PERSONAJES DEL TEBEO (18)
FRANCISCO IBÁÑEZ (2)
ROMPETECHOS
Rompetechos es un personaje cabezón, bajito, miope y despistado. Las historietas nos cuentan la vida de este personaje en la que se suceden situaciones graciosas provocadas por su falta de visión. Rompetechos realiza acciones cotidianas, pero no salen como debieran ya que su miopía le hace ver el mundo de otra forma.
Hay dos versiones contradictorias acerca del nacimiento del personaje:
- Por un lado está la versión de Francisco Ibáñez, según la cual el jefe Francisco Bruguera tenía una gran afición por un personaje de los comienzos del cine llamado Rompetechos, por lo que pidió a Ibáñez que dibujara un pesonaje con el mismo nombre. Ibáñez entonces le habría dado la vuelta a la orden creando un personaje bajito y miope.
- La otra versión es de Vicente Palomares, periodista y escritor que dirigió la revista Mortadelo durante la primera mitad de los años 70 (El mundo de Mortadelo y Filemón. Miguel Fernández Soto, pág. 67) según la cual el personaje estaba basado físicamente en un miembro de la redacción llamado Ernesto Pérez Mas.
Posiblemente una inspiración fue el personaje de Mr. Magoo de la productora de dibujos animados U.P.A.
El personaje ha sido criticado por algunas personas que consideran que en estas historietas se hace burla de la miopía. A estas críticas Ibánez siempre ha respondido que él mismo es bajito, calvo y cabezón, y padece miopía desde joven y que, por lo tanto, en todo caso sería una burla hacia sí mismo, pero que de hecho, lo único que se busca es provocar la risa mediante un arquetipo reconocible y no burlarse de la tara física en sí. Sin embargo, si la explicación en que el personaje se basa en un miembro de la redacción fuese cierta, entonces sí podríamos hablar de un cierto componente de burla.
Rompetechos es un hombrecillo más bien bajito, siempre ataviado con su traje oscuro, con tres pelos que le cubren la calva, un discreto bigote y, lo que le ha hecho famoso, más cegato que un topo. Ni siquiera con sus gafas de culo de botella es capaz de ver tres en un burro. El pobre Rompetechos es capaz de meterse en los líos más gordos que se pueda uno imaginar. Y es que el hombre no ve ni torta. Incluso puede llegar a confundir a su mejor amigo con un burro o de ir a comprar gorros al bar Los Chorros. Eso sí, es más testarudo que una mula y cuando algo se le mete entre ceja y ceja no se detiene ante nada ni nadie. A pesar de todo, Rompetechos, no deja de ser un personaje entrañable e ingenuo que, lejos de desearle ningún mal a nadie, es capaz de provocar los malentendidos más disparatados que se puedan imaginar.
El esquema habitual de una historieta de Rompetechos suele ser el siguiente: El personaje tiene la necesidad de hacer o comprar algo, por lo que empieza a ir de un lado a otro provocando multitud de desastres debido a que su falta de visión le hace confundirlo todo (por ejemplo; confunde a un joven melenudo con una margarita y procede a "arrancarla" o a un hombre disfrazado de vikingo con un ciervo e intenta cazarlo,etc.) Si lo que intenta es comprar algo invariablemente leerá mal todos los carteles (por ejemplo "cabañas usadas" en lugar de "castañas asadas") y luego tendrá un diálogo surrealista con el empleado de la tienda. En estos casos Rompetechos usualmente agrede verbalmente a aquellos que él piensa que le están tomando el pelo. Finalmente, la situación termina haciéndose insostenible y acaba de forma violenta.
La primera aparición fue en 1964 en la revista Tío Vivo de la Editorial Bruguera. En 1968 se puede decir que era la figura visible de la revista Din Dan, ya que aparecía tanto en la portada como en el título. También tuvo sus propias revistas llamadas Súper Rompetechos y Rompetechos Extra a finales de los 70. Recopilaciones de sus historietas se pueden encontrar en varios cómics de la Colección Olé, tanto en Editorial Bruguera como en Ediciones B. En 2004, con motivo de su 40 cumpleaños se hizo un recopilatorio en formato Súper Humor con un cómic que contenía su primera aventura y mucho material del personaje.
En la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón (basada en otros personajes de Ibáñez, Mortadelo y Filemón) aparece Rompetechos interpretado por Emilio Gavira. En la película Rompetechos aparece como un reaccionario nostálgico del régimen franquista, lo cual es algo ajeno a los cómics. Sobre esto Javier Fesser ,el director, declaró: "un tipo bajito, con bigote y que está siempre cabreado tiene que ser facha"
Curiosidades:
· El personaje es el favorito de su autor y debido a esto suele aparecer muy a menudo en otras series de Ibáñez.
· Es uno de los personajes de Ibáñez menos exportados al extranjero por la dificultad de traducir los juegos de palabras de la serie.
· Tuvo su propia emisión de sello en España.
· Los personajes de Ibáñez han sido protagonistas de muchísimas promociones.
Entre otras, la de la crema dulce Tulicrem, allá por el año 1983, donde con cada merienda te daban un personaje que debías pegar en el póster.
· En un número especial de la revista Din Dan de finales de los 60, Rompetechos se cuela en las historietas de otros personajes debido a que no logra encontrar su página, finalmente acaba echándole la bronca al propio Ibáñez.
EL BOTONES SACARINO
Sacarino es el botones de un periódico llamado El aullido vespertino. Tiene múltiples tareas que realizar: limpiar y ordenar los despachos, llenar de tinta los tinteros, hacer todo tipo de recados, etc. Pero Sacarino siempre intenta escaquearse del trabajo para dormir o jugar a algún juego. Por culpa de sus juegos, Sacarino suele provocar situaciones divertidas en las oficinas, las cuales molestan o perjudican al director o al presidente. El director intenta siempre pillar a Sacarino in fraganti, pero lo único que consigue es que el presidente piense que él es el culpable de todo.
Personajes:
· Sacarino es el botones del edificio. Es el protagonista de las historietas. No le gusta trabajar y siempre que puede duerme la siesta o se distrae jugando a algo. Sus actuaciones suelen provocar líos, confusiones y jaleos.
· El director, o, como lo llama Sacarino, el dire. Es un tipo que siempre está enfadado, viste todo de negro y se preocupa mucho por agradar al presidente. Se suele llevar todos los golpes por culpa de Sacarino.
· El presidente, o, como lo llama Sacarino, el presi. Es el jefe del periódico y siempre que sucede algo piensa que ha sido culpa del director.
Sacarino es el botones del diario El aullido vesperino. Su trabajo se limita a hacer chapucillas, a arreglar esto o aquello. Lo poco que hace, lo hace mal, y el Presi se come todas sus chapuza-travesuras. Encima el Dire está siempre tras él...
El Dire es un puesto más bajo que el Presi, es decir, que si el presidente no estuviera, él sería el Presi. Por ello es el continuo peloteo al presidente, el cual tiene que aguantar la mayoría de veces las chapuzas del botones. Pero claro, la culpa de que eso le pase el Presi la tiene el Dire...
El Presi es el que manda en el diario. Es el que se come todas las trastadas de Sacarino, que a sus ojos, el culpable es el Dire. A veces también se la carga Sacarino, pero es que el Presi tiene cierta tendencia de ir a por el Dire, por pelota.
Sacarino ha aparecido en varias colecciones, además de tener su propia revista, y salir en otras como Tío Vivo, Súper Mortadelo o Pulgarcito. Ocasionalmente, también aparecían revistas puntuales bajo el nombre de Sacarino Extra o Súper Sacarino. Es habitual verle en algunas historietas de Mortadelo y Filemón.
Se hizo una serie de TV basada en el personaje emitida en La Primera entre 2000 y 2001, con Jorge Roelas interpretando a Sacarino, y que contaba con la participación de la cantante Olvido Gara (Alaska) y el veterano José Luis López Vázquez, de esta forma fue el primer personaje de Ibáñez en pasar a versión de carne y hueso. Esta serie tuvo muy poco éxito y fue retirada al poco tiempo de la emisión.
Sacarino está fuertemente basado en el personaje francés de André Franquin, Gastón Lagaffe, más conocido en España como Tomás Elgafe. Ya que en España Gastón no era conocido durante los 70, Ibáñez aprovechó la ocasión para componer una mezcla a partir de Spirou y Gastón Lagaffe, que dio como resultado al Botones Sacarino. Si se comparan las historietas de Sacarino y Gastón, en ocasiones pueden verse viñetas idénticas, donde sólo cambian los personajes, pero con las mismas situaciones y escenarios. En Alemania fue conocido como Tom Tiger. En las Regiones Escandinavas se conoció como Timo Tiikeri bekannt.
Ibáñez sólo hizo Sacarinos durante los 70 y a principios de los 80. El resto de Sacarinos están dibujados por un equipo de Bruguera (es decir, son apócrifos). A estos Sacarinos se les distingue facilmente porque en muchas ocasiones los personajes parecen no caber en las viñetas, y les cuesta desarrollar acciones como correr. También es un rasgo característico la presencia del Director (en los de Ibáñez sólo salen el Presi y Sacarino). Ibáñez dejó de dibujar a Sacarino en el año 1981-1982. Todo lo aparecido posteriormente son reediciones de lo ya dibujado, o historietas apócrifas.
Curiosidades:
-Ibáñez copia Franquin. Varias han sido las imágenes y gags comparativos de obras de Ibáñez como Mortadelo y Filemón a otras del dibujante Franquin. Si bien es cierto que Sacarino es calcadito a Gastón el gafe, y que su ropaje es igual que al de Spirou, pues dicen que Ibáñez copiaba ideas de ese autor por el director de entonces de la editorial, Rafael González.
-En 1967 en la revista DDT, El Dire de Sacarino era Rafaél González, (caricaturizado) director de Bruguera por aquella época.
PEPE GOTERA Y OTILIO, CHAPUZAS A DOMICILIO
Pepe Gotera y Otilio es una serie de historietas creada por Francisco Ibáñez, en que los personajes principales son los que dan título a la historieta, Pepe Gotera y Otilio, forman una particular empresa de reparaciones y chapuzas.
Pepe Gotera es el jefe, el capataz, en resumen, el que mira y manda sin mancharse las manos. Siempre lleva un bombín rojo y bigote a lo Groucho Marx. Se limita a hablar con los clientes y a mandar a Otilio a hacer las faenas, aunque también es el que se carga las chapuzas de Otilio.
Otilio es el currante, aunque piensa más en la hora del bocata que en ponerse a trabajar. Es gordo, con gorra y mono azul. Al comienzo de todas las historietas se le ve comiendo platos completamente absurdos por lo excesivos que son (un bocadillo de elefante, de ballena, de vaca, etc.). Las faenas que le manda Pepe Gotera las suele hacer bien, aunque muchas veces no pasa de hacer chapuzas por mala dirección de su patrón (una vez le da cuatro directrices de lo que tiene que hacer, se ausenta para "atender unos asuntillos" en el bar más próximo), o por sus pocas luces, pues es un poco tonto y no sabe hacer nada si no se lo mandan.
Al igual que en Mortadelo y Filemón, es siempre Pepe Gotera quien acaba pagando las meteduras de pata de su socio, y debido a su ineptitud (siempre acaban provocando derrumbamientos, inundaciones, explosiones, etc., en las casas que visitan) la mayor parte de las historietas acaban con una carrera en la última viñeta, siempre con Otilio delante.
Esta pareja nace en 1966 en las páginas de las revistas de la editorial Bruguera. Algo tan cotidiano como las reparaciones de todo tipo, hacen de ésta serie un mito. Los lectores se identifican con ellos, pero no por lo chapuceros que son. Han pasado por muchísimas revistas como Tío Vivo, DDT, etc., llegando a tener su propia cabecera.
Curiosidades:
- En estas historietas está basada la serie Manos a la obra, emitida por Antena 3 entre 1997 y 2001.
-Desde hace varios años, Pepe Gotera y Otilio hacen publicidad del pegamento Loctite, en un librillo encuadernado con grapa en el que hay una aventura de 3 páginas, tiras, o gags.
13, LA RUE DEL PERCEBE
13, Rue del Percebe es una historieta creada por Francisco Ibáñez. La primera página fue publicada en la revista Tío Vivo en marzo de 1961 y pronto adquirió enorme popularidad por su estructura novedosa e inusual que posiblemente no tenga parangón en la historia de la historieta mundial hasta la fecha.
Los habitantes:
13, Rue del Percebe es una macroviñeta que ocupa una página, dividida a su vez en viñetas no secuenciales, y que muestra en clave de humor un edificio de apartamentos y la comunidad que lo habita:
- En la azotea viven un moroso continuamente acosado por sus acreedores que se inventa ingeniosas maneras de evitarlos que la mayoría de veces le funcionan, y, habitualmente, un ratón cruelmente ocurrente que no deja de torturar a un pobre gato negro.
- En el tercer piso encontramos a un patoso ladrón que no parece poder dejar de robar cosas inútiles y a su fastidiada mujer mientras que el apartamento contiguo lo ocupan una mujer y sus innumerables hijos pequeños, incorregiblemente traviesos, que en las primeras entregas tenían una hermana mayor que luego desapareció.
- En el segundo piso habitan una anciana que, eterna amante de los animales, no deja de cambiar de mascota (normalmente perros pero ha tenido incluso una ballena) ni de tener los más variados problemas con ellas. En la puerta de al lado, trabajaba infatigablemente un profesor loco especializado en crear monstruos, inspirado en Victor Frankenstein, y que posteriormente sería sustituido por un desastrado sastre con mucha cara dura.
- En el primer piso moran, a la izquierda un veterinario no muy competente y a la derecha la mezquina dueña de una pensión continuamente superpoblada.
- En la planta baja hallamos la tienda de ultramarinos de Don Rufino, un desconfiado tendero que siempre encuentra modos de engañar a las clientas con el peso de las patatas y la fruta (aunque a veces le sale el tiro por la culata) y, al lado, a la cotilla portera de la comunidad de vecinos. Pero no termina ahí la cosa porque frente a la portería habita Don Hurón, nada más y nada menos que en una alcantarilla, que posiblemente le fuera alquilada por la dueña de la pensión, a juzgar por lo que asegura en la primera entrega de la serie. A menudo aparece comentando sus problemas con la portera.
- El ascensor del edificio, a pesar de ser inerte, es también un personaje por derecho propio pues, de igual modo, sufre las más variadas peripecias y fenómenos. Tan pronto no funciona bien como es robado como está en reparación y es substituido por los más variados métodos alternativos (como un cañón o un fuelle gigante), o es reemplazado por nuevas versiones encargadas a los más variopintos constructores (como un fabricante de juegos de ajedrez o un vidriero).
También hay que poner atención a la araña de la escalera que cada vez se disfraza de una manera diferente. Asimismo, a veces aparece por el edificio otro de los personajes de Ibáñez, el miope Rompetechos.
13, Rue del Percebe es en apariencia una serie de chistes casi siempre aislados e independientes, con personajes fijos, encasillados en su papel inmutable y sólo unidos por el edificio donde habitan. Ello permite al lector leer la página en el orden que desee, claramente no lineal. Pero afirmar esto sería frecuentemente simplificar las cosas. A menudo, un hecho afecta a más de una viñeta-vecino o a la página entera de modo que en ocasiones la secuencialidad de lectura es dirigida, aumentando así el efecto cómico y de inmersión a causa de las sinergias creadas en los personajes que, de puro arquetípicos, uno acaba conociendo y aceptando, del mismo modo que muchos conocemos a los vecinos de nuestro enorme bloque de apartamentos: por escenas furtivas pero similares que, día a día, nos hacen ir formando una imagen más o menos precisa de ellos.
La facilidad de lectura de este tebeo, la interminable repetición de los mismos problemas con diferentes detalles, la familiaridad que se crea con los personajes a lo largo de la lectura dispersa de cada página a pesar de que, objetivamente, la mayoría de los chistes son muy simples, así como una ausencia de lectura lineal que, de haberlo conocido, habría hecho las delicias de Marshall McLuhan hacen de este tebeo un caso único y especialmente atractivo a un nivel inconsciente que pocas otras historietas pueden igualar.
Sin embargo Francisco Ibáñez encontraba difícil a la larga continuar dibujando esta serie: no soportaba la sensación de enclaustramiento que le producía. En sus otras historietas son frecuentes los viajes, los exteriores, los paisajes urbanos o rurales mientras que en 13, Rue del Percebe tenemos una casilla de extensión fija para cada personaje fijo. No obstante, en 1987, Ibáñez creó, para la editorial Grijalbo, 7, Rebolling Street, una historieta que explotaba la misma fórmula pero esta vez a doble página y con más personajes.
Otros medios:
El edificio y varios de los personajes que lo habitan, como el tendero, el ladrón, o la portera, dieron el salto a la gran pantalla al aparecer en algunas escenas de la película La gran aventura de Mortadelo y Filemón, basada en los personajes más conocidos del autor. En la película, el 13 de la Rue del Percebe, es el edificio donde vive la madre de Filemón, teniendo como vecinos a los personajes de la historieta.
13, Rue del Percebe fue también la inspiración de la exitosa comedia televisiva Aquí no hay quien viva.
Curiosidades:
- En 1964, el piso en el que hay un científico, fue eliminado por la censura. Resulta que solo Dios puede crear vida... Y en su lugar se puso a un sastre.
-El moroso del ático está basado en el dibujante Vázquez, pues él también lo era.
-La obra de Ibáñez ha tenido muchos homenajes en campos como la televisón o la publicidad. Por ejemplo, en la serie de Antena 3, Aquí no hay quien viva, incluso el ascensor nunca funciona... Y, para más Inri, una publicidad comunitaria.
-A veces, otros personajes de Ibáñez aparecen en la Rúe del Percebe. Hasta Rompetechos aparecía aún así sin haberse creado como tal, y otras veces aparece con un estilo diferente a Ibáñez. Es decir, en unas páginas en el que el dibujo de Ibáñez es antiguo, aparece Rompetechos con un estilo ''del futuro'', mejorado.
2 comentarios:
Ibáñez es mi favorito, cada viñeta es un auténtico tesoro, llena de recursos expresivos.
Felicidades, ora sí, por la copa...
Te pasate por el salón del cómic?
un besote
Para mí, Ibáñez es el mejor, no sólo por su lenguaje y su riqueza verbal (yo aprendí un montón de vocabulario leyendo sus historietas), sino por sus dibujos. Fíjate en los dibujitos pequeños que introduce de vez en cuando, con protagonistas bastante recurrentes, como un ratón, un gato, o cualquier dibujito que desentona con la viñeta, precisamente para dar un toque diferente a esa viñeta. Son geniales.
Gracias por lo de la Copa. Será completa si nos salvamos. ja vorem, como decimos en Polonia y en Checoslovaquia (Norte y Sur).
No me pasé por el Salón del Cómic. Y mira que a mis hijos les gustaría. Pero es que los fines de semana vamos bastante agobiados con compromisos deportivos. ya lo visité un año, cuando lo hacían precisamente donde trabajo ahora. Está muy bien.
Otro besote
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