miércoles, febrero 20, 2013

AZUL Y NEGRO

Azul y Negro es un dúo musical español de música tecnopop que, fundamentalmente, ha desarrollado su actividad artística a lo largo de dos períodos: en la década de los 80, con gran popularidad, números 1 en las listas de éxitos, 2 discos de oro, 3 sintonías de la Vuelta Ciclista a España en los años 82 (Me estoy volviendo loco), 83 (Con los dedos de una mano) y 93 (Two-Pa-Ka), e innumerables sintonías de radio y televisión. A partir de 2002 está viviendo una etapa más independiente. En un principio estuvo formado por Carlos García Vaso y Joaquín Montoya. Este último abandonó el proyecto al final de la primera etapa, en 1993. Carlos García Vaso compuso y editó tres discos en solitario: Innovate, Simbiosis y Musical mystery box, antes de retomar el proyecto Azul y Negro él sólo, dando comienzo así a esta segunda etapa en la que lleva editados varios álbumes. Azul y Negro es el precursor de la música electrónica española y pionero en la implantación de numerosas novedades tecnológicas y musicales.

Azul y Negro se formaron en Madrid, ciudad en la que reside Carlos desde hace mucho tiempo, aunque ambos, Carlos y Joaquín, son originarios de Cartagena. Fueron profetas indiscutibles de la música electrónica española, además de precursores y pioneros de muchas novedades tecnológicas y musicales que se implantaron en el panorama musical español a lo largo de aquella década dorada de los años 80.

Su pretensión no era otra que la de hacer buena música tecno pop, es decir, aquella basada en sintetizadores, secuenciadores e instrumentos electrónicos sin desechar los acústicos, sobre una base preferentemente bailable. En la música de este dúo, la voz no era el elemento predominante, al uso, sino que se trataba como un instrumento más y a veces se robotizaba con el uso del vocoder.

La prehistoria del dúo Azul y Negro quedó marcada por las numerosas experiencias musicales vividas por sus dos miembros: Carlos García-Vaso y Joaquín Montoya. Carlos Garcia-Vaso (Cartagena, 1953), durante sus primeros años de existencia los únicos contactos que tuvo con la música fueron las viejas canciones de los años 50 que oía tocar a sus cinco hermanos mayores con una guitarra destartalada. A los 14 años ingresó en el grupo local Los Átomos, quienes con guitarras eléctricas prestadas hacían esfuerzos por imitar a los Shadows, Beatles y Rollings.

En 1974 formó otro grupo local llamado Dracma y se presentaron al IV Certamen de la Canción de San Pedro del Pinatar, donde consiguieron el segundo premio con un tema del propio Carlos: Preludio en mi menor (que fue grabado posteriormente para el segundo CD en solitario de Carlos Vaso, Simbiosis, con el título Ancha es Castilla). Poco después y con Carlos en plena fiebre sinfónica, compuso óperas rock: Los siete dioses, Gloria in excelsis diablo y El planeta de cristal. Precisamente en la segunda de ellas intervino como teclista en la maqueta Joaquín, el futuro miembro de Azul y Negro.

En julio de 1976 se trasladó a Madrid, y enseguida formó el grupo Cáñamo (que fue tan sólo un grupo de ensayo que no llegó a grabar nada), por el que pasaron gente de Cucharada como Manolo Tena y Antonio Molina (el guitarrista zurdo de Ramoncín), y allí conoció a Julio Blasco que acababa de dejar Banana (Salvador) y entraba en Granada, el grupo de Carlos Cárcamo. Lo invitaron a unirse a ellos y aceptó, justo para grabar el tercer LP de la banda, Valle del Pas. Vaso aprendió mucho de ellos, experimentando un cambio brutal, pues sin darse cuenta se vio dentro de una de las primeras bandas del rock con raíces españolas más puro, y que ya entonces incluía a un gaitero en sus filas.

En aquel grupo tuvo que trabajar duro, aprender solfeo, practicar guitarra durante horas y horas, se inició en jazz y flamenco. Fue realmente una experiencia que le aportó mucho. Después de ocho meses de galas y festivales en compañía de Triana, Compañía Electrica Dharma, Asfalto e Iceberg, como máximos exponentes del rock sinfónico español, abandonó el grupo y quiso experimentar una nueva faceta musical. Formó el grupo Greta, en donde cabe destacar sus actuaciones diarias en el Music Hall Top Less (más tarde conocido como Rock Ola, cuna de la "movida madrileña").

Para los Greta, la música no era suficiente, necesitaban baile, mimo, vestuarios de music-hall, plumas, maquillajes, glamour y mucho rock. Fue una aventura apasionante y muy divertida. Tampoco se pueden olvidar los 15 días, tarde y noche, del Teatro Alfil de Madrid con el cantante Freddy, más conocido como Fama (actor principal de la película La muerte de Mikel).

Después de año y medio con Greta, llegó la CBS con la "nueva ola" y un contrato discográfico. Los cuatro Gretas en solitario, con Carlos como cantante y guitarra, grabaron el LP Gira gira, producido por Jorge Álvarez (productor de Mecano, Olé Olé, La Década Prodigiosa, entre otros). A partir de entonces su estilo "popero" de tocar la guitarra se hace popular y es requerido en bastantes grabaciones como músico de sesión en el estudio de Luis Cobos, algunas de ellas inolvidables, como el primer LP de Mecano (aquella guitarra de Hoy no me puedo levantar, Maquillaje, Me colé en una fiesta, Boda en Londres, etc.)

Intervino en los dos primeros LPs de Tino Casal (a destacar las guitarras eléctricas que introdujo en Champú de huevo, Billy Boy, Embrujada, etc.) y los primeros temas de Antonio Flores (Pongamos que hablo, No dudaría). Y fue precisamente en el LP póstumo a Nino Bravo (todas las guitarras eléctricas están tocadas por Carlos), donde conoció a Julián Ruiz (en octubre 1980), quien se brindó a producir el próximo trabajo que hiciese.

Su nueva evolución musical derivó hacia los sintetizadores, la música futurista y muy tecnificada, compró instrumentos de teclado, practicó y comenzó a grabar maquetas con esas fórmulas. Para potenciar al máximo las posibilidades de los teclados decidieron incluir a un segundo miembro. Se barajaron varios nombres, entre ellos el de Carlos Berlanga, quien ya se había comprometido en el proyecto Alaska, o el de Juanjo ‘Shock’ (autor de la letra de La Torre de Madrid y No controlo nada), hasta que Carlos se acordó de Joaquín, quien, a pesar de vivir en Cartagena, aceptó la idea y decidieron llevarla adelante, naciendo así Azul y Negro.

Los primeros contactos con la música de Joaquín Montoya (Cartagena, 1950) fueron a través de un piano de juguete, un regalo de los Reyes Magos. Así, sin pensárselo demasiado, empezó a los 9 años su carrera musical en el conservatorio. A los 15 años entró a formar parte del primer grupo musical de su historia, el grupo local Los Rockets, que hacían música de rock al principio, jazz después y, finalmente, jazz-bossa. Joaquín compaginaba la música clásica del Conservatorio con la del grupo. No podía distinguir entre cual de ellas le llenaba más por aquel entonces.

Andando el tiempo, terminó su carrera superior de piano, obtuvo ayudas con las que asistió a cursos internacionales en Santiago de Compostela, Bélgica, Austria, Suiza, y ya como músico más hecho, comenzó a dar algunos conciertos de piano. A los 21 años, era profesor en el Conservatorio de Música de Murcia; después estuvo como tal unos meses en Valencia, hasta que de vuelta a su tierra. empezó su investigación a través del mundo de los sintetizadores y dejó Los Rockets. Tocaba los teclados en solitario cuando surgió el contacto con Carlos, quien le ofreció entrar en el proyecto electrónico que estaba preparando.

Carlos tenía sus ideas, sus experiencias en el mundo de la grabación y grandes conocimientos de la música pop. Joaquín aportaba sus teclados y su andadura por el mundo de la música clásica. Así nació Azul y Negro, nombre que proviene de los colores de la camiseta del Inter de Milán. Julián Ruiz, que por aquel entonces trabajaba en el diario Marca como crítico de fútbol, llegó al estudio después de ver jugar al Inter en Italia, con la idea de esos dos colores como nombre del dúo (estaban grabando sin tener aún claro el nombre artístico). Dio mucho juego este nombre que representa también los colores de los cables de la corriente eléctrica, colores fríos que marcaron esa década de explosión del color, la moda y el diseño... hasta los taxis cambiaron de color.

Su primer trabajo se tituló genéricamente La Edad de los Colores, y fue grabado en los estudios Escorpio propiedad de Luis Cobos, un estudio emblemático de los primeros 80s. Allí se grabaron éxitos como los de la Orquesta Mondragón, Alaska, Mecano, Tino Casal, Olé Olé, etc.

Azul y Negro contaron en aquella ocasión con Tino Azores como ingeniero de sonido, mientras que la producción corrió a cargo de Julián Ruiz. El diseño de la portada fue realizado por Tino Casal, con el que Carlos colaboraría como guitarrista en sus LPs Neocasal y Etiqueta negra. Además, Joaquín y Carlos tocaron las guitarras y los teclados del disco de Rubi, si bien fue Carlos el encargado de todos los arreglos.

No controlo nada y La Torre de Madrid (Tour Eiffel para la versión internacional) eran los temas elegidos de La Edad de los Colores para formar parte del primer single del disco, y que se grabaron en inglés para su publicación en Holanda (Pol Ferguson-Thompson fue el encargado de las letras en inglés). Para su segundo single fueron escogidos La catedral de sal y La última estrella, el primero está dedicado a Bogotá por su famosa Catedral y fue interpretada en TVE en el legendario programa 300 millones.

La Edad de los Colores en su primera edición, publicada en noviembre de 1981, no contenía el tema estrella que lanzó a Azul y Negro, Me estoy volviendo loco, utilizado como sintonía oficial de la Vuelta Ciclista a España de 1982. Después del rotundo éxito, fue incluído en una reedición de este álbum y en versión maxisingle. Me estoy volviendo loco fue la primera sintonía española asociada al reportaje televisivo de la Vuelta Ciclista a España (en el año 1981 lo había sido Goodnight tonight de Paul McCartney). Fue compuesta expresamente para dicha Vuelta, dado que Polygram había tenido noticias del concurso que TVE había convocado y les propuso que preparasen algo adecuado. La compañía tuvo que pagar 1 millón de pesetas para presentar el tema a concurso. Alaska y Los Pegamoides también se presentaron, pero finalmente Azul y Negro fueron los ganadores.

El éxito y la repercusión de Me estoy volviendo loco fue rápida e inesperada para todos. En el mes de mayo de 1982, durante los días que duró la Vuelta, Me estoy volviendo loco sonó en todos los hogares a través de la pequeña pantalla. Tal fue el éxito y la demanda de discos que la compañía, que acababa de lanzar el LP sin ese tema, tuvo que retirar rápidamente del mercado toda la edición y lanzar una segunda versión de La Edad de los Colores incluyendo la versión maxi de la famosa sintonía; lo que llevó algunas semanas, y se perdieron miles de posibles ventas, ya que mientras se estaba promocionando en televisión, no había discos en las tiendas. El éxito de Me estoy volviendo loco hizo que la multinacional lo editara también, con el título Going crazy, en varios países de Europa y América, Japón y Australia.

A la hora de hacer la presentación en directo del disco, Carlos y Joaquín optaron por tocar solos en el escenario, sin el apoyo de ningún otro músico, algo muy novedoso. Tan sólo llevaban a dos bailarines para dar visualización a los temas instrumentales, y curiosamente el bajo era tocado con el pie. Además, en todas las entrevistas dejaban bien claro, que no utilizaban ningún tipo de cinta ni grabación alguna a modo de play back. Además de los temas del LP incluyeron para el directo una fantástica versión tecno del tema Eleanor Rigby de los Beatles, que desgraciadamente nunca fue grabada. El lugar elegido para su concierto de presentación fue la discoteca valenciana Distrito 10, con un éxito arrollador, hasta el punto que su directo sigue siendo recordado como uno de los mejores que se haya efectuado nunca por un artista español. Su sonido nítido y cristalino como sus discos, los performances, las luces, los trucos de artificio, su sentido del humor... La repercusión de aquella actuación fue inmediata y pronto llovieron los contratos sobre la mesa del manager personal Eliseo Peris ‘Elite’ (antiguo cantante valenciano de la escuela de Nino Bravo, que llegó a ser ganador del Festival de Benidorm).

En 1982 se grabó el que muchos llaman su obra maestra, su segundo álbum La noche. Un disco que marca claramente una evolución conceptual en la música de Azul y Negro, o mejor dicho, un camino más directo hacia el tecno, diferente al disco anterior que tenía un aire más pop.

La noche se grabó entre los meses de septiembre y octubre en los estudios Audiofilm de Madrid con Luis Fernández Soria como técnico de sonido, y publicado a comienzos de 1983. Durante los meses de verano anteriores, Carlos y Joaquín habían aprovechado para reunirse en un apartamento de La Manga del Mar Menor y componer juntos, lo cual era una situación anómala en su manera de trabajar, que habitualmente consistía en intercambiar cintas por correo, dado que Carlos Vaso reside en Madrid mientras que Joaquín Montoya lo hace en Cartagena, para reunirse finalmente en el estudio y plasmar las ideas en conjunto.

Tras ensayar juntos durante varias semanas, grabaron las maquetas de temas tan conocidos como Technovision, Isadora, Con los dedos de una mano y The night. Cargados de ilusión y con los temas en sus manos, visitaron al productor que se encontraba de vacaciones en Denia. Julián Ruiz, nada más escuchar The night en el equipo de su viejo Ford Taunus, quedó prendado (lo llegó a oír cinco veces consecutivas), llegando a asegurar que era un auténtico número 1. El tiempo no hizo más que darle la razón.

Ya en los créditos de este álbum, destacar que fue "cortado" en Londres por Ian Cooper (que también hizo lo mismo para Genesis, por ejemplo). En cuanto a colaboraciones, destacan Jim Kashishian con el equipamiento para las mezclas, Manolo Aguilar, que fue el encargado de introducir toques funky con el bajo, y Javier de Juan con la batería electrónica. Tanto Aguilar como De Juan, se embarcarían, en un futuro no muy lejano, de gira con Azul y Negro antes de acometer su propio proyecto llamado La Década Prodigiosa. Los coros corrieron a cargo del inglés Ollie Halshall y la sueca Zanna (ambos pertenecían al proyecto Cinemaspop), a fin de minimizar el acento español en la pronunciación, además de aportar a la voz solista esa agradable sensación de coro. En cuanto al concepto gráfico, la portada del disco La noche fue diseñada por Oscar Mariné.

Al igual que su anterior trabajo, algunos cortes del disco fueron escogidos como sintonías de programas de televisión y radio. Tal es el caso del tema Fu-Man-Chú, que fue elegido para el programa de acción de Isabel Tenaille y Miguel de la Cuadra Salcedo, En busca del tesoro; Fantasía de piratas, que se utilizó como sintonía para la cabecera de Deportes de TVE; The night fue sintonía de los Informativos de TV en Argentina; y No tengo tiempo (con los dedos de una mano), fue elegida como sintonía oficial de la Vuelta Ciclista a España 1983.

Este tema se convertiría en otro éxito del dúo en España y en otro de los himnos ciclistas más conocidos, pero fue sin duda The night el que consiguió abrir definitivamente las puertas del mundo para Azul y Negro. The night fue una de las canciones más bailadas de aquel año en las discotecas y clubes más elitistas de Londres y en el Studio 54 de Nueva York. Además, el maxi llegó a superventas sin necesidad de apoyo televisivo, pero lo mejor de todo fue su entrada, casi sin querer, en las listas de ventas británicas (25 mil copias vendidas), entrando como disco de importación procedente de Italia, debido a que sus discos salían de Barcelona, licenciados por el sello independiente Blanco y Negro, con dirección a Andorra, allí los adquiría un mayorista italiano que los exportaba a Reino Unido, donde se pensaba que eran italianos. De hecho, ha sido el tema español que más derechos de autor, procedentes de radio y televisión del extranjero, recaudó la SGAE durante 1987, desbancando al que tradicionalmente lo hace: el Concierto de Aranjuez.

Como buenos compositores, creadores y músicos de estudio que eran, Carlos y Joaquín no se quedaron únicamente con el proyecto de Azul y Negro, sino que además se embarcaron en proyectos de diversa índole. Cinemaspop fue uno de ellos, que trataba de grabar versiones tecno pop de los clásicos del cine; se hizo entre los meses de noviembre del 82 y marzo del 83, publicado por WEA y producido por Julián Ruiz, incluía versiones de Casablanca, James Bond, El tercer hombre, Éxodo, Los 7 magníficos y Zorba el griego, que fue el primer single que se extrajo del disco. Cinemaspop se grabó en los estudios Audiofilm, con la novísima técnica de la grabación digital.

Carlos, tras haber colaborado en algunas otras producciones de Julián Ruiz, aunque incomprensiblemente no figura en los créditos como auxiliar de producción y arreglista, tales como Rubi, Kevin Ayers o Guinea, se estrenó como productor con un trío valenciano llamado Platino, con el número 1 Se puede decir, que dio título al Mini LP publicado en 1983; todo un éxito. El LP se tituló Esas chicas, fue grabado para EMI en los estudios Audiofilm y Track de Madrid por Luis Miguel González y Juan Ignacio Cuadrado, respectivamente, y publicado en 1984. Antes, en 1982, Carlos había producido dos maxis para Polygram de Nacho Dogan: la conocida versión española de Da da da, y Aloa-hee. Toda una carrera de éxitos que siempre eran compaginados con los de Azul y Negro. Más tarde, en 1987, participó en la grabación del LP de Juan Bau, Lluvia de estrellas, para el sello Leiber, donde arregló los temas Fuego en mí y Muévete, además de interpretar con las guitarrras.

A mediados de 1983 se publicó a nivel mundial Digital, una recopilación y remezcla de sus dos anteriores trabajos realizada mediante la técnica de masterización digital, innovadora por aquel entonces. El diseño gráfico corrió a cargo de J.I. Barea, así como de Esther y Carlos Greus. Esta recopilación contenía todos los éxitos cosechados hasta la fecha. Excelente trabajo en el que confluyeron la sorprendente acogida de sus dos primeros LPs, el multitudinario éxito en sus conciertos y galas veraniegas, así como la magnífica acogida de sus discos cosechada en numerosos países europeos. Un buen ejemplo de ello fue Alemania, donde un grupo tan mítico como Kraftwerk llegó a editar un maxisingle con la sintonía oficial para el Tour de France de 1983. La anécdota es muy curiosa, pues la multinacional del grupo les mandó un vídeo sobre La Vuelta Ciclista a España con la sintonía de fondo y el grupo de Düsseldorf quedó encantado con Me estoy volviendo loco.

Anécdotas aparte, el disco permaneció durante 22 semanas en la lista de superventas y Digital fue premiado como LP más importante del año. Llegó a Disco de oro, cosa nada fácil de conseguir en una época en la que la industria discográfica estaba en grave crisis.

El primer single del disco fue la nueva mezcla que se hizo del tema No tengo tiempo (con los dedos de una mano), que arrasó literalmente en las listas de superventas. Permaneció en ellas a lo largo de 21 semanas y durante cuatro consecutivas fue número 1 en singles. En octubre de 1984 le fue entregado a los componentes de Azul y Negro el Disco de oro perteneciente a su obra Digital, el único en su extensa discografía, aunque hay que decir que Azul y Negro llegó a vender cifras cercanas al medio millón de copias de toda su discografía.

Si 1983 fue un año crucial en la carrera de Azul y Negro, 1984 no lo fue menos. En el invierno de 1983 ya tenían perfilado y grabado el cuarto disco de su breve pero intensa trayectoria: Suspense, que se grabó, justamente después de finalizar el proyecto Cinemaspop, entre los meses de mayo y octubre de 1983 en los estudios Audiofilm de Madrid.

Suspense iba a representar un cambio considerable dentro de la línea habitual del dúo, lo que es otra de sus características, ya que nunca quisieron encasillarse en una línea musical concreta, siempre buscando la innovación del pop, sonar diferente, huir de las repeticiones. Quizá esto hubiera sido lo fácil y deseable para la compañía, pero los habría quemado rápidamente y no hubieran aguantado esos ocho largos años en el candelero. Polygram optó por retrasar la publicación del nuevo trabajo hasta la primavera de 1984, debido al enorme éxito que cosecharon, tanto con Digital como con su anterior disco La noche, por lo que había que digerir dos discos consecutivos en un corto espacio de tiempo. De hecho la aparición de Digital frenó las cifras de ventas de La noche, así que decidieron tomarse un pequeño respiro. Como dato curioso, Suspense fue el primer álbum de un grupo español editado en formato CD. Se editaron 200 copias cuando en España casi nadie contaba con un reproductor de CD, ni siquiera el propio Carlos Vaso.

Suspense fue un trabajo más humano, se disimulaban sutilmente los secuenciadores, y de paso rompían así con esa acusación de hacer "música de laboratorio", música fría; algo que ellos negaban en sus entrevistas de manera rotunda y contundente. La realidad era que mimaban mucho sus grabaciones, hasta el punto de cuidar el más mínimo detalle en cada uno de sus temas para que no perdieran nunca ese toque humano.

El primer single que se extrajo de Suspense fue El hombre lobo, quizá el que más recordaba a su etapa anterior, y por eso lo utilizó la discográfica como tema de transición, para no romper de golpe con todos los esquemas musicales que el dúo había mantenido. La producción corrió a cargo de Julián Ruiz. El procesado digital en Tape One (Londres) lo llevó Geoffrey Resche, siendo Luis Fernández Soria el ingeniero de sonido.

Las letras de las canciones las hizo en inglés Marianne Forrest, escocesa y cuñada de Carlos Vaso. El diseño gráfico se le encargó a Castán/Barea, y las magníficas ilustraciones del hombre lobo fueron realizadas por Orestis. La instrumentación del disco era de lo más variada: las guitarras acústicas, eléctricas o sintetizadas volvían a tomar protagonismo, el uso de voz natural y sintetizadores de nueva generación contribuyeron a darle un sonido nuevo al disco, siempre con el objetivo de ser totalmente exportable fuera de nuestras fronteras.

Al igual que sucediera con temas de discos anteriores, Suspense también fue una cantera de sintonías para radio y televisión. El single Hitchcock makes me happy fue sintonía del famoso programa-concurso Los sabios presentado por Miguel Ángel Jenner e Isabel Gemio. También lo fue otra de las joyas del disco: el tema jazzy Agua de Luna, utilizado para ese mismo programa. Y el remix de su single Funky punky girl, que fue elegido como sintonía oficial en la Volta Ciclista a Catalunya 1984, mientras que la versión normal se utilizó para el anuncio de una famosa marca de televisores (Philips K30). Como pequeña curiosidad, otro de los temas de Suspense, Jíbaro, estaba dedicado a la aventura Largo Amazonas, que José García-Vaso, hermano de Carlos, llevó a cabo en 1983 descendiendo dicho río en balsa y sin motor desde el Machu Picchu al Atlántico durante 7.000 kilómetros.

Suspense no terminó de conectar con la gente todo lo que se esperaba, por lo que Azul y Negro decidieron apostar muy fuerte, tirar la casa por la ventana y jugárselo todo con su siguiente trabajo, Mercado Común, un disco que se grabó en Londres y que vivió una historia muy curiosa. Alrededor de cuarenta canciones se escribieron para la selección del álbum. En la composición y armonía volvieron a una especie de mezcla entre La Edad de los Colores y La noche. Hay que destacar que en Mercado Común hay temas muy pop, de guitarra fuerte, y otros más marcadamente electrónicos, en la onda de Isadora o Me estoy volviendo loco. Cuando quedaron las diez elegidas había que darles un nombre y bautizarlas. Sólo una, Miedo al teléfono, era intocable del disco, ya que la amenaza del infernal medio de comunicación era lo suficientemente irritable y terrible para su condición de intocable.

Un frío día de diciembre, en el Café Comercial de Madrid, Julián Ruiz le sugirió a Eduardo Haro Ibars la idea de que un poeta urbano como él escribiera una letra cínica, hipócrita y seductora sobre el manido y oportunista tema del Mercado Común. Diez días después, Haro Ibars entregaba una letra en clave de humor y cinismo sobre el Mercado Común. Brillante, bella y poética, encajaba con la clave exacta del reggae estilo Mar Menor. Paralelamente, productor y artistas habían estudiado una lista de ingenieros con créditos maravillosos. En la lista estaban John Hudson (Ultravox, Freur), Nigel Walker (Japan), Steve Tayler (The Fixx, Rupert Hine), Dave Jacob (McCartney, Bernard Edwards). Pol Ferguson, el amigo de Azul y Negro en Londres, tuvo esa lista a primeros de diciembre. Contestaba quince días después con el nombre de Jacob, en el céntrico estudio Advision, vieja casa de los éxitos de Roy Thomas Baker, Pink Floyd, Emerson Lake & Palmer, Yes o Paul McCartney, entre otros.

Un trabajo de reproducción que llevaría a productor y artistas a Barcelona, al nuevo estudio de José María Mainat (La Trinca, Crónicas Marcianas), el maestro en zen del CMI-Fairlight. Exactamente allí se eligieron unos ciento veinte sonidos diferentes que se irían a utilizar en el estudio de Londres. Entre ellos, los coros del ejército ruso para Semilla glacial, las flautas africanas para Mercado Común, los metales de Mar Menor, los ambientes orquestales de Wagner... Incluso se le había pedido a un especialista de efectos sonoros para el cine algunas cintas especiales. Por ejemplo, la máquina de escribir que se oye en Números rojos, los portazos de La secta o la industria sonora de La escapada.

Todos ellos quedaron capturados en la computadora del Fairlight. Y algunos otros más, como el Alló, que les cedió gentilmente Rosa María Sardá, o los infinitos efectos sonoros que tomaron de los veinte discos sin estrenar de José Antonio Abellán. Entre ellos el sónar de submarino para Mar Menor o los cañonazos de la I Guerra Mundial para Juego criminal.

Carlos y Joaquín, Azul y Negro, no quisieron que nadie más tocara en el álbum. Cuando el trabajo estaba terminado, el ingeniero Dave Jacob confesó su admiración por la calidad de los músicos. Sólo dos, y bastaba. A los ocho días de grabación, Chris Morton, autor de las portadas de Dire Straits, Theatre of Hate o Tom Verlaine, se había puesto en contacto con Julián Ruiz. Una vez más el productor explicó que la portada tenía que ser cínica hipócrita y seductora.

Durante los últimos días de las mezclas finales, Chris Morton se presentó con la portada de Mercado Común y con su flamante premio a la mejor portada del año por Alchemy de Dire Straits. Estaba doblemente contento y excitado. La satisfacción, por el premio y el entusiasmo que se reflejaba en los rostros de artistas, director artístico de la compañía y productor. El mapa de Europa había cambiado de colores, incluso de banderas. La ceremonia de la confusión del Mercado Común sólo acababa de comenzar y aún persistía cuando el disco vio la luz.

Pero Azul y Negro sí había hecho un Mercado Común brillante. De este trabajo se extrajeron varios singles: Números rojos fue el primer single, le siguió Miedo al teléfono, y por último Semilla glacial.

Babel fue una vuelta al concepto tecno de Azul y Negro desarrollado en La noche, es decir, canciones que se hacían pegadizas con facilidad, poca letra y muchos sintetizadores, eso si. Además se vuelve a hacer un uso inteligente de toda la tecnología de vanguardia. La grabación y las mezclas también fueron digitales, como siempre la sónica fue una de sus principales preocupaciones.

No era extraño que para este álbum buscaran algo diferente. Como Mercado Común lo habían grabado en Inglaterra y bajar el listón era complicado, se enteraron que Jesús Gómez había montado un estudio formidable en Madrid, con una tecnología soberbia: Dowbletronics. Era el quinto estudio digital europeo, Azul y Negro lo estuvieron viendo y no lo dudaron, trabajarían allí. No era de grandes dimensiones pero tampoco las necesitaban, en cambio contarían con la inestimable ayuda y equipamiento que Jesús les ofrecía, y esta vez sin los problemas que el no dominio del inglés conlleva.

El ingeniero de sonido fue Jesús N. Gómez, y el concepto gráfico le fue encargado a Ángel Ortiz. En cuanto a la producción, Julián Ruiz cogería las riendas por última vez, ya que no volvería a producir a Azul y Negro.

Como primer sencillo, extrajeron Vuelva usted mañana. Como curiosidad, los silbidos de este single, hechos por Carlos, fueron sampleados y utilizados en las actuaciones en directo con el primer sampler que como tal salió al mercado: el Akai 612. Koto fue su siguiente single. Otro tema, El descubrimiento, fue utilizado por una cadena estatal de radio como sintonía para uno de sus programas deportivos.

El nombre genérico Babel está dedicado al confusionismo de estilos que por aquellas fechas se estaba viviendo en el panorama musical, por similitud a la confusión de las lenguas producida en la construcción de aquella bíblica torre, que, además, servía perfectamente como concepto genérico para recoger algunos nombres de los temas incluídos en el álbum que hacían alusión a ciertas civilizaciones antiguas como Babilonia, Pompeya, Cartago, Alhambra... y que le imprimen ese aire épico que el disco despierta.

Y precisamente con esa mentalidad empezaron a hacer los temas, lo cual les llevó tiempo, además de jugarse mucho con el disco, pues en aquellos momentos se estaba tratando la consagración de Azul y Negro en Europa. Se trató por todos los medios de hacer un disco de lujo, volviendo a la línea de melodías mantenidas en su segundo disco, o lo que es lo mismo, capturar la esencia de aquél y aplicarle la nueva tecnología.

En 1987 se produjo la marcha de Azul y Negro de su discográfica de siempre (Polygram). Por lo visto, las cifras de venta de los dos últimos álbumes no habían alcanzado el objetivo estimado y la compañía pensó agotar el último cartucho apostando hacia algo más comercial, proponiéndoles grabar versiones de música clásica en versión tecno. Tanto Carlos como Joaquín no querían realizar un disco de versiones, decidieron rechazar la oferta, y ello trajo como consecuencia inmediata la carta de libertad de Polygram sin necesidad de grabar el último disco que aún tenían bajo contrato.

Con esta carta de libertad bajo el brazo y desvinculados de su discográfica de siempre, Carlos y Joaquín aún tenían cuerda para seguir tocando y componiendo juntos, los conciertos todavía se mantenían a buen nivel por lo que decidieron, con ayuda de su manager Eliseo Peris (‘Eli’), probar suerte con la discográfica Blanco & Negro con los que grabaron un par de maxisingles, ya sin la producción de Julián Ruiz.

El primer maxi fue publicado en 1988 y titulado genéricamente Es el colmo! Producido por Azul y Negro para Elite Productions, se grabó en Circus, el nuevo estudio de Luis Cobos, por J.M. Sánchez. El diseño del maxi corrió a cargo de Lluis Díaz y en cuanto a colaboraciones cabe destacar las de Jacky Jamison y Judy Clericuzio para los coros.

El segundo se llamó No smoking y se publicó en 1989, también para Blanco & Negro. Al igual que en el maxi anterior, Carlos y Joaquín se encargaron de la producción, pero hay que destacar que en este maxisingle se contó con la colaboración para un remix que finalmente fue la cara A, de Raúl Orellana, uno de los discjockeys más importantes del momento. Otra vez Azul y Negro se volvían a anticipar al futuro. J.M. Sánchez se mantuvo como ingeniero de sonido, pero en esta ocasión el diseño corrió a cargo de Jordi García.

Las actuaciones fueron viniendo a menos cada vez, por lo que después de una actuación en Galicia durante el invierno de 1988, decidieron tomarse un largo descanso para poner en claro sus ideas y recapitular sobre nuevos proyectos. Como consecuencia, tanto Carlos como Joaquín estuvieron distanciados casi cinco años; además sus preferencias musicales eran cada vez más opuestas, sin que existiera voluntad de acercamiento por ninguna parte.

Durante ese periodo de cinco años (1989-93), Joaquín participó y colaboró en un disco que publicó Julián Ruiz como artista con el seudónimo de Norte Lambert, en 1989. En ese disco también hubo otra colaboración, la de Tino Casal. Más adelante, Joaquín formó una orquesta llamada Piccolíssima Orchestra, que hacía versiones de temas italianos de los años 50, grabaron e hicieron algunas actuaciones en televisión.

Tras ese largo paréntesis, y gracias a la mediación del manager de siempre, Eli, Azul y Negro volvieron a reunirse para grabar. En 1993 publicaron el CD De vuelta al futuro para Sonorecord, el sello producto de la sociedad entre Eliseo Peris y Joaquín Montoya. Fue grabado en los Estudios Tabalet de Valencia, durante los meses de marzo y abril de ese año, con Fernando Brunet como técnico de sonido, mientras que la producción corrió a cargo del dúo. Del diseño y fotografía del disco se encargó Opción B.

El disco, recogía cuatro temas originales bastante buenos al viejo estilo tecno y dos poupurris de los antiguos éxitos sin demasiada magia. A pesar de ser nuevamente sintonía oficial de la Vuelta Ciclista a España 1993 con el tema Two-Pa-Ká, el disco no llegó a tener mucha repercusión, de hecho no llegaron a hacer actuaciones, excepto la que hicieron en la plaza de María Pita en La Coruña. La actuación fue retransmitida por TVE en el final de la etapa de la Vuelta Ciclista, pero como casi siempre en televisión se utilizó el play back. El segundo single, Torero!!, sonó con profusión en la Cadena Dial, sin embargo no fue suficiente para que el disco despegara.

Carlos Vaso jamás llegó a percibir cantidad alguna en concepto de royalty por las ventas de este CD, editado precisamente por sus compañeros Eli y Joaquín, lo que le produjo una gran decepción y un progresivo aislamiento. De hecho, las relaciones entre Carlos García-Vaso y Joaquín Montoya se fueron enfriando progresivamente, hasta casi desaparecer. Durante la grabación ya se habían puesto de manifiesto sus enormes diferencias en cuanto a la concepción de la música se refiere. Por lo que terminada la Vuelta a España 93 nunca más han vuelto a reunirse para tocar juntos.

En la actualidad se sabe que Joaquín ha vuelto a sus comienzos: tocar en los pubs como músico ambiental. Ha creado otra orquesta para amenizar verbenas en Cartagena y salvo alguna producción local y alguna composición para otros artistas de la antigua editorial no se tiene noticia de que haya vuelto a hacer nada realmente creativo.

En cuanto a la otra mitad de Azul y Negro, Carlos Vaso pasó una mala racha anímica después de la separación de Azul y Negro. Se recuperó gracias a su familia y a un hobby que practicaba desde pequeño, pintar al óleo. En cuanto a la música, siempre se mantuvo fiel al estilo musical que conoce y le gusta, el electro-pop. Durante varios años anduvo enseñando proyectos sin demasiada suerte. Compuso mucho material (más de 100 temas), y de ahí partieron muchas de las ideas que ha recogido en sus últimos siguientes trabajos en solitario, Innovate y Simbiosis. En 1995 grabó un maxi-vinilo para Chrysalis, mediante un proyecto muy radical, con otro dúo, Oculto, junto a Luis Astorga. Se grabó en los estudios Eurosonic e iba de tecno industrial y siniestro con el tema Brain´s too taboo.

Ya situados en 1996, la multinacional Polygram lanzó el doble CD recopilatorio De vuelta al futuro II, con remezclas de algunos éxitos realizados por los mejores Djs del momento (CD1) y los temas originales remasterizados (CD2). Este proyecto lo realizó Polygram sin la participación del dúo. Aunque la multinacional contaba con el consentimiento de Eliseo Peris, la discográfica desconocía en absoluto que el vínculo contractual de Azul y Negro con su antiguo manager estaba roto. Lo cierto es que Polygram creía que los artistas estaban al tanto de todo y que contaban con su aprobación, aunque la realidad era otra bien distinta. Carlos se enteró cuando el disco estaba ya en la calle, su enfado fue monumental, tanto que llegó a plantear la denuncia por vía legal para la retirada del disco del mercado discográfico. Todo ello trajo como consecuencia que Polygram diera marcha atrás en la campaña de promoción prevista y que, una vez aclaradas las cuestiones contractuales con Carlos, el disco saliese a la venta con muy poco apoyo promocional. Al parecer, lo que la agencia de contratación pretendía era hacer actuaciones con los DJs y los temas de Azul y Negro. Gracias al oportuno registro del nombre por parte de Carlos, esto nunca llegó a producirse.

En 1997 Carlos grabó un maxi para el sello Parking Records empleando el nombre artístico de Basso. Este trabajo recibió el título de Funky locomotion. A partir de 1998 decidió comenzar a trabajar sin depender de nadie para buscar así la mayor libertad creativa posible, creando así un estudio de grabación (Tecnovision), un sello independiente (Vaso Music), una editorial musical (GVEM) y una empresa de diseño gráfico (Photo Media Design). Entre los trabajos que produjo figuró el disco El arpa andina del arpista peruano Huamán. Posteriormente decidió grabar sus propios trabajos como artista: Innovate (1998), Simbiosis (editado en 1999 y a caballo entre la música tecno y el World Dance Music) y The musical mystery box (que salió al mercado en 2001 y fue un álbum más electrónico y bailable que los dos anteriores).

En 2002 el grupo volvió tras una inesperada propuesta de la "agencia Elite", que pretendía reunir a varios grupos de los 80 para hacer una gira y publicar un CD contando con la participación de Servando Caballar de Aviador Dro y de Carlos de Azul y Negro, entre otros. Como Joaquín no vio oportuno su regreso al grupo, el nuevo miembro de la banda sería José Antonio Álvarez, gran amigo suyo y director de las revistas Future music y Computer music, que además era fan de Azul y Negro desde su infancia. El proyecto de varias bandas conjuntas de los 80 no se llevó a cabo, en parte porque la parte comercial del pastel discográfico en 2002 se inclinó radicalmente hacia Operación Triunfo, por lo que el citado proyecto "Esta noche Tecno 80" finalmente no prosperó.

Pero lo cierto es que el nuevo Azul y Negro había comenzado a funcionar y a regrabar temas, como Me estoy volviendo loco, The night, No tengo tiempo, No controlo nada y La Torre de Madrid. El sello de Carlos, Vaso Music, publicó en mayo de 2002 el disco recopilatorio Recuerda, que contiene una recopilación de viejos éxitos, y con el material con el que Carlos ya estaba trabajando durante 2001 que no sabía qué salida les daría, publicó ese mismo año Mare Nostrum, editado mediante la infraestructura necesaria para producir un disco creada por Vaso Music, con la colaboración de CODA. La distribución a pequeña escala tuvo una buena acogida entre los antiguos fans.

En los años siguientes el grupo continúa en activo y editando nuevos discos. En 2003 publica ISS (Incursión Sonora Surround), primer disco 5.1 editado en España, y primer artista español que edita un 5.1 en el mundo. Este mismo sistema no fue explorado hasta dos años después por otros artistas como Jean Michel Jarre. Con motivo de la publicación de este trabajo se editó en marzo de 2007 el primer sello de correos de curso legal fabricado por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con la portada de un álbum de un artista español.

Animados por este trabajo, tomaron la decisión de realizar una gira de espectáculos audiovisuales entre 2003 y 2004 denominada Digital Night, actuando en ciudades como Madrid, Burgos o Zamora. Entre 2004 y 2005 grabaron los nuevos temas de su álbum Vox (2005). En marzo de 2007 lanzaron Makes me happy, un disco de 12 temas pertenecientes a sus éxitos entre 1981 y 1986, revisitados y vueltos a grabar, acompañados por un bonus track titulado Destino astral.

En 2006 y 2007 realizaron la gira 25 aniversario.

En 2008 publican Dejà vu, con un digipack que incluye CD, DVD Surround 5.1 y un videojuego exclusivo creado especialmente para esta edición. Con este álbum Carlos Vaso se consagra como "artista global" al desarrollar no sólo el audio 5.1 surround nativo, sino también todas las imágenes del DVD que rememoran (deja vus) la larga historia de este artista desde los años 60 hasta la actualidad, remozadas con imágenes de psicodelia, medioambientales y futuristas.

En 2010 editan su álbum Visión, un nuevo trabajo de estilo tecnopop y con arreglos muy depurados, del que se extrajeron los singles Imágenes y El maniquí.

Al margen de su labor como artista, Carlos ha seguido produciendo para otros intérpretes de diferentes estilos: cantautores, pop, heavy, tecno, étnico, latino o música clásica. También ha escrito artículos mensuales sobre música industrial en la revista Que lo sepas.

En 2011 Carlos García-Vaso anunció que su nuevo compañero en Azul y Negro para las actuaciones en directo sería el teclista de estudio y director de orquesta Javier Losada.

En noviembre de 2012 aparece en el mercado su último trabajo Crystalline world, un álbum que, sin dejar su forma tecnopop, se adentra un poco en el rock sinfónico, y del que se extrajo el single My bicycle.

Fuentes: http://historiasderock.es.tl, http://www.azulynegro.com, http://www.lastfm.es, http://www.caratuleo.com, http://quefuede.lacoctelera.net, http://es.wikipedia.org, http://www.rincondesconexion.blogspot.com

Canciones recomendadas:

Me estoy volviendo loco, No queda paz, Secuencias, Televisión, No controlo nada, La Torre de Madrid, Catedral de sal, El misterio de la pirámide, Mar de la Tranquilidad (La Edad de los Colores)

Technovision, Isadora, No tengo tiempo (con los dedos de una mano), Secuencias, Fantasía de piratas, The night, Fu-Man-Chú (La noche)

We love you, MarylinZorba el griego, James Bond 007, Los cañones de Navarone, Los 7 magníficos, Éxodo (Cinemaspop -Cinemaspop-)

Suspense, Funky punky girl, Jíbaro, Infarto, Hitchcock makes me happy, El hombre lobo (Suspense)

Semilla glacial, Mercado Común, La escapada, Números rojos, Miedo al teléfono, La secta (Mercado Común)

Vuelva usted mañana, El descubrimiento, Pompeya, Ala delta, Koto, Orient Exprés (Babel)

Es el colmo (Vocal) (Es el colmo EP)

No smoking (Remix version by Raul Orellana) (No smoking EP)

Two-Pa-Ká, Torero!!, Mix Azul (The night, No controlo nada, La Torre de Madrid, Con los dedos de una mano), Malvarrosa, Mix Negro (Me estoy volviendo loco, Fantasía de piratas, Fu-Man-Chu, Isadora) (De vuelta al futuro)

No tengo tiempo (Ultradance mix), Technovision (Progressive mix), Fantasía de piratas (Dream mix), The night (Yahoo mix), Isadora (Last Rebirth remix), Catedral de sal (Ultrarhythm remix), Hitchcock makes me happy (Dream Team mix), No controlo nada (No Control mix) (De vuelta al futuro II)

Brain's too taboo, Ready for Oculto (Oculto)

Don't blame the beat (Funky locomotion -Basso-)

Romantic warrior, Tema para una madre, Juego limpio, Alas de metal, Fantastic girl (Innovate) -Carlos García Vaso-)

Los siete dioses, Entre nubes, Galicia enxebre, Ultramar, Siglo XX, Transciber (Simbiosis -Carlos García Vaso-)

The musical mystery box, Butterfly dreams, Copaccabana dance, Orion shine, I'd die for you, Icarus (The musical mystery box -Carlos García Vaso-)

Me estoy volviendo loco, The night, La Torre de Madrid, Isadora (Recuerda)

Plenilunio, Jerusalem, Come with me, Transmisión, Nostalgia, Guerra por televisión (Mare Nostrum)

Silencio de metal, Danza con la Luna, Respirando libertad, Viene el Sol, Energía vital, Tarde o temprano, Talk to me, Lejanía (ISS)

Flying South, Radiante, Be quiet, Walking on my blue side, You are the reason, Mohammed Alí (VOX)

Vuelva usted mañana, Mar de la Tranquilidad, Fantasía de piratas, Hitchcock makes me happy, Destino astral (Makes me happy)

Flash-bach, Heaven, Evolution, The present in motion (Dejà vu)

El futuro llegó, Todo el fuego del sol, Imágenes, El maniquí, Madame Curie, Black vision, Blue vision (Vision)

Eleanor Rigby (extended version) (Retrospective)

Today now, My bicycle, Spanish revolution, Prophecies, Laments (Crystalline world)

Vídeos:

Me estoy volviendo loco, No controlo nada, La Torre de Madrid, Catedral de sal y Mar de la Tranquilidad, de su primer álbum La Edad de los Colores:

Me estoy volviendo loco - Azul y Negro


No controlo nada - Azul y Negro


La Torre de Madrid - Azul y Negro


Catedral de sal - Azul y Negro


Mar de la Tranquilidad - Azul y Negro


No tengo tiempo (con los dedos de una mano), The night, Technovision, Isadora, Fantasía de piratas y Fu-Man-Chu, del álbum La noche:

No tengo tiempo (con los dedos de una mano) - Azul y Negro


The night - Azul y Negro


Technovision - Azul y Negro


Isadora - Azul y Negro


Fantasía de piratas - Azul y Negro


Fu-Man-Chu - Azul y Negro


Zorba el griego, We love you, Marylin y James Bond 007, del álbum Cinemaspop del proyecto Cinemaspop, en el que colaboró Azul y Negro, junto con Manuel Aguilar, Javier de Juan, Ollie Halsall, Eddy Guerin, Hanna y Guinea:

Zorba el griego - Cinemaspop


We love you, Marylin - Cinemaspop


James Bond 007 - Cinemaspop


Hitchcock makes me happy, El hombre lobo y Funky punky girl, en la versión de Makes me happy (2007), del álbum Suspense:

Hitchcock makes me happy - Azul y Negro


El hombre lobo - Azul y Negro


Funky punky girl - Azul y Negro


Miedo al teléfono, Semilla glacial, Mercado Común y Números rojos, del álbum Mercado Común:

Miedo al teléfono - Azul y Negro


Semilla glacial - Azul y Negro


Mercado Común - Azul y Negro


Números rojos - Azul y Negro


Vuelva usted mañana, El descubrimiento y Pompeya, en la versión de Retrospective (2011), del álbum Babel:

Vuelva usted mañana - Azul y Negro


El descubrimiento - Azul y Negro


Pompeya - Azul y Negro


Es el colmo, del EP Es el colmo:

Es el colmo - Azul y Negro


No smoking, del EP No smoking:

No smoking - Azul y Negro


Two-Pa-Ka y Torero!!, del álbum Vuelta al futuro:

Two-Pa-Ka - Azul y Negro


Torero!! - Azul y Negro


Hitchcock makes me happy (Dream Team mix) y No tengo tiempo (Ultradance mix), del álbum Vuelta al futuro II:

Hitchcock makes me happy (Dream Team mix) - Azul y Negro


No tengo tiempo (Ultradance mix) - Azul y Negro


Del dúo formado por Carlos Vaso con Luis Astorga, Oculto, Brain's too taboo:

Brain's too taboo - Oculto


Del proyecto de Carlos Vaso, Basso, Don't blame the beat:

Don't blame the beat - Basso


De Carlos García Vaso en solitario, Fantastic girl del álbum Innovate, y The musical mystery box y Copaccabana dance del álbum The musical mystery box:

Fantastic girl (directo) - Azul y Negro


The musical mystery box (directo) - Azul y Negro


Copaccabana dance - Carlos García Vaso


Come with me, del álbum Mare Nostrum:

Come with me - Azul y Negro


Silencio de metal, Danza con la Luna y Energía vital, del álbum ISS:

Silencio de metal - Azul y Negro


Danza con la Luna (directo) - Azul y Negro


Energía vital (directo) - Azul y Negro


Radiante y Be quiet, del álbum Vox:

Radiante - Azul y Negro


Be quiet - Azul y Negro


Flash-back y Heaven, del álbum Dejà vu:

Flash-back - Azul y Negro


Heaven (live) - Azul y Negro


El maniquí, Imágenes y Blue vision, del álbum Vision:

El maniquí - Azul y Negro


Imágenes - Azul y Negro


Blue vision - Azul y Negro


Eleanor Rigby, del álbum Retrospective:

Eleanor Rigby - Azul y Negro


My bicycle, del álbum Crystalline world:

My bicycle - Azul y Negro

2 comentarios:

Chorbyradio dijo...

No entró mi comentario de hace un par de días.
Azul y Negro puede que ahora ya suenen un tanto fuera de fecha, pero creo que fueron un referente del Tecno Pop español más comercial, bailable y efectivo, pero nunca callendo en lo vulgar e irrisorio.
Aún hoy hay un puñado de temas que quedan como clásicos del género y que se pueden seguir escuchando sin que te caiga la cara de verguenza.
La segunda etapa del grupo, sin Montoya, es más que digna, pero aquí si que he notado de todo lo que he escuchado que, no es que suene mal, y hay buenos temas y profesioanlidad, pero.......
Lo comparararía con lo mismo que me pasa con Martin Fry y sus últimos trabajos como ABC.
Si se hubiesen hecho en los 80, serían pasto de radiofórmulas y de las listas.
Saludos sintéticos.

JL dijo...

A veces he puesto música de Azul y Negro a la generación actual, y se hacen cruces de cómo se elaboraba este tipo de música en tiempos tan remotos como principios de los 80.

Aparte de ser conocidos por sus "éxitos ciclistas", no se ha valorado suficientemente la calidad de sus primeros dos discos, La Edad de los Colores y La Noche. Estoy seguro que si hubiesen recibido un conveniente apoyo de marketing en Reino Unido y Europa cuando fueron publicados, ahora estaríamos hablando de los primeros bombazos en los mercados europeos de un grupo techno español de los 80, y habrían sido incluídos, sin duda, entre los grupos mundiales más representativos de aquella época.

Tienes razón en lo que dices sobre la etapa post-Montoya. Una pena que hubiese esas divergencias, porque se compenetraban muy bien componiendo.

De la etapa de Carlos García-Vaso en solitario, yo destacaría, aparte de lo bien que suenan sus directos todavía, los álbumes Vision, ISS o VOX.

Saludos sinteticos, chorbyradio.