Touching from a distance
Deborah, viuda de Ian Curtis, cuenta la historia de su ex-marido desde la óptica de la novia, esposa y madre de su hija en común, Natalie, en su libro Touching from a distance. La película Control, dirigida por Anton Corbijn, basada esencialmente en este libro, complementa la historia con Deborah como tercera persona.
Ian fue un joven ambicioso, ensimismado, introvertido y con ciertos toques de genialidad. Surgido del sórdido Mclesfield manchesteriano, amante de la música inglesa de principios de los 70 (Bowie fue su guía), se hizo un hueco en la incipiente Madchester a través del grupo que pretendían formar Bernard Sumner, Peter Hook y Steve Morris. Fue con ellos al famoso concierto de los Sex Pistols de Manchester en 1976, y se postuló como el cantante que buscaban.
Tocaron inicialmente como Warzaw con estilo e indumentaria punk. Ian decidió cambiar el nombre a Joy Division, que evoca provocativamente a un grupo de prisioneras que satisfacían sexualmente a los nazis, cuya estética adoptaron en su primer EP, An ideal for living.
Un momento álgido fue cuando conocieron a Tony Wilson y éste les dejó actuar en su programa de televisión. Debbie debió ver entonces, como se refleja en la película, algo diferente en Ian, cantando Transmission en directo.
Efectivamente, el éxito fue rápido y fulgurante, a la vez que a Ian se le manifestaban por primera vez ataques epilépticos. La combinación de la enfermedad, los conciertos, su trabajo como asistente social, la medicación, y sus responsabilidades familiares, eran demasiado para Ian.
Ya sólo faltaba en el cóctel la irrupción de la bella y sensual Annik para hacer tambalear y desmenuzar su mundo construido desde bien joven. En la película manifiesta que estaba pagando decisiones erróneas del pasado. Lo cierto es que no podía elegir a Annik sin hacer daño a Debbie. Ni podía dejar a Annik.
No pudo asumir la fama. Cuando su manager, Rob Gretton, les informó de su próxima gira americana, los acontecimientos se preciptaron. Ian sabía que no era capaz de soportarla. Decidió llevar a cabo su sueño de juventud: no llegar a cumplir los 25 años. Había llegado la hora de cumplirlo.
Quizá, como relata Debbie en su libro, faltó sentarse todo el entorno de Ian ante una mesa para debatir por qué había llegado al punto de decidir suicidarse. Quizá todos lo pensaron, pero ello no iba a devolverle la vida. Fue demasiado traumático para todos.
Sus últimas letras podían tomarse como un anuncio de lo que vendría. Love will tear us apart, Atmosphere, Something must break, Ceremony, Passover, Heart and soul, Dead souls, In a lonely place, canciones que hablan de muerte, de tristeza, de gelidez glacial, de amores imposibles.
Peter Hook declara en el libro que "Ian no estaba en otro plano, sino en un jodido aeroplano; todavía estoy enfadado: nos dejó preparados para el éxito". Meses más tarde Bernard, Peter y Steve, junto con la novia de éste, Gillian, deciden superar el mal trago y refundarse como New Order. Con toques más pop y electrónicos. Pero eso ya es otra historia.
2 comentarios:
Ian Curtis fue un gilipollas cobarde y la película es una mierda. Joer que fino estoy hoy :P
Si algo bueno tiene la película es que intenta desmitificar a Curtis. Lo cierto es que, según película y libro, aparte de su genialidad compositiva, que nadie lo duda, era bastante lunático y se ahogaba en un vaso con agua con facilidad. Tenía que tener sangre valenciana, porque era de los de "pensat i fet". Lo malo es que después era demasiado débil para afrontar sus responsabilidades.
Lo que me gustó de la película fue la socarronería de Hooky. Lo del pedo en el camerino y su comentario cuando Ian decide llamar al grupo Joy Division, son de libro. Parece que no dista demasiado de la vida real.
A mí la película sí me gustó. Si puedes leer el libro, verás que se ciñe bastante a él. No tiene más pretensíón que contar su vida desde el ángulo de Deborah, y tuvo que ser para ella bastante amargo todo lo que pasó con él. Por eso todo es en blanco y negro, y con escenas bastante tristes y pobres.
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