RINÔÇÉRÔSE
Rinôcérôse es un dúo francés, de Montpellier, formado por Jean- Philippe Freu y Patrice Carrie, dos licenciados en psicología (él da clases en la Universidad de Montpellier y conferencias, mientras que ella escribe CD-Roms educacionales) y estrellas de la electrónica. Rinôçerôse son pioneros, no les agradan las fórmulas que ya han probado su eficacia. "Nosotros hacemos música por puro placer, y eso es muy importante para nosotros"- explica Patou. Jean Philippe y Patou decidieron que iban a intentar crear música house usando sólo guitarras. Un concepto imposible dada la naturaleza tecnológica del género, pero aún así, a base de trabajar sobre numerosas capas de guitarras repetitivas y frases, consiguieron dar vida a una una serie de canciones profundamente hipnóticas.
Su música es una curiosa fusión de rock y electrónica, de guitarras rockeras y bases de house, con elementos de trip-hop y, en menor medida, jazz, lo que da lugar a unos sólidos temas dance que causan furor en las pistas de baile. No son un grupo a seguir si hablamos de escuchar música innovadora o trasgresora, sino que son uno de esos grupos cuyos discos animan cualquier fiesta, que te alegran una tarde de lluvia. No son especialmente apreciados por la crítica pero han conseguido un enorme éxito con sus tres últimos discos, convirtiéndose en uno de los dúos más solicitados en los Festivales más importantes de todo el mundo. Si enlatados no son muy interesantes, sus conciertos sí son muy recomendables: un espectáculo de luz y música que no conviene perderse.
Su historia comienza en Montpellier, en una pequeña región del Sur de Francia, en la que Jean- Philippe Freu y Patrice Carrie forman parte de un grupo llamado Maracas, como guitarrista y bajista, respectivamente. En 1993, tras dejar el grupo, forman Rinôçérôse y empezando muy pronto a grabar sus primeras maquetas, continuamente rechazadas por los sellos franceses que no sabían como vender la electrónica sin letra. No obstante, el sello español Elefant Records escucha una de las maquetas y les propone editar el álbum tal cual. El dúo francés, consciente de la pobreza de la programación, pretende ir a Inglaterra a mezclar el álbum con Steve “Dub” Jones, por entonces desconocido (ha trabajado con The Chemical Brothers), pero como Elefant se niega a gastar dinero en la producción, se limitan a trabajar con el inglés por correspondencia: ellos graban las guitarras en Montpellier, Steve “Dub” Jones las mezcla en Londres y les reenvía las cintas mezcladas. Retrospective, su debut, se publica finalmente en 1997.
El nombre del grupo se debe al dibujo de un paciente psiquiátrico: "El dibujo era de un rinoceronte psicodélico"- recuerda Jean Philippe, "El autor era un tipo llamado Gaston Duff y no era capaz de escribir bien rinoceronte, siendo esa la razón por la que añadió todas esa puntuaciones y la mala ortografía. Decidimos dejarlo tal cual porque pensamos que las puntuaciones hacían que la palabra pareciese temblar, y pensamos que eso iba mucho con nosotros". Las comillas fueron añadidas por Jean Philippe y Patou porque "Rinôçèrôse" es el título de un cuadro y no Rinoceronte mal escrito (que se note que son franceses).
En Retrospective, del que existe una versión ya en 1996 (pero sin el tema Machine pour les oreilles), se aprecian las constantes de la música posterior de Rinôcèrôse, las claves del estilo que tantos seguidores les ha proporcionado. El dúo francés de electrónica-con-guitarras demostraba conocer los entresijos tanto de la mejor música de baile (Bloodsport o Rinôçérôse 3000 in dub), como de la música chill out más inspirada, como prueban los temas, por nombrar los dos más interesantes, Inacceptable y Machine pour les oreilles (incluido en Hôtel Costes, Vol. 1, la prestigiosa recopilación de Stephane Pompougnac). Como ocurre con la mayor parte de su discografía, no llegan a redondear el conjunto, que queda lejos de ser un gran álbum, pero convence y, sobre todo, le alegra el día a cualquiera que lo escuche. Son una inagotable fuente de energía y adrenalina, recomendables para elevar el ánimo.
El programador Johnny Palumbo se une al grupo, que firma por la poderosa V2 Records, que vio en ellos un enorme potencial tras publicar Retrospective. Tras una serie de EPs (entre ellos, el exitoso Le mobilier en junio de 1998 ), su segundo álbum de estudio, Installation sonore, se edita en 1999, consiguiendo inmediatamente un sorprendente éxito.
El dúo francés obtuvo un mayúsculo éxito con Installation sonore. Su fusión de rock guitarrero, música dance y house causó una agradable impresión tanto en las pistas de baile más selectas como en los reproductores domésticos. No obstante, Installation sonore debe considerarse más como un inesperado fenómeno comercial que como una obra que presenta alguna innovación o brillantez artística. Del mismo modo que es indudable que Rinôcèrôse supo dar con una fórmula que le hizo vender cientos de miles de copias en todo el mundo, musicalmente no está tan claro que aportaran algo a la electrónica, pues en él ni hay experimentación, ni vanguardia, ni innovación.
Desde luego, su combinación de instrumentación real (además de guitarras, destaca la afortunada utilización de la flauta) y bases electrónicas dance funciona a la perfección (en este segundo aspecto, merece una mención especial el trabajo de programación de Johnny Palumbo, que mejora sustancialmente el material de partida), agradando desde la primera escucha, consiguiendo que el cuerpo reaccione de manera positiva. No obstante, si uno analiza lo que está escuchando, observa una excesiva repetición del mismo esquema, no sólo en el conjunto de Installation sonore, sino incluso en un mismo tema. No es que el dúo galo quisiera evitar esta característica repetitiva (muy frecuente en el house, por otra parte), ya que el título de uno de los cortes, 323 secondes de musique repetitive avec guitarra espagnole (ofrece exactamente lo que promete), sugiere justamente esa intención por su parte, pero claro, para que el escuchar durante más de 5 minutos un patrón muy similar no se haga pesado, se necesita de una creación lo suficientemente deslumbrante como para que en ningún momento decaiga el interés. No es el caso: la mayor parte de las piezas de Installation sonore no resisten más de dos o tres escuchas activas seguidas, de modo que el álbum, en términos generales, funciona mejor como banda sonora para una fiesta o una animada velada de cualquier tipo.
Se salva el tema inicial, La guitaristic house organisation, siempre in crescendo, ese himno de las pistas de baile que es Le mobilier, inspirado tema house-rock con percusión latina que todos hemos bailado alguna vez y, por último, Mes vacances a Rio, simpático tema de sabor brasileño, que es también el momento de relajación de Installation sonore.
Llegados a este punto, el grupo decide llevar su sonido a los escenarios en directo. Para ello rápidamente reunieron un equipo de diez personas, tres guitarristas, un bajista, un percusionista, un flautista, un teclista, un batería, un video jockey y Johnny en la mesa de mezclas. Desde sus humildes comienzos en la casa de Jean Philippe y Patou, Rinôçeröse habían evolucionado hasta convertirse en una gran banda de directo que recibía todo tipo de elogios allí donde tocaba. Gracias a su directo se dieron a conocer también en Francia, de tal manera que en el 96 firmaron con PIAS Francia y publicaron el EP de cuatro canciones Le mobilier, e hicieron un montón de amigos nuevos cuando telonearon a Underworld en París. Desarrollaron una triunfal gira con más de 200 fechas, entre las que destaca una gira de 17 conciertos, “Area: One”, en verano de 2001 por Estados Unidos, en compañía de grupos y artistas como Moby, New Order, Outkast, Incubus y Carl Cox.
Acabado el maratón de conciertos, sale a la venta su tercer trabajo, Music kills me, repitiendo el éxito comercial del precedente. Tres años después de Installation sonore, un lapso de tiempo en el que se han convertido en uno de los grupos más conocidos del panorama electrónico mundial, participando en importantes festivales, sonando en las pistas de baile y apareciendo en gran cantidad de recopilaciones, el dúo francés Rinôcèrôse vuelve a la actualidad discográfica con Music kills me. Este tercer álbum es un buen ejemplo de cómo se puede repetir exactamente lo mismo que en trabajos precedentes pero con un resultado netamente inferior. No contentos con reciclar ideas y recursos de grupos anteriores (a los que, irremediablemente, recuerdan), un procedimiento con el que dieron vida a los temas de Installation sonore, con este nuevo disco han decidido copiarse también a sí mismos, sin poder lograr la calidad de su álbum anterior.
El dúo francés vuelve a desarrollar su fusión de rock, electrónica, bases house, ambiente jazzy y elementos de la música dance alternativa, por lo que, en ocasiones (Music kills me, Résurrection d’une idôle pop) da con sólidos himnos para las pistas. No obstante, el conjunto se revela tan pobre como poco imaginativo, reduciéndose a una repetición de clichés, interminables loops y un uso tópico de la guitarra en clave rock. La lista de grupos y artistas de los que ha tomado su inspiración es interminable. Por supuesto, como ocurría con Installation sonore, demuestra un afinado olfato para todo lo comercial, por lo que este álbum debería funcionar igual de bien en las listas de ventas de medio mundo, pero no tiene porqué considerarse como un aspecto positivo.
El dúo francés llega a su cuarto álbum de estudio con Schizophonic (2005), título que hace alusión a los estudios del grupo (ambos son psicólogos, aunque no ejerzan). Para este nuevo trabajo, han contado la colaboración de numerosos y, en su mayor parte, talentosos vocalistas (todos los temas presentan a un cantante en featuring), como Mark Gardener (ex cantante de The Ride), Nuutti Kataja (Dead Combo), Bnaan (The Infadels), Dominique Keegan (The Glass), Jessie Chaton (Fancy) o David Lavaysse (I&Fused), siguiendo con una tendencia anunciada en su anterior disco, Music kills me, en el que ya se podían escuchar más fragmentos cantados que en precedentes álbumes (su debut, Retrospective, es enteramente instrumental). Pero lo más relevante es que Rinôcèrôse ha mutado en una banda de rock, hasta el punto de que Schizophonic debería figurar en la sección de rock de las tiendas de discos y no en la de electrónica (pese a que siga teniendo un gran peso en las producciones de los franceses).
El resultado es un álbum sensiblemente más interesante y logrado que Music kills me, aunque sólo sea porque, por lo menos, no han vuelto a repetirse a sí mismos. En Schizophonic se han dejado las bases house por el camino, dejan de lado los temas bailables (aunque siga habiendo cortes que funcionarán perfectamente en las pistas de baile) y entran de lleno en el mundo del rock electrónico. Así pues, este cuarto trabajo puede ser escuchado múltiples veces sin perder su atractivo ni resultar cansino, gracias a un conjunto algo más variado y sólido de lo habitual, con construcciones melódicas y rítmicas algo más complejas. Además, incluye notables temas como Bitch, pura energía (gracias, en parte, a la participación vocal de Jessie), Cubicle y My demons, una curiosa pieza que combina fragmentos funky y rock.
Grabado a lo largo de dos años, en Montpellier, París, Lausanne y Londres, Schizophonic contó con la ayuda de reconocidos programadores como Johnny Palumbo, Steve Dub (The Chemical Brothers, Audio Bullys) o Shakedown. Este cuarto álbum muestra el camino recorrido por Rinôçérôse durante una década hasta convertirse en una banda destacada de la escena electrónica.
Es triste que la difusión de un grupo dependa de la publicidad de una gran compañía, pero así es, y hay que asumirlo. Rinôcèrôse es un dúo francés conocido internacionalmente gracias a sus largas y exitosas giras, pero, curiosamente, sus álbumes sólo tienen cierta repercusión en Europa (su anterior trabajo, Schizophonic, no se editó en Estados Unidos, por ejemplo), y éxito sólo en Francia. El caso es que iPod lanzó la campaña “1000 songs in your pocket”, en la que suena uno de los temas del grupo, Cubicle lo que ha contribuído notablemente a aumentar su popularidad internacional. Coincidiendo con la emisión televisiva de esta campaña, la casa discográfica V2 edita este primer recopilatorio de grandes éxitos en mayo de 2006, lo que no debe considerarse como una casualdad, sino como algo premeditado, que tiene como objetivo aprovechar el tirón comercial que le va a dar la campaña. Por eso este álbum, Rinôcèrôse, se vende con una etiqueta en la portada en la que se lee que incluye el single de la campaña de iPod. El recopilatorio, por lo demás, puede ser recomendable para los que hayan oído hablar del dúo pero todavía no conozcan sus álbumes. Incluye una selección equilibrada de todos sus álbumes de estudio, incluyendo el tema inédito Lost love (Bacon and Quarmby remix) y hasta tres temas (los que cierran el recopilatorio) de su primer álbum Retrospective, el más difícil de conseguir actualmente.
En junio de 2009, el sello Phamton Sound & Vision presenta su quinto álbum de estudio, Futurinô. Futurinô no es un gran disco, ni revelador, ni innovador, ni destaca por su personalidad, pero sí es bastante más interesante que Schizophonic y, en cierto modo, permite recuperar la cara más inspirada de Rinôcèrôse, esa que nos sedujo a finales de los 90, cuando era un dúo sin apenas presupuesto ni pretensiones. No se escucha en Futurinô, ni mucho menos, un retorno a sus comienzos, pero aquí logra un prometedor equilibrio entre guitarras rockeras, estructuras pop, herencia electrónica/dance y actitud punky, siempre desde el lado vocal de la música. Hacía años que Rinôcèrôse no grababa temas tan sólidos, especialmente The heroic structure of Rinôcèrôse, pieza que, por sí sola, justifica la escucha de Futurinô. Se aprecian síntomas de recuperación.
En el disco colaboran vocalistas como Ninja, Mark Gardener, Luke Paterson o Jessie Chaton (cantante del grupo glam-rock francés Fancy). Las canciones de Futurinô parten de la atmósfera oscura y melancólica de Schizophonia, introduciendo toques dance y electrónicos, haciendo las delicias de sus seguidores franceses durante el verano de 2009, y en los escenarios de países europeos como Italia, Bélgica y España.
Canciones recomendadas:
Inacceptable, Metal mental dub, Bloodsport, Machine pour les oreilles, Rinôçérôse 3000 in dub (Retrospective)
La guitaristic house organisation, Radiocapte, Le mobilier, Mes vacances a Rio, I love ma guitare, Le triangle (Installation sonore)
Le rock summer, Music kills me, Lost love, Dead flowers, Rèsurrection d'une idôle pop, Brian Jones: Last picture (Music kills me)
Get ready now, Stop it, Bitch, Fiction dancer, Skin, Pleasure and pain, My demons, Cubicle, Fucky funky music (Schizophonia)
Panic attack, Time machine, Where you from?, Mind city, Touch me, The heroic sculpture of Rinôçérôse (Futurinô)
Vídeos:
Machine pour les oreilles, del primer álbum Retrospective:
Machine pour les oreilles - Rinôçérôse
Tres buenas canciones de Installation sonore. Su conocida Le mobilier, La guitaristic house organisation, Mes vacances a Rio (con bellas imágenes de la ciudad brasileña), y un sólo audio de Le triangle:
Le mobilier - Rinôçérôse
La guitaristic house organisation - Rinôçérôse
Mes vacances a Rio - Rinôçérôse
Le triangle - Rinôçérôse
Le rock summer (con imágenes de la modelo japonesa Erika Sawajiri), Music kills me, y dos sólo audio de Brian Jones: Last picture y Lost love, del álbum Music kills me:
Le rock summer - Rinôçérôse
Music kills me - Rinôçérôse
Brian Jones: Last picture - Rinôçérôse
Lost love - Rinôçérôse
Varias canciones del grandioso Schizophonic. Cubicle, Fucky funky music, Bitch, My demons y dos sólo audio de Skin y Get ready now:
Cubicle - Rinôçérôse
Fucky funky music - Rinôçérôse
Bitch - Rinôçérôse
My demons - Rinôçérôse
Skin - Rinôçérôse
Get ready now - Rinôçérôse
Time machine, Where you from?, Mind city y Panic attack, de su último álbum Futurinô publicado en 2009:
Time machine - Rinôçérôse
Where you from - Rinôçérôse
Mind city - Rinôçérôse
Panic attack - Rinôçérôse
1 comentario:
"El autor era un tipo llamado Gaston Duff y no era capaz de escribir bien rinoceronte, siendo esa la razón por la que añadió todas esa puntuaciones y la mala ortografía. Decidimos dejarlo tal cual porque pensamos que las puntuaciones hacían que la palabra pareciese temblar, y pensamos que eso iba mucho con nosotros"
jojojo viva la privacidad!!!! como se nota que son psicólogos y no psiquiatras que se deben al secreto profesional médico
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