El dúo escocés formado por el solista Billy Mackenzie y el genial multi-instrumentista Alan Rankine, The Associates, perpetraron una de las carreras discográficas más cortas pero intensas de principios de los 80. El espíritu de este par de alquimistas del post-punk ha influido en bandas de nuevo cuño, a las que, siguiendo las modas revivalistas que nos asolan, se les está tildando como renovadores de la escena del pop actual: Wild Beasts, These New Puritans o Foals, a los que se tilda en algunos lugares como líderes de una nueva oleada de New romantics. Oleada que tuvo su germen a comienzos de los 80 por medio de bandas como Spandau Ballet o Duran Duran, y que pillaría a los Associates por en medio y los acabaría metiendo en una guerra insustancial, que claramente no era la suya. Porque estos renovadores de la escena pertenecían, más bien, a la liga de espeleólogos de nuevas formas musicales, conformada por Japan, The Human League o Eyeless in Gaza.
Otras muchas bandas indie anteriores se convirtieron en auténticas estrellas del pop en los primeros 80 (ABC, Simple Minds y Scritti Politti entre ellos), pero lo hicieron adoptando una reluciente imagen y sonido comercial. En marcado contraste con ellos, todo lo referente a Sulk era profundamente extraño. Su cubierta ofrece a Rankine mostrando lo que más tarde describió como una máscara "mental", en un intento de transmitir "el tipo de suntuosidad sensual de la música", y las letras rococó de MacKenzie alcanzando un pináculo de impenetrabilidad vertiginosa, que incluso desconcertaban a sus compañeros de grupo.
The Associates, pronto seducidos por el atractivo del nuevo pop británico y aterrizando en su etapa final en la oblicua sintaxis del synth-pop, empezaron de la mano de un productor, Mike Hedges, con galones recién colgados gracias a Killing an arab (The Cure), y de la discográfica Fiction. Los ambientes esbozados en The affectionate punch (Fiction, 1980) no escapaban a la órbita de Robert Smith, pero Fourth drawer down (Situation Two, 1981) ya insinuaba, desde la portada con cierto morbo homo y el incremento de los teclados acorde con los tiempos (desde Magazine a OMD, o desde Low a Vienna), una evolución sin retorno.
Antes de Sulk, los Associates eran una banda post-punk aclamada por la crítica, pero comercialmente débil. Se habían hecho notar por la notable voz de MacKenzie y su inclinación por un gesto grandilocuente y perverso. Su single de debut fue un cover de Boys keep swinging de David Bowie, incomprensiblemente lanzado semanas después de que el original hubiese entrado en el Top 10, pero sus ventas fueron insignificantes. "Hasta abril de 1981, estábamos viviendo del aire", señaló Rankine. "No teníamos dinero, no pudimos coger el autobús o el metro, estábamos literalmente robando en las puertas de la gente". Su situación financiera mejoró cuando firmaron un acuerdo con un sello importante por los demos de Party fears two y Club Country.
Partiendo de la liturgia renovadora post- punk, The Associates se acabarían poniendo un lustroso traje largo de pop, con el armario lleno de techno, funk y nuevos aires orientales. A raíz de esta pasión por ir de expedición, The Associates acabarían abriendo las puertas a nuevos territorios, más exóticos. Y eso, gracias a Sulk, para el que los escoceses partirían de un sonido más orgánico que el anterior, el también genial The affectionate punch. Como resultado de ello, Rankine tejería un revestimiento sintetizado del que emergerían unas canciones que recuerdan a las enseñanzas berlinesas de la dupla Bowie-Eno, tanto en la parte instrumental (Arrogance gave him up) como en la afectada manera de cantar de Billy Mackenzie (Skipping), pero también a la teatralidad heredada de Sparks (No y Gloomy Sunday).
Pero The Associates tenían un universo completamente autónomo. Analizando canción por canción de Sulk se puede descubrir un enorme crisol de pop en cinemascope. Temas trufados de soluciones sonoras e ideas brillantes, de los que surgirían momentos realmente sublimes; unos retratados tanto en la tensión robotizada de la segunda parte de Bap de la Bap, como en la mezcla de coros insinuantes y trallazos de post-punk que hacen fisión en Nude spoons, llegando a su punto más álgido en ese clásico definitivo del pop que es Party fears two. Como los Beatles en I am the Walrus o Brian Wilson durante la grabación de Smile, el grupo usó todo tipo de sonidos y un estilo de percusión idiosincrático. Mackenzie llegó a describir la música de Sulk como un "ABBA lisérgico".
Obra vanguardista, moderna y borracha de talento, Sulk está creada por un par de músicos en estado de gracia con la mente en constante ebullición; poseedores de una intuición y sensibilidad muy especiales y unas miras abiertas a panorámicas sin cortapisas. Con Sulk, The Associates lograron llevar al pop toda la desorientación voluptuosa de la psicodelia. Dos temas notables del álbum fueron No, una balada tortuosa basada en una melodía rusa y con fantasmagóricos coros agudos, y Skipping, una canción eufórica que incluye una actuación vocal exagerada de Mackenzie y letras muy surrealistas. Los contenidos del álbum eran fascinantes y misteriosos, envueltos en ecos y efectos electrónicos, torturadas baladas, extrañas y resbaladizas canciones pop; una fascinante versión funk de Gloomy Sunday, una canción de 1933 que presuntamente ha inspirado cientos de suicidios, entre ellos el de su compositor.
The Associates firmaron un contrato de distribución con WEA Records a finales de 1981 gracias a la fortaleza de los demos de Party fears two y Club Country, y se les proporcionó un adelanto de 60 mil libras por el sello discográfico. Tras haberse gastado la mitad del adelanto inmediatamente en reservar un estudio por un período indefinido de tiempo, la banda se trasladó a habitaciones individuales en el Swiss Cottage Holiday Inn de Londres, incluyendo una habitación extra para los galgos mascotas de Mackenzie, a los que alimentaba a base de salmón ahumado que ordenaba al servicio de habitaciones del hotel. La banda también se gastó grandes sumas de dinero en otros artículos, como ropa y drogas. En un entrevista de 2007, el bajista Michael Dempsey recordó que "era una existencia precaria de cualquier manera que lo mires", quien, en un intento de frenar el gasto en taxis de los Associates, les sugirió que comprasen un Mercedes convertible de 1962. "Éramos todos ridículamente derrochadores. Pero no era totalmente ridículo estar haciendo las cosas de esa manera, porque Bill convencía a las compañías discográficas que invirtiesen dinero en el grupo en una especie de manera hipnótica. Él pensaba que cuanto más dinero les debíamos, más obligación había por parte de la discográfica de hacer este trabajo para recuperar su inversión". Rankine afirmó que "efectivamente el gasto excesivo influyó en el sonido del álbum: "Si no hubiéramos gastado ese dinero, el álbum no habría conseguido ser hecho de la manera que se hizo. Fue de chiflados, pero también fue de engreídos con toda seguridad, porque sabíamos que teníamos esas canciones".
Sulk fue grabado en el estudio autoconstruido del productor Mike Hedges, Playground, en un antiguo almacén en la cercana Camden Town y su coste total alcanzó las 33 mil libras. Las historias con respecto a las sesiones de grabación para el álbum han sido profusamente documentadas durante años. Rankine admitió, "creo que no ha habido mucha exageración sobre lo que pasó. En todo caso, creo que hay gente que ha estado ocultando un poco sus recuerdos. Fue una locura". Rankine confirmó que las sesiones incluyeron excentricidades como orinar en una guitarra y llenar tambores con agua para ver cómo le afectaba su sonido, pero la historia que aseguraba que la banda había llenado el estudio con globos de helio era una exageración, afirmando que habían jugueteado con un globo de helio un día, pero no más. En una ocasión, MacKenzie recordó más tarde, compró "unos 16 jerseis de Cachemira y los puso en la cama para enrollarse alrededor de ellos". Sin embargo, Rankine y Dempsey insistieron en que a pesar del elevado gasto y las travesuras en el estudio, la banda trabajó largas horas y se centraron completamente en el disco que estaban haciendo. El baterista John Murphy dejó la banda poco después de terminar la grabación del álbum, incapaz de lidiar con el comportamiento de Mackenzie y Rankine.
El primer single extraído del álbum fue Party fears two, que se convirtió en el single que permitió dar el salto a la banda, alcanzando el número 9 en la lista de singles británica en marzo de 1982. Party fears two ofrece una melodía oblicua, letras desconcertantes, un sorprendente desempeño vocal de MacKenzie y un gancho de piano tan irresistible que acabó siendo la sintonía del programa Weekending de Radio 4. Un segundo single, Club Country, obtuvo casi el mismo éxito, alcanzando el número 13 en mayo de 1982. El éxito de los singles se debió en gran parte a las memorables apariciones memorables de The Associates en el más conocido y visto show de la televisión de Reino Unido, Top of the Pops. El grupo aprovechó la oportunidad para subvertir la naturaleza familiar del programa con bromas absurdas: en su segunda aparición interpretando Party fears two, Rankine tocó el banjo vestido con un traje de esgrima y usando maquillaje de samurai con palillos en el pelo, mientras Mackenzie pasó gran parte de la canción mirando hacia su imagen en los monitores de televisión en lugar de cara al público o a las cámaras. En su aparición final en Top of the Pops, Rankine tenía dos guitarras de chocolate hechas por los almacenes Harrods de Londres que tocó durante su interpretación de 18 carat love affair, una de las cuales se partió y dio a los miembros del público la mitad durante la canción. Rankine confesó que la razón de estos trucos publicitarios fue que "en parte sólo era una respuesta al aburrimiento de tener que estar allí en los estudios de la BBC desde las 8:30 de la mañana y no salir hasta las diez de la noche".
Tras el éxito de Party fears two y Club Country, la banda lanzó el single de doble cara A 18 carat love affair/Love hangover en julio de 1982, que alcanzó el número 21 en las listas británicas. 18 carat love affair era una versión de la canción instrumental que cerraba Sulk, nothinginsomethingparticular, con voces añadidas, mientras que Love hangover era un cover del hit single de Diana Ross de 1975.
Los problemas afloraron a la superficie dentro del grupo al mes siguiente cuando comenzaron los ensayos con una banda de nueve piezas para un planificado viaje a Estados Unidos y Canadá para promocionar el próximo lanzamiento de Sulk en Norteamérica. Las exigencias impuestas en la voz de Mackenzie le provocaron una faringitis, resultando en la cancelación de una serie de conciertos en agosto en Reino Unido, incluyendo tres como cabezas de cartel en el Festival de Edimburgo. En septiembre Mackenzie se descolgó de la gira la noche antes de que la banda comenzase el viaje, alegando que consideraba que los músicos no reunían los estándares requeridos. Esto supuso la gota que colmó el vaso de la paciencia de Rankine, al que pareció que Mackenzie había lanzado por la borda la mejor oportunidad del grupo para hacerse famoso en Estados Unidos, y abandonó la banda.
El álbum fue publicado en Estados Unidos por Sire Records en octubre de 1982 con un listado de canciones significativamente diferente al original. Junto con un conjunto diferente de secuencias de las canciones dentro del listado, las canciones del LP de Reino Unido Bap de la Bap, Nude spoons y nothinginsomethingparticular fueron sustituidas por las dos caras del single 18 carat love affaire/Love hangover y dos canciones de la recopilación Fourth drawer down, The associate y White car in Germany. It's better this way y Party fears two aparecieron con versiones remezcladas por Mark Arthurworrey, y Club Country fue reemplazada por la versión single editada de 7".
La versión original en CD de Reino Unido y Europa lanzada en 1988, también siguió el listado de Estados Unidos, pero contenía versiones editadas de Club Country, Love hangover y The associate.
La versión remasterizada de Sulk, publicada en junio de 2000, finalmente volvió a las versiones y listado de la versión original británica, además de reemplazar a Club Country con una versión diferente de todas las versiones anteriores de la canción. En esta reedición, aparte del tracklist británico, aparecen siete esclarecedoras nuevas muestras del talento de esta pareja, que se pueden escuchar como, lo que son, unos extras, o bien, como la perfecta continuación del temario original, enriqueciendo mucho el disco. Estas canciones son los singles Love hangover y 18 Carat love affair, las demoledoras Ulcragyseptimol, And then I read a book y Australia, la falsa placidez de la instrumental Grecia 2000 y la desnudez eléctrica de The room we sat in before.
Las extrañas travesuras en el estudio fueron el resultado de los experimentos de la banda para crear nuevos sonidos. Rankine diría al respecto, "estábamos constantemente pensando en lo que podríamos hacer para conseguir sonidos diferentes, y lo que podríamos hacer con las herramientas que habíamos conseguido (que eran los músicos). Teníamos las herramientas. No era sólo por el hecho de ser diferentes. Pero habíamos consultado listas de instrumentos y nos preguntamos, '¿qué demonios es un piano jangle?' Al día siguiente llegaría pronto este piano con todos esos pequeños trozos de metales. Y eso es lo que utilizamos en Party fears two para la intro". Rankine también describió la reestructuración de su batería tradicional para crear un llamativo sonido: "lo que hicimos en Bap de la Bap y muchas canciones de Sulk fue quitarle todos los tam-tam y hacer el sonido entero de tambores a base de redobles. Así se consiguió que fuera todo muy explosivo".
Rankine, encargado de casi todos los instrumentos salvo bajo y batería, construyó un armazón florido y sintético, de brillo ostentoso aunque no tanto elegante. Ritmos con ansia, casi atropellados, arreglos voluptuosos y sensación de tecnología plebeya, al servicio de un MacKenzie cuya voz se convertía en el instrumento definitivo del álbum. Billy continuó después en Perhaps (WEA, 1983) abandonándose a una electrónica programada sin tanta chispa. Cargando con una depresión acentuada por la muerte de su madre, se suicidó en 1997.
El sonido de The Associates es una celebración artística donde la sintaxis del post-punk inglés chocaba con el cabaret esquizoide de Sparks, la epopeya de Kraftwerk y el abismo existencial del gurú Scott Walker. Una refinada intriga de audio y vídeo capaz de combinar el gesto descarado y la indescifrabilidad del mensaje. Incluso la imagen de doble cara del dúo parece diseñada para cultivar este juego de los opuestos: por un lado el encanto oscuro e introvertido de Rankine, que teje los hilos de la música, y del otro la androginia pálida de MacKenzie, su personalidad beefheartiana (según palabras de Paul Lester en Uncut), que hablaba de metáforas incomprensibles y hacía alarde de las formas de un vástago joven aristocráta. Las dos caras de la misma moneda; enigmáticos como todo su sistema de códigos de expresión, perpetuamente preparados entre el clasicismo y la urgencia modernista o entre los compositores americanos y europeos del período de entreguerras, como un baluarte de rigor expresivo y la new wave como el grado cero de la deriva del rock.
Con ese tono lleno de alma, MacKenzie releyó y transformó la tradición de las canciones como antorcha para canalizar las alegrías, desacuerdos y penas de amor en un hermetismo lírico de total virulencia. Las afinidades electivas con Billie Holiday, Peggy Lee y Sarah Vaughan están a la vista, y, sin embargo, escapan a la mirada, casi como la ascendencia a Frank Sinatra (filtrada por las voces de Walker y Bowie). Pero también se pueden ver influencias teutonas, el énfasis brechtiano, el falsete psicótico digno del mejor Tim Buckley, el tenor estridente con implicaciones afeminadas a pleno pulmón, representando un portentoso híbrido entre el mensch wagneriano y Marlene Dietrich en The blue angel. Todo es acción, en definitiva, mientras garantice la singularidad de este nódulo bipolar.
En la exhuberante portada del disco se observa un curioso tropicalismo “futurista decadente”: un laberinto de luces brillantes y sombras, plantas de plástico, paredes con vegetación viva, y los Associates cómodamente en sofás cubiertos con láminas de alabastro mirándonos... Tal esplendor visual sólo puede ser el preludio de un sonido con un lujo aún más desbordante: fragmentos rítmicos dispersos entre los dos canales, grupos de instrumentos aislados de la multitud y luego mezclados, las voces que se multiplican en diferentes altitudes, el timbre tan artificial como para dar a todo un sabor entonado y decidido. Sulk, con contribución de Martha Ladly de Martha and The Muffins en vocales de acompañamiento y teclados, es uno de los discos más excesivos, glamourosos y exóticos de la época.
MacKenzie imploró al productor Mike Hedges que hiciese sonar el álbum "más caro posible" y el productor tomó la palabra, con un trabajo de joyero para conferir grandeza y prestigio a cada segundo de música. Las indicaciones del cantante eran bastante inusuales, por no decir crípticas ("esto debe sonar como Abba encontrando a Bet Lynch en ácido" o "esto debe sonar como después de la lluvia, cuando el sol está saliendo"), pero la puesta a punto entre los dos era siempre perfecta, al menos en opinión de Hedges: "fue realmente un período gratificante. Por un lado tenías a Billy, el mejor cantante de los últimos veinte años, y del otro las otras canciones de él y Alan que eran al mismo tiempo vanguardistas y pop, radicales pero sin tratar de serlo..." El resultado de tanto esfuerzo productivo es un synth-pop variado de perlas y esmeraldas, basado en estructuras inseguras y suspendido con gracia entre el deseo de poseer la forma y la ansiedad para eludirlo. Una vitalidad simulada interpretada en el instrumental Arrogance gave him up, que abre el baile en un frenesí de trampas explosivas, y "el carnaval girando como una mano suave que pone una flor (quizá una orquídea) en el pelo del Bowie extraterrestre de Speed of life".
La idea era insistir en colores y materiales, tratando de dar chispa a las canciones: Skipping, con líneas felinas que se cuelan entre las sombras de un sonido de arpegio, bajo estilo funk, suave pincel impresionista de café parisino y una canción de Jacques Brel en el exilio temporal; It’s better this way, con detalles en negro de teclados ya dirigidos hacia los Depeche Mode de Black celebration; Club Country capturando ese estribillo infectado haciendo dúo con la guitarra semi-amplificada y las intrusiones del sintetizador, que se propaga en un maligno juego de espejos.
Las letras de Mackenzie en Sulk son a menudo crípticas y ambiguas. En declaraciones a NME en el momento de la publicación del álbum sobre el single con mayor éxito de la banda, Mackenzie decía, "Party fears podría tratar sobre un montón de cosas. Podría tratar sobre un esposo y una esposa discutiendo entre ellos. Podría tratar sobre el comunismo y el conservadurismo, extremos del espectro de los partidos políticos. Podría tratar sobre esquizofrénicos. Las letras de una canción como esa van deliberadamente hacia los extremos para conseguir algo, como un actor haciendo un gesto de mano dura cuando recita una línea".
Según Rankine, Nude spoons trataba "sobre un viaje de ácido que había experimentado Bill, en su años más jóvenes, cuando tenía 15 o 16 años. Al parecer, las cucharas estaban copulando y hubo una guerra entre las cucharas y las flores de plástico en una olla junto a ellos". Rankine creía que Club Country era una respuesta de Mackenzie a su asistencia a los clubes New Romantics de aquella época, en los que encontraba la escena muy superficial.
Del loco pop industrial saturado de sintetizadores de Bap de la Bap a la pura histeria desenfrenada que mana a través de Nude spoons, a través de un elegante y engañosamente optimista ritmo en Gloomy Sunday, la cara A de Sulk representa un conjunto de canciones brillantemente cohesionadas. Nude spoons destaca en particular, con MacKenzie logrando increíbles notas altas y ofreciendo un conjunto de letras muy crípticas: "I wrote a note and dug it underground [...] It lies there canistered with nude spoons euphoria" (escribí una nota y cavé bajo tierra... Allí está enlatado con la euforia de cucharas desnudas). Pocos cantantes desde Billie Holiday han capturado el rasgo conmovedor de Gloomy Sunday con tanta confianza como MacKenzie.
La cara B contiene, en líneas generales, más calma y optimismo, aunque todavía galopa a un ritmo vertiginoso similar. También parece reflejar más claramente las condiciones legendarias hiperactivas que rodean la creación de Sulk. Party fears two encaja en este escenario, una elegía excéntrica al exceso, aunque teñida por la sensación de que toda esa droga y alcohol no son más que mucho humo y placer vacío. Detrás de la voz alegre a lo Brian Ferry de MacKenzie, las orquestaciones de Rankine son positivamente exuberantes, una mezcla heterogénea de sintetizadores brillantes, trompetas tratadas y líneas de guitarra furtivas. Club Country, mientras tanto, es un gozoso synth-pop rectilíneo, una canción oportunamente adaptada para la pista de baile y ensartada en la inercia de la clase media: "Refrigeration keeps you young I’m told" (la refrigeración te mantiene joven, me lo han dicho). Una vez más, Billy MacKenzie alcanza alturas imposibles con su voz delirante entre los ritmos infecciosos y teclados brillantes. Club Country es asimilable a Fade to grey, Poison arrow y Antmusic como una rebanada de synth-pop puro y pegadizo, y mereció un éxito más grande del que consiguió.
En su revisión de la reedición de 2000, David Peschek de Mojo denominó a Sulk "la obra maestra florida e histérica de The Associates", y observaba, "permanece siendo una música extraordinariamente potente, un repositorio del pop contemporáneo que tanto escasea".
Fuentes: http://en.wikipedia.org, http://www.allmusic.com, http://lazancadilla.com, http://www.musicaenlamochila.net, http://articulo.mercadolibre.com.ar, http://ruidodefondo101.blogspot.com.es, http://pretextospara.blogspot.com.es, http://www.theguardian.com, http://thequietus.com, https://www.headheritage.co.uk, https://rateyourmusic.com, https://americanoflondon.wordpress.com, http://devonrecordclub.com, http://www.leonardslair.co.uk, http://rincondesconexion.blogspot.com
Listado de canciones:
1.- Arrogance gave him up
2.- No
3.- Bap de la bap
4.- Gloomy Sunday
5.- Nude spoons
6.- Skipping
7.- It's better this way
8.- Party fears two
9.- Club Country
10.- nothinginsomethingparticular
Edición Estados Unidos 1982:
11.- It's better this way (remix)
12.- Party fears two (remix)
13.- Love hangover
14.- 18 carat love affair
15.- White car in Germany
16.- The associate
Edición CD remasterizada 2000:
17.- Ulcragyceptimol
18.- And then I read a book
19.- Australia
20.- Grecian 2000
21.- The room we sat in before
Vídeos:
Arrogance gave him up - The Associates
No - The Associates
Bap de la bap - The Associates
Gloomy Sunday - The Associates
Nude spoons - The Associates
Skipping - The Associates
It's better this way - The Associates
Party fears two - The Associates
Club Country - The Associates
nothinginsomethingparticular - The Associates
It's better this way (remix) - The Associates
Party fears two (remix) - The Associates
Love hangover - The Associates
18 carat love affair - The Associates
White car in Germany - The Associates
The associate - The Associates
Ulcragyceptimol - The Associates
And then I read a book - The Associates
Australia - The Associates
Grecian 2000 - The Associates
The room we sat in before - The Associates
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