miércoles, abril 04, 2007

GOLDFRAPP


Alison Goldfrapp empezó a interesarse en explorar las posibilidades de la musica cuando todavía era una estudiante de Arte en la universidad de Middlessex, haciendo mezclas sonoras y visuales. Fue durante ese período cuando se le presentó la oportunidad de colaborar con Tricky en su debut Maxinquaye (1995). Esto le permitió darse a conocer y colaborar en álbums de artistas electrónicos más consolidados, como Snivilisation de Orbital o Avant hard de Add N to X.Por su parte, Allison siguió perfeccionando sus propias composiciones audiovisuales y consiguió gracias a un amigo que una de sus maquetas llegara a manos de Will Gregory, quien se puso en contacto con Alison viendo que sus gustos y tendencias musicales tenían mucho en común. El apellido de Alison sería el nombre escogido para el duo: Goldfrapp.

En 1999 la discográfica Mute les fichó y les concedió la libertad creativa necesaria para elaborar el que sería su álbum de debut, Felt Mountain, en octubre de 2000. Y no decepcionaron, el semanario musical inglés NME les dio el visto bueno creando cierta expectación hacía el contenido del resto del álbum. Un disco que los convirtió en uno de los grupos revelación de la temporada. La increíble voz de Alison, con una cadencia lánguida y elegante, y las cuidadas melodías electrónicas de Gregory, con un marcado aire retro y rabiosamente contemporáneas al mismo tiempo, los convirtió en un rara avis dentro de la escena internacional, con un sonido personal plenamente identificable, en un trabajo de electrónica ambiental. Desde el sugerente silbido inicial de Lovely head hasta los tensos acordes con los que finaliza Horse tears, el álbum debut del dúo Goldfrapp es tan emotivo y penetrante como el desesperado gripo que se escucha en Deer stop.

Aunque tras una primera escucha Felt mountain puede dar la sensación de ser en exceso monótono, algo que se debe a su brillante homogeneidad y coherencia, sucesivas aproximaciones desvelan sus múltiples influencias y la enorme variedad de los nueve temas. Desde las bandas sonoras de films de espías a la música de cabaret (Oompa radar), pasando por los ritmos latinos (Human), el ocasional empleo de instrumentación jazzística, sabor folk, atmósferas de ciencia ficción y hasta pop sesentero. Un álbum, en su conjunto, intimista y melancólico, de carácter invernal, ideal para que vuele la mente y afloren los sentimientos más profundos. Deja para la posteridad, además, piezas como Pilots o Utopia, posiblemente la cumbre Felt mountain.

Después de pasar practicamente todo el 2001 de gira, el año siguiente. Goldfrapp se vuelven a encerrar en el estudio y en el 2003 presentan su esperado segundo trabajo: Black Cherry. Un disco con el que logran sorprender a propios y extraños con un cambio de registro que supone un claro acercamiento a las pistas de baile con ritmos cercanos al electropop de reminiscencias ochenteras. Así, la siempre increíble voz de Alison, acompañó entonces, melodías bailables y pegadizas que se han convertido en auténticos hits.

Este parcial abandono de su faceta dowtempo-atmosférico-emotiva en favor de cortes uptempo o, directamente, dance, no halla un término medio, sino que Black Cherry alterna constantemente los dos tipos de temas, sin crear nunca un conjunto cohesionado. Las piezas continuistas, en las que siguen desarrollando el sonido con el que cautivaron en Felt mountain, como Black cherry, Hairy trees, sí nos devuelven al Goldfrapp más inspirado y, sobre todo, singular. Por otra parte, visto con la perspectiva que da el paso del tiempo, Black Cherry sí tiene cierta coherencia en su discografía, en tanto que funciona como album de transición entre el debut y el tercer trabajo, Supernature.

Strict machine es, oficialmente, un single, un maxi CD, pero tiene mayor duración y más temas que muchos álbumes, así que prácticamente se puede considerar un trabajo más en la discografía de Goldfrapp, ya que incluye suficiente material como para no poder ser considerado un simple single que no merezca la pena adquirir. Incluye dos atractivos: una versión en directo de Hairy trees (uno de los temas de Black cherry con el estilo de Felt mountain) y un tema inédito, White soft rope, con la curiosa participación de un coro de voces blancas.

Muchos se preguntaron qué camino seguirían con su tercer trabajo. El resultado, irónicamente titulado por la reina de la sofisticación Supernature, continúa en la estela rítmica y bailable de su predecesor pero recuperando la elegancia de su aclamado debut. Un afortunadísimo híbrido entre sus dos primeros trabajos en el que la ex-estudiante de arte y el orfebre de la electrónica dan lo mejor de sí.

Épica bailable con un inevitable (e imprescindible) componente sexual en un disco pensado tanto para escuchar en casa como para la pista de baile y en el que encontramos singles tan rotundos como la fantástica Ooh La La, tema elegido por Mute como primer single, y precedió a la edición del album.

Supernature es un álbum ya de por sí más orientado a las pistas que los dos trabajos precedentes. Y uno de los temas más destacables (y más efectivo en los clubs) es justamente el que da nombre al single, un monstruo para la pistas entre electro y pop, en el que Alison Goldfrapp se luce con su sensual modo de cantar. Ohh la la se abre justamente con el original, aquí en versión extendida, para dar paso a cuatro remixes, cada uno más bailable que el anterior. Quizá por ser el último, pero especialmente por ser el más personal, el que más variaciones introduce, el de Tiefschwarz resulta el más interesante. Claro que también convence el primero de los dos remixes de Benny Benassi, que incorpora un fragmento downtempo hacia la mitad, dividiendo el tema en dos partes y otorgando así un respiro al oyente.

Supernature es el más logrado, maduro y variado de los tres álbumes del dúo formado por Alison Goldfrapp y Will Gregory. Temas como Ooh la la, Lovely 2 C U o Ride a white horse, los tres primeros del álbum, son una efectiva conjunción de bailables bases pop, con toques glam, y provocativas letras de carácter sexual, algo enfatizado por la voz de Alison, cuyas prestaciones vocales en Supernature convencen más que nunca, especialmente en estos fragmentos en los que puede desarrollar su lado más llamativo y energético. En esta misma categoría se inscribe también Satin chic, de lo mejor del álbum, tan bailable como alegre y desenfadado, todo un manifiesto de la cultura de club. Además de este apartado bailable, escuchamos en Supernature temas ambientales similares a los que cautivaron a cientos de miles de oyentes en Felt mountain, lo que contribuye decisivamente a hacer de este tercer trabajo una de las ediciones imprescindibles del año. Ahí están cortes tan logrados y sólidos como You never know, Let it take you o Time out from the world. En definitiva, estamos ante otro estimable álbum de Goldfrapp, un dúo que convence independientemente de que sus producciones estén orientadas a las pista de baile o a su escucha doméstica.

Tras tres álbumes de estudio, primer recopilatorio de remixes: We are glitter ofrece una serie de remezclas de temas de Supernature, a cargo de diversos grupos y productores, muchas de las cuales ya habían sido previamente editadas en los singles anteriores. Como suele ocurrir en estos casos, sirven para trasladar los originales a las pistas de baile, pero no siempre a las más exigentes, porque algunas son sólo convencionales, eficaces, pero faltas de imaginación y personalidad. Ahora bien, como Goldfrapp es ya un grupo con mucho prestigio, no ha tenido problemas para hacerse con los servicios de remixers de probado talento, como los islandeses Múm, que proponen You never know y Number 1 con su habitual etéreo downtempo, como The Flamin Lips, que transforman Satin chic en una gozosa locura, o como el gran Carl Craig, cuyo Fly me away llega a ser peligrosamente hipnótico. La sorpresa llega de la mano de The DFA, que hace de Slide in una larga pieza (más de doce minutos) apta para las pistas, pero enormemente personal y lograda. Su uso de la percusión y el tratamiento del ritmo y la voz de Alison seguramente se ganaría la aprobación del mismo Matthew Herbert.

Canciones recomendadas:

Utopia, Felt mountain, Lovely head, Human, Pilots (Felt mountain)
Train, Black cherry, Tiptoe, Hairy trees, Twist, Strict machine (Black cherry)
Ooh la la, Lovely 2 C U, Ride a white horse, Fly me away, Slide in, Koko, Satin chic, Number 1 (Supernature)


Os dejo los vídeos de dos de sus canciones más conocidas, Strict machine y Ooh la la:



Strict machine - Goldfrapp

Ooh la la - Goldfrapp

Los mp3 que os linqueo corresponden a tres canciones del magnífico primer album Felt mountain, Lovely head, Pilots y Utopia, la más movida Train, del segundo album, Black cherry, y dos del tercero, Supernature, Fly me away y Number 1:

Lovely head
Pilots
Utopia
Train
Fly me away
Number 1

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, tienes mucha razon, Goldfrapp es de lo mejor!!. Excelente articulo!!!. Oye te podría pedir un favor, es que estoy realmente desesperado por conseguir la cancion de White Soft Rope, no se si pudieras ayudarme a encontrarla, te lo agradecería muchisimo!!

www.checheche.net dijo...

Resumiendo.... la xicoca del principi està ben bona...

Little

JL dijo...

@ Anónimo: ahí la tienes linqueada en los mp3.

@ little: y porque no las has visto actuando. Dan ganas de echarse al escenario a comérsela.

Anónimo dijo...

Muchisimas Gracias!!! Por la de White Soft Rope. ES genial la canción!!!