miércoles, septiembre 26, 2007

THE ARCADE FIRE

The Arcade Fire es una banda canadiense compuesta por el cantante, guitarrista, bajista y pianista Win Butler, estadounidense procedente de Texas; su mujer, la multi-instrumentista y cantante Régine Chassagne (batería, xilófono, piano, sintetizadores); el guitarrista Richard Parry; el bajista Tim Kingsbury y el multi-instrumentista Will Butler, hermano de Win. Junto a ellos colaboran otros músicos especialistas en instrumentos de cuerda.

El grupo, influenciado por David Bowie, Talking Heads, Roxy Music o Flaming Lips, se creó en Montreal en 2003 tras haberse conocido Régine y Win un año antes en una exposición de arte, cuando Régine era estudiante de la Universidad de Concordia.

Firmaron con el sello discográfico Merge Records y grabaron un EP homónimo autoproducido, Arcade Fire (2003), que recogía sus propuestas de indie rock experimental.

En septiembre de 2004 publicarían su primer album, Funeral, un disco presentado con el single Neighborhood #1 (Tunnels) que se convirtió en una de las revelaciones del año.
Funeral es considerado de manera rotunda por David Bowie, una de las principales referencias sonoras del álbum, como el mejor disco del año 2004. Lo que es cierto es que se trata de un primer disco fenomenal, muy recomendable, envuelto en tonos fríos e invernales, de gran riqueza instrumental y notable intensidad emocional en su exposición de relaciones interpersonales y reflexiones sobre la vida y la muerte.


Neighborhood#1 (Tunnels) cuenta una historia de amor entre dos vecinos que se comunican por un túnel para consumar su relación.

Neighborhood (Laika) se centra en problemas familiares, con la presentación de un hermano mayor muy conflictivo. Pieza, muy a lo Talking Heads .

Un anne sans lumiere parece emplear la metáfora de la oscuridad y las sombras para abordar la ceguera de un padre que prefiere no enterarse de la relación afectiva de su hija.

En Neighborhood (Power out) hay un contraste con el tema y la música. En la lírica parece producirse una queja por la insensibilidad, frialdad y el acomodo urbano, mientras que el ritmo instrumental es todo menos frío. Se le notan reminiscencias de New Order.

Neighborhood (7 kettles) es un corte de gradación desilusionada sobre el tiempo y la escasa invariabilidad vital. Es una balada melódica, un tema folk orquestal, que puede recordar al Hunky Dory de Bowie o las piezas acústicas del White Album de los Beatles.

Crown of love es una canción de requerimiento amoroso ante la indiferencia y poca concreción de su objetivo sentimental. Se trata de otra balada con arreglos de cuerda, que culmina en un sorprendente cambio de registro, que podría estar firmado por los mismísimos ABBA.

Wake up, medio tiempo con riff hard rock, acompañamiento orquestal y coros épicos, parece ubicarse en la pérdida de inocencia infantil y el acomodo vital con un destino ineludible: la muerte. También muy al estilo David Bowie.

En Haiti toma la voz principal Régine de Chassagne. Es un corte de cálidos aires caribeños, incluso folk-pop a lo Simon & Garfunkel con semblante autobiográfico sobre la estancia en Haití de la familia de la cantante.

Rebellion (Lies) apresura el ritmo con una magnífica y penetrante pieza art-rock centrada en el sueño (¿la muerte?) como evasión. El bajo fornido marca el tempo antes de la entrada de un insistente piano y la voz de Butler con un progreso rítmico fenomenal, muy propicio al baile, con guitarras, pianos, baterías, sintetizadores y herencias de Bowie, T. Rex o Roxy Music.

El álbum se cierra con In the backseat, tema cantado de nuevo por Régine (con un estilo y voz muy parecido a Bjork) desplegando una metáfora sobre el abandono de responsabilidades y riesgos (¿de nuevo la muerte?) y la permanencia en un segundo plano con el viajar plácidamente en la parte trasera de un coche mientras otro conduce. Un tema que va acentuándose en todos sus aspectos con el paso de los segundos hasta alcanzar un intenso clímax.

En el momento en que se publicó Funeral, Arcade Fire se vieron inmersos en una corriente de actividad que los terminó por dejar exhaustos. A mucha gente le encantó Funeral. Las críticas fueron de lo más positivas, desde la prensa local de Montreal hasta artículos en el New York Times.

También los conciertos fueron excelentes. En 2004, Arcade Fire estuvieron tocando en pequeños locales llenos a rebosar con 100 o quizás 200 personas. Después de que se publicara Funeral, el tamaño de los conciertos fue aumentando lentamente. Mucha gente disfrutaba con sus conciertos. A finales de 2005, los Arcade Fire estaban tocando en grandes locales llenos a rebosar con miles de personas, en conciertos cuyas entradas se agotaban en cuestión de horas. Todo esto era un poco abrumador, pero no extraño.

A los Arcade Fire les sucedieron cosas agradables pero extrañas durante todo 2005. Tocaron una canción de Talking Heads con David Byrne en uno de los conciertos de la banda, y luego hicieron de teloneros de él en la Hollywood Bowl. Consiguieron actuar con David Bowie, en concierto y en la televisión nacional. Consiguieron ir a Japón, Suecia y Brasil. Consiguieron interpretar una versión poco ensayada de Love will tear us apart (Again) con U2. De modo que con todo ello, cuando el año tocaba su fin, los Arcade Fire estaban más que cansados. Felices y satisfechos sí, pero cansados de verdad.

Terminado un año de intensa gira, ellos sólo querían sentarse y escribir canciones. Y luego grabarlas. De modo que encontraron una iglesia a las afueras de una Montreal y la convirtieron en un estudio. Llevaron allí todos sus amplificadores e instrumentos, pusieron unas bonitas cortinas, llenaron la nevera y se instalaron. No tenían prisas.

Sabían que estaban trabajando en un álbum, pero no sabían cuánto tardarían, ni cómo se llamaría, ni qué canciones contendría, ni qué instrumentos tocarían en las canciones. Aunque sabían que lo producirían ellos mismos—tenían demasiados planes musicales en sus mentes para que alguien de fuera pudiera controlarlos. Así que encontraron a unos grandes ingenieros para que hiciesen realidad esos planes musicales—Markus Dravs (Bjork, James, Brian Eno) y Scott Colburn (Sun City Girls, Animal Collective).

Lentamente las canciones fueron surgiendo. Encontraron un enorme órgano de tubos en una gran iglesia de Montreal y lo grabaron. Llevaron baterías de acero y sintonizadores. Consiguieron un ‘hurdy-gurdy’ (chifonía). Llamaron a sus amigos para que les ayudaran: Martin Wenk y Jacob Valenzuela, músicos de viento de Calexico, vinieron para colaborar en una canción. Hadjii Bakara de Wolf Parade añadió algunos sonidos extraños. Owen Pallett, Final Fantasy, ayudó a orquestar (como hizo en Funeral). Pietro Amato y sus compañeros de los instrumentos de viento añadieron algo de metal. Y además de todo esto, la banda tocó su música. Tocaron las canciones que iban a ir en el álbum. Tocaron las canciones que no irían en él. Tocaron versiones. En realidad todo quedó muy bien.

Todo ello les llevó un año. La banda trabajó y tocó y trabajó, y en la Navidad de 2006 llegaron al final de las grabaciones. Neon Bible estaba lleno de rápidos deslices punk rock y de instrumentos de viento de madera meticulosamente orquestados, cuerdas procesadas y mandolina, tranquilos redobles y redobles estrepitosos. Pero principalmente son once canciones que la banda cree que son buenas.

Si en 2004 Arcade Fire publicaron uno de los discos más interesantes del año con Funeral, tres años más tarde resaltan su inicial valía con Neon Bible, un album que prorroga las virtudes y tonalidades de su debut, con trascendencia emocional en gradaciones oscuras, espléndidos textos y densidad en texturas sónicas con lugar al pop gótico-orquestal, el folk-rock, el glam o el post-rock.

Aunque poseen suficiente personalidad a nivel instrumental y un talento indudable como letristas, no dejan de poseer referencias claras en su escritura. Desde David Bowie a Bruce Springsteen, pasando por Neil Young, Echo & The Bunnymen, los Pixies, Bob Dylan, los Talking Heads o incluso Prefab Sprout, pueden vislumbrarse en la escucha tanto de su funeral como de su biblia de neón.

La riqueza en textos de apreciable significación literaria y madurez intelectual mostrada en su primer disco grande pervive en el segundo, y con temas y tonos muy similares que recaen en la angustia existencial con atmósferas insanas, la presencia constante de la muerte, algún retrato generacional, la huida de la cotidianeidad a base de los sueños (a veces tornados en pesadillas) y la imaginación, el contraste entre hipocresía en creencias y búsqueda sincera de espiritualidad. La intensidad emocional con desarrollos en crescendos es una característica de una escritura que denota también tacto melódico y un cuidado en los arreglos como énfasis de las sensaciones
exhibidas, en ocasiones demasiado recargadas, que entrega la comunión entre los textos sombríos y una épica instrumentación.

El álbum se abre con el corte post-rock Black Mirror, en donde se ubican en imaginerías de maldición y distopía, con apuntes alucinatorios y atmósferas de muerte con lugar para la divagación andarina en el fondo del océano. No es un mal comienzo para un disco de creciente aprecio, en donde tanto hay espacio para el folk con resonancias de Bruce Springsteen, como Keep the car running, historia de nomadismo con escenarios onírico-pesadillescos, y la acústica Antichrist Television blues, con posibles alusiones al 11-S y referencias de fe, como para el folk a lo Neil Young, como en Windowsill, notable canción de conflicto generacional con padres despersonalizando a sus hijos, o en la propia Neon Bible, asentada en la supervivencia, la esperanza, la religión y la muerte. Tres asuntos claves en la lírica del grupo de Montreal.

Al margen de las tonadas de esencia más folk, el disco contiene otras piezas de mérito, como Intervention, pieza de desencanto, antibélica, con soldados muriendo y gente rezando, Black waves/Bad vibrations, con voz femenina, arreglos espectrales y sentimiento de huida, u Ocean of noise, canción sobre la manipulación y la violencia con sonidos de tormenta, guitarra elegante y tempo pausado marcado por un melódico bajo.

Dos de las mejores canciones del álbum son las que poseen un ritmo más dinámico, The well and the lighthouse, una mezcla palpitante entre Bowie y los Talking Heads, y No cars go, en donde el camaleón se alía con los sofisticados Prefab Sprout y con Echo & The Bunnymen para, a través de un efectivo minimalismo lírico, potente percusión, y arreglos de cuerda y viento con final épico, los Arcade Fire se sitúen de nuevo en el sueño y la imaginación como lugar privativo y escapismo de la grisácea realidad.



Canciones recomendadas:

Vampire forest fire, Headlights look like diamonds, Old flame, No cars go (The Arcade Fire EP)

Neighborhood 1 (Tunnels), Neighborhood 2 (Laika), Neighborhood 3 (Power out), Neighborhood 4 (7 kettles), Rebellion (Lies), Crown of love, Wake up, Haiti, Une année sans lumiere (Funeral)

Black mirror, Keep the car running, Intervention, Ocean of noise, The well and the lighthouse, Windowsill, No cars go, My body is a cage (Neon bible)


Tres vídeos de The Arcade Fire. Del primer album, Funeral, su segundo single, Rebellion (Lies), y una canción cantada con David Bowie, Wake up; y del segundo album, Neon bible, No cars go, que ya aparecía en su EP The Arcade Fire:


Rebellion (Lies) - The Arcade Fire

Wake up - The Arcade Fire & David Bowie

No cars go - The Arcade Fire


En cuanto a mp3, dos de su primer album, su primer single Neighborhood 1 (Tunnels), y Neighborhood 3 (Power out), que en algunos momentos parecen los New Order de Touched by the hand of God; y del segundo album, Black mirror, Keep the car running, su single Intervention, y Ocean of noise:

Neighborhood 1 (Tunnels)

Neighborhood 3 (Power out)

Black mirror

Keep the car running

Intervention

Ocean of noise

2 comentarios:

www.checheche.net dijo...

Aunque poseen suficiente personalidad a nivel instrumental y un talento indudable como letristas, no dejan de poseer referencias claras en su escritura. Desde David Bowie a Bruce Springsteen, pasando por Neil Young, Echo & The Bunnymen, los Pixies, Bob Dylan, los Talking Heads o incluso Prefab Sprout

jijiji sólo les falta inspirarse también en Raphael.....

Little

JL dijo...

Pues sí, lo suyo es todo un "escándalo".

Pero sí que se nota en ocasiones las influencias aludidas. No son un grupo que se pueda catalogar en una corriente, sino que saben combinar muy bien las influencias de otros artistas, para fabricar un sonido propio y bien definido.