Versos katánicos 12: La crisis valencianista
Tras las buenas perspectivas generadas a principios de año, la trayectoria del València CF ha caído en picado. Tanto que sólo la Copa del Rey podría salvar una temporada desastrosa en que, incluso, nos podemos ver involucrados en la lucha por el descenso a 2ª si no levantamos el vuelo:
La conversión en sociedad anónima,
Se pensaba que sería la pócima,
Nada más lejos de la realidad,
Aumentó la dosis de agresividad.
Oportunidad de buscar protagonismo,
Aún dejándonos al borde del abismo,
Varios próceres con billetes frescos,
Se armó la de capuletos y montescos.
Continuo estirar más brazo que manga,
Ridículo mayor que Rappel en tanga,
Se nos vendía un equipo campeón,
Y la deuda en constante acumulación.
Cinco grandes años de triunfos y éxito,
Reiterado y frecuente recurso al crédito,
Nos dábamos al despreocupado consumo,
Cuando solamente vendíamos humo.
El valor patrimonial por los cielos,
de liquidez más viento que buñuelos,
Pelotazos inmobiliarios a flor de día,
Anticipando gastos hasta la agonía.
Cuando la crisis azotó al ladrillo,
Alguno puso en polvorosa el culillo,
Las fuentes de ingresos se secaban,
Las bases del edificio se agrietaban.
La única salvación era vender activos,
los dirigentes perdieron los estribos,
ninguna de nuestras perlas se vende,
pues de ello nuestro cuello depende.
Ninguno actuó como buen gestor,
A pesar de su instinto katanizador,
Más vale sacar a paseo las pamelas,
Y ocultar al accionista corruptelas.
La conclusión fue el parón constructor,
Señalarnos con el dedo acusador,
Los jugadores sin cobrar la nómina,
Y un club envuelto en la andrómina.
La afición se siente sola y estafada,
Expeliendo como dos botes de fabada,
Hartos estamos de dirigente falso,
Que debía acabar tieso en el cadalso.
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