
Una vez repuestos de la intoxicación de éxito del pasado miércoles, vamos con el último capítulo de las glorias y desventuras coperas de nuestro equipo en la última década. Sucedió en Sevilla, y al ritmo del Probe Migué conseguimos una gran victoria en la final de la Copa 98-99, en lo que supuso el resurgir de este club, dando inicio a cinco años brillantes de títulos y salto en status deportivo, donde fuimos la admiración nacional y mundial.
Comenzamos en octavos, tras nuestra eliminación uefera por parte de los reds de L'Pool, contra nuestro máximo (único) rival local, el Levante UD, entonces en 2ª B. Vencimos 0-3 en el Ciutat de València (2 Rubén Navarro y Mendieta), y en la vuelta un solitario gol de Jocelyn Angloma finiquitó un partido más soso que las retransmisiones de José Ángel de la Casa (blanca).
En cuartos, la cosa fue más complicada. Nos esperaba el FC Barcelona. En 10 días de oro, vencimos en tres ocasiones a los azulgrana. En un extraordinario partido, ganamos 2-3, con dos fuertes picotazos del Piojo en las cabezas culés. Pero la noticia fue el perfecto golazo de Gaizka Mendieta, enganchando una tremenda volea de corner lanzado por Adrian Ilie, que se metió como una exhalación por el único hueco que quedaba, por la escuadra izquierda de Ruud Hesp. En medio, se ganó 2-4 en Liga de nuevo en el Camp Nou, en una nueva demostración de los Piojo, Angulo, Ilie y Mendieta, y la semana siguiente rematamos la eliminatoria en un gran partido por 4-3 en Mestalla (2 Piojo López, Angulo y Mendieta).
Por si pensábamos que estaba todo hecho, en semis nos tocó el otro grande: el Real Madrid. Este equipo se creía capaz de todo, y en un partido memorable e histórico, el 9 de junio de 1999 endosó un humillante 6-0 al equipo blanco, a gritos de "sois San Marino", selección a la que habíamos metido 9 unos días antes. La primera parte acabó con un sorprendente 4-0, goles de Vlaovic, Piojo López y 2 de Alain Roche. Pero la segunda, a pesar de echar el Madrid toda la carne en el asador, se redondeó la goleada con dos goles de Piojo y Mendieta ante el delirio de la afición valencianista. En la vuelta, el Madrid salió por todas, y creyó en el milagro tras ponerse 1-0 en el minuto 8, pero aquel València de Ranieri se armó muy bien de centro de campo hacia atrás, y al final los del Bernabeu sólo pudieron ganar 2-1.


Fotos: www.ciberche.com
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