viernes, agosto 15, 2008

ABELARDO

Con nombre de mayordomo (existía una viñeta en el TBO que se llamaba "Barón, el gato pardo, y el mayordomo Abelardo", en que un gato travieso metía en todo tipo de líos al incauto mayordomo), estamos ante uno de los porteros que mejor rendimiento dio a nuestro club.

Ángel Abelardo González Bernardo, asturiano de Sotrondio, un pequeño pueblo minero asturiano, vino del Langreo en 1967 como reserva de Pesudo. Una difícil sustitución en Leeds por lesión del portero titular, demostró que aguantaba muy bien la presión ante el enfervorizado supporter. Al poco tiempo el entrenador tenía serias dudas de a quién poner en la portería.

Su mayor cualidad era su instinto para detener penalties. Muchos e importantísimos los que detuvo en su etapa valencianista. Era un portero de baja estatura, pero que se manejaba muy bien por alto, ágil de reflejos, con vuelos impresionantes de palo a palo, y con energía para ordenar a la defensa. Aunque cuando perdía la forma daba sensación de vulnerabilidad.

Empezó a hacerse famoso en la Copa del 67, con un penalty y rebote parados a Paco Gento, bastante culpables de la eliminación del Generalísimo Madrid en cuartos de su Copa. En semifinales paró otro penalty a Romero, del Elche. Y con él en la portería ganamos la Copa de aquel año a los leones bilbaínos, 2-1.

Las temporadas siguientes alternó con Pesudo en la portería, pero la llegada de Di Stefano en 1970 le dio la tan deseada continuidad. Y vaya si la aprovechó. Fue el Zamora de la Liga 70/71 (19 goles en 30 partidos) e hizo una temporada excepcional, parando penalties muy importantes. El más conocido, a Martí Filosía en el Camp Nou (0-2). Fue pieza fundamental en la consecución de aquella Liga.

No obstante, no pudo ser internacional más que en los sub-23, porque se confiaba a muerte en un aprendiz de batasuno llamado Iríbar, aquel que decía años después que le salía una urticaria cuando vestía los colores nacionales (urticaria = billetes). La sombra del Chopo llegaba muy lejos.

Las siguientes temporadas Di Stefano se empeñó en alternarlo con Meléndez, un portero muy poco fiable que fue reserva de Iríbar en el Athletic, pero incapaz de blocar un balón ni con Loctite en los guantes. Una inoportuna lesión de difícil recuperación le hizo perder la titularidad, y en un extraño reconocimiento médico se le dio la baja por "pérdida de visión angular" (el informe decía textualmente que su visión no cubría las escuadras, por lo que no podría reaccionar a tiempo ante un balón hacia ellas dirigido).

Lo cierto es que se le dio la baja de una manera poco respetuosa con quien tan buen rendimiento nos dio, y fue a hacerle la competencia a Jesús Castro, el malogrado portero, hermano de Quini, que murió años después ahogado en una playa asturiana.

Actualmente Abelardo vive en València, y entrena a los porteros de la escuela Crack's.

Foto: http://www.ciberche.com/

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