Dummy, el debut de la agrupación originaria de Bristol Portishead, conformada por Geoff Barrow, Adrian Utley y Beth Gibbons, fue lanzado en 1994. Un disco que vio la luz gracias a la mano del ingeniero Dave McDonald, que en ocasiones fue considerado como el cuarto miembro de Portishead. A pesar de la nula campaña de publicidad de la banda, el álbum fue un éxito en Estados Unidos y Europa, y es considerado un clásico y de gran influencia en la música de los 90.
Aunque logró sólo modesto éxito en el extranjero, llegó al número 2 en las listas de Reino Unido (y número 79 en Estados Unidos), y fueron publicados tres singles del disco, dos de ellos alcanzando el número 13 de las listas de su país. El álbum fue certificado con Disco de oro en 1997, y tuvo unas ventas en Europa de 2 millones de copias. En septiembre de 2011, el álbum había vendido 825 mil copias en Reino Unido y fue certificado con doble Disco de platino.
En 1998, los lectores de la revista Q eligieron a Dummy como el 16º mejor álbum de la historia. En la lista de Rolling Stone de Los 500 mejores álbumes de la historia que apareció en 2003, el disco quedó en el puesto 419. En febrero de 2006, un grupo de productores underground presentaron Dumb, un álbum de remezclas basado en Dummy.
Con su álbum de debut, Portishead rompieron todos los moldes. El trip-hop, del que muchos años después renegaron para salvarse y crecer artísticamente, era la excusa perfecta para empezar a desarrollar una carrera con sentido y sensibilidad. El disco crea un nivel de ambiente y tensión que debía mantenerse cuidadosamente de principio a fin. Cada crujido de vinilo, cada hueco de reverberación, cada sample se coloca en la búsqueda de la atmósfera más neblinosa posible. Dummy es un brillante debut plagado de maravillas con hipnóticos ritmos, riffs melódicamente hirientes y de samplers raros, donde el trío se encuentra y fusiona con brillantez muy buenas atmósferas creadas por Utley, y el teclado de Barrow le da la mejor base para el lucimiento de Gibbons y su perfecta voz.
Basándose en las buenas expectativas de su anterior EP, Numb, Dummy ayudó a consolidar la reputación de Bristol como la capital del trip hop, un género naciente que entonces se refería a menudo simplemente como "Bristol sound". La portada es una imagen fija de la vocalista Beth Gibbons tomada de To kill a dead man, el cortometraje que creó el grupo para que la banda sonora de composición les hiciese conseguir un contrato discográfico.
El álbum generó dos singles, además del ya editado Numb: Glory box, que alcanzó el número 13 en la lista de singles británica; y Sour times, que alcanzó la misma posición en reedición en 1995. Sour times alcanzó un éxito moderado en Estados Unidos, alcanzando las posiciones números 5 y 53, respectivamente, en la lista alternativa y en la lista Hot 100, en 1995. En diciembre de 2008, Universal Music Japón lanzó Dummy y Portishead como versiones limitadas de SHM-CD.
1994 probablemente será recordado en el ámbito musical como el año en el que falleció Kurt Kobain, el vocalista de Nirvana, una de las bandas referentes del grunge estadounidense, y por tanto de la escena musical del momento, y era también la época en que el brit-pop disfrutaba su etapa de oro con las batallas de Oasis y Blur. No obstante, en aquel año también se reconocía como tal y se consolidaba en Europa otro movimiento musical: el trip hop, gracias al álbum debut de Portishead: Dummy.
Como otras muchas bandas y artistas integrados dentro del género que el periodista Andy Pemberton denominó como trip hop en uno de sus artículos, Portishead se originaron en Bristol en 1991. Sus artífices fueron la cantante Beth Gibbons y el teclista Geoff Barrow. La banda le debe su nombre precisamente a la ciudad natal de este último. Geoff Barrow y Beth Gibbons se reunieron en un programa de desempleo en Bristol. Gibbons había estado actuando con algunas bandas de su ciudad natal de Devon. Actuaron juntos en el cortometraje de Barrow, To kill a dead man, y trabajaron en la banda sonora. Después de recibir una beca artística, continuaron colaborando como Portishead, firmando con Go! Records, ayudados, sobre todo, por los remixes que Barrow había hecho para Primal Scream y Depeche Mode. A ellos se unió como colaborador el guitarrista Adrian Utley para editar su primer álbum, aunque finalmente permanecería como un miembro más del grupo.
En 1991, un grupo de personas de Bristol, algunos de ellos previamente miembros de un grupo llamado The Wild Bunch, se unieron para formar una banda llamada Massive Attack. El grupo estaba encabezado por Robert Del Naja, conocido también como 3D. Grabaron y lanzaron un álbum llamado Blue lines, que demostró ser un álbum de referencia de los años 90. Pero hip-hop era una definición demasiado restringida, que se basaba en el estilo hip-hop de hacer música, para un sonido que también incorporaba chillout y psicodelia. Los críticos lo etiquetaron pronto como trip hop, un término que se refería a chill out hip-hop.
A diferencia de los álbumes de artistas como Smith & Mighty, DJ Food o Massive Attack (los considerados padres del trip hop) en cuyos temas confluían el hip hop, el dub y el acid jazz, en Dummy eran el hip hop y el soul, con gran protagonismo del scratch, quienes confluían al servicio de un sonido mucho más oscuro que los grupos mencionados, casi sacado de las bandas sonoras del cine noir de los 60 y 70, que no invitaban tanto al desahogo corporal como hacían aquellos, sino a experimentar ese viaje por el que se llamó a este género trip hop, tanto en lo mental como en lo emocional.
Si por algo suelen ser conocidos los principales artistas de trip hop como Tricky, Massive Attack, y posteriormente Morcheeba o Sneaker Pimps, entre otros, es por las letras de sus canciones, casi siempre emocionales . En el caso del álbum de Portishead lo que impera es la melancolía, como en Wandering star o Numb; la decepción en Mysterons o Biscuit; la aflicción en Roads; la rabia en Sour times o It could be sweet; o el hastío, que sobre todo se impregna en Glory box; sentimientos que en mayor o menor medida se entremezclan en cada tema y que transmite a la perfección Beth Gibbons gracias tanto a su innato tono de voz como a su forma de cantar cada uno de los once temas que componen el disco.
Sin embargo, el tono de las canciones de Dummy en absoluto desvirtuó este género. Al contrario: lo depuraron de tal forma que lo convirtieron en algo tan distinto a todo lo aparecido hasta entonces que, en cierta manera, redefinieron el propio género, por lo que se convirtió en un disco único; tanto es así que consiguió muchos elogios de la crítica y fue galardonado en 1995 con el Mercury Music Prize al Mejor álbum británico del año, lo cual no han conseguido ninguno de los discos de Massive Attack o de cualquier otra banda de trip hop.
Dummy demuestra el virtuosismo de Barrow para dominar la música electrónica, como se puede apreciar en Mysterons, la pieza que se encarga de abrir el álbum con su atmósfera densa y su grandioso ritmo, y en Numb, una extraordinaria canción a mid-tempo donde sobresale Gibbons con su espectacular voz casi angelical pero demoníaca a la vez; una de las mejores canciones del disco. En Roads se ejecuta una magistral estructura casi perfecta con una dramática Gibbons cantando "Can’t anybody see/We’ve got a war to fight/Never found our way/Regardless of what they say", a través de arreglos orquestales. Sin embargo, es Glory box la máxima canción de Portishead, dejando lo mejor para el final, con esta pieza que representa el alma de la banda; "Give me a reason to love you/Give me a reason to be a woman…", nos suplica Gibbons acompañada de un grandioso ritmo y una guitarra zigzagueante.
Los collages de película noir de Geoff Barrow incorporan fragmentos de cine, trémolo Hammond, línea de bajo balanceantes y ricos loops de cinta analógica. La guitarra de Adrian Utley puntea tranquilamente su camino entre los giradiscos en hipo y los temblorosos órganos en canciones como Wandering star, Dummy, un álbum que sin duda evoca el pensamiento de una persona, lugar o momento amargo para el oyente, suena tan innovador hoy como lo hizo cuando fue lanzado.
La voz frágil, tierna y conmovedora de Beth Gibbons ha recibido comparaciones con Nina Simone, Billie Holiday o Dusty Springfield. El rico contralto de Beth Gibbons puede resultar delicado y abatido (It could be sweet), coqueto (Glory box), estrepitosamente edificante (It's a fire) y tremendamente austero (Biscuit) en la misma medida, en una actuación estelar, excepcionalmente atractiva y desesperadamente necesitada.
El proceso de grabación que utilizó Portishead involucraba una gran cantidad de grabación en cinta y después se realizaba un muestreo directamente de las cintas. Haciendo esto había añadido el efecto de "scratchy LP" que impregna todo el álbum. Otra ventaja de este método de grabación es que el álbum tiene una maravillosa calidez analógica, que se puede apreciar mejor con auriculares de alta calidad o un buen sistema de sonido.
Dummy es una síntesis brillante y sorprendentemente natural de una banda sonora claustrofóbica de espías, breakbeats oscuros inspirados por el amor del frontman Geoff Barrow por el hip-hop, y una vocalista (Beth Gibbons) en el molde clásico de cantautora confesional. Comenzando con el theremin místico y los ritmos marciales de Mysterons, Dummy sube el listón con Sour times, un cuplé posmoderno impulsado por un sample de Lalo Schifrin. Las atmósferas escalofriantes evocadas por el excelente trabajo de guitarra de Adrian Utley y el giradiscos y teclados de Barrow proporcionan la base del papel perfecto para Gibbons, que equilibra sensualidad y melancolía en igual medida.
Ocasionalmente con reminiscencias de una versión más abrasiva de Sade, Gibbons proporciona un enfoque claro para estas canciones, con Barrow y compañía detrás de ella estableciendo una de las mejores producciones de larga duración escuchadas en el mundo del dance. Donde grupos anteriores como Massive Attack habían atraído a los fans del dance, Portishead fueron más allá en busca de una audiencia americana alternativa, conectando también con una legión de fans indie. Más y mejor que cualquier otro álbum antes que él, Dummy fusionaba las producciones perfectamente localizadas del mundo dance con características distintivas del pop como las grandes composiciones y excelentes interpretaciones vocales.
Hay un tesoro por hallar en cada escucha de Dummy: Johnnie Ray, con su sample de I'll never fall in love again asegurando, a las revoluciones de la congoja, que nunca más cometerá el error de enamorarse (Biscuit); el redoble de batería de Mysterons serpenteando en una cadencia que palpita al ritmo de Morricone y Badalamenti; esa línea de bajo profunda que parece morir tras el disparo del sample de Magic mountain de War y resucita después para atravesarte entero (Wandering star); esa trompeta con sordina de Pedestal, la última pieza viva de un puzzle de samples autogenerados (Geoff Barrow en teclados y Adrian Utley en guitarra y bajo crean, guardan, recortan y pegan según un reglamento que transforma la prestidigitación en maestría) que, una vez completo, estremece; el sublime arreglo de cuerda de la melancólica Roads, y los singles Sour times, con el sample de More mission impossible (Lalo Schifrin), y Numb, un hidromasaje de Hammond, scratch agonizante y desgarro en clave slowbeat soul.
El álbum comienza con Mysterons, una canción seductora que atrae al oyente con melodías espeluznantes, voz sensual y una atmósfera etérea. Mezclada maravillosamente, Mysterons es el ejemplo perfecto de lo que se puede esperar del resto del álbum. Finalizando con sintetizadores que suenan casi como aullidos embrujados, el oyente ya sabe que entra en un mundo de hermosa oscuridad.
La pieza central del álbum It's a fire (sólo editada en la versión CD) se eleva por encima de la niebla para encontrar una breve claridad. “We need to recognize mistakes” (tenemos que reconocer errores), declara Gibbons, “For time and again.” (para una y otra vez). Barrow construye un disperso órgano y breakbeat alrededor de su impresionante actuación vocal, dándole todo el espacio que necesita para convertirse en el centro de atención.
Dummy es un álbum que ayudó a llevar la música hacia nuevas direcciones. Bandas que nacieron en los comienzos del nacimiento del trip-hop, como Deftones y Nine Inch Nails, más tarde citarían al trip hop como fuente de inspiración. El sonido y la atmósfera de trip-hop está construido alrededor de canciones de sonido crudo y mugriento que transportan al oyente a épocas anteriores.
Crítica y público aclamaron este disco clave dentro de su género y dentro del panorama musical de la década de los 90, y que volvió a ser lanzado en disco de vinilo tal cual se grabó veinte años después, sin ningún tipo de remasterización, ni ningún cambio en la carátula. Las únicas novedades eran que era acompañado de una tarjeta para poder descargar la versión digital del disco, y que los primeros mil ejemplares que pudieron adquirirse en la web del grupo contaban con un disco azul en vez de negro.
Ningún grupo ha podido reproducir la inquietante magnificencia evocada en este disco, excepto los mismos Portishead. El siguiente álbum de la banda, su esfuerzo epónimo de 1997, Portishead, los distanció de las mesas de café que habían hecho espacio para Dummy; para algunos es una escucha superior, aunque mucho más fría y más difícil que su predecesor. Y su reaparición de 2008, Third, abrazaba motivos de krautrock motivos para mostrar un sonido establecido en una nueva dimensión. Pero para muchos, Dummy es el trabajo definitivo del grupo, y de lo que no cabe duda es que éste es uno de los debuts más grandes de la década de 1990.
Fuentes: http://simetriamusical.wordpress.com, https://algotranqui.wordpress.com, http://www.rockdelux.com, http://persimusic.com, http://www.acordesmodernos.com, http://es.wikipedia.org, http://en.wikipedia.org, https://itunes.apple.com, http://www.allmusic.com, http://bloody-disgusting.com, http://www.sputnikmusic.com, http://www.slantmagazine.com, http://www.bbc.co.uk, http://www.rollingstone.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
Listado de canciones:
1.- Mysterons
2.- Sour times
3.- Strangers
4.- It could be sweet
5.- Wandering star
6.- It's a fire
7.- Numb
8.- Roads
9.- Pedestal
10.- Biscuit
11.- Glory box
Edición Canadá:
12.- Sour sour times
Vídeos:
Mysterons - Portishead
Sour times - Portishead
Strangers - Portishead
It could be sweet - Portishead
Wandering star - Portishead
It's a fire - Portishead
Numb - Portishead
Roads - Portishead
Pedestal - Portishead
Biscuit - Portishead
Glory box - Portishead
Sour sour times - Portishead
Espacio para desconectar de los sinsabores diarios. Para hablar de lo que te dé la gana. Para escuchar. Para leer. Para soñar. Para aprender.
domingo, mayo 31, 2015
miércoles, mayo 27, 2015
BOARDS OF CANADA
Boards of Canada (comúnmente abreviado BoC) son un dúo de música electrónica escocés, de Pentland Hills, al sur de Edimburgo, formado por los hermanos Michael Sandison (1970) y Marcus Eoin (Marcus Eoin Sandison, 1971). La música de Boards of Canada se puede adscribir a la corriente llamada intelligent dance music, focalizada en torno al sello Warp Records, donde ellos mismos publican su material más reciente, acompañados de poca publicidad y pocas entrevistas, teniendo también un esquivo y oscuro catálogo de lanzamientos en su propio sello Music70. También han grabado por lo menos cuatro canciones bajo el alias de Hell Interface. En sus canciones se notan influencias psicodélicas y ciertos virajes puramente hip hop, aunque en su álbum The campfire headphase impera un aire folk.
Desde que el grupo empezó a ser popular a finales de la década de 1990, se ha creado en torno a ellos un aura de secretismo y mitología, alimentado sobre todo por las pocas apariciones públicas de los hermanos, los casi inexistentes conciertos y por la especulación de que bajo su música y portadas se esconden mensajes ocultos. Al no conceder apenas entrevistas y ser muy celosos de su privacidad, los datos que se conocen sobre los hermanos son escasos e intrigantes. Por ejemplo, el dato de que eran hermanos permaneció oculto hasta la publicación de The campfire headphase (2005), ya que, según ellos, no querían que les comparase con los hermanos Hartnoll de Orbital.
Crecidos en una familia musical, los hermanos Mike Sandison y Marcus Eoin comenzaron a tocar instrumentos ya desde pequeños. Experimentaron con técnicas alrededor de los 10 años de edad, utilizando máquinas de cinta de grabación para cortar capas en samples de sonidos de sus propias composiciones.
En su adolescencia participaron en una serie de bandas de aficionados, entre los que se encontraba Chris Horne, quien desarrollaría posteriormente una carrera musical bajo el nombre de Christ. Sin embargo, no fue hasta 1986 cuando Marcus fue invitado a la banda de Mike como bajista, que nació Boards of Canada, nombrándose así a partir de su fascinación por los documentales de televisión del National Film Board of Canada que veían cuando eran niños. El grupo se dedicó a crear películas caseras con una cámara Super-8, a la vez que a composiciones musicales. Documentales de televisión educativa y bandas sonoras de películas se estaban convirtiendo en una gran influencia sobre el grupo, y el cruce entre sus creaciones musicales y sus creaciones filmográficas era cada vez más borroso. En 1989, la banda se había reducido a Sandison y Eoin, y su música fue virando desde lo gótico y oscuro hasta la experimentación y psicodelia que les caracterizan. En la década de 1990, hicieron una serie de colaboraciones y la banda colaboró en pequeños shows en el colectivo Hexagon Sun, haciendo grabaciones en sus propios estudios.
Lanzaron cuatro cassettes entre 1987 y 1993: Catalogue 3 (Music70, 1987) contiene tres canciones largas de apacible ambient electrónico (Line two, Breach tones, Visual drone 12) y dos canciones más cortas, con una suave e inconexa electrónica que no resultaba particularmente revolucionaria. Acid memories (Music70, 1989) es incluso menos impresionante, como las 17 canciones cortas de Closes Volume 1 (Music70, 1993), pero Play by numbers (Music70, 1994), con la canción de nueve minutos Infinite lines of colourful sevens, mostraba un enfoque más creativo. En estas obras el objetivo gradual de la banda era centrar el enfoque en ajustarse a nuevos estándares ambient y de música electrónica relajante, a través de pintorescas mini-sinfonías que combinaban melodías simples y minimalistas e intrincadas exploraciones rítmicas.
El EP Hooper Bay (Music70, 1994), cuyas composiciones extendidas son Seward leaf, Noatak y Point hope, anunciaba su fase madura, que rindió las 20 canciones ambient del álbum Boc Maxima (Music70, 1995), una edición semi-privada que destacaba por ser un álbum de larga duración y que fue el precursor de Music has the right to children, con el que comparte muchas canciones, particularmente la melancólica Everything you do is a balloon y su obra maestra temprana Turquoise hexagon sun.
En 1995, la banda hizo su primer lanzamiento de estudio en Hexagon Sun, el EP Twoism. Al igual que las primeras publicaciones del sello Music70, fue producido autofinanciado en un plazo limitado, y fue distribuido en privado, principalmente a amigos y sellos. A diferencia de ediciones anteriores, sin embargo, un pequeño número de ejemplares fueron lanzados también al público a través de una lista de correo. Aunque no fue un lanzamiento comercial generalizado, ha sido considerado de calidad y de valor suficiente como para ser posteriormente vuelto a imprimir en 2002.
La primera publicación comercial de Boards of Canada se produjo tras atraer la atención de Sean Booth de Autechre, dueño del sello británico Skam Records, que los fichó para su compañía discográfica. Skam editó lo que se considera el primer trabajo “encontrable” de Boards of Canada, Hi scores, en 1996, que los dio a conocer a un público más amplio, y que consistía en una atractiva mezcla de melodías sencillas e infecciosas a base de sintetizadores, sutil hip-hop y referencias electro, con ritmos alternativamente tensos y relajantes infinitamente repetidos en cambiantes combinaciones (al modo de Autechre, Bochum Welt y Cylob), que fue seguido por varias canciones para una recopilación del proyecto Mask de los sellos Uvm y Musik Aus Strom, bajo el nombre de Hell Interface.
En 1998 se abrieron más puertas para el dúo gracias un fantástico single con Telephasic workshop (un ballet mecánico y parrilla vocal) y el pegadizo arrullo de Roygbiv.
El paso de Skam a Warp Records fue bastante sencillo, ya que Autechre también publicaba en la discográfica de Sheffield, a la vez que también lograban un acuerdo de licencias en Estados Unidos con el sello de Nueva York, Matador Records. De esta manera, el primer álbum propiamente dicho de los escoceses, Music has the right to children, sería publicado desde la primera división de la música electrónica en abril de 1998. El álbum consta de canciones largas mezcladas con viñetas de canción, y en él desarrollaron un sonido de carácter ambiental, con un fuerte poder de relajación, en el que sencillas melodías evolucionaban sobre discretos beats de electrónica.
La deuda hacia el ambient-techno de Autechre es evidente, pero los Boards Of Canada mostraban una propensión peculiar para diseños rítmicos irregulares, con un uso masivo de ritmos hip-hop midtempo, percusión psicodélica y ruidos mecánicos. Menos minimalistas que sus compañeros de equipo, los dos escoceses lograban humanizar sus texturas sonoras, enervándolas con pulsaciones más cálidas, como en el intelligent dance de Aquarius, proyectado hacia un funk surrealista. Las pistas son muy fluidas, hasta el punto que es difícil determinar dónde termina una y comienza otra. También incluía una de las canciones más populares del dúo, Roygbiv.
Music has the right to children recibió elogios generalizados tras su lanzamiento, siendo considerado por muchos como uno de los mejores discos de IDM (Intelligent Dance Music) de la historia y convirtiéndose inmediatamente en un clásico. Figuró en el número 35 de la lista Los 100 mejores álbumes de la década de 1990 de Pitchfork, y en el número 91 en la lista 100 Clásicos modernos de Mojo, llegando al número 7 en las listas independientes británicas. También fue incluido en la lista de NME de Los mejores 25 álbumes de debut psicodélicos de la historia en el puesto 24.
John Peel hizo aparecer a Boards of Canada en su programa de BBC Radio 1 en enero de ese año. La sesión contó con dos remezclas de Music has the right to children, Aquarius (versión 3) y Olson (version 3), junto con las canciones Happy cycling y XYZ. Excluyendo XYZ, el set fue lanzado en un CD de Warp Records titulado Peel session TX 21/07/1998.
Aunque nunca fuese una banda activa en giras, Boards of Canada realizó varios shows. Sus primeras actuaciones fueron apoyando a bandas compañeras en Warp Records, como Seefeel, Panasonic, Plaid y Autechre en varias fechas a través de Reino Unido. También participaron en algunos festivales y carteles con varios artistas, incluyendo dos festivales de Warp: la fiesta de 10º aniversario de Warp Records en 1999, junto a grupos como junto a Autechre, Squarepusher, Aphex Twin y Mira Calix; y The Incredible Lighthouse Party de Warp casi un año más tarde. Hicieron su actuación más prominente en 2001 como uno de los cabezas de cartel en la fiesta administrada por Tortoise, All Tomorrow’s Parties, junto a grupos como Lambchop, Television, Yo La Tengo, Tortoise, Broadcast, Sun Ra Arkestra y muchos otros. Desde entonces no han vuelto a actuar en directo.
La banda lanzó un EP de cuatro canciones, In a beautiful place out in the country, en noviembre de 2000, su primer lanzamiento original en dos años, con incluía dos gemas como In a beautiful place out in the country y Kid for today. La edición 12” fue impresa en vinilo azul cielo.
Su segundo álbum de estudio, Geogaddi, fue lanzado en febrero de 2002. Al igual que Music has the right to children, este álbum consta de canciones largas mezcladas con viñetas de canciones. Curiosamente, el CD de la versión estándar dura exactamente 66 minutos y 6 segundos, lo que animó la simbología y el ocultismo que rodea al dúo. El álbum consolida y perfecciona las ideas del disco debut: un sonido que extiende la frontera entre el ambient, new age, psicodelia, glitch y hip-hop, y que inventa atmósferas relajantes, suaves y dulces, aunque con un toque neurótico y con un sonido más oscuro que su predecesor. Las únicas diferencias son abundantes samples vocales (especialmente en The devil is in the details) y un omnipresente fondo de radiación de drones sin rumbo (You could feel the sky ha sido utilizado como sonido de acompañamiento para drones y ruidos cósmicos). Se trata de un maravilloso equilibrio entre habilidades melódicas y experimentación vanguardista, en un ejercicio de geofísica interna, un viaje sonoro hacia hipotéticos planetas remotos, como en la mejor tradición de la kosmische musik, resultados en un camino alrededor del interior salpicado de toques claramente psicodélicos.
Geogaddi recibió aclamación universal de los críticos musicales y fans, afianzándose así más en su status como referencia de la música electrónica. Fue descrito por Sandison como “un disco para una especie de prueba de fuego, una jornada claustrofóbica y tortuosa que te conduce a algunas experiencias oscuras y bonitas antes de que consigas coger aire de nuevo".
El mismo nombre del disco y la enigmática portada levantaron una gran controversia acerca de si ocultaban alguna clase de simbolismo secreto. Todas y cada una de las teorías propuestas fueron rechazadas por los Sandinson que aún no han explicado el significado de la simbología de Geogaddi. El disco se mantenía en la línea de su predecesor estilísticamente, aunque se aprecia una evolución de las formas y el contenido que logra evitar comparaciones odiosas con aquél.
En septiembre de 2002, Boards of Canada produjeron un exuberante remix de la canción del artista estadounidense Boom Bip, Last walk around Mirror Lake, para un single extraído de su álbum Seed to sun, y en febrero de 2004 BoC creó una reformulación vertiginosa de la canción Dead dogs two de la banda americana de Oakland, cLOUDDEAD. La versión de BoC aportó toda una gama de elementos psicodélicos retro incluyendo guitarras revertidas, flautas, sitares y cuerdas, y culminaba en un clímax a lo Beatles reminiscencia de A day in the life.
A finales de 2004, el artista estadounidense Beck pidió a Boards of Canada que remezclasen una canción de su próximo álbum, Güero. BoC tomaron las líneas vocales de su nostálgica canción Broken drum y crearon una nueva melodía alrededor de la original, con un crescendo épico y relleno de capas. En una entrevista con la revista Clash en la primavera de 2005, Beck describió el remix como "mi remix favorito de todos los que he hecho; ellos aportaron algo que estaba ahí, pero sólo entonces agregaron una nueva dimensión. Supongo que es una gran canción emocional y aportaron un toque agridulce en lo que fue un poco hippy, pero no te lo desfiguran con sacarina. Se te pone justo en el pecho".
Su tercer álbum con Warp Records, The campfire headphase, fue publicado en octubre de 2005 en Europa y Estados Unidos. El álbum contaba con quince canciones, incluyendo Peacock tail, Chromakey dreamcoat y Dayvan cowboy, y significó una pequeña revolución respecto a los anteriores, ya que esta vez los pasos se dirigían hacia el folk, acompañado por melodías lisérgicas. Los samplers, aunque omnipresentes, ceden parte de su territorio ante las guitarras acústicas, y los breaks de hip hop que aparecían anteriormente desaparecen aquí de forma casi completa.
Dos versiones de Dayvan cowboy (la original y un remix de Odd Nosdam) figuraban en el EP de seis canciones, Trans Canada highway, que fue lanzado en mayo de 2006. El grupo editó un vídeo de Davyan cowboy, primero que lanzaban al mercado sin contar los de actuaciones en vivo.
A finales de 2009, la recopilación Warp20 (recreated) incluyó dos covers de canciones de BoC, una realizada por Bibio de su canción Kaini industries, y otro por Mira Calix de In a beautiful place out in the country. Warp20 (recreated) formaba parte del boxset extendido Warp20, en el que también figuraban dos temas inéditos de Boards of Canada: Seven forty seven y un sample de 1,8 segundos de Spiro.
En el Record Store Day de 2013, un disco de vinilo conteniendo un breve clip de música que se creía que era un trabajo de Boards of Canada apareció en la tienda de discos de Nueva York, Other Music. Poco después del lanzamiento, Warp Records respondió de la autenticidad del disco. El disco, titulado ------/------/------/xxxxxx/------/------, contenía un breve clip de audio, seguido por una voz leyendo seis dígitos similares a la de una estación de números. El disco reveló lo que iba a convertirse en una de la secuencia única de seis números que formarían parte de un tipo de juego de realidad alternativa que se utilizaría para promocionar el lanzamiento de su próximo álbum de estudio.
El resto de los códigos estaban ocultos a través de varios sitios web y comunidades online, y fueron transmitidos a través de BBC Radio One, NPR y Adult Swim. Después de mucha especulación, el sitio web oficial de la banda redirigió a los usuarios a otros sitios web que solicitaban al usuario que introdujese una contraseña. Una vez introducidos todos los seis códigos únicos, se mostraba un vídeo anunciando Tomorrow’s harvest, su cuarto álbum de estudio. El álbum fue lanzado en Japón, Europa y Estados Unidos en junio de 2013 con general aclamación crítica. A pesar de ser obvio que mantenían las raíces de buenos trabajos como Geodaddi o Music has the right to children, la línea de continuidad proyectada hacia adelante por Boards of Canada aparece clara, con un sonido más oscuro y simplificado que el de anteriores trabajos.
La música de Boards of Canada es una reminiscencia de los sonidos cálidos y analógicos de los medios de comunicación de los años 70 y contiene temas sobre la infancia, la nostalgia y el mundo natural. Mike y Marcus han mencionado los documentales de la National Film Board of Canada, de la cual deriva el nombre del grupo, como fuente de inspiración. A menudo se incorporan otros sonidos más industriales en su música, con el uso de ritmos distorsionados y altamente procesados. La mayoría de sus temas son ambient downtempo, aunque algunos lanzamientos muestran sonidos más rápidos y abrasivos.
El sonido de BoC es producto de su uso de equipos analógicos, mezcla de instrumentación electrónica y convencional, uso de samples distorsionados, así como letras en vivo y grabadas, elaborando capas y mezclando estos elementos. Por ejemplo, el dúo ha revelado que usan muchas viejas máquinas de cinta, como las fabricadas por Grundig; y puede decirse que éste es uno de los factores clave que contribuyen a su sonido vintage. Debido a que evitan un sonido puramente sintético, su música se describe a menudo como poseedora de una calidad cálida y emotiva, a menudo pensada para inspirar nostalgia. A esta consideración ayuda el uso de samples de programas de televisión de los años 70 y de otros medios prevalentes en la época de la infancia compartida de los dos hermanos, especialmente los documentales inspirados en la naturaleza producidos por la National Film Board of Canada.
Breves interludios o viñetas son características destacadas en la música de BoC. Tales canciones a menudo están tejiendo melodías o discursos acompañados por sonido atmosférico para capturar un momento específico o estado de ánimo. A menudo duran menos de dos minutos, pero, como BoC comentan, “escribimos más allá de las llamadas canciones ‘totales’, y, en cierto modo, son nuestras propias favoritas”. BoC han escrito un número enorme de esos fragmentos, así como canciones de larga duración, la mayoría de los cuales no han sido publicadas. No parece que su música esté hecha exclusivamente para su lanzamiento comercial; por el contrario, sus álbumes parecen ser el resultado de seleccionar canciones complementarias de trabajos actuales. Por ejemplo, Geogaddis presuntamente implicó la creación de 400 fragmentos de canciones y 64 canciones completas, de las cuales 22 fueron seleccionadas (23, si se incluye la canción final de completo silencio). Marcus declaró: “la idea del álbum perfecto es esa cosa amorfa a la que siempre hemos estado apuntando... la idea de hacer música es por lo menos tener como objetivo tu propia idea de perfección.
Entrevistas con los hermanos Sandison proporcionan alguna información sobre su proceso creativo. Han citado varios grupos y artistas que han influido en su trabajo como Joni Mitchell, The Incredible String Band (“tenemos todos los discos de la String Band... nuestras sensibilidades rurales son similares”), The Beatles (“realmente llegaron a ser apasionantes para nosotros a través de su psicodelia”) y My Bloody Valentine (“aunque no sonamos como ellos, hay una conexión en términos de la aproximación a la música”).
Boards of Canada también han expresado un fuerte interés en el poder de los mensajes subliminales y su obra está llena de mensajes crípticos, incluyendo referencias a la numerología, y figuras de culto como David Koresh de la rama de los davidianos. Cuando se les pregunta acerca de sus objetivos en la elaboración de tales referencias, BoC se expresan en términos neutros (“no somos del todo religiosos... y si somos espirituales es puramente en el sentido de mantener cuidado sobre el arte e inspirar a la gente con ideas"), mientras permanecen fascinados con la capacidad de la música de influir en las mentes de los demás (“en realidad creemos que hay poderes en la música que son casi sobrenaturales. Creo que en realidad manipulan a la gente con la música...”)
Varias grabaciones antiguas de Boards of Canada han sido encontradas online, que se estima que son canciones originales de Catalog 3, Acid memories, Hooper Bay y otros álbumes pre-Twoism. Todos los álbumes inéditos se presume que no son auténticas granciones de BoC, con las excepciones de Boc Maxima, las cintas Old tunes y The random 35 tracks tape. Mientras se cree que las cintas de Old tunes son auténticas (principalmente debido a la inclusión de canciones muy similares encontradas en otros lugares en publicaciones oficiales), nunca ha habido ningún reconocimiento oficial de su autenticidad.
Fuentes: http://en.wikipedia.org, http://es.wikipedia.org, http://lnx.indajaus.com, http://www.allmusic.com, http://www.scaruffi.com, http://www.ondarock.it, http://muzyka.wp.pl, https://itunes.apple.com, http://www.windishagency.com, http://www.urbnet.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
Canciones recomendadas:
Line two, Powerline (Catalog 3 EP)
Duffy, Stray kraty bya (Acid memories EP)
Tends towards, Eye/Ear, Numerator (original), Fonec, Trillions (Closes Vol.)
Wouldn't you like to be free, Numerator (Play by numbers EP)
Circle, Point hope (Hooper bay EP)
Sixtyniner, Basefree, Twoism, Seeya later, Smokes quantity/1986 summer fire (Twoism EP)
Chinook, Everything you do is a balloon, Roygbiv, June 9th, Nlogax, Turquoise hexagon sun, Whitewater (Boc maxima)
Hi scores (Hi scores)
An eagle in your mind, Telephasic workshop, Sixtyten, Aquarius, Olson, Pete standing alone, Open the light (Music has the right to children)
Aquarius (version 3), Happy cycling, Olson (version 3) (Peel session TX 21/07/1998)
Kid for today, Amo bishop roden, In a beautiful place out in the country (In a beautiful place out in the country EP)
Music is math, Sunshine recorder, Julie and Candy, 1969, The beach at redpoint, Alpha and omega, Dawn chorus, You could feel the sky (Geogaddi)
Chromakey dreamcoat, Satellite anthem Icarus, Peacock tail, Dayvan cowboy, 84 Pontiac dream, Oscar see through red eye, Hey saturday sun (The campfire headphase)
Left side drive, Skyliner, Davyan cowboy (Odd Nosdam remix) (Trans Canada highway EP)
Reach for the dead, Jacquard causeway, Cold Earth, Sick times, Split your infinities, Nothing is real, New seeds, Come to dust (Tomorrow's harvest)
Vídeos:
Eye/Ear, del EP Closes Vol. 1:
Eye/Ear - Boards of Canada
Wouldn't you like to be free y Numerator, del EP Play by numbers:
Wouldn't you like to be free - Boards of Canada
Numerator - Boards of Canada
Circle, del EP Hooper bay:
Circle - Boards of Canada
Sixtyniner y Seeya later, del EP Twoism:
Sixtyniner - Boards of Canada
Seeya later - Boards of Canada
June 9th, Nlogax, Turquoise hexagon sun y Everything you do is a balloon, del álbum Boc maxima:
June 9th - Boards of Canada
Nlogax - Boards of Canada
Turquoise hexagon sun - Boards of Canada
Everything you do is a balloon - Boards of Canada
Hi scores, del EP Hi scores:
Hi scores - Boards of Canada
Aquarius y Pete standing alone, del álbum Music has the right to children:
Aquarius - Boards of Canada
Pete standing alone - Boards of Canada
Amo bishop roden, del EP In a beautiful place out in the country:
Amo bishop roden - Boards of Canada
Music is math, Julie and Candy y Alpha and omega, del álbum Geogaddi:
Music is math - Boards of Canada
Julie and Candy - Boards of Canada
Alpha and omega - Boards of Canada
Davyan cowboy, 84 Pontiac dream y Chromakey dreamcoat, del álbum The campfire headphase:
Davyan cowboy - Boards of Canada
84 Pontiac dream - Boards of Canada
Chromakey dreamcoat - Boards of Canada
Left side drive, del EP Trans Canada highway:
Left side drive - Boards of Canada
Reach for the dead, New seeds y Come to dust, del álbum Tomorrow's harvest:
Reach for the dead - Boards of Canada
New seeds - Boards of Canada
Come to dust - Boards of Canada
Desde que el grupo empezó a ser popular a finales de la década de 1990, se ha creado en torno a ellos un aura de secretismo y mitología, alimentado sobre todo por las pocas apariciones públicas de los hermanos, los casi inexistentes conciertos y por la especulación de que bajo su música y portadas se esconden mensajes ocultos. Al no conceder apenas entrevistas y ser muy celosos de su privacidad, los datos que se conocen sobre los hermanos son escasos e intrigantes. Por ejemplo, el dato de que eran hermanos permaneció oculto hasta la publicación de The campfire headphase (2005), ya que, según ellos, no querían que les comparase con los hermanos Hartnoll de Orbital.
Crecidos en una familia musical, los hermanos Mike Sandison y Marcus Eoin comenzaron a tocar instrumentos ya desde pequeños. Experimentaron con técnicas alrededor de los 10 años de edad, utilizando máquinas de cinta de grabación para cortar capas en samples de sonidos de sus propias composiciones.
En su adolescencia participaron en una serie de bandas de aficionados, entre los que se encontraba Chris Horne, quien desarrollaría posteriormente una carrera musical bajo el nombre de Christ. Sin embargo, no fue hasta 1986 cuando Marcus fue invitado a la banda de Mike como bajista, que nació Boards of Canada, nombrándose así a partir de su fascinación por los documentales de televisión del National Film Board of Canada que veían cuando eran niños. El grupo se dedicó a crear películas caseras con una cámara Super-8, a la vez que a composiciones musicales. Documentales de televisión educativa y bandas sonoras de películas se estaban convirtiendo en una gran influencia sobre el grupo, y el cruce entre sus creaciones musicales y sus creaciones filmográficas era cada vez más borroso. En 1989, la banda se había reducido a Sandison y Eoin, y su música fue virando desde lo gótico y oscuro hasta la experimentación y psicodelia que les caracterizan. En la década de 1990, hicieron una serie de colaboraciones y la banda colaboró en pequeños shows en el colectivo Hexagon Sun, haciendo grabaciones en sus propios estudios.
Lanzaron cuatro cassettes entre 1987 y 1993: Catalogue 3 (Music70, 1987) contiene tres canciones largas de apacible ambient electrónico (Line two, Breach tones, Visual drone 12) y dos canciones más cortas, con una suave e inconexa electrónica que no resultaba particularmente revolucionaria. Acid memories (Music70, 1989) es incluso menos impresionante, como las 17 canciones cortas de Closes Volume 1 (Music70, 1993), pero Play by numbers (Music70, 1994), con la canción de nueve minutos Infinite lines of colourful sevens, mostraba un enfoque más creativo. En estas obras el objetivo gradual de la banda era centrar el enfoque en ajustarse a nuevos estándares ambient y de música electrónica relajante, a través de pintorescas mini-sinfonías que combinaban melodías simples y minimalistas e intrincadas exploraciones rítmicas.
El EP Hooper Bay (Music70, 1994), cuyas composiciones extendidas son Seward leaf, Noatak y Point hope, anunciaba su fase madura, que rindió las 20 canciones ambient del álbum Boc Maxima (Music70, 1995), una edición semi-privada que destacaba por ser un álbum de larga duración y que fue el precursor de Music has the right to children, con el que comparte muchas canciones, particularmente la melancólica Everything you do is a balloon y su obra maestra temprana Turquoise hexagon sun.
En 1995, la banda hizo su primer lanzamiento de estudio en Hexagon Sun, el EP Twoism. Al igual que las primeras publicaciones del sello Music70, fue producido autofinanciado en un plazo limitado, y fue distribuido en privado, principalmente a amigos y sellos. A diferencia de ediciones anteriores, sin embargo, un pequeño número de ejemplares fueron lanzados también al público a través de una lista de correo. Aunque no fue un lanzamiento comercial generalizado, ha sido considerado de calidad y de valor suficiente como para ser posteriormente vuelto a imprimir en 2002.
La primera publicación comercial de Boards of Canada se produjo tras atraer la atención de Sean Booth de Autechre, dueño del sello británico Skam Records, que los fichó para su compañía discográfica. Skam editó lo que se considera el primer trabajo “encontrable” de Boards of Canada, Hi scores, en 1996, que los dio a conocer a un público más amplio, y que consistía en una atractiva mezcla de melodías sencillas e infecciosas a base de sintetizadores, sutil hip-hop y referencias electro, con ritmos alternativamente tensos y relajantes infinitamente repetidos en cambiantes combinaciones (al modo de Autechre, Bochum Welt y Cylob), que fue seguido por varias canciones para una recopilación del proyecto Mask de los sellos Uvm y Musik Aus Strom, bajo el nombre de Hell Interface.
En 1998 se abrieron más puertas para el dúo gracias un fantástico single con Telephasic workshop (un ballet mecánico y parrilla vocal) y el pegadizo arrullo de Roygbiv.
El paso de Skam a Warp Records fue bastante sencillo, ya que Autechre también publicaba en la discográfica de Sheffield, a la vez que también lograban un acuerdo de licencias en Estados Unidos con el sello de Nueva York, Matador Records. De esta manera, el primer álbum propiamente dicho de los escoceses, Music has the right to children, sería publicado desde la primera división de la música electrónica en abril de 1998. El álbum consta de canciones largas mezcladas con viñetas de canción, y en él desarrollaron un sonido de carácter ambiental, con un fuerte poder de relajación, en el que sencillas melodías evolucionaban sobre discretos beats de electrónica.
La deuda hacia el ambient-techno de Autechre es evidente, pero los Boards Of Canada mostraban una propensión peculiar para diseños rítmicos irregulares, con un uso masivo de ritmos hip-hop midtempo, percusión psicodélica y ruidos mecánicos. Menos minimalistas que sus compañeros de equipo, los dos escoceses lograban humanizar sus texturas sonoras, enervándolas con pulsaciones más cálidas, como en el intelligent dance de Aquarius, proyectado hacia un funk surrealista. Las pistas son muy fluidas, hasta el punto que es difícil determinar dónde termina una y comienza otra. También incluía una de las canciones más populares del dúo, Roygbiv.
Music has the right to children recibió elogios generalizados tras su lanzamiento, siendo considerado por muchos como uno de los mejores discos de IDM (Intelligent Dance Music) de la historia y convirtiéndose inmediatamente en un clásico. Figuró en el número 35 de la lista Los 100 mejores álbumes de la década de 1990 de Pitchfork, y en el número 91 en la lista 100 Clásicos modernos de Mojo, llegando al número 7 en las listas independientes británicas. También fue incluido en la lista de NME de Los mejores 25 álbumes de debut psicodélicos de la historia en el puesto 24.
John Peel hizo aparecer a Boards of Canada en su programa de BBC Radio 1 en enero de ese año. La sesión contó con dos remezclas de Music has the right to children, Aquarius (versión 3) y Olson (version 3), junto con las canciones Happy cycling y XYZ. Excluyendo XYZ, el set fue lanzado en un CD de Warp Records titulado Peel session TX 21/07/1998.
Aunque nunca fuese una banda activa en giras, Boards of Canada realizó varios shows. Sus primeras actuaciones fueron apoyando a bandas compañeras en Warp Records, como Seefeel, Panasonic, Plaid y Autechre en varias fechas a través de Reino Unido. También participaron en algunos festivales y carteles con varios artistas, incluyendo dos festivales de Warp: la fiesta de 10º aniversario de Warp Records en 1999, junto a grupos como junto a Autechre, Squarepusher, Aphex Twin y Mira Calix; y The Incredible Lighthouse Party de Warp casi un año más tarde. Hicieron su actuación más prominente en 2001 como uno de los cabezas de cartel en la fiesta administrada por Tortoise, All Tomorrow’s Parties, junto a grupos como Lambchop, Television, Yo La Tengo, Tortoise, Broadcast, Sun Ra Arkestra y muchos otros. Desde entonces no han vuelto a actuar en directo.
La banda lanzó un EP de cuatro canciones, In a beautiful place out in the country, en noviembre de 2000, su primer lanzamiento original en dos años, con incluía dos gemas como In a beautiful place out in the country y Kid for today. La edición 12” fue impresa en vinilo azul cielo.
Su segundo álbum de estudio, Geogaddi, fue lanzado en febrero de 2002. Al igual que Music has the right to children, este álbum consta de canciones largas mezcladas con viñetas de canciones. Curiosamente, el CD de la versión estándar dura exactamente 66 minutos y 6 segundos, lo que animó la simbología y el ocultismo que rodea al dúo. El álbum consolida y perfecciona las ideas del disco debut: un sonido que extiende la frontera entre el ambient, new age, psicodelia, glitch y hip-hop, y que inventa atmósferas relajantes, suaves y dulces, aunque con un toque neurótico y con un sonido más oscuro que su predecesor. Las únicas diferencias son abundantes samples vocales (especialmente en The devil is in the details) y un omnipresente fondo de radiación de drones sin rumbo (You could feel the sky ha sido utilizado como sonido de acompañamiento para drones y ruidos cósmicos). Se trata de un maravilloso equilibrio entre habilidades melódicas y experimentación vanguardista, en un ejercicio de geofísica interna, un viaje sonoro hacia hipotéticos planetas remotos, como en la mejor tradición de la kosmische musik, resultados en un camino alrededor del interior salpicado de toques claramente psicodélicos.
Geogaddi recibió aclamación universal de los críticos musicales y fans, afianzándose así más en su status como referencia de la música electrónica. Fue descrito por Sandison como “un disco para una especie de prueba de fuego, una jornada claustrofóbica y tortuosa que te conduce a algunas experiencias oscuras y bonitas antes de que consigas coger aire de nuevo".
El mismo nombre del disco y la enigmática portada levantaron una gran controversia acerca de si ocultaban alguna clase de simbolismo secreto. Todas y cada una de las teorías propuestas fueron rechazadas por los Sandinson que aún no han explicado el significado de la simbología de Geogaddi. El disco se mantenía en la línea de su predecesor estilísticamente, aunque se aprecia una evolución de las formas y el contenido que logra evitar comparaciones odiosas con aquél.
En septiembre de 2002, Boards of Canada produjeron un exuberante remix de la canción del artista estadounidense Boom Bip, Last walk around Mirror Lake, para un single extraído de su álbum Seed to sun, y en febrero de 2004 BoC creó una reformulación vertiginosa de la canción Dead dogs two de la banda americana de Oakland, cLOUDDEAD. La versión de BoC aportó toda una gama de elementos psicodélicos retro incluyendo guitarras revertidas, flautas, sitares y cuerdas, y culminaba en un clímax a lo Beatles reminiscencia de A day in the life.
A finales de 2004, el artista estadounidense Beck pidió a Boards of Canada que remezclasen una canción de su próximo álbum, Güero. BoC tomaron las líneas vocales de su nostálgica canción Broken drum y crearon una nueva melodía alrededor de la original, con un crescendo épico y relleno de capas. En una entrevista con la revista Clash en la primavera de 2005, Beck describió el remix como "mi remix favorito de todos los que he hecho; ellos aportaron algo que estaba ahí, pero sólo entonces agregaron una nueva dimensión. Supongo que es una gran canción emocional y aportaron un toque agridulce en lo que fue un poco hippy, pero no te lo desfiguran con sacarina. Se te pone justo en el pecho".
Su tercer álbum con Warp Records, The campfire headphase, fue publicado en octubre de 2005 en Europa y Estados Unidos. El álbum contaba con quince canciones, incluyendo Peacock tail, Chromakey dreamcoat y Dayvan cowboy, y significó una pequeña revolución respecto a los anteriores, ya que esta vez los pasos se dirigían hacia el folk, acompañado por melodías lisérgicas. Los samplers, aunque omnipresentes, ceden parte de su territorio ante las guitarras acústicas, y los breaks de hip hop que aparecían anteriormente desaparecen aquí de forma casi completa.
Dos versiones de Dayvan cowboy (la original y un remix de Odd Nosdam) figuraban en el EP de seis canciones, Trans Canada highway, que fue lanzado en mayo de 2006. El grupo editó un vídeo de Davyan cowboy, primero que lanzaban al mercado sin contar los de actuaciones en vivo.
A finales de 2009, la recopilación Warp20 (recreated) incluyó dos covers de canciones de BoC, una realizada por Bibio de su canción Kaini industries, y otro por Mira Calix de In a beautiful place out in the country. Warp20 (recreated) formaba parte del boxset extendido Warp20, en el que también figuraban dos temas inéditos de Boards of Canada: Seven forty seven y un sample de 1,8 segundos de Spiro.
En el Record Store Day de 2013, un disco de vinilo conteniendo un breve clip de música que se creía que era un trabajo de Boards of Canada apareció en la tienda de discos de Nueva York, Other Music. Poco después del lanzamiento, Warp Records respondió de la autenticidad del disco. El disco, titulado ------/------/------/xxxxxx/------/------, contenía un breve clip de audio, seguido por una voz leyendo seis dígitos similares a la de una estación de números. El disco reveló lo que iba a convertirse en una de la secuencia única de seis números que formarían parte de un tipo de juego de realidad alternativa que se utilizaría para promocionar el lanzamiento de su próximo álbum de estudio.
El resto de los códigos estaban ocultos a través de varios sitios web y comunidades online, y fueron transmitidos a través de BBC Radio One, NPR y Adult Swim. Después de mucha especulación, el sitio web oficial de la banda redirigió a los usuarios a otros sitios web que solicitaban al usuario que introdujese una contraseña. Una vez introducidos todos los seis códigos únicos, se mostraba un vídeo anunciando Tomorrow’s harvest, su cuarto álbum de estudio. El álbum fue lanzado en Japón, Europa y Estados Unidos en junio de 2013 con general aclamación crítica. A pesar de ser obvio que mantenían las raíces de buenos trabajos como Geodaddi o Music has the right to children, la línea de continuidad proyectada hacia adelante por Boards of Canada aparece clara, con un sonido más oscuro y simplificado que el de anteriores trabajos.
La música de Boards of Canada es una reminiscencia de los sonidos cálidos y analógicos de los medios de comunicación de los años 70 y contiene temas sobre la infancia, la nostalgia y el mundo natural. Mike y Marcus han mencionado los documentales de la National Film Board of Canada, de la cual deriva el nombre del grupo, como fuente de inspiración. A menudo se incorporan otros sonidos más industriales en su música, con el uso de ritmos distorsionados y altamente procesados. La mayoría de sus temas son ambient downtempo, aunque algunos lanzamientos muestran sonidos más rápidos y abrasivos.
El sonido de BoC es producto de su uso de equipos analógicos, mezcla de instrumentación electrónica y convencional, uso de samples distorsionados, así como letras en vivo y grabadas, elaborando capas y mezclando estos elementos. Por ejemplo, el dúo ha revelado que usan muchas viejas máquinas de cinta, como las fabricadas por Grundig; y puede decirse que éste es uno de los factores clave que contribuyen a su sonido vintage. Debido a que evitan un sonido puramente sintético, su música se describe a menudo como poseedora de una calidad cálida y emotiva, a menudo pensada para inspirar nostalgia. A esta consideración ayuda el uso de samples de programas de televisión de los años 70 y de otros medios prevalentes en la época de la infancia compartida de los dos hermanos, especialmente los documentales inspirados en la naturaleza producidos por la National Film Board of Canada.
Breves interludios o viñetas son características destacadas en la música de BoC. Tales canciones a menudo están tejiendo melodías o discursos acompañados por sonido atmosférico para capturar un momento específico o estado de ánimo. A menudo duran menos de dos minutos, pero, como BoC comentan, “escribimos más allá de las llamadas canciones ‘totales’, y, en cierto modo, son nuestras propias favoritas”. BoC han escrito un número enorme de esos fragmentos, así como canciones de larga duración, la mayoría de los cuales no han sido publicadas. No parece que su música esté hecha exclusivamente para su lanzamiento comercial; por el contrario, sus álbumes parecen ser el resultado de seleccionar canciones complementarias de trabajos actuales. Por ejemplo, Geogaddis presuntamente implicó la creación de 400 fragmentos de canciones y 64 canciones completas, de las cuales 22 fueron seleccionadas (23, si se incluye la canción final de completo silencio). Marcus declaró: “la idea del álbum perfecto es esa cosa amorfa a la que siempre hemos estado apuntando... la idea de hacer música es por lo menos tener como objetivo tu propia idea de perfección.
Entrevistas con los hermanos Sandison proporcionan alguna información sobre su proceso creativo. Han citado varios grupos y artistas que han influido en su trabajo como Joni Mitchell, The Incredible String Band (“tenemos todos los discos de la String Band... nuestras sensibilidades rurales son similares”), The Beatles (“realmente llegaron a ser apasionantes para nosotros a través de su psicodelia”) y My Bloody Valentine (“aunque no sonamos como ellos, hay una conexión en términos de la aproximación a la música”).
Boards of Canada también han expresado un fuerte interés en el poder de los mensajes subliminales y su obra está llena de mensajes crípticos, incluyendo referencias a la numerología, y figuras de culto como David Koresh de la rama de los davidianos. Cuando se les pregunta acerca de sus objetivos en la elaboración de tales referencias, BoC se expresan en términos neutros (“no somos del todo religiosos... y si somos espirituales es puramente en el sentido de mantener cuidado sobre el arte e inspirar a la gente con ideas"), mientras permanecen fascinados con la capacidad de la música de influir en las mentes de los demás (“en realidad creemos que hay poderes en la música que son casi sobrenaturales. Creo que en realidad manipulan a la gente con la música...”)
Varias grabaciones antiguas de Boards of Canada han sido encontradas online, que se estima que son canciones originales de Catalog 3, Acid memories, Hooper Bay y otros álbumes pre-Twoism. Todos los álbumes inéditos se presume que no son auténticas granciones de BoC, con las excepciones de Boc Maxima, las cintas Old tunes y The random 35 tracks tape. Mientras se cree que las cintas de Old tunes son auténticas (principalmente debido a la inclusión de canciones muy similares encontradas en otros lugares en publicaciones oficiales), nunca ha habido ningún reconocimiento oficial de su autenticidad.
Fuentes: http://en.wikipedia.org, http://es.wikipedia.org, http://lnx.indajaus.com, http://www.allmusic.com, http://www.scaruffi.com, http://www.ondarock.it, http://muzyka.wp.pl, https://itunes.apple.com, http://www.windishagency.com, http://www.urbnet.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
Canciones recomendadas:
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Eye/Ear, del EP Closes Vol. 1:
Eye/Ear - Boards of Canada
Wouldn't you like to be free y Numerator, del EP Play by numbers:
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Numerator - Boards of Canada
Circle, del EP Hooper bay:
Circle - Boards of Canada
Sixtyniner y Seeya later, del EP Twoism:
Sixtyniner - Boards of Canada
Seeya later - Boards of Canada
June 9th, Nlogax, Turquoise hexagon sun y Everything you do is a balloon, del álbum Boc maxima:
June 9th - Boards of Canada
Nlogax - Boards of Canada
Turquoise hexagon sun - Boards of Canada
Everything you do is a balloon - Boards of Canada
Hi scores, del EP Hi scores:
Hi scores - Boards of Canada
Aquarius y Pete standing alone, del álbum Music has the right to children:
Aquarius - Boards of Canada
Pete standing alone - Boards of Canada
Amo bishop roden, del EP In a beautiful place out in the country:
Amo bishop roden - Boards of Canada
Music is math, Julie and Candy y Alpha and omega, del álbum Geogaddi:
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Julie and Candy - Boards of Canada
Alpha and omega - Boards of Canada
Davyan cowboy, 84 Pontiac dream y Chromakey dreamcoat, del álbum The campfire headphase:
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84 Pontiac dream - Boards of Canada
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domingo, mayo 24, 2015
Grandes álbumes. IMMACULATE FOOLS - Another man's world
Immaculate Fools se formaron en Kent, Reino Unido, en 1984 por la doble pareja de hermanos Kevin (vocales y guitarras) y Paul Weatherill (vocales de acompañamiento y bajo), y Andy (guitarra) y Peter Ross (batería). Tuvieron un cierto éxito en su país con su primer single Immaculate Fools (número 51 en las listas de singles) en enero de 1985, perteneciente a su álbum de debut Hearts of fortune, editado en 1985, y éste llegó al puesto 65 en la lista de álbumes británica en ese mismo año. El grupo se mantuvo en activo hasta 1997, publicando seis álbumes de estudio antes de disolverse. En España, gozaron de una buena popularidad, lo que hizo que realizasen numerosas actuaciones a finales de los 80 y principios de los 90.
Immaculate Fools fueron el típico ejemplo de artista con relativo (o más bien muy escaso) éxito en su país, pero que por circunstancias inexplicables arrasaban en algún otro lugar. En este caso ese otro lugar fue España. Hasta el punto de que el grupo acabaría viviendo en nuestro país durante una larga temporada y grabando parte de su discografía posterior en unos estudios de Vigo.
En Reino Unido, su repercusión era prácticamente nula; en cambio, en España, muy buenas canciones como Immaculate fools, Save it o Hearts of fortune, del primer disco Hearts of fortune, junto a otras de discos posteriores, como Tragic comedy, Wish you were here o Sad, se escucharon bastante, tanto como para que su segundo LP, Dumb poet, fuera Disco de oro en España, mientras que en su país ni entró en las listas.
Immaculate Fools combinan muy buenas canciones con influencias del folk británico con otras más épicas y difíciles, muy en la línea new-wave de los 80 de otros grupos como, por ejemplo, Psychedelic Furs (comparación muy recurrente, en parte por el parecido de la voz de Kevin Wheatherill con la de Richard Butler).
Sus producciones son las clásicas y correctas producciones británicas de los años 80. Su sonido más bien intimista y desencantado, podría haber tenido mucho más éxito en los 90, no sólo en España. Sin embargo, para la moda del pop de los 80 en Europa, fuera de la onda siniestra, en la que no militaban, los gustos iban lejos de esta línea intimista y oscura. Se cuenta, por ejemplo, la anécdota de un DJ de una importante radio inglesa, que cortó la emisión de uno de sus singles en mitad de canción por ser, en sus propias palabras, "demasiado deprimente". Ahora los tiempos han cambiado, pero en aquella época fue un duro golpe para la banda de Kevin Weatherill, ya que por aquel entonces la influencia de determinados DJs "estrella", tenía mucho más peso que ahora a la hora del éxito comercial de un trabajo discográfico.
Aunque el grupo aterrizó en las listas en Gran Bretaña, su híbrido de música celta, rock popular y alternativa encontró aún más éxito en España y Alemania. En 1987, su LP Dumb poet fue lanzado en América por A&M Records, y su canción con sonido muy Psychedelic Furs, Tragic comedy, se convirtió en un éxito menor en las emisoras universitarias. Dumb poet, tuvo críticas muy positivas (incluyendo una reseña en la revista Sounds que daba al disco una puntuación de cinco estrellas), pero no alcanzó el éxito comercial de su debut. La banda salió de gira con artistas como Bob Dylan, Iggy Pop, Simple Minds, The Stranglers o The Rolling Stones. Sin embargo, se cansaron de la escena musical inglesa de los años 80 y se trasladaron a España, donde se "sentían superestrellas".
En 1989 regresaron los Immaculate Fools de su gira a Inglaterra, y tuvieron que hacer un descanso forzoso debido a problemas de salud del cantante Kevin Weatherill, comenzando poco después las grabaciones de su tercer álbum, Another man’s world, finalmente editado en junio de 1990 por Epic. Los hermanos Ross habían abandonado el grupo siendo sustituidos por Barry Wickens, Paul Skidmore y Ian Devlin.
Para la grabación del disco, el grupo montó un estudio de grabación en una granja (Woodhouse) galesa, cerca de Ludlow. Another man’s world, con sus tres singles Sad, The prince y Falling apart together, es considerado por muchos críticos como el mejor álbum de Immaculate Fools y un hito en la música folk/rock/música alternativa. En Reino Unido pasó más bien desapercibido, si bien fue galardonado en España con un Disco de platino, y Disco de oro en Alemania.
La formación para este disco la componían Kevin Weatherill (vocales, guitarra acústica, guitarra eléctrica, mandolina, armónica), Brian Betts (guitarra, mandolina), Barry Wickens (guitarra acústica, violín, vocales de acompañamiento), Paul Weatherill (guitarra acústica, bajo, vocales de acompañamiento), Ian Devlin (acordeón, teclados), Paul Skidmore (batería, percusión), y Jacqui Hewitt (vocales de acompañamiento). El disco en formato CD de Another man's world contenía un CD-single con 10 canciones.
Another man's world (1990) siguió manteniendo su gusto por el pop bien elaborado, pero se empezaba a intuir su evolución hacia el folk con la inclusión del violín como instrumento extra. Con canciones largas, pero sin hacerse monótonas al oído, se trata de un disco con fondo triste, como demuestra en sus melodías y algunas letras. El disco es, en términos de sonido, más completo y más complejo que sus predecesores, destacando la profundidad que dotaba al sonido del grupo la introducción del violín. El peso de las composiciones recayó en Kevin Weatherill, cuya característica voz gutural seguía siendo la marca distintiva del grupo, así como las letras con fondo triste.
Immaculate Fools son un grupo de un gusto exquisito, que devanea entre un género y otro con una facilidad pasmosa. El disco rebosa buen hacer y calidad, desde una producción de lujo, con muy buenas canciones como el crescendo de Bad seed, Another man's world (que abre el disco), Sad, la alegría de Falling apart together, This is not love, o el grandioso The prince.
Los hermanos Ross nunca se distanciaron por completo de la banda tras abandonar la formación, ya que la mayoría de las producciones de los discos de Immaculate Fools efectuadas tras su separación del grupo fueron realizadas por Andy Ross. El pequeño de los Ross (Peter), es el que lleva actualmente la página del grupo en Myspace junto con su propio hijo. Últimamente el líder de los Fools, Kevin Weatherill, se dedica a dar pequeñas actuaciones en Reino Unido y en Europa bajo el nombre de Dirty Ray (Ray es su segundo nombre), con un toque intimista y aires entre blues, folk o rock en pequeños locales y garitos. En 2010 trabajó con Miles Hunt de Wonderstuff y la violinista Erica Nockalls en el disco Big world for a little man, y ha producido a varios otros grupos. Afirmaba en una entrevista reciente que hace música por placer. Andy Ross ha trabajado con Basia, Miguel Bosé, Howard Jones y Tori Amos.
Fuentes: http://lachicadelparaguas.blogspot.com.es, http://pasalavida.org, http://es.wikipedia.org, http://en.wikipedia.org, http://de.wikipedia.org, http://blogcondemontecristo.blogspot.com.es, http://rateyourmusic.com, http://www.cduniverse.com, http://www.fallenangelofrock.com, http://www.amazon.de, http://www.amazon.co.uk, http://discosparaelrecuerdo.blogspot.com.es, http://best-keptsecrets.blogspot.com.es, http://rincondesconexion.blogspot.com.es
Listado de canciones:
1.- Another man's world
2.- Sad
3.- The prince
4.- This is not love
5.- Bad seed
6.- Falling apart together
7.- Come on Jayne
8.- Got me by the heart
9.- Stop now
10.- Fighting again
Vídeos:
Another man's world - Immaculate Fools
Sad - Immaculate Fools
The prince - Immaculate Fools
This is not love - Immaculate Fools
Bad seed - Immaculate Fools
Falling apart together - Immaculate Fools
Come on Jayne - Immaculate Fools
Got me by the heart - Immaculate Fools
Fighting again - Immaculate Fools
Immaculate Fools fueron el típico ejemplo de artista con relativo (o más bien muy escaso) éxito en su país, pero que por circunstancias inexplicables arrasaban en algún otro lugar. En este caso ese otro lugar fue España. Hasta el punto de que el grupo acabaría viviendo en nuestro país durante una larga temporada y grabando parte de su discografía posterior en unos estudios de Vigo.
En Reino Unido, su repercusión era prácticamente nula; en cambio, en España, muy buenas canciones como Immaculate fools, Save it o Hearts of fortune, del primer disco Hearts of fortune, junto a otras de discos posteriores, como Tragic comedy, Wish you were here o Sad, se escucharon bastante, tanto como para que su segundo LP, Dumb poet, fuera Disco de oro en España, mientras que en su país ni entró en las listas.
Immaculate Fools combinan muy buenas canciones con influencias del folk británico con otras más épicas y difíciles, muy en la línea new-wave de los 80 de otros grupos como, por ejemplo, Psychedelic Furs (comparación muy recurrente, en parte por el parecido de la voz de Kevin Wheatherill con la de Richard Butler).
Sus producciones son las clásicas y correctas producciones británicas de los años 80. Su sonido más bien intimista y desencantado, podría haber tenido mucho más éxito en los 90, no sólo en España. Sin embargo, para la moda del pop de los 80 en Europa, fuera de la onda siniestra, en la que no militaban, los gustos iban lejos de esta línea intimista y oscura. Se cuenta, por ejemplo, la anécdota de un DJ de una importante radio inglesa, que cortó la emisión de uno de sus singles en mitad de canción por ser, en sus propias palabras, "demasiado deprimente". Ahora los tiempos han cambiado, pero en aquella época fue un duro golpe para la banda de Kevin Weatherill, ya que por aquel entonces la influencia de determinados DJs "estrella", tenía mucho más peso que ahora a la hora del éxito comercial de un trabajo discográfico.
Aunque el grupo aterrizó en las listas en Gran Bretaña, su híbrido de música celta, rock popular y alternativa encontró aún más éxito en España y Alemania. En 1987, su LP Dumb poet fue lanzado en América por A&M Records, y su canción con sonido muy Psychedelic Furs, Tragic comedy, se convirtió en un éxito menor en las emisoras universitarias. Dumb poet, tuvo críticas muy positivas (incluyendo una reseña en la revista Sounds que daba al disco una puntuación de cinco estrellas), pero no alcanzó el éxito comercial de su debut. La banda salió de gira con artistas como Bob Dylan, Iggy Pop, Simple Minds, The Stranglers o The Rolling Stones. Sin embargo, se cansaron de la escena musical inglesa de los años 80 y se trasladaron a España, donde se "sentían superestrellas".
En 1989 regresaron los Immaculate Fools de su gira a Inglaterra, y tuvieron que hacer un descanso forzoso debido a problemas de salud del cantante Kevin Weatherill, comenzando poco después las grabaciones de su tercer álbum, Another man’s world, finalmente editado en junio de 1990 por Epic. Los hermanos Ross habían abandonado el grupo siendo sustituidos por Barry Wickens, Paul Skidmore y Ian Devlin.
Para la grabación del disco, el grupo montó un estudio de grabación en una granja (Woodhouse) galesa, cerca de Ludlow. Another man’s world, con sus tres singles Sad, The prince y Falling apart together, es considerado por muchos críticos como el mejor álbum de Immaculate Fools y un hito en la música folk/rock/música alternativa. En Reino Unido pasó más bien desapercibido, si bien fue galardonado en España con un Disco de platino, y Disco de oro en Alemania.
La formación para este disco la componían Kevin Weatherill (vocales, guitarra acústica, guitarra eléctrica, mandolina, armónica), Brian Betts (guitarra, mandolina), Barry Wickens (guitarra acústica, violín, vocales de acompañamiento), Paul Weatherill (guitarra acústica, bajo, vocales de acompañamiento), Ian Devlin (acordeón, teclados), Paul Skidmore (batería, percusión), y Jacqui Hewitt (vocales de acompañamiento). El disco en formato CD de Another man's world contenía un CD-single con 10 canciones.
Another man's world (1990) siguió manteniendo su gusto por el pop bien elaborado, pero se empezaba a intuir su evolución hacia el folk con la inclusión del violín como instrumento extra. Con canciones largas, pero sin hacerse monótonas al oído, se trata de un disco con fondo triste, como demuestra en sus melodías y algunas letras. El disco es, en términos de sonido, más completo y más complejo que sus predecesores, destacando la profundidad que dotaba al sonido del grupo la introducción del violín. El peso de las composiciones recayó en Kevin Weatherill, cuya característica voz gutural seguía siendo la marca distintiva del grupo, así como las letras con fondo triste.
Immaculate Fools son un grupo de un gusto exquisito, que devanea entre un género y otro con una facilidad pasmosa. El disco rebosa buen hacer y calidad, desde una producción de lujo, con muy buenas canciones como el crescendo de Bad seed, Another man's world (que abre el disco), Sad, la alegría de Falling apart together, This is not love, o el grandioso The prince.
Los hermanos Ross nunca se distanciaron por completo de la banda tras abandonar la formación, ya que la mayoría de las producciones de los discos de Immaculate Fools efectuadas tras su separación del grupo fueron realizadas por Andy Ross. El pequeño de los Ross (Peter), es el que lleva actualmente la página del grupo en Myspace junto con su propio hijo. Últimamente el líder de los Fools, Kevin Weatherill, se dedica a dar pequeñas actuaciones en Reino Unido y en Europa bajo el nombre de Dirty Ray (Ray es su segundo nombre), con un toque intimista y aires entre blues, folk o rock en pequeños locales y garitos. En 2010 trabajó con Miles Hunt de Wonderstuff y la violinista Erica Nockalls en el disco Big world for a little man, y ha producido a varios otros grupos. Afirmaba en una entrevista reciente que hace música por placer. Andy Ross ha trabajado con Basia, Miguel Bosé, Howard Jones y Tori Amos.
Fuentes: http://lachicadelparaguas.blogspot.com.es, http://pasalavida.org, http://es.wikipedia.org, http://en.wikipedia.org, http://de.wikipedia.org, http://blogcondemontecristo.blogspot.com.es, http://rateyourmusic.com, http://www.cduniverse.com, http://www.fallenangelofrock.com, http://www.amazon.de, http://www.amazon.co.uk, http://discosparaelrecuerdo.blogspot.com.es, http://best-keptsecrets.blogspot.com.es, http://rincondesconexion.blogspot.com.es
Listado de canciones:
1.- Another man's world
2.- Sad
3.- The prince
4.- This is not love
5.- Bad seed
6.- Falling apart together
7.- Come on Jayne
8.- Got me by the heart
9.- Stop now
10.- Fighting again
Vídeos:
Another man's world - Immaculate Fools
Sad - Immaculate Fools
The prince - Immaculate Fools
This is not love - Immaculate Fools
Bad seed - Immaculate Fools
Falling apart together - Immaculate Fools
Come on Jayne - Immaculate Fools
Got me by the heart - Immaculate Fools
Fighting again - Immaculate Fools
miércoles, mayo 20, 2015
SMOG/BILL CALLAHAN
Smog es el seudónimo bajo el que ha grabado y actuado el cantante, compositor y guitarrista Bill Callahan (Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 1966), que se encuentra entre los grandes renovadores del rock estadounidense de las últimas dos décadas. Smog es un excelente arquitecto de ambientes fatalistas y oníricos que ha dedicado su obra a la exploración paranoica de un tema obsesivo, el tema de una vida que poco a poco se desvanece en la nada. Smog se identifica tanto con su poesía de la soledad que sus canciones parecen arrullarlo a sí mismo en un estado de apatía y languidez intoxicante.
Sus canciones poseen el sabor de inmortalidad típico de clásicos como Nick Drake, Lou Reed, Leonard Cohen y Nick Cave. Se trata de miniaturas sonoras, acuarelas minimalistas, sonidos que exploran los más oscuros recovecos de la mente, la soledad, la angustia, la alienación, desarrollando un lienzo musical tan sobrio como original. En cierta forma, Smog es el Drake de los 90, especialmente por su habilidad en transferir un malestar existencial sobre el pentagrama tan emocionante como sobrio y mesurado. Como el mismo Nick Drake antes que él, Smog transmite la triste sensación de angustia sentida por alguien que no quería vivir en un mundo que no amaba.
Callahan comenzó a trabajar en el género lo-fi nacido a partir del rock alternativo, con álbumes elaborados en estudios caseros en cintas mediante grabadoras de cuatro pistas. Más tarde empezó a lanzar álbumes con el sello Drag City, al que sigue estando vinculado en la actualidad.
Su música es simple, de un toque intimista, espiritual y emotivo. Las canciones de Smog se basan a menudo en estructuras simples y repetitivas, consistiendo en una progresión de acordes simples repetidos durante la duración de la canción entera. Su forma de cantar se caracteriza por su voz de barítono. Melódica y líricamente tiende a evitar el enfoque verso-coro favorecido por muchos compositores contemporáneos, prefiriendo en su lugar un acercamiento de forma más libre y que descansa menos en la repetición melódica y lírica. Los temas líricos de Callahan se centran a menudo en temas relacionados con la búsqueda espiritual y la complejidad de las emociones, con un sutil uso de la ironía y el humor negro en el sentido clásico. Se trata de un cuentista aficionado que usa palabras simples para historias de profunda significación, con una temática que incluye las relaciones, los animales, los viajes, los adolescentes, la naturaleza y, más recientemente, la política.
Sobre el tema de la voz en sus álbumes, Callahan ha dicho, “se trata generalmente de un carácter por disco. Así, el personaje aparece en todas o la mayoría de las canciones en un disco y después se marcha. Aunque me hace sentir extraño hablar sobre ello, porque no pienso en términos claros de caracteres. Mis álbumes en conjunto podrían ser vistos como un personaje con muchas voces diferentes”. Su manera generalmente desapasionada de expresar las letras y su oscura ironía a menudo ofuscan complejos giros y vueltas líricas y emocionales. Los críticos han caracterizado generalmente su música como deprimente e intensamente introspectiva, y uno de ellos lo ha descrito como una “visión de un espectáculo erótico en un mundo insular de alienación”. Sin embargo, hay quienes dicen que se suele confundir su afición por el humor negro con un estado depresivo, confusión que se puede originar por su tendencia a las letras irónicas y socarronas.
Aunque nació en Maryland, la familia de Callahan pasó ocho años viviendo en Knaresborough en North Riding of Yorkshire, Inglaterra, con un retorno de cuatro años a Maryland entre 1969 y 1973. Sus padres trabajaban como analistas de idiomas para la Agencia Nacional de Seguridad.
Bill Callahan dijo que empezó a experimentar con la música cuando luchaba contra el insomnio de niño escuchando la radio: “me divertía jugando con la rueda de la sintonización distorsionando el sonidos de las canciones con ruido electrostático”, declaró. Su educación musical se llevó a cabo en Georgia, pero fue en California donde comenzó su actividad artística, con una serie de cassettes autoproducidos (Macrame gunplay de 1988, Cow de 1989, A table setting de 1990, Tired tape machine de 1990) a través de su propio sello Disaster. El nombre de Smog dijo tomarlo de una entrevista a Jello Biafra. “Decía que ‘smog’ (la contaminación) era el sabor de ‘jello’ (la gelatina). Elegí un seudónimo porque permanece abierto a todas las posibles soluciones (podía registrarme como solista o como grupo), y por eso, si grabas con tu nombre, el público asume que eres el propietario de tus canciones, cantas, eres solamente el protagonista”.
Callahan comenzó como un artista eminentemente experimental, utilizando instrumentos y equipos de grabación ya obsoletos. Sus primeras canciones a menudo casi carecían de estructura melódica y fueron torpemente interpretadas mediante guitarras mal sintonizadas, dando como resultado sonidos disonantes en sus cassettes autoeditados y su álbum de debut Sewn to the sky. El disco navegaba en el lo-fi, la tendencia musical que favorecía sonidos sucios y de baja fidelidad, aunque Smog no se ceñía sólo a estos cánones y agregaba sus inconsistencias, vocales destartalados, ritmos desacompasados (Kings tongue, Fruit bats, Puritan work ethic, Polio shimmy), y dejando sólo canciones como Peach pit y A jar of sand como los momentos más humanos, aquellos donde su estado de ánimo depresivo de corazón solitario e inconformista se trasluce en toda su desolación. Smog renunciaba a la armonía, sustituyéndola por la embrollada confusión de los instrumentos que producían la música. Más allá de los absurdos intervalos cortos, donde casi todo estaba permitido (como en el instrumental Russian winter), Smog arregló las canciones haciendo los pulsos más punzantes, los ritmos más desacompasados y la voz más desorientada.
Aunque siempre lejos de las candilejas, Smog fue contratado por Drag City, uno de los sellos independientes más respetados de Estados Unidos (en el que figuraban grupos seminales como los Pavement de Stephen Malkmus, los Palace de Will Oldham, los Silver Jews de David Berman, o los Royal Trux de Neil Hagerty), que publicó su EP Floating, seguido por el álbum Forgotten foundation, un disco complejo, donde las armonías más regulares (Burning kingdom, Your dress) y las baladas folk de sabor clásico (Head of stone II, Bad ideas for country songs, Bad investment) se mezclan con sonido extravagante, del acompañamiento por una sola guitarra de Filament a los gritos a capella de Guitar innovator. No faltan las canciones instrumentales que van del garage-rock de Do the bed a la enérgica Dead river, que continúan su introspección psicológica en el signo del intimismo más feroz.
Gran parte de su inicial producción era instrumental, con un marcado contraste con el enfoque lírico de su obra posterior. Aparentemente, utilizó técnicas lo-fi no principalmente debido a una preferencia estética, sino porque no tenía ninguna otra posibilidad para hacer música y por su falta de conocimiento acerca de cómo operaban los estudios de grabación, además de por el miedo a entregar el control de la obra a un ingeniero en sonido. Una vez firmó contrato con Drag City, empezó a utilizar estudios de grabación y una mayor variedad de instrumentos para sus grabaciones.
De 1993 a 2000, las grabaciones de Callahan crecieron cada vez en sonido “profesional”, con más instrumentos y una calidad de sonido superior, colaborando con músicos como Jim O’Rourke y John McEntire de Tortoise, con otros relacionados con Drag City, y con Neil Hagerty, músico con intereses comunes con Callahan. Callahan también trabajó estrechamente con su entonces novia Cynthia Dall en el inicio de su carrera, y ha contribuido en vocales a álbumes de otros artistas.
Musicalmente más rico y menos fragmentado (gracias también al violonchelo de Kim Osterwalder), Julius Caesar (1993) marcó otro punto de inflexión en la carrera de Smog. El rock crudo y lo-fi de sus inicios dejaba espacio para un nuevo gusto por la orquestación, a la cual el cantante estadounidense añade su toque típico espectral y decadente, ampliando su paleta sonora con las colaboraciones, además de Osterwalder, de Cynthia Dall y Jim O’Rourke. El espectro sonoro es mucho más amplio: desde el country-western de 37 push-ups a la serenata lisergica de What kind of angel, de la pomposa Your wedding a la indolente Strawberry rash, o el eco a la Velvet Underground de Heroin en la reencontrada energía de I am a Star Wars, en la que cuelga el riff de Honky Tonk women de los Rolling Stones. En equilibrio entre el rock neurótico a lo Television y el malhumor decadente de cantautores como Lou Reed y Leonard Cohen, Smog perfeccionaba lo que comenzaba a ser su marca de autor, confirmada por el mini-CD Burning kingdom de seis canciones: una nueva inmersión en su atmósfera inquietante y claustrofóbica, que culminaba en el trance de My shell, en la desolación de Drunk on the stars, envuelto en las atmósferas espectrales de Nico, y en la regularidad de la cadencia siniestra del single My family, y que fue el primero de los discos de Smog tocado como compleja música rock y con arreglos profesionales, que además perfeccionaron su técnica teatral.
Callahan se había convertido en un músico completo, capaz de actualizar la composición clásica con las ideas más brillantes de los movimients post-punk y new wave, el dark-rock, el lo-fi y el post-rock. Y también lo acompañaba un gurú de apoyo de la escena indie americana como Jim O’Rourke.
En 1995 llegaba así a su obra maestra: Wild love. El rock crudo y lo-fi de sus inicios se solda con una peculiar inclinación para la orquestación, creando un espectro de sonido amplio y excéntrico. El violonchelo (interpretado por O’Rourke) y teclados, en particular, añaden un toque siniestro a los paneles de desolación cotidianos de Smog, en una hipnótica mezcla de indie-rock y música de cámara. Desde la apertura con mitad Television mitad Cure de Batysphere al siniestro minimalismo de Sweet smog children, pasando por el breve interludio de violonchelo de Wild love, o al himno solemne de The emperor; los tres acordes sencillos de piano que dan cuerpo a Limited capacity dan paso a la inquietante It’s rough, en la que Callahan demuestra que sabe construir arreglos complejos con elegancia, y después al rockabilly neurótico de Sleepy Joe, dando paso a dos baladas, la frágil The candle, acompañada de débiles guitarras y teclados, y la fatalista Be hit, impregnada de amargo humor sardónico. La obra maestra del disco es la orquestal Prince alone in the studio, que demuestra las sublimes capacidades compositivas de Smog en la encrucijada entre pop, rock y música de cámara, y el disco termina con el arreglo cerrado de la canción de cuna Goldfish bow. Con Wild love, las historias de Smog penetraban profundamente en el alma del oyente, impregnadas de tristeza y soledad, porque estaban envueltas en mucho sonido que aislaba Smog de la sofistificación del rock. El estilo pop de cámara era ahora una forma de arte propio.
El siguiente EP, Kicking a couple around, reproponía los sonidos más ásperos del pasado, una vuelta tranquila al sonido austero, principalmente solitario y acústico, y no aportó mucho a su repertorio. Back in school, I break horses y The orange glow experimentaban con un nuevo estilo de recitación, susurros hipnóticamente lentos y tímidos acordes de guitarra, con la intimidad trémula del primer Leonard Cohen.
El álbum The doctor came at dawn, en cambio, prestaba mayor atención a la fórmula de la balada para voz y guitarra (Somewhere in the night, Everything you touch, Whistling teapot), pero se centraba también en otros lugares y momentos más dramáticos, como en la lánguida You moved in, o la solemne All your woman things, o en el blues cantado a capella Hangman blues.
Red Apple Falls (1997) es un disco clásico, en el que Callahan se muestra consciente de haber creado un estilo y de tener el espacio para vivir en él hasta el final. Este álbum constituyó una escasa unión de los dos estilos entre los que fluctuaba su trabajo, la austeridad encontrada en Kicking y el barroco (para sus estándares) de Wild love. La receta musical de Smog se comprobaba ofreciendo valiosas piezas como Red apples, romance para piano sobre el cual se cernía la letanía funeraria de Callahan; I was a stranger, una mezcla de un piano clásico y un tema inusual de guitarras hawaianas; o el emocionante Blood red bird.
Pero tal vez Smog percibía que el riesgo de repetición estaba al acecho, y en 1999 publicaba el sorprendente Knock knock (1999), en el que, por un lado el cuidado en la orquestación, y por otro lado la variedad estilística, contribuían a transformar sus canciones espectrales en composiciones de cámara elegantes. Las canciones fúnebres de Callahan tenían esta vez un verdadero tono de rock de cámara: Let’s move to the country reelaboraba el motivo de O Superman de Laurie Anderson con orquestación, No dancing era cantada en el registro decadente de David Bowie atornillada en un riff hard-rock, River guard era un reflejo íntimo de dolor conducida a ritmo de golpes de un ligeramente desentonado piano con ecos de Neil Young y Tom Waits. La temática del álbum sigue dominada por el “mal de vivir”, expresada por Smog mediante historias fatalistas, penetradas por un estado de ánimo depresivo y abúlico.
Ayudado por colaboradores como John McEntyre y Jeff Parker de Tortoise, bastante responsables de aportar texturas menos definidas y más rigurosas, Callahan elegía con Dongs of sevotion (2000) un camino de cantautor más suave y emotivo. Un estilo que no siempre resultaba convincente, pero que a veces le proporcionó un tono emocional, como en la irónica Dress sexy at my funeral, con una declamación triste a Lou Reed, o en la intensa Permanent smile. En cualquier caso, incluso con este disco, Smog puede demostrar su maestría consagrada con la seguridad de su estilo dramático, combinando el sonido de rock duro con orquestaciones clásicas y austeras.
Después de Dongs of sevotion (2000), Callahan comenzó regresar a una instrumentación y estilo de grabación ligeramente más simple, conservando el estilo de composición más consistente que había desarrollado durante los años anteriores. Rain on lens (2001) fue un paso en falso, que parece hacer detener a Smog en busca de sus raíces (musicales y personales). A pesar de las colaboraciones (Rick Rizzo de Eleventh Dream o el guitarrista de los Maples, Pat Samson), el disco no tiene mucho especial para ofrecer, más que su peculiar predilección por la atmósfera más cerebral del post-rock. Después de regresar a un sonido escaso, emocional e intensamente íntimo en Dongs of sevotion, Smog avanzaba hacia el post-rock y empapaba sus canciones en una fría, claustrofóbica y calculada tensión (su cénit llega en Dirty pants). La canción inicial Rain on lens suponía una entrada de alto voltaje pero, y excepto tal vez el conmovedor Live as if someone is always watching you, el resto del álbum parece bastante monocorde, prisionero del cliché “deprimido” que el mismo Smog había ayudado a crear.
Accumulation: None (2002) recopilaba rarezas y canciones remezcladas. El undécimo álbum de estudio de Smog, que en este momento comenzó a firmar sus discos como (Smog), Supper (2003), se basaba en una combinación de guitarras suaves, vocales femeninas (la excelente Sarabeth Tucek), melodías persuasivas y odas sentimentales, con un grupo de acompañamiento que formaban Ken Champion (pedal steel), Andy Hopkins (guitarra), Ryan Hembrey (violoncello bajo), Jim White y Rian Murphy (batería). Dongs of sevotion había representado un intento de robustecer el tradicional lo-fi folk de Smog con arreglos más densos y una producción en estudio más cuidadosa, Supper marcaba el regreso al austero sonido de los primeros discos, a pesar de la presencia de John McEntire de Tortoise y algunos destellos de rock eléctrico. Supper era una colección extraña, casi esquizofrénica, que oscilaba entre la elegía vals-country de Feather by feather, y el boogie a lo Lou Reed de Butterflies drowned in wine (con tambores tribales cortesía de Jim White). Comparado con el trabajo anterior, sin embargo, el sonido se vuelve más armonioso y cálido, casi queriendo ofrecer un consuelo de la angustia que impregnaba las canciones. El disco parte fuerte, con números rock y luego desciende lentamente hacia un sonido más relajado. Consta de canciones lentas como Our anniversary, Driving o A guiding light, de canciones con más ritmo como Ambition, y canciones blues como Morality.
En 2005 publicó el álbum A river ain’t too much love, con Joanna Newsom en piano, Connie Lovatt en el bajo, Jim White de Dirty Three a la batería, y el violinista Travis Weller. Se trata de diez instantáneas de color sepia que amarilleaban los recuerdos de una América mítica, estrecha pariente de las narraciones de las plumas sudistas de William Faulkner y Cormac McCarthy. Comienza con el folk-blues de Palimpsest, y enseguida la batería toma dimensión, proponiendo inesperados destellos de rock explosivo (la cola de la balada Say valley maker, las fases más difíciles de The well, las espirales rítmicas de Let me see the colts). El clímax emocional del álbum se encuentra, sin embargo, en el vals de Rock bottom riser, una canción-redención a lo Cohen (o el último Cave), en que el pobre punteo de Callahan acaricia una confesión a corazón abierto, que coge calor en las cadencias de la batería y se infla de melodía en las magníficas frases de piano de Joanna Newsom, compositora y compañera de sello de Smog. En otros lugares, se despliegan las sombras de Johnny Cash y Willie Nelson (de hecho, el álbum se grabó en los estudios Pedernales de Spicewood, Texas, propiedad de Nelson). Así el festivo country-blues de The well se opone al western en cámara lenta de I’m new here, casi escultural en su austeridad, o a la canción de fogatas In the pines (tradicional, comúnmente atribuida a Leadbelly).
La música de Smog se había convertido en algo similar (en alcance, si no en sonido) a la música country: confesional pero quejosa ante el mundo, melancólica pero fundamentalmente positiva en su naturaleza, narrativa más que contemplativa, con menos melodía pero empaquetado en un formato fácilmente reconocible.
En 2007, Bill Callahan aparcó en las estanterías su nombre artístico Smog, y comenzó a publicar con su nombre real, lanzando Woke on a whaleheart a través de Drag city, un disco insignia de refinado country-folk. En él, Callahan pisoteaba en las huellas de la antigua música de Smog pero, al mismo tiempo, parece desgarrada entre la producción psicópata de Neil Hagerty y el sonido funk-soul de la década de 1960, con el apoyo del acompañamiento gospel de Pugh Deani-Flemmings, y con el muliti-instrumentista Howard Draper, el bajista Steve Bernal y el baterista Thor Harris. Algunos pasajes del álbum parecen ser conducidos por un corazón enamorado (entonces su pareja era Joanna Newsom, que ese mismo año había lanzado su apreciado álbum Ys), y se abre con el inicial From the rivers to the ocean, delicado y conmovedor, con un piano suspendido en el aire, el violín meciendo y una guitarra como acompañamiento atenuado que sólo en una ocasión se suelta en un solo. El esbozo de country de Callahan, sin embargo, tiene poco de canónico: la cabalgata tamboreada de Footprints, o la angustiada Diamond dancer. El álbum también se permite pequeños placeres: los bordados de guitarra folk de Sycamore, el western futuro de Honeymoon child, o Day, con su piano insistiendo en algunos acordes repetitivos en un ritmo hipnótico, pero sobre todo Night, una canción de cuna con la voz que se pasea levemente por el sendero de unas notas de piano suaves y repetidas. El country-rock de The wheel y la final A man needs a woman…, con más de un homenaje a Johnny Cash, cierran el círculo.
Parecía ser sólo un paréntesis, porque su siguiente trabajo, Sometimes I wish we were an eagle (2009) gesta un puente obvio con el sonido reflexivo del último álbum bajo el nombre de Smog. Asemeja una confesión delirante del mismo Callahan, dispersa entre las líneas de los textos de las nueve canciones incluidas en este trabajo, reafirmando de manera más o menos explícita una desilusión que no puede llevar más que hasta el final de su aventura con Newsom. Son canciones a mitad de camino entre un canto y un discurso, centrándose en temas como las relaciones humanas, la naturaleza y la religión, afrontando con aparente desapego y con un registro de crooner, que se adapta perfectamente a la profundidad de una rica variedad de arreglos, adornada de la sobria centralidad de sus inicios, asociada a rítmicas más bien marcados y ásperas, y arpegios acústicos bastante simples.
El disco continuaba la transformación en un cantante pop-blues fumador con su guitarra y arreglos de cuerda discretos, una especie de sobria contrapartida sobrio a la locura gloriosa de Tom Waits. Su voz sumamente tranquila y monótona intenta en vano modular una melodía en Jim Cain. El piano staccato, las oscuras trompetas y las cuerdas propulsivas convierten a Eid Ma Clack Shaw en una experiencia mágica, en algún lugar entre la Eleanor Rigby de los Beatles y Morphine. Los arreglos son mucho más que fondos sónicos: conducen la parte narrativa de la canción tanto como la letra, y son responsables de la mayoría de la parte emocional. Las letras, por otro lado, en su mayoría proporcionaban un autorretrato obsesivo y algo torpe que no coincidía absolutamente con la música.
Sometimes I wish we were an eagle muestra una sensibilidad melódica orquestal con una elegancia que rememora enseguida la música de Leonard Cohen, que encuentra emocionantes resultados en los casi diez minutos del final de Faith/Void, realzando una escritura muy agradable con el inconfundible sello aterciopelado de Callahan que recupera su composición más clásica. Gran parte del crédito de la naturalidad de su clasicismo para constituir el núcleo del álbum se debe a la persona encargada de los arreglos, Brian Beattie, quien ayudó a crear un sistema de sonido rico y sofisticado, que no tiene nada que envidiar al del célebre Van Dyke Parks y que hace resplandecer con una elegancia de otros tiempos los nuevo hábitos de crooner desgastado con el aplomo de un Callahan afligido y de nuevo inspirado.
En ese mismo año, Callahan contribuyó con versiones de clásicos en cuatro álbumes de tributos a Judee Sill, Kath Bloom, Chris Knox, y Merge Records.
Después de la consagración con Sometimes I wish we were an eagle, Callahan parece querer retomar desde el principio, con Rough travel for a rare thing, su propio recorrido para tomar distancia de la composición lo-fi, proporcionando una continuación siempre centrada en su figura, con su estilo de crooner aterciopelado, apoyado por una sección rítmica fuerte y la vivacidad de los primeros años. Aunque se trata de un directo interpretado en el estilo de una banda de clubes, todo suena mucho más pulido que su producción anterior. El disco se centraba en las composiciones de Callahan con su nombre artístico (y en algunas publicadas como Smog, aunque versionadas con su estilo actualizado), y más concretamente en las canciones de Sometimes I wish we were an eagle, y en él Callahan revela madurez expresiva, especialmente en su expresión vocal, y una habilidad para contar historias con calidez y desapego al mismo tiempo.
En su álbum Apocalypse (2011), el cantante y compositor de Silver Springs se muestra con apariencia menos pesimista que la resignada introspección del trabajo anterior, comenzando con Drover a recorrer valles remotos en los cuales se confunde con el paisaje, y confunde su propio dolor con el de los seres animados y los lugares que lo rodean. El Apocalipsis que da título al álbum es, en retrospectiva, todo interior, y el propósito de la narrativa está más bien vinculada a él una especie de catarsis de paz emocional que debe ser alcanzada a través de la salida temporal de los problemas cotidianos ordinarios y sentimentales. La nueva carga emocional va acompañada de una modalidad expresiva más animada y con mordaz respeto a la autocompasión romántica del trabajo anterior; en Apocalypse prevalece una variedad de registros cuya acidez va más allá del estilo alt-country para atestiguar sus citas sudistas que oscilan entre un latente Delta blues y un jazz matizado, pasando por una serie de arpegios de fuerte sabor bucólico. Pero cualquiera que sea la referencia sonora de fondo, Callahan encuentra la manera de ejercitar su ahora consumado crooning cantando canciones de duración media-larga, ideal para historias y confesiones de un artista que, con el paso de los años y de las experiencias personales, se convierte cada vez más en un refinado cantante de una soledad entendida como una integración sencilla con un misterioso ambiente a descubrir.
Apocalypse es la continuación natural de Sometimes I wish we were an eagle. El sonido opulento (por sus estándares) guía al oyente a través del inspirado en el western Drover, la pomposa America y la especialmente pensativa y conmovedora Riding for the feeling y One fine morning. Apocalypse contó con opiniones favorables de la crítica. El crítico Sasha Frere-Jones lo denominó “mi álbum favorito de Callahan, no porque sea el que tiene mejores canciones (que están dispersas entre al menos otros cinco discos), sino porque hace exactamente lo que quiere hacer: transmite la coherencia de un álbum”.
Una crónica filmada de la gira Apocalypse Tour de Callahan de 2011 fue lanzada en 2012 en formato DVD.
Su último álbum de estudio, Dream river, fue lanzado en septiembre 2013. La ropa más clásica de Sometimes I wish we were an eagle parecía quizá demasiado estrecha para Callahan, pero expande en Dream river una calidez, un transporte que ha suscitado que se le etiquete como su trabajo más apasionado (el exaltado Spring, la persuasiva Small plane, el confortable crooning de Winter road). Dream river mostraba a un Callahan barítono estable de mediana edad, junto con arreglos con toques latinos. La combinación funciona en Javelin unlanding, en la que parece burlarse de las bandas sonoras de spaguetti-western de los años 60, o en el ambiente jazzístico de Ride my arrow. El sentimiento de desolación y lucha interna que esta música está destinada a evocar es transmitido en todo su terrible poder sólo por Summer painter, gracias a una flauta excelente y una línea de bajo pulsada.
A pesar de la diferencia en estilo y ajuste, hay una cierta afinidad con los Iron and Wine del mismo año: suaves arreglos, vagamente jazz en algunos momentos (Seagull), en el que el barítono de Callahan deposita su mantra obsesivo, insinuando imágenes y revelaciones con su tono quejoso. Una conciencia expresiva que se filtra en cada bordado instrumental del disco, probablemente incluso más concentrado que en el jam de Apocalypse (como en la reveladora Ride my arrow, entre afirmaciones existenciales y metáforas ornitológicas), consolidando el aura que le rodea. Have fun with God (2014) es un disco de remezclas de las ocho canciones de Dream river, en un estilo más electrónico.
Cat Power (Chan Marshall), quien mantuvo durante un tiempo una relación sentimental y artística con Callahan, grabó la canción Bathysphere de Callahan en su álbum de 1996 What would the community think, y también versionó su canción Red apples en su álbum Covers record de 2000.
Callahan también se ha dedicado a la literatura, publicando en julio de 2010 a través de Drag City la novela epistolar Letters to Emma Bowlcut. En enero de 2013 se editó un libro de fotografías de Callahan, escrito por Chris Taylor, llamado The life and times of William Callahan. En octubre de 2014 se lanzó una colección de dibujos a tinta y textos de Callahan que abarcaba su primer álbum como Smog hasta Dream river, titulado I drive a Valence.
Fuentes: http://en.wikipedia.org, http://es.wikipedia.org, http://www.lastfm.es, http://www.ondarock.it, http://www.scaruffi.com, https://itunes.apple.com, http://www.ticketone.it, http://bombmagazine.org, http://www.allmusic.com, http://thegreatrockbible.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
SMOG
Peach pit, A jar of sand (Sewn to the sky)
Burning kingdom, Barometric pressure, Dead river, 97th street, I'm smiling (Forgotten foundation)
Your wedding, 37 push ups, When you walk, I am Star Wars, Chosen one (Julius Caesar)
My shell (electric version), My family (Burning kingdom EP)
Bathysphere, Wild love, It's rough, Sleepy Joe, Prince alone in the studio, Goldfish bowl (Wild love)
Your new friend, I break horses, The orange glow of a stranger's living room (Kicking a couple around EP)
You moved in, Somewhere in the night, Lize, Spread your bloody wings, All your women things (The doctor came at dawn)
The morning paper, Blood red bird, I was a stranger, To be of use, Red Apple falls, Ex-con, Inspirational (Red Apple Falls)
Let's move the country, Held, River guard, No country, Cool blooded old times, Hit the ground running, Look now (Knock knock)
Real live dress (The Manta rays of time EP)
Justice aversion, Dress sexy at my funeral, Strayed, Easily led, Distance, Cold discovery, Permanent smile (Dongs of sevotion)
Song, Natural decline, Keep some steady friends around, Dirty pants, Lazy rain, Live as if someone is always watching you (Rain on lens)
A hit (Accumulation: None)
Feather by feather, Ambition, Vessel in vain, Truth serum, Our anniversary, A guiding light (Supper)
Say valley maker, The well, Rock bottom riser, I feel like the mother of the world, Running the lopping, Let me see the colts (A river ain't too much to love)
BILL CALLAHAN
From the rivers to the ocean, Footprints, Diamond dancer, Sycamore, The wheel, Day (Woke on a whaleheart)
Jim Cain, Eid ma clack shaw, Rococo zephyr, Too many birds, All thoughts are prey for some beast, Faith/Void (Sometimes I wish we were an eagle)
Drover, Baby's breath, America!, Universal applicant, Riding for the feeling (Apocalypse)
The sing, Javelin unlanding, Small plane, Spring, Summer painter, Winter road (Dream river)
Thank dub, Expanding dub, Small dub, Highs in the mid-40's dub (Have fun with God)
Vídeos:
Dead river, del álbum Forgotten foundation:
Dead river - Smog
Chosen one, del álbum Julius Caesar:
Chosen one - Smog
Bathysphere, It's rough y Prince alone in the studio, del álbum Wild love:
Bathysphere - Smog
It's rough - Smog
Prince alone in the studio - Smog
I break horses, del EP Kicking a couple around:
I break horses - Smog
All your women things, del álbum The doctor came at dawn:
All your women things - Smog
Ex-con y Blood red bird, del álbum Red Apple falls:
Ex-con - Smog
Blood red bird - Smog
Cool blooded old times y Held, del álbum Knock knock:
Cool blooded old times - Smog
Held - Smog
Dress sexy at my funeral, del álbum Dongs of sevotion:
Dress sexy at my funeral - Smog
Keep some steady friends around, del álbum Rain on lens:
Keep some steady friends around - Smog
Our anniversary y Vessel in vain, del álbum Supper:
Our anniversary - Smog
Vessel in vain - Smog
Rock bottom riser y The well, de su álbum Have fun with God:
Rock bottom riser - Smog
The well - Smog
De Bill Callahan en solitario, Diamond dancer y Sycamore de su álbum Woke on a whaleheart:
Diamond dancer - Bill Callahan
Sycamore - Bill Callahan
Jim Cain y All thoughts are prey for some beast, de su álbum Sometimes I wish we were an eagle:
Jim Cain - Bill Callahan
All thoughts are prey for some beast - Bill Callahan
Drover y Riding for the feeling, del álbum Apocalypse:
Drover - Bill Callahan
Riding for the feeling - Bill Callahan
Javelin unlanding y Small plane, del álbum Dream river:
Javelin unlanding - Bill Callahan
Small plane - Bill Callahan
Sus canciones poseen el sabor de inmortalidad típico de clásicos como Nick Drake, Lou Reed, Leonard Cohen y Nick Cave. Se trata de miniaturas sonoras, acuarelas minimalistas, sonidos que exploran los más oscuros recovecos de la mente, la soledad, la angustia, la alienación, desarrollando un lienzo musical tan sobrio como original. En cierta forma, Smog es el Drake de los 90, especialmente por su habilidad en transferir un malestar existencial sobre el pentagrama tan emocionante como sobrio y mesurado. Como el mismo Nick Drake antes que él, Smog transmite la triste sensación de angustia sentida por alguien que no quería vivir en un mundo que no amaba.
Callahan comenzó a trabajar en el género lo-fi nacido a partir del rock alternativo, con álbumes elaborados en estudios caseros en cintas mediante grabadoras de cuatro pistas. Más tarde empezó a lanzar álbumes con el sello Drag City, al que sigue estando vinculado en la actualidad.
Su música es simple, de un toque intimista, espiritual y emotivo. Las canciones de Smog se basan a menudo en estructuras simples y repetitivas, consistiendo en una progresión de acordes simples repetidos durante la duración de la canción entera. Su forma de cantar se caracteriza por su voz de barítono. Melódica y líricamente tiende a evitar el enfoque verso-coro favorecido por muchos compositores contemporáneos, prefiriendo en su lugar un acercamiento de forma más libre y que descansa menos en la repetición melódica y lírica. Los temas líricos de Callahan se centran a menudo en temas relacionados con la búsqueda espiritual y la complejidad de las emociones, con un sutil uso de la ironía y el humor negro en el sentido clásico. Se trata de un cuentista aficionado que usa palabras simples para historias de profunda significación, con una temática que incluye las relaciones, los animales, los viajes, los adolescentes, la naturaleza y, más recientemente, la política.
Sobre el tema de la voz en sus álbumes, Callahan ha dicho, “se trata generalmente de un carácter por disco. Así, el personaje aparece en todas o la mayoría de las canciones en un disco y después se marcha. Aunque me hace sentir extraño hablar sobre ello, porque no pienso en términos claros de caracteres. Mis álbumes en conjunto podrían ser vistos como un personaje con muchas voces diferentes”. Su manera generalmente desapasionada de expresar las letras y su oscura ironía a menudo ofuscan complejos giros y vueltas líricas y emocionales. Los críticos han caracterizado generalmente su música como deprimente e intensamente introspectiva, y uno de ellos lo ha descrito como una “visión de un espectáculo erótico en un mundo insular de alienación”. Sin embargo, hay quienes dicen que se suele confundir su afición por el humor negro con un estado depresivo, confusión que se puede originar por su tendencia a las letras irónicas y socarronas.
Aunque nació en Maryland, la familia de Callahan pasó ocho años viviendo en Knaresborough en North Riding of Yorkshire, Inglaterra, con un retorno de cuatro años a Maryland entre 1969 y 1973. Sus padres trabajaban como analistas de idiomas para la Agencia Nacional de Seguridad.
Bill Callahan dijo que empezó a experimentar con la música cuando luchaba contra el insomnio de niño escuchando la radio: “me divertía jugando con la rueda de la sintonización distorsionando el sonidos de las canciones con ruido electrostático”, declaró. Su educación musical se llevó a cabo en Georgia, pero fue en California donde comenzó su actividad artística, con una serie de cassettes autoproducidos (Macrame gunplay de 1988, Cow de 1989, A table setting de 1990, Tired tape machine de 1990) a través de su propio sello Disaster. El nombre de Smog dijo tomarlo de una entrevista a Jello Biafra. “Decía que ‘smog’ (la contaminación) era el sabor de ‘jello’ (la gelatina). Elegí un seudónimo porque permanece abierto a todas las posibles soluciones (podía registrarme como solista o como grupo), y por eso, si grabas con tu nombre, el público asume que eres el propietario de tus canciones, cantas, eres solamente el protagonista”.
Callahan comenzó como un artista eminentemente experimental, utilizando instrumentos y equipos de grabación ya obsoletos. Sus primeras canciones a menudo casi carecían de estructura melódica y fueron torpemente interpretadas mediante guitarras mal sintonizadas, dando como resultado sonidos disonantes en sus cassettes autoeditados y su álbum de debut Sewn to the sky. El disco navegaba en el lo-fi, la tendencia musical que favorecía sonidos sucios y de baja fidelidad, aunque Smog no se ceñía sólo a estos cánones y agregaba sus inconsistencias, vocales destartalados, ritmos desacompasados (Kings tongue, Fruit bats, Puritan work ethic, Polio shimmy), y dejando sólo canciones como Peach pit y A jar of sand como los momentos más humanos, aquellos donde su estado de ánimo depresivo de corazón solitario e inconformista se trasluce en toda su desolación. Smog renunciaba a la armonía, sustituyéndola por la embrollada confusión de los instrumentos que producían la música. Más allá de los absurdos intervalos cortos, donde casi todo estaba permitido (como en el instrumental Russian winter), Smog arregló las canciones haciendo los pulsos más punzantes, los ritmos más desacompasados y la voz más desorientada.
Aunque siempre lejos de las candilejas, Smog fue contratado por Drag City, uno de los sellos independientes más respetados de Estados Unidos (en el que figuraban grupos seminales como los Pavement de Stephen Malkmus, los Palace de Will Oldham, los Silver Jews de David Berman, o los Royal Trux de Neil Hagerty), que publicó su EP Floating, seguido por el álbum Forgotten foundation, un disco complejo, donde las armonías más regulares (Burning kingdom, Your dress) y las baladas folk de sabor clásico (Head of stone II, Bad ideas for country songs, Bad investment) se mezclan con sonido extravagante, del acompañamiento por una sola guitarra de Filament a los gritos a capella de Guitar innovator. No faltan las canciones instrumentales que van del garage-rock de Do the bed a la enérgica Dead river, que continúan su introspección psicológica en el signo del intimismo más feroz.
Gran parte de su inicial producción era instrumental, con un marcado contraste con el enfoque lírico de su obra posterior. Aparentemente, utilizó técnicas lo-fi no principalmente debido a una preferencia estética, sino porque no tenía ninguna otra posibilidad para hacer música y por su falta de conocimiento acerca de cómo operaban los estudios de grabación, además de por el miedo a entregar el control de la obra a un ingeniero en sonido. Una vez firmó contrato con Drag City, empezó a utilizar estudios de grabación y una mayor variedad de instrumentos para sus grabaciones.
De 1993 a 2000, las grabaciones de Callahan crecieron cada vez en sonido “profesional”, con más instrumentos y una calidad de sonido superior, colaborando con músicos como Jim O’Rourke y John McEntire de Tortoise, con otros relacionados con Drag City, y con Neil Hagerty, músico con intereses comunes con Callahan. Callahan también trabajó estrechamente con su entonces novia Cynthia Dall en el inicio de su carrera, y ha contribuido en vocales a álbumes de otros artistas.
Musicalmente más rico y menos fragmentado (gracias también al violonchelo de Kim Osterwalder), Julius Caesar (1993) marcó otro punto de inflexión en la carrera de Smog. El rock crudo y lo-fi de sus inicios dejaba espacio para un nuevo gusto por la orquestación, a la cual el cantante estadounidense añade su toque típico espectral y decadente, ampliando su paleta sonora con las colaboraciones, además de Osterwalder, de Cynthia Dall y Jim O’Rourke. El espectro sonoro es mucho más amplio: desde el country-western de 37 push-ups a la serenata lisergica de What kind of angel, de la pomposa Your wedding a la indolente Strawberry rash, o el eco a la Velvet Underground de Heroin en la reencontrada energía de I am a Star Wars, en la que cuelga el riff de Honky Tonk women de los Rolling Stones. En equilibrio entre el rock neurótico a lo Television y el malhumor decadente de cantautores como Lou Reed y Leonard Cohen, Smog perfeccionaba lo que comenzaba a ser su marca de autor, confirmada por el mini-CD Burning kingdom de seis canciones: una nueva inmersión en su atmósfera inquietante y claustrofóbica, que culminaba en el trance de My shell, en la desolación de Drunk on the stars, envuelto en las atmósferas espectrales de Nico, y en la regularidad de la cadencia siniestra del single My family, y que fue el primero de los discos de Smog tocado como compleja música rock y con arreglos profesionales, que además perfeccionaron su técnica teatral.
Callahan se había convertido en un músico completo, capaz de actualizar la composición clásica con las ideas más brillantes de los movimients post-punk y new wave, el dark-rock, el lo-fi y el post-rock. Y también lo acompañaba un gurú de apoyo de la escena indie americana como Jim O’Rourke.
En 1995 llegaba así a su obra maestra: Wild love. El rock crudo y lo-fi de sus inicios se solda con una peculiar inclinación para la orquestación, creando un espectro de sonido amplio y excéntrico. El violonchelo (interpretado por O’Rourke) y teclados, en particular, añaden un toque siniestro a los paneles de desolación cotidianos de Smog, en una hipnótica mezcla de indie-rock y música de cámara. Desde la apertura con mitad Television mitad Cure de Batysphere al siniestro minimalismo de Sweet smog children, pasando por el breve interludio de violonchelo de Wild love, o al himno solemne de The emperor; los tres acordes sencillos de piano que dan cuerpo a Limited capacity dan paso a la inquietante It’s rough, en la que Callahan demuestra que sabe construir arreglos complejos con elegancia, y después al rockabilly neurótico de Sleepy Joe, dando paso a dos baladas, la frágil The candle, acompañada de débiles guitarras y teclados, y la fatalista Be hit, impregnada de amargo humor sardónico. La obra maestra del disco es la orquestal Prince alone in the studio, que demuestra las sublimes capacidades compositivas de Smog en la encrucijada entre pop, rock y música de cámara, y el disco termina con el arreglo cerrado de la canción de cuna Goldfish bow. Con Wild love, las historias de Smog penetraban profundamente en el alma del oyente, impregnadas de tristeza y soledad, porque estaban envueltas en mucho sonido que aislaba Smog de la sofistificación del rock. El estilo pop de cámara era ahora una forma de arte propio.
El siguiente EP, Kicking a couple around, reproponía los sonidos más ásperos del pasado, una vuelta tranquila al sonido austero, principalmente solitario y acústico, y no aportó mucho a su repertorio. Back in school, I break horses y The orange glow experimentaban con un nuevo estilo de recitación, susurros hipnóticamente lentos y tímidos acordes de guitarra, con la intimidad trémula del primer Leonard Cohen.
El álbum The doctor came at dawn, en cambio, prestaba mayor atención a la fórmula de la balada para voz y guitarra (Somewhere in the night, Everything you touch, Whistling teapot), pero se centraba también en otros lugares y momentos más dramáticos, como en la lánguida You moved in, o la solemne All your woman things, o en el blues cantado a capella Hangman blues.
Red Apple Falls (1997) es un disco clásico, en el que Callahan se muestra consciente de haber creado un estilo y de tener el espacio para vivir en él hasta el final. Este álbum constituyó una escasa unión de los dos estilos entre los que fluctuaba su trabajo, la austeridad encontrada en Kicking y el barroco (para sus estándares) de Wild love. La receta musical de Smog se comprobaba ofreciendo valiosas piezas como Red apples, romance para piano sobre el cual se cernía la letanía funeraria de Callahan; I was a stranger, una mezcla de un piano clásico y un tema inusual de guitarras hawaianas; o el emocionante Blood red bird.
Pero tal vez Smog percibía que el riesgo de repetición estaba al acecho, y en 1999 publicaba el sorprendente Knock knock (1999), en el que, por un lado el cuidado en la orquestación, y por otro lado la variedad estilística, contribuían a transformar sus canciones espectrales en composiciones de cámara elegantes. Las canciones fúnebres de Callahan tenían esta vez un verdadero tono de rock de cámara: Let’s move to the country reelaboraba el motivo de O Superman de Laurie Anderson con orquestación, No dancing era cantada en el registro decadente de David Bowie atornillada en un riff hard-rock, River guard era un reflejo íntimo de dolor conducida a ritmo de golpes de un ligeramente desentonado piano con ecos de Neil Young y Tom Waits. La temática del álbum sigue dominada por el “mal de vivir”, expresada por Smog mediante historias fatalistas, penetradas por un estado de ánimo depresivo y abúlico.
Ayudado por colaboradores como John McEntyre y Jeff Parker de Tortoise, bastante responsables de aportar texturas menos definidas y más rigurosas, Callahan elegía con Dongs of sevotion (2000) un camino de cantautor más suave y emotivo. Un estilo que no siempre resultaba convincente, pero que a veces le proporcionó un tono emocional, como en la irónica Dress sexy at my funeral, con una declamación triste a Lou Reed, o en la intensa Permanent smile. En cualquier caso, incluso con este disco, Smog puede demostrar su maestría consagrada con la seguridad de su estilo dramático, combinando el sonido de rock duro con orquestaciones clásicas y austeras.
Después de Dongs of sevotion (2000), Callahan comenzó regresar a una instrumentación y estilo de grabación ligeramente más simple, conservando el estilo de composición más consistente que había desarrollado durante los años anteriores. Rain on lens (2001) fue un paso en falso, que parece hacer detener a Smog en busca de sus raíces (musicales y personales). A pesar de las colaboraciones (Rick Rizzo de Eleventh Dream o el guitarrista de los Maples, Pat Samson), el disco no tiene mucho especial para ofrecer, más que su peculiar predilección por la atmósfera más cerebral del post-rock. Después de regresar a un sonido escaso, emocional e intensamente íntimo en Dongs of sevotion, Smog avanzaba hacia el post-rock y empapaba sus canciones en una fría, claustrofóbica y calculada tensión (su cénit llega en Dirty pants). La canción inicial Rain on lens suponía una entrada de alto voltaje pero, y excepto tal vez el conmovedor Live as if someone is always watching you, el resto del álbum parece bastante monocorde, prisionero del cliché “deprimido” que el mismo Smog había ayudado a crear.
Accumulation: None (2002) recopilaba rarezas y canciones remezcladas. El undécimo álbum de estudio de Smog, que en este momento comenzó a firmar sus discos como (Smog), Supper (2003), se basaba en una combinación de guitarras suaves, vocales femeninas (la excelente Sarabeth Tucek), melodías persuasivas y odas sentimentales, con un grupo de acompañamiento que formaban Ken Champion (pedal steel), Andy Hopkins (guitarra), Ryan Hembrey (violoncello bajo), Jim White y Rian Murphy (batería). Dongs of sevotion había representado un intento de robustecer el tradicional lo-fi folk de Smog con arreglos más densos y una producción en estudio más cuidadosa, Supper marcaba el regreso al austero sonido de los primeros discos, a pesar de la presencia de John McEntire de Tortoise y algunos destellos de rock eléctrico. Supper era una colección extraña, casi esquizofrénica, que oscilaba entre la elegía vals-country de Feather by feather, y el boogie a lo Lou Reed de Butterflies drowned in wine (con tambores tribales cortesía de Jim White). Comparado con el trabajo anterior, sin embargo, el sonido se vuelve más armonioso y cálido, casi queriendo ofrecer un consuelo de la angustia que impregnaba las canciones. El disco parte fuerte, con números rock y luego desciende lentamente hacia un sonido más relajado. Consta de canciones lentas como Our anniversary, Driving o A guiding light, de canciones con más ritmo como Ambition, y canciones blues como Morality.
En 2005 publicó el álbum A river ain’t too much love, con Joanna Newsom en piano, Connie Lovatt en el bajo, Jim White de Dirty Three a la batería, y el violinista Travis Weller. Se trata de diez instantáneas de color sepia que amarilleaban los recuerdos de una América mítica, estrecha pariente de las narraciones de las plumas sudistas de William Faulkner y Cormac McCarthy. Comienza con el folk-blues de Palimpsest, y enseguida la batería toma dimensión, proponiendo inesperados destellos de rock explosivo (la cola de la balada Say valley maker, las fases más difíciles de The well, las espirales rítmicas de Let me see the colts). El clímax emocional del álbum se encuentra, sin embargo, en el vals de Rock bottom riser, una canción-redención a lo Cohen (o el último Cave), en que el pobre punteo de Callahan acaricia una confesión a corazón abierto, que coge calor en las cadencias de la batería y se infla de melodía en las magníficas frases de piano de Joanna Newsom, compositora y compañera de sello de Smog. En otros lugares, se despliegan las sombras de Johnny Cash y Willie Nelson (de hecho, el álbum se grabó en los estudios Pedernales de Spicewood, Texas, propiedad de Nelson). Así el festivo country-blues de The well se opone al western en cámara lenta de I’m new here, casi escultural en su austeridad, o a la canción de fogatas In the pines (tradicional, comúnmente atribuida a Leadbelly).
La música de Smog se había convertido en algo similar (en alcance, si no en sonido) a la música country: confesional pero quejosa ante el mundo, melancólica pero fundamentalmente positiva en su naturaleza, narrativa más que contemplativa, con menos melodía pero empaquetado en un formato fácilmente reconocible.
En 2007, Bill Callahan aparcó en las estanterías su nombre artístico Smog, y comenzó a publicar con su nombre real, lanzando Woke on a whaleheart a través de Drag city, un disco insignia de refinado country-folk. En él, Callahan pisoteaba en las huellas de la antigua música de Smog pero, al mismo tiempo, parece desgarrada entre la producción psicópata de Neil Hagerty y el sonido funk-soul de la década de 1960, con el apoyo del acompañamiento gospel de Pugh Deani-Flemmings, y con el muliti-instrumentista Howard Draper, el bajista Steve Bernal y el baterista Thor Harris. Algunos pasajes del álbum parecen ser conducidos por un corazón enamorado (entonces su pareja era Joanna Newsom, que ese mismo año había lanzado su apreciado álbum Ys), y se abre con el inicial From the rivers to the ocean, delicado y conmovedor, con un piano suspendido en el aire, el violín meciendo y una guitarra como acompañamiento atenuado que sólo en una ocasión se suelta en un solo. El esbozo de country de Callahan, sin embargo, tiene poco de canónico: la cabalgata tamboreada de Footprints, o la angustiada Diamond dancer. El álbum también se permite pequeños placeres: los bordados de guitarra folk de Sycamore, el western futuro de Honeymoon child, o Day, con su piano insistiendo en algunos acordes repetitivos en un ritmo hipnótico, pero sobre todo Night, una canción de cuna con la voz que se pasea levemente por el sendero de unas notas de piano suaves y repetidas. El country-rock de The wheel y la final A man needs a woman…, con más de un homenaje a Johnny Cash, cierran el círculo.
Parecía ser sólo un paréntesis, porque su siguiente trabajo, Sometimes I wish we were an eagle (2009) gesta un puente obvio con el sonido reflexivo del último álbum bajo el nombre de Smog. Asemeja una confesión delirante del mismo Callahan, dispersa entre las líneas de los textos de las nueve canciones incluidas en este trabajo, reafirmando de manera más o menos explícita una desilusión que no puede llevar más que hasta el final de su aventura con Newsom. Son canciones a mitad de camino entre un canto y un discurso, centrándose en temas como las relaciones humanas, la naturaleza y la religión, afrontando con aparente desapego y con un registro de crooner, que se adapta perfectamente a la profundidad de una rica variedad de arreglos, adornada de la sobria centralidad de sus inicios, asociada a rítmicas más bien marcados y ásperas, y arpegios acústicos bastante simples.
El disco continuaba la transformación en un cantante pop-blues fumador con su guitarra y arreglos de cuerda discretos, una especie de sobria contrapartida sobrio a la locura gloriosa de Tom Waits. Su voz sumamente tranquila y monótona intenta en vano modular una melodía en Jim Cain. El piano staccato, las oscuras trompetas y las cuerdas propulsivas convierten a Eid Ma Clack Shaw en una experiencia mágica, en algún lugar entre la Eleanor Rigby de los Beatles y Morphine. Los arreglos son mucho más que fondos sónicos: conducen la parte narrativa de la canción tanto como la letra, y son responsables de la mayoría de la parte emocional. Las letras, por otro lado, en su mayoría proporcionaban un autorretrato obsesivo y algo torpe que no coincidía absolutamente con la música.
Sometimes I wish we were an eagle muestra una sensibilidad melódica orquestal con una elegancia que rememora enseguida la música de Leonard Cohen, que encuentra emocionantes resultados en los casi diez minutos del final de Faith/Void, realzando una escritura muy agradable con el inconfundible sello aterciopelado de Callahan que recupera su composición más clásica. Gran parte del crédito de la naturalidad de su clasicismo para constituir el núcleo del álbum se debe a la persona encargada de los arreglos, Brian Beattie, quien ayudó a crear un sistema de sonido rico y sofisticado, que no tiene nada que envidiar al del célebre Van Dyke Parks y que hace resplandecer con una elegancia de otros tiempos los nuevo hábitos de crooner desgastado con el aplomo de un Callahan afligido y de nuevo inspirado.
En ese mismo año, Callahan contribuyó con versiones de clásicos en cuatro álbumes de tributos a Judee Sill, Kath Bloom, Chris Knox, y Merge Records.
Después de la consagración con Sometimes I wish we were an eagle, Callahan parece querer retomar desde el principio, con Rough travel for a rare thing, su propio recorrido para tomar distancia de la composición lo-fi, proporcionando una continuación siempre centrada en su figura, con su estilo de crooner aterciopelado, apoyado por una sección rítmica fuerte y la vivacidad de los primeros años. Aunque se trata de un directo interpretado en el estilo de una banda de clubes, todo suena mucho más pulido que su producción anterior. El disco se centraba en las composiciones de Callahan con su nombre artístico (y en algunas publicadas como Smog, aunque versionadas con su estilo actualizado), y más concretamente en las canciones de Sometimes I wish we were an eagle, y en él Callahan revela madurez expresiva, especialmente en su expresión vocal, y una habilidad para contar historias con calidez y desapego al mismo tiempo.
En su álbum Apocalypse (2011), el cantante y compositor de Silver Springs se muestra con apariencia menos pesimista que la resignada introspección del trabajo anterior, comenzando con Drover a recorrer valles remotos en los cuales se confunde con el paisaje, y confunde su propio dolor con el de los seres animados y los lugares que lo rodean. El Apocalipsis que da título al álbum es, en retrospectiva, todo interior, y el propósito de la narrativa está más bien vinculada a él una especie de catarsis de paz emocional que debe ser alcanzada a través de la salida temporal de los problemas cotidianos ordinarios y sentimentales. La nueva carga emocional va acompañada de una modalidad expresiva más animada y con mordaz respeto a la autocompasión romántica del trabajo anterior; en Apocalypse prevalece una variedad de registros cuya acidez va más allá del estilo alt-country para atestiguar sus citas sudistas que oscilan entre un latente Delta blues y un jazz matizado, pasando por una serie de arpegios de fuerte sabor bucólico. Pero cualquiera que sea la referencia sonora de fondo, Callahan encuentra la manera de ejercitar su ahora consumado crooning cantando canciones de duración media-larga, ideal para historias y confesiones de un artista que, con el paso de los años y de las experiencias personales, se convierte cada vez más en un refinado cantante de una soledad entendida como una integración sencilla con un misterioso ambiente a descubrir.
Apocalypse es la continuación natural de Sometimes I wish we were an eagle. El sonido opulento (por sus estándares) guía al oyente a través del inspirado en el western Drover, la pomposa America y la especialmente pensativa y conmovedora Riding for the feeling y One fine morning. Apocalypse contó con opiniones favorables de la crítica. El crítico Sasha Frere-Jones lo denominó “mi álbum favorito de Callahan, no porque sea el que tiene mejores canciones (que están dispersas entre al menos otros cinco discos), sino porque hace exactamente lo que quiere hacer: transmite la coherencia de un álbum”.
Una crónica filmada de la gira Apocalypse Tour de Callahan de 2011 fue lanzada en 2012 en formato DVD.
Su último álbum de estudio, Dream river, fue lanzado en septiembre 2013. La ropa más clásica de Sometimes I wish we were an eagle parecía quizá demasiado estrecha para Callahan, pero expande en Dream river una calidez, un transporte que ha suscitado que se le etiquete como su trabajo más apasionado (el exaltado Spring, la persuasiva Small plane, el confortable crooning de Winter road). Dream river mostraba a un Callahan barítono estable de mediana edad, junto con arreglos con toques latinos. La combinación funciona en Javelin unlanding, en la que parece burlarse de las bandas sonoras de spaguetti-western de los años 60, o en el ambiente jazzístico de Ride my arrow. El sentimiento de desolación y lucha interna que esta música está destinada a evocar es transmitido en todo su terrible poder sólo por Summer painter, gracias a una flauta excelente y una línea de bajo pulsada.
A pesar de la diferencia en estilo y ajuste, hay una cierta afinidad con los Iron and Wine del mismo año: suaves arreglos, vagamente jazz en algunos momentos (Seagull), en el que el barítono de Callahan deposita su mantra obsesivo, insinuando imágenes y revelaciones con su tono quejoso. Una conciencia expresiva que se filtra en cada bordado instrumental del disco, probablemente incluso más concentrado que en el jam de Apocalypse (como en la reveladora Ride my arrow, entre afirmaciones existenciales y metáforas ornitológicas), consolidando el aura que le rodea. Have fun with God (2014) es un disco de remezclas de las ocho canciones de Dream river, en un estilo más electrónico.
Cat Power (Chan Marshall), quien mantuvo durante un tiempo una relación sentimental y artística con Callahan, grabó la canción Bathysphere de Callahan en su álbum de 1996 What would the community think, y también versionó su canción Red apples en su álbum Covers record de 2000.
Callahan también se ha dedicado a la literatura, publicando en julio de 2010 a través de Drag City la novela epistolar Letters to Emma Bowlcut. En enero de 2013 se editó un libro de fotografías de Callahan, escrito por Chris Taylor, llamado The life and times of William Callahan. En octubre de 2014 se lanzó una colección de dibujos a tinta y textos de Callahan que abarcaba su primer álbum como Smog hasta Dream river, titulado I drive a Valence.
Fuentes: http://en.wikipedia.org, http://es.wikipedia.org, http://www.lastfm.es, http://www.ondarock.it, http://www.scaruffi.com, https://itunes.apple.com, http://www.ticketone.it, http://bombmagazine.org, http://www.allmusic.com, http://thegreatrockbible.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
SMOG
Peach pit, A jar of sand (Sewn to the sky)
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BILL CALLAHAN
From the rivers to the ocean, Footprints, Diamond dancer, Sycamore, The wheel, Day (Woke on a whaleheart)
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Drover, Baby's breath, America!, Universal applicant, Riding for the feeling (Apocalypse)
The sing, Javelin unlanding, Small plane, Spring, Summer painter, Winter road (Dream river)
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Vídeos:
Dead river, del álbum Forgotten foundation:
Dead river - Smog
Chosen one, del álbum Julius Caesar:
Chosen one - Smog
Bathysphere, It's rough y Prince alone in the studio, del álbum Wild love:
Bathysphere - Smog
It's rough - Smog
Prince alone in the studio - Smog
I break horses, del EP Kicking a couple around:
I break horses - Smog
All your women things, del álbum The doctor came at dawn:
All your women things - Smog
Ex-con y Blood red bird, del álbum Red Apple falls:
Ex-con - Smog
Blood red bird - Smog
Cool blooded old times y Held, del álbum Knock knock:
Cool blooded old times - Smog
Held - Smog
Dress sexy at my funeral, del álbum Dongs of sevotion:
Dress sexy at my funeral - Smog
Keep some steady friends around, del álbum Rain on lens:
Keep some steady friends around - Smog
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De Bill Callahan en solitario, Diamond dancer y Sycamore de su álbum Woke on a whaleheart:
Diamond dancer - Bill Callahan
Sycamore - Bill Callahan
Jim Cain y All thoughts are prey for some beast, de su álbum Sometimes I wish we were an eagle:
Jim Cain - Bill Callahan
All thoughts are prey for some beast - Bill Callahan
Drover y Riding for the feeling, del álbum Apocalypse:
Drover - Bill Callahan
Riding for the feeling - Bill Callahan
Javelin unlanding y Small plane, del álbum Dream river:
Javelin unlanding - Bill Callahan
Small plane - Bill Callahan