SADE
Helen Folasade Adu nació en Ibadan, Nigeria (1959) y se crió en Colchester, Essex, donde se trasladó a los 4 años tras separarse su madre inglesa (enfermera) de su padre nigeriano (profesor de Economía), junto con su hermano mayor Banji, para vivir en la casa de sus abuelos. Mientras crecía, Sade solía escuchar a artistas de soul como Curtis Mayfield, Donny Hathaway y Marvin Gaye. Cantantes con tendencia hacia las complejas sensibilidades de la pena y de la esperanza, con el suficiente talento como para crear a partir de esos sentimientos algo duradero y transcendente. Durante su adolescencia no paraba de escuchar discos de Nina Simone, Peggy Lee y Astrud Gilberto. Este estilo de música le fascinaba. A esas raíces musicales, Sade les añadió su pequeño toque para crear un soul elegante y templado, muy del agrado de millones de personas a las que ha encandilado con su voz y con sus canciones, salidas directamente del corazón. En aquella época vio a Jackson 5 en el Rainbow Theatre de Finsbury Park, donde trabajaba como camarera los fines de semana. "Estaba más fascinada por la reacción del público que por lo que pasaba en el escenario", recuerda. "Había chicos, madres con niños, gente mayor, blancos, negros… Es el público al que siempre he aspirado".
Ella todavía no pensaba en cantar en aquella época, sino en estudiar moda en la escuela Saint Martin’s Art College, y sólo se decide a presentarse como vocalista cuando dos amigos de la escuela facultad crean un grupo "hasta que encuentren una cantante". Sus estudios de diseño la llevaron a abrir una boutique, pero su amor por la música la llevó a cantar en un grupo funky de carácter latino que se llamaba Arriva. Más tarde esta banda pasó a llamarse Pride, y desde ese momento descubrió un extraño placer al escribir letras y decidió abandonar su timidez y tomar el centro del escenario. “Cuando subía al escenario con Pride, era como una sacudida”, recuerda Sade. “Estaba aterrorizada pero intenté dar lo mejor de mí y decidí cantar casi como hablo, porque lo importante es ser uno mismo”.
Con Pride, Sade aprendió lo que era el escenario y la carretera. Desde 1981 y durante tres años, realizó giras por Reino Unido con los siete músicos de la banda, incluso conduciendo la furgoneta. Los conciertos de Pride tenían una parte en la que Sade cantaba en cuarteto canciones más suaves, tranquilas, acercándose al jazz. Una de estas canciones era Smooth operator, co-escrita por Sade con Ray St.-John, que llamó la atención del cazatalentos de una compañía discográfica y quiso contratarla como solista, sin contar con el resto de la banda. Obstinadamente leal a sus compañeros y amigos del grupo, Sade no firmó. 18 meses después, se comprometió con Epic Records con la condición de mantener a tres músicos de la banda dentro de un nuevo proyecto conocido como Sade (abreviatura de Folasade): el saxofonista Stuart Matthewman, el teclista Andrew Hale y el bajista Paul Denman. Formación con la que hasta este momento han continuado juntos. Y con el nombre de Sade comenzó a conocerse también a su vocalista.
La banda se convierte en el espectáculo de los clubs de alterne de la capital inglesa, en gran parte gracias a la impresionente belleza de su cantante que se vería reflejada en revistas de tirada internacional como Vogue, Cosmopolitan, Times... y en pocos meses se convirtió en la reina del cool. En 1984 su primer sencillo Your love is king pasó a ser un éxito dentro de los Top Ten. Y de manera bastante repentina Sade se convirtió también en un símbolo. Si durante los 80, ella parecía encarnar los valores recién descubiertos de la elegancia y del deseo, entonces había y aún sigue habiendo algo más fundamental que caracteriza la popularidad de Sade. Su música tiene una resistencia que contrasta con su aparente dulzura. Permanece en el corazón y en la cabeza mucho tiempo después de que se hayan silenciado las últimas notas, de la misma forma que los rescoldos de una relación nunca se enfrían. Esa es la razón de que sólo un año después se convirtiera en uno de los pocos artistas que han aparecido en la portada de la revista Time. Porque desde los primeros momentos su música rebasó el momento del pop.
Efectivamente, con la edición en 1984 de su disco de presentación Diamond life, Sade se dirigía a una audiencia mundial. Contenía sencillos de éxito como Your love is king, Smooth operator y Hang on to your love, y el disco permaneció 98 semanas en las listas británicas y 81 semanas en las listas americanas. Sade recibió el premio BPI al mejor álbum y un Grammy a la mejor artista.
En aquel momento, la vida de Sade era lo menos parecido a un diamante. Vivía en un reconvertido parque de bomberos en Finsbury Park con su chico, el periodista Robert Elms. No tenían calefacción y Sade tenía que vestirse en la cama. El cuarto de baño, helado en invierno, estaba en la escalera de incendios y el lavabo en la cocina. “Literalmente, nos helábamos”, recuerda. Durante el resto de la década de los 80, cuando sus tres primeros álbumes habían vendido más de un millón de ejemplares en todo el mundo, Sade realizó giras sin parar. “Si sólo haces televisión y vídeos, te conviertes en un instrumento de la industria discográfica, en un producto”, dice Sade. “Cuando te subes al escenario con la banda, comprendes que la gente ama la música. Puedo sentirlo. Quiero estar en la carretera, es un sentimiento que me llena”.
Después de Diamond life en 1985 llegó Promise, un rico y evocador segundo álbum que cosechó éxitos como It is a crime y The sweetest taboo, que ha sido uno de los temas más oídos en la historia de la radio. Al igual que su precedesor, éste también fue un éxito internacional que recibió un disco multiplatino. En ese mismo año, el 13 de julio, actuó en el Live Aid en el estadio de Wembley de Londres. Sade Adu se convirtió en la única artista africana de nacimiento que actuó en este evento.
En 1986, Sade Adu fue nominada para los American Music Awards como Mejor artista femenina de soul/R&B, y ganó un premio Grammy por la Mejor nueva artista.
La paradoja del verdadero arte es hacer que lo muy difícil parezca instintivo y sencillo, por eso el arte es tan convincente. Porque el trabajo terminado es tan deslumbrante que requiere un esfuerzo de la imaginación para comprender la lucha que ha tenido lugar hasta su concepción. Por esta razón, Sade, que nunca ha permitido que su música fuera nada menos que inmaculada, conquista de esa manera a la audiencia. Durante toda su carrera, siempre ha habido una intensa curiosidad por parte del público hacia su vida privada, como si el descubrirla fuera a desvelar cómo es posible que haga una música tan irresistible. Pero la moderna cultura de los famosos, con sus exigencias lascivas que sólo pretende revelar cada vez más intimidades, tiene sus peligros. Y teniendo en cuenta éstos desde sus inicios, Sade ha intentado simplemente ser fiel a sí misma sólo concediendo entrevistas y produciendo música cuando tiene algo que decir.
Tres años más tarde, volvió a reunir al grupo para grabar Stronger than pride, un álbum de éxito en 1988 que contenía sencillos memorables como Paradise, Love is stronger than pride y Nothing can come between us. Tras el álbum emprendió una gira por todos los continentes, y que supuso la primera gira a gran escala por América. A lo largo de su trayectoria, el grupo siempre ha contado con una audiencia diversa, multiracial, que se siente atraída por el amplio concepto de música que tiene el grupo. Sade ha creado clásicos de las pistas de baile, temas para las bandas sonoras de películas, temas favoritos en las emisoras de radio e himnos de amor, al mismo tiempo que rechaza que se les categorice simplemente como un grupo de pop, una banda de R&B, un grupo de soul o cualquier otra cosa que sea unidimensional. En su lugar, al igual que las calles multiculturales de Londres de las que procede el grupo, su música ha prosperado al abarcar la diversidad como principio fundamental.
En 1992, Sade editó Love deluxe, un álbum audaz y emocionalmente honesto que se ganó la aclamación comercial y de la crítica. En América permaneció 90 semanas en las listas, mientras que el sencillo No ordinary love, tenía una amplia aparición en la película de Robert Reford, Una proposición indecente, y ganó en 1994 un Grammy por la Mejor actuación de dúo o grupo de R&B. Este mismo año llegó el recopilatorio Best of Sade, que incluía 16 temas.
En 1993, el grupo grabaron una versión de la canción de Percy Mayfield, Please send me someone to love para la película ganadora de los Oscar, Philadelphia, antes de comenzar su gira mundial Love Deluxe. En 1996, Hale, Denman, y Matthewman formaron su propia banda alternativa, Sweetback, publicando su primer álbum Sweetback.
En 2000 edita Lovers rock, ocho años después de su último trabajo en estudio y con unas ventas en su haber de 40 millones de discos. Casi sin darse cuenta, Lovers rock se convirtió en uno de los discos más vendidos de 2000, lo que le hizo encabezar las listas de Estados Unidos. Tan sólo The Beatles está por encima de Sade en el número de discos vendidos por un británico en Estados Unidos. Es un disco, sutil y engañosamente sencillo, destaca el notable talento de Sade como autora de canciones que llevan su sello de refinamiento duradero. Desde el acústico Sweetest gift, hasta el conmovedor All about our love y el emotivo Slave song, este álbum está lleno de calor, intimidad y sensibilidad. En Lovers rock, al igual que ha hecho en los discos anteriores, Sade sigue describiendo los murmullos secretos del corazón, y permanece fiel a sí misma en su trabajo intentando siempre llegar más lejos, abarcar más.
Ganaron el premio Grammy por el Mejor álbum vocal pop en 2002, y el mismo año publicaron el álbum Lovers live, grabación de un concierto en directo de su gira de promoción de Lovers rock por Estados Unidos de 2001. En 2005 Sade contribuyó con la canción Mum para el DVD Voices for Darfur.
La presión de los medios de comunicación en su vida privada ha alejado siempre a Sade de participar en el juego promocional. Algunos medios se han inventado historias y Sade raramente se presta a las entrevistas. “Es terrible esta mentalidad de que si algo es sencillo y natural se debe a que algo raro hay detrás”, dice. Durante la mayor parte de los últimos 20 años, Sade ha dado prioridad a su vida personal sobre la profesional, publicando sólo tres álbumes de estudio con nuevo material durante este tiempo. Su matrimonio con el director español Carlos Scola Pliego en 1989, el nacimiento de su hija Ila en 1996 y su traslado del norte de Londres a una casa rural en Gloucestershire con su nuevo compañero a principios del siglo XXI han consumido mucho de su tiempo y atención. “Sólo se puede crecer como artista si creces como persona”, afirma Sade. “La vida está en permanente movimiento y no podía haber hecho Soldier of Love antes. Aunque para mis fans ha sido una larga espera, y es algo que siento, estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido”.
A lo largo de su trayectoria, el grupo siempre ha contado con una audiencia diversa, multiracial, que se siente atraída por el amplio concepto de música que tiene el grupo. Sade ha creado clásicos de las pistas de baile, temas para las bandas sonoras de películas, temas favoritos en las emisoras de radio e himnos de amor, al mismo tiempo que rechaza que se les categorice simplemente como un grupo de pop, una banda de R&B, un grupo de soul o cualquier otra cosa que sea unidimensional. En su lugar, al igual que las calles multiculturales de Londres de las que procede el grupo, su música ha prosperado al abarcar la diversidad como principio fundamental.
Soldier of love es el sexto álbum de estudio que Sade publica en sus 25 años de carrera y rompe un silencio que dura casi diez años, desde la aparición de Lovers rock. Para Sade, es un asunto de integridad y autenticidad: “Sólo grabo cuando tengo algo que decir. No me interesa publicar algo sólo para vender. Sade no es una marca”.
El punto de partida para este nuevo álbum comenzó en 2008, cuando la banda se reunió en Real World, el estudio de grabación de Peter Gabriel, cerca de la casa de Sade en la campiña del sudoeste de Inglaterra. Era la primera vez que los cuatro principales músicos de la banda se reunían después de la gira Lovers Rock en 2001. El bajista Paul Denman llegó de Los Angeles, donde se había ocupado de Orange, el grupo punk de su hijo adolescente. El guitarrista y saxofonista Stuart Matthewman interrumpió su trabajo en Nueva York como compositor de la banda sonora de una película, y el teclista Andrew Hale dejó su consultoría de A&R (artistas y repertorio).
Durante los ensayos en Real World, Sade completó las canciones para el nuevo álbum y todos sintieron que era el más ambicioso de su carrera, especialmente la canción que le da título: Soldier of love. “El principio, la gran pregunta era si realmente queríamos seguir trabajando juntos en esto, si continuábamos siendo amigos”, dice Andrew Hale. La respuesta, en forma de afirmación apasionada, no tardó mucho en llegar.
El álbum se terminó en el verano de 2009, casi todo grabado en Real World y con la banda asumiendo una identidad más ecléctica. En las canciones de Soldier of love, Sade suena como aquella banda que comenzó hace un cuarto de siglo, con Matthewman haciendo volar su saxo suave en In another time o en el himno Long hard road. Pero en canciones como el alegre reggae Babyfather o el dramático arreglo de The moon and the sky que abre el disco, la banda explora nuevos territorios. “No quiero repetirme”, dice Sade. “Quiero que nuestra música se convierta en un desafío interesante para todos nosotros, en un largo camino para recorrer juntos”.
El álbum ha sido un éxito inmediato, tanto que alcanzó el número 1 de la lista Billboard 200 durante su primera semana de edición. Es el primer número 1 de la banda desde 1986 con Promise, que lo consiguió durante dos semanas consecutivas.
Canciones recomendadas:
Smooth operator, Your love is king, Hang on to your love, When am I going to make a living, Cherry pie, I will be your friend, Why can't we live together (Diamond life)
Is it a crime, The sweetest taboo, War of the hearts, Jezebel, Never as good as the first time, Tar baby (Promise)
Love is stronger than pride, Paradise, Nothing can come between us, Turn my back on you, Keep looking (Stronger than pride)
No ordinary love, Feel no pain, I couldn't love you more, Like a tattoo, Kiss of life, Cherish the day, Bullet proof soul (Love deluxe)
By your side, Flow, King of sorrow, Somebody already broke my heart, Every word, Lovers rock (Lovers rock)
The moon and the sky, Soldier of love, Babyfather, Long hard road, Bring me home, In another time (Soldier of love)
Vídeos:
Para comenzar, varias canciones que seguro conoceréis de su primer álbum Diamond life. Smooth operator, Hang on to your love, Your love is king, y dos directos de I will be your friend y Cherry pie:
Smooth operator - Sade
Hang on to your love - Sade
Your love is king - Sade
I will be your friend (live) - Sade
Cherry pie (live) - Sade
The sweetest taboo (¡qué elegancia!), Never as good as the first time, Is it a crime, un sólo audio de War of the hearts, y una gran versión en directo de la preciosa Jezebel, del álbum Promise:
The sweetest taboo - Sade
Never as good as the first time - Sade
Is it as crime - Sade
War of the hearts - Sade
Jezebel (live) - Sade
Paradise, un directo de Love is stronger than pride, y Keep looking, del álbum Stronger than pride:
Paradise - Sade
Love is stronger than pride (live) - Sade
Keep looking - Sade
No ordinary love, Cherish the day, Feel no pain y Kiss of life, del álbum Love deluxe:
No ordinary love - Sade
Cherish the day - Sade
Feel no pain - Sade
Kiss of life - Sade
By your side, King of sorrow y Every word, del álbum Lovers rock:
By your side - Sade
King of sorrow - Sade
Every word - Sade
Y cuatro canciones de su último y exitoso álbum Soldier of love. The moon and the sky, Soldier of love, Babyfather y Bring me home:
The moon and the sky - Sade
Soldier of love - Sade
Babyfather - Sade
Bring me home - Sade
5 comentarios:
He de reconocer que es un valium en potencia.
Sabes que "odio" a Sade.
...y no soy la única.
Sade Adu, no mucha gente está en capacidad de reconocer la elegancia de esta cantante y compañia, la calida de la composición es notable y en letras no se queda atras, he escuchado con oido critico todos los albums y no me queda mas que decir como músico que soy que es de notable calidad. Buena reseña, felicitaciones.
Al comentario de Juan me gustaria anadir que en el mundo nö voy a decirtoda La poblacion pero si casi toda necesita a lo Largo de su vida La ingestion y tratamientos a Base de Valium y similares, tu nö alguna vez?
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