¡ACE!
Dicen que para que uno se dé cuenta de lo que hace mal, no hay nada mejor que verse retratado. Gracias a mi amigo Carlos Z., aquí tenemos una demostración de cómo fastidiarse una espalda y un hombro en cómodas lecciones. En cuanto a si entraron o no los saques, el mismo sonido al salir la bola puede dar una pista irrefutable. ¡Qué bien que suena cuando impactas en el punto correcto!
Pero lo peor de verse uno mismo, lejos de estudiar la correcta posición de los pies, el arqueo de la espalda, el punto de impacto, la concentración mientras botas la bola, el equilibrio del cuerpo, la posición de los pies al caer,... es que uno se da cuenta ¡¡¡que está demasiado gordoooo!!!, ¡que me sobran 5 ó 6 kilos!:
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