo, y les pidieron el álbum completo. La consecuencia fue la firma de un contrato con Memento Materia en otoño de 1995, cuando el segundo álbum estaba casi completo. Fragile estaba casi agotado en Tolerance Records, y Memento Materia volvió a publicarlo para toda Europa con un folleto de ocho páginas, con las letras de todas las canciones, no incluido en la versión original Tolerance Records. La banda empieza a despertar un especial interés en Alemania, país en el que han alcanzado sus mayores cotas de popularidad.
Mesh también contribuyó a varias recopilaciones, como Monument (Hurt), Electromagnetic (Last breath of you, I don't expect to be right), Electronic fields (I don't think they know), Strangelove, Strangelove 2, Zillo Club hits, etc.

A partir de este instante, y hasta 2000, la actividad en el conjunto se dispara. In this place forever, su primer larga duración, fue publicado en junio de 1996 por Synthetic Product Records, más de un año después de empezar a trabajar con ellos. Su primer single fue You didn’t want me, un tema bailable que todavía suena en las discotecas.

Mesh se embarcó en varios conciertos por Europa. Su primer concierto en Alemania fue en el Vier Linden de Hildesheim en enero de 1997. Retornarían posteriormente a Alemania en dos tours: el primero con Beborn Beton en octubre de 1997, como parte del Electrofusion-tour. Entre los miembros de la entusiasta audiencia estaban los miembros de De/Vision, entre otros. Sin pensarlo dos veces, el grupo alemán los llamó para ser sus teloneros en su gira de mayo de 1998.

Al mismo tiempo, en abril de 1998, se publica la recopilación de grandes éxitos Fragmente y el single Trust you, que consiguió éxito en los ámbitos discotequeros. El ritmo de la canción, una melodía pegadiza y la carismática voz Mark Hockings, la convirtieron en marca registrada de la banda. Para todos los que no conocían con anterioridad a Mesh, Fragmente ofrecía una recopilación de buenos momentos de la variada producción musical de Neil Taylor, Richard Silverthorn y Mark Hockings. La banda presentaba así su lado pop, sin excepciones. Aunque también mostraba piezas lentas, como So important, o electrónicas/melódicas con complejos cambios de ritmo Someone to believe in.

Tras un pequeño descanso tras la gira de promoción de Fragmente, se ponen a trabajar en el estudio para el siguiente album. The point at which it falls apart y el single de avance, People like me (with this gun), fueron publicados en febrero de 1999. Con este álbum, los chicos de Bristol se desvían de la zona dura del electro pop y continúan con las estructuras melódicas y armónicas que comenzaron con Fragmente. El álbum se colocó en el Top 10 de las listas alternativas alemanas durante varias semanas. El single People like me (with this gun) incluso alcanzó el número 3.

Debido a su acrecentada popularidad, les fue relativamente sencillo organizar su primera gira completa en abril. Con Melotron como teloneros, los fans pudieron verlos en diversas discotecas y locales alemanes. Mesh parecía que por fin empezaban a tocar la cima.

El segundo single, It scares me, se publicó justo tras la finalización de la gira, en mayo de 1999. Por un lado, Mesh estaba siendo mucho más pinchado en las discotecas, y por otro, un vídeo semi-profesional de It scares me fue emitido por la televisión alemana.

Mesh hizo su primera actuación en un festival en el Zillo-Festival en 1999. La banda fue elogiada por 7000 entusiastas fans en un lugar obviamente demasiado pequeño para su reciente popularidad. Fue también la primera vez que tocaron la canción Safe with me en directo, y provocó que gran parte del público la tarareara. Mesh tocó después en una fiesta dedicada a la música de Depeche Mode en Hamburgo. Este concierto fue grabado y publicado en vídeo VHS y CD en mayo de 2000, titulado On this tour forever.

El tercer single de The point at which it falls apart aparecido en octubre 1999 fue Not prepared. Era la primera vez que se mostraba un vídeo-clip de Mesh en varios canales musicales alemanes, como Viva, Viva2 y MTV. Quizá el momento cumbre del año fue definitivamente la aparición de la banda en el show Chart attack en la ZDF alemana en noviembre de 1999.

Durante su primera gira por Europa entre octubre y diciembre de 1999, Mesh tocó en locales de Francia, Suiza, Bélgica y Alemania. En el Synthie-Pop-Festival de Krefeld, Mesh actuó ante 800 fans en la Kulturfabrik, y las entradas se agotaron. El más exitoso año desde la creación de la banda se cerró con un show con el aforo completo en Londres, y una actuación en el Heavens-Gate-Festival en Estrasburgo, Francia.

A causa de la gran demanda de los fans de las canciones publicadas hasta entonces, Mesh decidió remezclar viejas canciones y publicarlas en abril de 2000 en el álbum Original 91-93. Al mismo tiempo aparece en las tiendas Live singles EP, debido a la gran demanda de los fans de versions en directo, alcanzando el número 1 en las listas aternativas alemanas en junio de 2000 y permaneciendo en el Top 10 durante varias semanas.

En mayo de 2000, el concierto que fue grabado en el Markthalle de Hamburgo, es publicado en vídeo y en CD-box para coleccionistas. Así mismo, se incluyen en el vídeo VHS dos videoclips de Trust you y Not prepared.

En la primavera y verano de 2000, Mesh fueron invitados a varios festivales: Göteborg (SAMA-Festival), Gran Bretaña (Whitby-Festival, al que acudieron personajes como Dave Gahan y Martin Gore -Depeche Mode- o Robbie Williams -Backstreet Boys-)y en Arvika (Arvika-Festival), tocando ante miles de fans.

En otoño, Mesh cambió de manager y firmó con Orbit Records. Gracias a este contrato con un sello más importante, les llevó a dejar sus trabajos laborales y concentrarse en su música a tiempo completo. En colaboración con Mark’Oh, publicaron el single Waves, una version del hit de Blancmange en los 80. Desafortunadamente, el experimento no tuvo demasiado éxito commercial, aunque entró en las listas (nº 83) por primera vez, y se produjo un vídeo sobre la canción.

Los primeros conciertos en Estados Unidos en Chicago, Nueva York y Orlando, así como las actuaciones en Hamburgo, Krefeld, Londres y Zurich fueron los momentos culminantes para el grupo durante 2001. Mesh trabajó horas interminables en el estudio (Urban Studios, cuyas instalaciones eran originalmente la vivienda de la madre de Richard Silverthorn, y Channel House en Bristol) hasta que el nuevo álbum, Who watches over me?, fue finalmente completado a finales de septiembre. En octubre estuvieron tres semanas en Hamburgo regrabando y remezclando el nuevo álbum en colaboración con el productor Peter "BlackPete" Schmidt (Depeche Mode) en Home-Studios. Posteriormente estuvieron tres días más en los Galaxy Studios de Bélgica para la remasterización del nuevo álbum por Ronald Prent (Rammstein).

El álbum cosechó excelentes críticas en los medios especializados. Tras la publicación del single Friends like these, Mesh emprendió una gira europea, actuando en Madrid y Barcelona como teloneros de OBK. El grupo ya había actuado el año anterior en Barcelona, teloneando a The Crüxshadows.

En Who watches over me?, se perciben ligeros cambios en la orientación musical del trío. Las líneas maestras de su estilo continúan siendo las mismas: la fusión de elementos electrónicos e instrumentos analógicos, cuya presencia se ve reducida en este trabajo. Por el contrario, los ritmos programados aparecen con más frecuencia y son mucho más marcados, habiendo muchos más fragmentos bailables a lo largo del disco que en su anterior álbum. Las influencias del techno-pop y el electro son especialmente notables en canciones como Friends like these y, especialmente, en Retaliation, la más bailable de todo el álbum. Leave you nothing es otro de los temas a destacar; posee un sonido menos sintético, que le acerca a los registros de The point at which it falls apart. En el resto del trabajo, se siguen combinando con acierto el synth-pop, el electro, el rock y la música dance, bajo una fuerte influencia del sonido que ha ido desarrollando a lo largo de distintas épocas Depeche Mode.

Tres años después, en 2006, Mesh edita su, hasta el momento, último álbum en estudio, We collide, y como era de esperar vuelven a demostrar que siguen siendo una de las formaciones más destacables de la escena synth-pop. La calidad es una de las cualidades que definen a esta banda y no es de extrañar que este grupo se situé como una de las estrellas con más ventas del circuito. Afortunadamente este éxito no les ha cambiado, ellos siguen realizando y cultivando la idea que tenían desde sus orígenes. Cosa extraña ésta, ya que el convertirse en una estrella y el consiguiente fichaje por discográficas más comerciales suele conllevar cambios significativos dentro del estilo de las formaciones. Felizmente este no es el caso de Mesh y es que ellos siguen utilizando sus antiguas armas para cautivar a sus fieles oyentes y además con un enorme éxito.

La fórmula y el estilo inconfundible del grupo sigue unido a su música y así lo demuestran a lo largo de todo disco, haciéndose más fehaciente en cortes de excelente factura como Open up the ground o la fantástica Crash. Esta última fue el primer single del álbum, es decir, editado en con tres versiones, un videoclip del tema, y dos caras B. Como era de esperar y sucede normalmente con la mayoría de las bandas que llegan a un punto de ventas lo suficientemente alto para ser fichados por una multinacional, estás suelen abrir las miras incorporando un toques más comercial e indie. En este caso Mesh confirmó esta apertura incluyendo en el disco varios temas donde la guitarra forma parte de la construcción musical aunque siempre manteniendo el estilo que los caracterizan y no llegando a sonar de diferente forma o simplemente más comercial. This is what you wanted y Can you mend hearts son los temas en donde se nota esta tendencia con mayor fuerza, ambos son aceptables pero en definitiva muestran una cara artística de la formación menos agraciada y prescindible. La edición de We collide se puede encontrar en dos formatos diferentes, una edición simple y otra limitada que incluye, además del CD en su formato estándar, un DVD con nuevo material en vídeo y audio.

En 2007 publicaron el directo The world's a big place, un disco muy recomendable, de la gira de presentación de We collide, en que hacen un repaso a sus mejores temas.


Canciones recomendadas:

Headstone, Fragile, State of mind, Hurt, Someone to believe in (Fragile)

Involved, Last breath of you, You didn't want me, I don't think they know, Something wrong, Confined (In this place forever)

Trust you, My defender, In the light of day, I don't expect to be right, The pureset people (Fragmente)

People like with this gun, It scares me, The damage you do, My defender, Not prepared (The point at which it falls apart)

Waste of time, My perfection, Just once, It was a great big some kind of place, Thinking aloud, Crisis, Time enough, Talk down (Original 91-93)

Leave you nothing, Little missile, Razorwire, What does it cost you, I can't imagine how it hurts, The place you hide, Friends like these (Who watches over me?)

From this height (Friends like these)

Open up the ground, What are you scared of?, Step by step, No place like home, Petrified, Rest in pieces, That is what you wanted, Room with a view, My hands are tied, Crash, Can you mend hearts? (We collide)


Vídeos:

You didn't want me en directo, de In this place forever:

You didn't want me - Mesh


Time enough, de Fragmente:

My defender - Mesh


Not prepared y It scares me, de The point at which it falls apart:

Not prepared - Mesh


It scares me - Mesh


Time enough, de Original 91-93:

Time enough - Mesh


Leave you nothing, Friends like these y Little misssile, de Who watches over me?:

Leave you nothing - Mesh


Friends like these - Mesh


Little missile - Mesh


De Friends like these, From this height:

From this height - Mesh


Y de We collide, Crash, Open up the ground, My hands are tied, Room with a view, This is what you wanted, Step by step, What are you scared of, Can you mend hearts (la del vídeo arreglaría muchos...) y Petrified, sólo audio:

Crash - Mesh


Open up the ground - Mesh


My hands are tied - Mesh


Room with a view - Mesh


This is you what you wanted - Mesh


Step by step - Mesh


What are you scared of - Mesh


Can you mend hearts - Mesh


Petrified - Mesh