The unforgettable fire es el cuarto álbum de estudio de la banda de rock irlandesa U2, lanzado en octubre de 1984. La banda quería una dirección musical diferente después del rock más impactante de su álbum de 1983 War. Brian Eno y Daniel Lanois fueron los elegidos para producir y ayudarles a experimentar con un sonido más ambiental y abstracto. El cambio resultante en la dirección se producía en el momento más dramático para la banda. La primera canción de The unforgettable fire (1984) se llama A sort of homecoming (una especie de regreso a casa), y supone no sólo un regreso a casa. Y esa sombra de incertidumbre, es la clave del disco. Comparado con los tres primeros álbumes de U2 y casi todo lo que hicieron después, The unforgettable fire está marcado por una incompleta intermediación que funciona como una graciosa lámina para la audacia natural de la banda.
La grabación comenzó en mayo de 1984 en Slane Castle, donde la banda vivió, escribió y grabó para encontrar nueva inspiración. El álbum fue completado en agosto de 1984 en los estudios Windmill Lane, y contaba con sonidos atmosféricos y letras que el vocalista Bono describió como "bocetos". Sus canciones mostraban homenajes líricos a Martin Luther King Jr., Elvis Presley y Lou Reed, en un intento por hacer un guiño al mercado americano. El tributo a Reed se cementa en la versión en vivo de Bad, filmada en el Live Aid, donde Bono introduce la canción con un fragmento de Satellite of love y termina improvisando Walk on the wild side. Entre tanto, el cantante poseído salta desde su alta posición en el escenario para bailar con un fan, aportando espontaneidad de inspiración punk y compasión a un evento que tipificaba nociones de heroísmo del rock clásico. The unforgettable fire recibió comentarios generalmente favorables de la crítica y proporcionó a la banda el mayor éxito hasta entonces, Pride (in the name of love), así como la favorita en los directos, Bad.
Después de su primer gran éxito con War (1983) y sus himnos Sunday bloody Sunday y New year's day, y dar el salto cuantitativa y cualitativamente en ventas y repercusión mediática, además de hacerse un nicho de mercado en el mercado americano, un país que dejó eclipsado a Bono, U2 necesitaba una revolución, un cambio en su sonido. U2 podrían haber continuado fácilmente perfeccionando sus gritos de batalla, agitación de banderas y alzamiento de manos en sus conciertos en estadios. En cambio, buscaron al productor Brian Eno, una valiente decisión para una banda buscando convertir su éxito en algo más Springsteeniano. Mientras ahora Eno es ampliamente reconocido como un productor de éxito, en aquella época era un productor experimental que había hecho sus rarezas con artistas como David Bowie y Talking Heads, por no hablar de su propia obra, que se extendió desde la locura del rock progresivo al elegante tapizado sonoro. El braintrust U2/Eno se ha convertido en uno de los más triunfantes de la historia del rock, pero The unforgettable fire hizo encontrarse a ambos (junto con el frecuente conspirador Daniel Lanois), se tantearon y probaron sus límites. El álbum fluye y fluctúa a lo largo del espectro entre el viejo U2 post-punk y el U2 impresionista asistidos por Eno en que estaban anhelando convertirse. Eno cambió la paleta sonora del cuarteto, enriqueciendo las estructuras de sus canciones con capas de guitarras y sutiles sintetizadores que les apartaban de la urgencia y desparpajo juvenil de anteriores entregas.
U2 temían que después de su álbum rock War y su gira de promoción, estaban en peligro de convertirse en otra banda "estridente y de consignas de rock para estadios". El éxito del álbum en vivo de 1983 Under a red blood sky y el vídeo Live at Red Rocks, sin embargo, les había dado un espacio artístico y, por primera vez, financiero para moverse. Tras un show en el Phoenix Park Racecourse de Dublín en agosto de 1983, una de las actuaciones finales del War Tour, el vocalista principal Bono habló en términos metafóricos sobre que la banda se rompería y reformaría con una dirección diferente. En la 10ª edición de la revista U2, editada en febrero de 1984, Bono insinuó cambios radicales en el próximo álbum diciendo que no podía "dormir por la noche pensando en todo ello" y que estaba "llevando a cabo un verdadero despegue". El bajista Adam Clayton, recordaba, "estábamos buscando algo que era un poco más serio, más artístico".
La banda había grabado sus tres primeros álbumes con el productor Steve Lillywhite, y en lugar de crear al "hijo de War", buscaron más experimentación. Lillywhite y la banda convinieron en que era hora de un cambio de productores para no repetir la misma fórmula. U2 habían considerado a Jimmy Iovine para producir el nuevo disco. Sin embargo, encontraron sus ideas musicales iniciales para el álbum demasiado "europeas" para un productor. También consideraban acercarse a Conny Plank, cuyos anteriores créditos incluían a Can y Kraftwerk, y al productor de Roxy Music, Rhett Davies.
El guitarrista The Edge tuvo una buena apreciación del trabajo del músico Brian Eno, y admiraba sus ambientales y "raros trabajos". A la banda también les gustó su trabajo con los Talking Heads. No habiendo trabajado nunca con músicos como U2, Eno también fue inicialmente reacio. Cuando la banda le interpretó Under a red blood sky, sus ojos "se pusieron vidriosos". Eno había traído a su ingeniero Daniel Lanois a su encuentro con U2 con la intención de recomendar el trabajo de Lanois con la banda en su lugar. Las dudas anteriores de Eno fueron resueltas por el poder de persuasión de Bono y su creciente percepción de lo que él llamó "alma lírica de U2 en abundancia", rasgos que se habían vuelto menos evidentes en el álbum War. Eno, comentó que la banda estaba "luchando constantemente contra eso como si tuviesen miedo de ser dominados por alguna blandura". Eno quedó impresionado por cómo hablaban, que no era en términos de música o de tocar, sino en términos de su contribución a la "identidad de la banda como un todo". Eno y Lanois finalmente accedieron a producir el disco. Eno explicó que él se orientó a las ideas y los aspectos conceptuales, mientras Lanois manejaba los aspectos de la producción. En palabras de Bill Graham, la tarea de Eno era "ayudarles a madurar un vocabulario musical nuevo, más experimental y europeo". El director de Island Records, Chris Blackwell, inicialmente trató de convencerlos de que contratasen a Eno, en la creencia de que sólo cuando la banda estuviese a punto de alcanzar los más altos niveles de éxito, Eno "sería enterrado bajo una capa de vanguardia sin sentido". Nick Stewart, también de Island Records, dijo que en ese momento pensaba que estaban "locos", pero que la decisión del grupo de estirarse y encontrar una dimensión extra se convirtió en el "punto de inflexión en su carrera".
Las canciones Pride (in the name of love), The unforgettable fire y A sort of homecoming fueron inicialmente compuestas en la casa de Bono en Martello Tower en Bray Co. Wicklow. La grabación para el álbum comenzó en principios de mayo de 1984, con una sesión de un mes de duración en Slane Castle, condado de Meath. Los estudios Windmill Lane, donde habían grabado sus tres primeros álbumes, no tenía sala de directos, y en su lugar, Slane fue escogida como un lugar donde podían grabar y tocar en salas de directos con buena calidad de sonido. La banda y su equipo permanecieron en el castillo, y viviendo juntos durante las sesiones se fomentó una buena camaradería. Eligieron el salón gótico del castillo, que fue construido específicamente para la música con un alto techo abovedado de 30 pies, que proporcionaba una relajada y experimental atmósfera. Resultó tan relajada, que un día, la banda llegó a grabar desnuda. Su estrategia en Slane era que más que utilizar efectos y reverberación para revitalizar el sonido habitual de estudio, hacer lo contrario y usar una sala de grabación para "domar... (su)... sonido salvaje.
"Con Steve Lillywhite éramos mucho más estrictos sobre una canción y lo que debería ser; si se desviaba hacia la izquierda o la derecha, nos haría volver en contraposición a perseguir ese equilibrio. Brian y Danny estaban definitivamente interesados en ver hacia dónde iba una canción y luego encauzarla por donde debía ir" (Adam Clayton opinando sobre la estrategia de los productores respecto del álbum).
Según The Edge, Eno estaba más interesado en el material más convencional y no tomaba mucho interés en Pride (in the name of love) o The unforgettable fire. Sin embargo, Lanois "le cubriría tanto" que entre los dos se equilibraban mutuamente. Gran parte del álbum se remoldeó más tarde en los estudios Windmill Lane, donde grabaron entre principios de junio y principios de agosto. Se utilizó por primera vez en un álbum de U2 un sintetizador, con un Fairlight CMI solían trabajar varias canciones, las texturas de las cuales más tarde fueron completadas con cuerdas y otra orquestación. En Windmill, la tensión creció entre el equipo de producción y la banda, en gran medida porque la banda "no pudo terminar nada". Doce días antes de la fecha oficial de fin de las sesiones, Bono anunció que no podía terminar las letras, y la banda trabajaba 20 horas al día para finalizar en esas dos semanas. Bono más tarde dijo que "sentía que canciones como Bad y Pride (in the name of love) quedaron como fragmentos incompletos".
No sólo eran U2 y Eno una coincidencia extraña musicalmente, sino que sus personalidades se enfrentaron de manera notable. El drama interpersonal del álbum se desarrolló en un documental "making of" de media hora lanzado en 1984, que se incluyó en la reedición del álbum remasterizado, junto con un disco de cortes en directo y caras B. Mientras U2 eran caricaturizados como honestos chicos trabajadores irlandeses y Eno era un esteta de Londres distante que se burlaba abiertamente del rock convencional, se puede observar a los dos influyéndose mutuamente y sutilmente a lo largo del íntimo documental. Por ejemplo, después de que Bono fuese visto rodando frenéticamente mientras improvisaba sobre Pride (in the name of love), gritando, sudando y temblando como un lunático herido en la cabina de grabación, Eno permanecía mudo antes de pronunciar una sincera subestimación para la época: "debo decir, esta canción realmente va a aportar algo en tu forma de cantar". La calma imperturbable del productor a menudo conducía más a un acto de bondad paternal que da cuerpo a explicar su duradero encanto.
Un álbum mucho más atmosférico que el anterior, The unforgettable fire era en ese momento el cambio más dramático de dirección de la banda. Contiene un sonido rico y orquestado y fue el primer álbum de U2 con un sonido cohesivo. Bajo la dirección de Lanois, la batería de Larry se convirtió en más floja, más funky y más sutil, y el bajo de Adam se convirtió en más subliminal, tanto que la sección rítmica ya no interrumpía, pero fluía en apoyo de las canciones. La persistente insistencia de A sort of homecoming, proporcionaba señales de esta nueva dirección (ligeramente desenfocada, incompleta, pero extrañamente seductora). Sin embargo, en lugar de tratar los productores de extender las fórmulas existentes, ambas partes se dedicaban a mejorar sus respectivos trabajos, que añaden una holgura y ambiente al disco. Esto es evidente en la canción The unforgettable fire, que tiene una flexibilidad elegante, como nunca se había escuchado previamente en su trabajo, mientras seguían sonando sin lugar a dudas a U2, y, sin embargo, supieron no alejarse demasiado.
El cantante Bono estaba sin duda en su salsa, teniendo en cuenta que sus voces eran una buena salida en frente de la mezcla. A falta de material consistentemente fuerte, bien definido, los productores intentaron crear tensión dinámica en las canciones centrándose en discretos elementos musicales: el rico tono de bajo de Adam Clayton, las posibilidades hipnóticas del patrón de tambores de Larry Mullen, el oleaje sinfónico sutil del sintetizador del propio Eno. Y en el proceso cortaban el estilo rugiente de la guitarra de The Edge en fragmentos inventivos, enriqueciendo la mezcla pero drenando a la banda de su fuente de energía fundamental, tratando Bono de compensar esa pérdida. Su atronador bramido sigue siendo impresionante (particularmente en A sort of homecoming y Pride), y exhibe una nueva sensación de control (principalmente en The unforgettable fire, en la cual su frágil y agrietado falsete en la frase "stay tonight" sugiere una atractiva vulnerabilidad).
En muchos sentidos, U2 tomó su afición por la grandilocuencia sónica tan lejos como pudo llegar en War, así que no fue una sorpresa que decidieran explorar la complejidad de las capas cargadas de efectos de guitarra de The Edge en su siguiente trabajo, The unforgettable fire. Con su trabajo con los productores Brian Eno y Daniel Lanois, U2 crearon una serie oscura, casi alucinatoria de paisajes sonoros interconectados ocasionalmente salpicados de melodías y canciones reconocibles. En un escenario de este tipo, la banda crece con fuerza y se mueve con dificultad creando algunas de sus mejores y más flojas canciones.
Las letras del álbum están abiertas a muchas interpretaciones, que junto con sus sonidos atmosféricos, proporciona lo que la banda llama a menudo una "sensación muy visual". Bono se había sumergido recientemente en la ficción, la filosofía y la poesía, y llegó a darse cuenta de que la misión de escribir su canción, que hasta ese momento había sido renuente a hacer en su nombre, era una misión poética. Bono sentía que canciones como Bad y Pride (in the name of love) quedaban mejor como bocetos incompletos, y dijo que "The unforgettable fire era un disco hermosamente fuera de foco, borroso como una pintura impresionista, muy al contrario de un cartel o de un slogan de publicidad".
El álbum arranca con la espiritual y edificante A sort of homecoming, que inmediatamente mostraba el cambio en el sonido de U2. Como gran parte del álbum, el sonido del tambor marcial contundente de War se sustituye por una mezcla polirrítmica más sutil y la guitarra ya no es tan prominente. Se acabaron las potentes guitarras y los impetuosos tambores que habían caracterizado hasta entonces a U2, y en su lugar se ofrece un sonido que libremente junta paisajes sonoros y sonido improvisado. Con la batería de Larry Mullen Jr. siguiendo encabezando el camino y Bono encerando poética sobre el más allá, ciertamente continúan siendo los mismos U2. Pero con la guitarra de The Edge reducida a un dron atmosférico y el bajo de Adam Clayton en un denso efecto de capa de fondo, A sort of homecoming muestra señales de una escapada del pasado y da un paso hacia el futuro de esta banda.
La melodía y los acordes de Pride (in the name of love) originalmente salieron de una prueba de sonido del War Tour de 1983 en Hawai, y muestra a la banda de vuelta a sus viejos trucos de resonantes guitarras y grandilocuente bajo y batería una vez más, con Bono liderando el camino en este homenaje al líder de los derechos civiles estadounidense, el Reverendo Dr. Martin Luther King. Es una canción enérgica y edificante de la clase que marcaría la carrera entera de la banda en espíritu hasta incluso hoy en día. La canción fue originalmente concebida para hablar del orgullo de Ronald Reagan en el poder militar americano, pero Bono fue influenciado por el libro de Stephen B. Oates sobre Martin Luther King, Jr. titulado Let the trumpet sound: A life of Martin Luther King, Jr., y una biografía de Malcolm X para reflexionar sobre las diferentes caras de las campañas de los derechos civiles, la violencia y la no violencia. Bono revisaría las letras para rendir homenaje a King. Pride pasó por muchos cambios y regrabaciones, tal y como fue capturado en un documental incluido en el vídeo de The unforgettable fire collection. Pride es la canción más convencional incluída en el álbum (Tony Fletcher de la revista Jamming! dijo en su momento que fue la canción más comercial que U2 había escrito) y fue la elegida como primer single del álbum.
En la funky y ligera Wire, Bono trataba de transmitir su ambivalencia a las drogas. Es una canción trepidante construída sobre un ligero ritmo funk de los tambores, y muestra la guitarra de The Edge reducida a fragmentos agitados y acordes de energía atmosférica, mientras el bajo de Adam Clayton lidera el camino para las letras oblicuas y vagas de Bono. La canción muestra la influencia de Talking Heads, con quienes Eno había trabajado. Gran parte de la canción fue improvisada por Bono en el micrófono.
La canción The unforgettable fire, con arreglos de cuerdas llevados a cabo por Noel Kelehan, tiene un sonido rico, sinfónico, construido a partir de la guitarra y el ritmo, junto con un "boceto" lírico que es un "viaje emocional" con un "sincero sentimiento de anhelo". Una exuberante, suave y decididamente poco rockera canción, The unforgettable fire marca un borrón y cuenta nueva para la banda y les apunta en la dirección de su futuro en términos no inciertos. Con el trabajo de teclado de Eno guiando la canción y con la banda acompañando tranquilamente, una vez más el sonido ambiental y la moderación toma el lugar de la carga de rock duro con la que la banda había construido su reputación hasta este momento. La banda cita una exposición itinerante japonesa de pinturas y dibujos elaboradas por supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki llamada The unforgettable fire, que la banda visitó en el Museo de la Paz de Chicago, como inspiración para la canción y el título del álbum. Sin embargo, la letra abierta, de la que Bono comentó que "no te cuenta nada", no hace referencia directa al conflicto nuclear, sino que trata sobre viajar a Tokio.
Continuando en este camino de derribarlo todo, las siguientes tres canciones del álbum se componen de curiosidades y rarezas musicales. Después de una fuerte y segura apertura del álbum que vio a la banda estirar sus músculos creativamente y musicalmente en un cuarteto de canciones frescas y consistentes, y sin embargo diferentes para la banda, la siguiente parte del álbum los encuentra más dispersos. Promenade, con sus improvisadas letras al micrófono y suaves cuerdas de guitarra, tal vez sería una canción bastante interesante y dócil para cerrar la primera mitad del álbum si no fuera por el hecho de la pista instrumental ambient 4th of July que fue elegida para abrir la segunda mitad. La canción se produjo casi en su totalidad a través de un momento de inspiración de Eno. Al final de una sesión de estudio, Eno escuchó a Clayton improvisando una simple figura de bajo y la grabó "ad hoc" como si la tocara. The Edge pasó a unirse, improvisando unas ideas de guitarra encima del bajo de Clayton; pero tampoco sabía que estaba siendo grabado. Eno añadió algunos tratamientos y luego trasladó la pieza a la doble cinta maestra, con lo que obtuvo la canción terminada, sin posibilidad de más overdubs. 2:13 de duración que suenan como un precalentamiento para dar paso a la epopeya de seis minutos de Bad, una de las más conocidas más queridas canciones de U2, sobre todo en la fuerza de su actuación en directo. En el disco, Bad, líricamente interesante y dramática en su acabado, simplemente continúa el lúgubre camino que el álbum repentinamente ha tomado y nada pasa rápido. Bono trató de describir en la canción la fiebre y su bajada a partir del consumo de heroína, y describió esta canción como un cruce entre Van Morrison con la electrónica alemana.
Despertamos de este sueño de tres canciones relajadas para afrontar la siguiente canción, y nos encontramos nuevamente a la banda en el terreno energético con Indian summer sky, un comentario social sobre el ambiente carcelario de la ciudad viviendo en un mundo de fuerzas naturales, briosa pero no excelente, y aunque realmente no destaca como algo especial y palidece en comparación con las canciones que abren el álbum, levantan el ánimo del oyente con sus atronadoras líneas de bajo de Clayton y elevados vocales de Bono, dando la esperanza de que será el inicio de un final trepidante. Pero la siguiente canción sigue la línea de las tres anteriores, la autoindulgente Elvis Presley and America, que era una improvisación basada en una pista de acompañamiento ralentizada de A sort of homecoming, llevando el énfasis del álbum de dar una sensación de claridad a su extremo más alejado. Cerrando el disco con la dispersa y ensoñadora oración casi a capella MLK (una vez más un tributo al Dr. Martin Luther King).
La banda pasó unos días conduciendo por Irlanda con el fotógrafo Anton Corbijn buscando posibles ubicaciones. El castillo que aparece en la portada es Moydrum Castle. A la banda le gustaba la ambigüedad de las imágenes y el misticismo irlandés que derivaba de ellas. La fotografía, sin embargo, era un ejemplar virtual de una foto en la portada del libro editado en 1980, In ruins: the once great houses of Ireland, de Simon Marsden, para lo cual U2 tuvo que pagar una indemnización. Fue tomada desde el mismo lugar y utiliza la misma técnica de filtros polarizantes, pero con la adición de los cuatro miembros de la banda.
Pride (in the name of love) fue lanzado como single principal del álbum en septiembre de 1984, y fue en ese momento el mayor éxito de la banda. Entró inmediatamente en el Top 5 de Reino Unido y el Top 40 de Estados Unidos, y en última instancia se convertiría en una de las canciones que el grupo interpretó con más frecuencia en sus conciertos. The unforgettable fire fue lanzado como segundo single en abril de 1985. La canción se convirtió en el tercer éxito Top 10 del grupo en Reino Unido, pero no funcionó tan bien en Estados Unidos.
Tras su publicación, el álbum recibió comentarios generalmente favorables. Paul Du Noyer de NME elogió el álbum y el nuevo equipo de producción Eno-Lanois: "la vieja unidad rock de cuatro ángulos rectos ha sido deconstruída. En su lugar hay un paisaje sonoro panorámico, múltiples texturas, sutiles cambios en el énfasis". Adam Sweeting de Melody Maker escribió una reseña sobre todo favorable, diciendo: "The unforgettable fire es la otra cara de la moneda de War. Donde este último abría el disco con el paramilitar ritmo marcial de los tambores de Sunday bloody Sunday... Fire se lanza mediante el largo reflejo de A sort of homecoming, cuya letra de tipo mística adorna la romántica portada marrón y oro. El hecho es que si aplicas tu concepción establecida de U2 a este disco, te sentirás decepcionado". Tony Fletcher de Jamming! dijo que "no era un álbum lleno de éxitos. Sin embargo es una contundente colección de ideas y temas atmosféricos, olvidables al principio, pero extrañamente inquietantes y pronto firmemente implantados". Fletcher agregó que "la producción de Eno eliminó algo del "heavy metal" de U2 y lo reemplazó por "la emoción como fuerza de conducción". Hot Press saludó la llegada del productor Brian Eno como un "audaz movimiento". El crítico Liam Mackey dijo que el álbum "era rico y gratificante". Kurt Loder de Rolling Stone comentó que "con The unforgettable fire, U2 parpadea y casi se desvanece, su fuego apostaba por una estrategia de producción errónea e interludios ocasionales de autoindulgencia saturada sin canciones. No es un mal disco, pero tampoco es la belleza irrefutable que los fans de la banda anticipaban".
Retrospectivamente, Bill Graham de Hot Press, escribió en 1996 que The unforgettable fire era el álbum más fundamental de U2, y que supuso "su mayoría de edad que salvó sus vidas como una unidad creativa". Niall Stokes, también de Hot Press, dijo que "una o dos canciones estaban crudas" debido a la presión de las fechas límite, pero que fue "el primer álbum del grupo con un sonido coherente" en el que "U2 renacieron".
En apoyo del álbum, la banda desarrolló el Tour The Unforgettable Fire, que vio a U2 actuando en grandes estadios cubiertos por Estados Unidos. La gira constaba de seis tramos y 112 espectáculos, iniciándose en Nueva Zelanda en agosto de 1984, donde traducir las texturas elaboradas y complejas de las nuevas canciones grabadas en el estudio para sus actuaciones en vivo demostró ser todo un desafío. Una solución para ello fue el uso de secuenciadores programados, que la banda había sido reacia hasta entonces a utilizar. Los secuenciadores fueron prominentemente utilizados en canciones como The unforgettable fire y Bad; desde entonces, los secuenciadores se utilizan en la mayoría de las canciones de U2 en sus interpretaciones en vivo. Algunas canciones criticadas como "inacabadas", "borrosas" y "poco definidas" en el álbum tenían más sentido interpretadas en el escenario. La revista Rolling Stone, por ejemplo, crítica de la versión del álbum de Bad, describió su actuación en vivo como una "actuación sensacional".
U2 participó en el concierto Live Aid en el estadio de Wembley para la lucha contra el hambre en Etiopía en julio de 1985. La actuación de U2 actuación fue uno de los espectáculos más memorables; durante la canción Bad, Bono saltó desde lo alto del escenario para abrazar y bailar con una fan. Inicialmente se pensó que se "buscaban la ruina", fue, de hecho, un momento de gran avance para la banda, mostrando a una audiencia televisiva de millones de espectadores la conexión personal que Bono podría hacer con las audiencias. Todos los álbumes previos de U2 volvieron a las listas británicas después de su trascendental actuación. En 1985, la revista Rolling Stone denominó a U2 "la banda de los 80", diciendo que "para un número creciente de fans del rock and roll, U2 se han convertido en la banda que importa más, tal vez la única banda que importa".
En 1995, Mobile Fidelity Sound Lab remasterizó el álbum y lo lanzó como CD especial edición oro. Esta edición cuenta con tiempos de duración de las canciones ligeramente diferentes, en particular, una versión instrumental extendida de 2:39 de 4th of July.
En 1985, la banda también lanzó el EP suplementario Wide awake in America, que ofrecía actuaciones en directo de Bad y A sort of homecoming junto a dos caras B (anteriormente no disponibles en Norteamérica). En 1985, fue lanzado The unforgettable fire collection, una recopilación de vídeo VHS de 51 minutos que contenía los vídeos musicales del álbum y un documental de 30 minutos "making of" del álbum. James Morris fue acreditado como productor. El documental fue incluído más tarde como bonus en el lanzamiento en vídeo de la banda, U2 go home: Live from Slane Castle, al ser el lugar donde se desarrolló el concierto (Slane Castle) el mismo que la ubicación del documental.
Una edición remasterizada del álbum de 25º aniversario fue lanzada al mercado en octubre de 2009 por Mercury Records. La remasterización del álbum fue dirigida por The Edge, quien también dirigió las remasterizaciones de las publicaciones anteriores de la banda. Cuatro ediciones físicas del álbum están disponibles, dos de las cuales contienen un bonus CD, y una contiene un DVD. El bonus CD cuenta con caras B del álbum, temas en vivo y dos canciones inéditas: Disappearing act y Yoshino blossom. El DVD cuenta con el mismo material que la versión original de vídeo VHS.
The unforgettable fire fue número 1 en Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, número 5 en Canadá, número 6 en Suecia y Noruega, y número 12 en Estados Unidos. En cuanto a los singles, Pride (in the name of love) fue número 1 en Nueva Zelanda, 2 en Irlanda y Billboard Mainstream Rock, 3 en Reino Unido, 5 en Holanda y 33 en Billboard Hot 100; The unforgettable fire fue número 1 en Irlanda, 3 en Nueva Zelanda, 4 en Holanda y 6 en Reino Unido; Wire fue número 31 en Billboard Mainstream Rock de Estados Unidos; y Bad, número 19 en Billboard Mainstream Rock.
The unforgettable fire no fue el mayor éxito comercial de U2 (que sería The Joshua Tree) o su espaldarazo artístico más gratificante (Achtung baby), pero sin él esos discos no existirían. Se puede catalogar como un álbum de transición de la más alta magnitud. Sus canciones más exitosas (Pride, Bad), todavía son clásicos, y ni siquiera sus abstracciones a veces ridiculizado como Promenade, Elvis Presley and America contienen suficiente misterio como para intentar desenredarlo 25 años más tarde. La primera canción narra una declaración ambigua. A sort of homecomong vendría a definir la fascinante lucha interna del grupo entre apegarse a lo que sabían hacer y aventurarse hacia algo desconocido.
En definitiva, The unforgettable fire jugaría su papel de disco transitorio para U2 y con el tiempo podría considerarse el disco que sirvió de trampolín al éxito instantáneo del clásico The Joshua tree. También serviría como una vara de medir de cuán lejos esta banda podría ir y darles algo para construir en el futuro. Sin embargo, lo importante es que es un disco elaborado por una banda muy creativa y para su crecimiento distaba mucho de lo que un disco debía ser. Y tan importante fue como para que la banda y Eno encontrasen terreno común para sus futuras colaboraciones más exitosas, tomadas en sus propios términos The unforgettable fire es una obra tremendamente desigual y marca el comienzo de una historia rica y legendaria para U2 reinventarse audazmente incluso permaneciendo fundamentalmente siendo el mismo grupo, y casi completamente borrar de la memoria la imagen de pequeña banda irlandesa de sus comienzos. El dominio mundial estaba a la vuelta de la esquina, aunque desde este disco no se vislumbraba.
Fuentes: http://pitchfork.com, http://en.wikipedia.org, http://es.wikipedia.org, http://www.rollingstone.com, http://www.bbc.co.uk, http://www.allmusic.com, http://www.sputnikmusic.com, http://u2fanlife.com, http://www.hipersonica.com, http://jenesaispop.com, http://rincondesconexion.blogspot.com
Listado de canciones:
1.- A sort of homecoming
2.- Pride (in the name of love)
3.- Wire
4.- The unforgettable fire
5.- Promenade
6.- 4th of July
7.- Bad
8.- Indian summer sky
9.- Elvis Presley and America
10.- MLK
Edición 25º aniversario (2009):
11.- Disappearing act
12.- Love comes tumbling
13.- The three sunrises
14.- Yoshino blossom
15.- Wire (Kevorkian 12" vocal remix)
16.- Boomerang I
17.- Pride (in the name of love) (extended single version)
18.- A sort of homecoming (Daniel Lanois remix feat. Peter Gabriel)
19.- 11 o'clock tick tock" (long version)
20.- Wire (Celtic dub mix)
21.- Bass trap
22.- Boomerang II
23.- 4th of July (single version)
24.- Sixty seconds in kingdom come
Vídeos:
A sort of homecoming - U2
Pride (in the name of love) - U2
Wire - U2
The unforgettable fire - U2
Promenade - U2
4th of July - U2
Bad (Live Aid 1985) - U2
Indian summer sky - U2
Elvis Presley and America - U2
MLK - U2
Disappearing act - U2
Love comes tumbling - U2
The three sunrises - U2
Yoshino blossom - U2
Wire (Kevorkian 12" vocal remix) - U2
Boomerang I - U2
Pride (in the name of love) (extended single version) - U2
A sort of homecoming (Daniel Lanois remix feat. Peter Gabriel) - U2
11 o'clock tick tock" (long version) - U2
Wire (Celtic dub mix) - U2
Bass trap - U2
Boomerang II - U2
4th of July (single version) - U2
Sixty seconds in kingdom come - U2
Mis amigos fans irrefentos de los U2 lo tienen como el mejor de sus discos. Sin llegar a tanto si me parece el tercer mejor de su carrera trsa Atchung y Joshua. Es el fin de una era y el comienzo de otra
ResponderEliminarEn su momento era un LP que me encantaba, porque contenía un sonido más depurado que sus álbumes anteriores y canciones realmente buenas. Además, el marketing de la producción llevada a cabo por Brian Eno le dio mucho impulso.
ResponderEliminarCon el tiempo y en perspectiva, considero que es un álbum bueno, con algunas de las mejores canciones del grupo, pero es cierto que también contiene alguna de las más prescindibles. Parece que para ellos fue totalmente un álbum de transición y llevaron hasta el extremo la experimentación y el querer hacer cosas nuevas sin perder su sello de identidad. Para mí estaría entre uno de los cinco mejores.
Saludos, Bernardo