Flesh + blood es el séptimo álbum de estudio de Roxy Music, y fue lanzado en junio de 1980. El álbum alcanzó el número 1 en Reino Unido durante una semana en junio, y regresó a la cumbre de las listas en agosto durante otras tres semanas, en total permaneció 60 semanas en la lista de álbumes británica. El álbum alcanzó el número 35 en Estados Unidos y el 10 en Australia, y consiguió en Reino Unido la certificación de Disco de oro en junio de 1980, y de Disco de platino en octubre del mismo año.
El álbum fue precedido por el single Over you, que se convirtió en un hit en Reino Unido (número 5), y también llevó al grupo al puesto número 80 en las listas de Estados Unidos. Dos singles hit le siguieron: Oh yeah (número 5 en Reino Unido) y The same old scene (número 12 en Reino Unido y 35 en Australia). Flesh + blood también incluye dos versiones clásicas: Eight miles high de The Byrds, y In the midnight hour de Wilson Pickett. El último fue lanzado como single en otros países. Además, la canción Flesh + blood, junto con Over you y Eight miles high, alcanzó el número 46 en la lista Billboard dance.
El álbum fue grabado tras la salida del baterista Paul Thompson, dejando a la banda como un trío con Bryan Ferry (vocales, teclados), Andy Mackay (saxo) y Phil Manzanera (guitarras, bajo). La batería en el álbum fue interpretada por tres bateristas en diferentes sesiones: Allan Schwartzberg, Andy Newmark y Simon Phillips. También es interesante la presencia de Paul Carrack en los teclados.
Constituyendo un disco incluso más impermeable que Manifesto, Flesh + blood se balancea precariamente entre el seductor y sofisticado soul-pop, y el empalagoso y apto para emisoras de radio disco-pop. En sus mejores momentos, el álbum es fácilmente suave y encantador, con Over you convirtiéndose en uno de sus más grandes singles, y Oh yeah casi tan persuasiva, pero gran parte del disco está dedicado al maltratado y estilizado pop de salón. En particular, la dependencia de las versiones adaptadas de In the midnight hour y Eight miles high es preocupante, no solo porque es señal de falta de imaginación, sino también porque sugiere que Flesh + blood sea simplemente un esfuerzo solitario menor de Bryan Ferry. Y ni siquiera el puñado de grandes momentos del álbum puede borrar la sensación de que Roxy Music comenzaban a quedarse sin ideas.
Flesh + blood irónicamente resultó ser de los menos sustantivos de los discos de Roxy, caracterizado por ser algo más que un musical para lucimiento de la dorada voz de Ferry. Si Manifesto era un álbum de Bryan Ferry disfrazado, Flesh + blood cae en la pretensión conjunta de mostrar material formado por versiones (In the midnight hour, Eight miles high) junto con la canción que da título al álbum grabada sin Mackay y Manzanera. En su defensa, la voz de Ferry es una fuerza a tener en cuenta, como la del viejo Elvis. Y no se puede negar que Roxy Music ejecuta la música de los nuevos románticos mejor que nadie, expertamente captando los matices entre lo festivo (Over you) y lo enojoso (Rain rain rain). Flesh + blood, con Manifesto y Avalon, los tres forman una trilogía de tipos para los nuevos románticos.
Aunque no logró el éxito del trabajo siguiente del grupo, Avalon, Flesh + blood tuvo unas ventas muy aceptables, y ofreció sugerencias tempranas para seguir las huellas del sonido dinámico de los años 80 hacia el que tantas bandas arquetípicas evolucionaron. La canción inicial, In the midnight hour se convirtió en un clásico de culto, y otras como Same old scene, Eight miles high y Running wild ofrecen mucha perspectiva. El álbum es a menudo considerado su esfuerzo más anodino y sin inspiración. En otras palabras, un álbum pop-rock mainstream, pero la música de Flesh + blood es un poco más sofisticada que lo que generalmente se escuchaba en las emisoras de radio.
La dirección más directa y comercial que la banda adoptó con Manifesto es bastante seguida en Flesh + blood, que seguramente es el álbum menos experimental de Roxy Music. Quizá el principal problema del disco fue la producción, demasiado profesional y estéril, robando a las canciones su vida y energía la mayor parte del tiempo. Pero aparte, Roxy Music, que siempre tuvieron un gran sonido como agrupación que era más que la suma de sus partes, carecen aquí de esa química. La figura de Ferry destaca sobre el trabajo de Andy McKay y Phil Manzanera. Y también carece de bastante inspiración. La mayoría de las canciones no son tan potentes y remarcables como en el disco anterior. Otra vez la producción podría haber enterrado algunas joyas, en canciones como My only love, Oh yeah y Same old scene, ya que hay algunas versiones muy agradables y convincentes cuando fueron interpretadas en directo en los conciertos posteriores.
De los álbumes en estudio de Roxy Music, Flesh + blood suele ser uno de los mejor catalogados, aunque probablemente no sea el mejor (los fans suelen preferir Siren o Avalon), pero sí que es opinión bastante generalizada que Flesh + blood marca la transición realizada completamente en Avalon a una música más tranquila, menos amenazante y menos estilo Brian Eno. La canción de apertura, un cover de In the midnight hour de Wilson Pickett, allana el camino para un álbum más melodioso, menos extravagante, lleno de joyas sentimentales como Oh yeah y My only love, y el melancólico Flesh + blood. El álbum es una fina colección de melodías y sirve como un excelente punto de partida para el público interesado en estudiar una de las bandas más subestimadas de la década del 70 y principios de los 80.
Flesh + blood se abre con el cover de In the midnight hour. La voz de Ferry es su instrumento musical que susurra y seduce, y por turnos se declara e intimida o presiona a la vez. Sus tonos de vibrato vocal están en forma en esta canción, junto con un trabajo bastante interesante de teclado. Esta combinación, junto con Phil Manzanera en la guitarra y Andy Mackay en el saxo, da a Roxy su sonido único. No es realmente una banda de rock per se, ni tampoco merecían la etiqueta que llevaron y odiaron durante años de banda "art", pero sí son un grupo muy difícilmente comparable. Muchos artistas han tratado de imitar o emular su sonido, pero han quedado muy lejos de conseguirlo.
Flesh + blood empieza como Manifesto y deja sin desarrollar el intro, con guitarras y melodías aceptables. El grupo vuelve a la tradición Roxy con My only love, con un Ferry inspirado, buena guitarra de Phil y un gran apoyo del bajo. En My only love, Ferry confiesa a su ex-amante que sus palabras son todo lo que tiene, su voz y cuerdas de acompañamiento enfatizan su soledad y alienación permanente de ella. Es interesante que el uso de las cuerdas en este corte sólo añaden un sentimiento de tristeza extrema, su resonancia proporciona un escenario escalofriante. La intro para Over you suena parecida a Kimberly de Patti Smith, pop y comercial.
Y es la fuerza de sus palabras el instrumento más poderoso de Roxy acoplada con la personalidad propia de Ferry del hombre elegante de la ciudad que se crea a través de su voz. Varios cantantes de rock estadounidense contemporáneos no han sido capaces de sacar adelante este tipo de figura romántica masculina de gran envergadura. Sinatra lo hizo, Harry Connick, Jr. fue un intento de versión de Sinatra en muchos aspectos. Pero fue el británico Ferry, cuya temática atemporal de un amor perdido, tragedia y huyendo erróneamente del mundo, parece pasar la raya de lo cultural y los límites de clase.
Eight miles high, un cover de The Byrds está orientada a la discoteca y es más repetitiva que la original. No strange delight muestra la extraña atmósfera de Roxy de los primeros tiempos, un poco decadente, un poco pop, un poco sexy. El álbum se cierra con Running wild, que es una buena balada suave en la que se luce Ferry, y nunca fue reproducida en directo.
Temas con gran gancho en las emisoras pop, como Oh yeah, Same old scene, My only love y Over you, propiciaron a la banda melodías inacabables para facilitar las ensoñaciones amorosas de la población mundial. Y no hay, por otro lado, absolutamente nada que permita otear el mínimo atisbo de riesgo, todo está medido al milimetro para satisfacer las salivaciones románticas y modas al uso de la época (la carátula del disco no deja de ser un himno gráfico a lo correctamente bello). Ni siquiera las versiones de In the midnight hour y de Eight miles high logran interpretaciones a la mínima altura de la categoría de tales selecciones.
La voz de Ferry es una montaña rusa emocional a través de todo el álbum, desde el amor perdido de Oh yeah y al bailable Over you, al absoluto desprecio depravado de Flesh + blood. Mientras que Ferry podría ser el gran Casanova de los cantantes, cortejando a sus amantes y siendo siempre el perfecto caballero inglés, todavía expresa la ingenuidad y la incredulidad de haber sido abandonado. Se puede encontrar su fuerza, tanto como cantante, como compositor, en canciones como Flesh + blood. Ferry sabe que unas canciones con letras basadas en el corazón y el alma son mucho más interesantes que cantar blues sobre su corazón roto.
Manzanera y Mackey, son músicos de estudio clásico extremadamente pulidos y con un caché elevado logrado por derecho propio, sin cuyas contribuciones musicales y de apoyo Roxy no tendría ese sonido tan difícil de categorizar. Pero la presencia de Ferry es tan abrumadora, que define a Roxy y su dirección. Su personaje está tan entrelazado con la música que la banda se convierte casi en invisible, aunque definitivamente no prescindible, a su sombra. La desventaja de la fuerte posición de Ferry dentro de la banda, y su trabajo como su principal fuerza creativa, es que hay un cierto sonido repetitivo en sus canciones y la voz después de escuchar más de un álbum de Roxy, siendo aún más evidente en su trabajo solista.
Listado de canciones:
1.- In the midnight hour
2.- Oh yeah
3.- Same old scene
4.- Flesh and blood
5.- My only love
6.- Over you
7.- Eight miles high
8.- Rain, rain, rain
9.- No strange delight
10.- Running wild
Vídeos:
In the midnight hour - Roxy Music
Oh yeah - Roxy Music
Same old scene - Roxy Music
Flesh and blood - Roxy Music
My only love - Roxy Music
Over you - Roxy Music
Eight miles high - Roxy Music
Rain, rain, rain - Roxy Music
No strange delight - Roxy Music
Running wild - Roxy Music
Tengo todos los discos del grupo y, bajo mi modesto punto de vista, si exceptuamos Avalón, puede que el resto de sus Lps no sean redondos totalmente, aunque no quita que siempre dejasen tres o cuatro gemas en cada disco.
ResponderEliminarFlesh .... tienes esos dos o tres temas maravillosos y además buenas canciones.
Para mí, aparte tiene su mejor portada.
Un disco que se debería de escuchar.
Saludos sintéticos.
Me quedo con los tres últimos álbumes del grupo:
ResponderEliminar# Manifesto (1979)
# Flesh and Blood (1980)
# Avalon (1982)
y después con todo lo de Bryan Ferry en solitario. Este en concreto es el mejor, y como bien dice Chorby hasta la portada merece una mención especial...
SaLu2
Esos son para mí sus tres mejores discos. Quizá podría haber hablado de Avalon, el que para muchos es su mejor disco, pero también es una oportunidad para hablar de él más adelante.
ResponderEliminarFlesh and blood tiene esas fantásticas tres-cuatro canciones que mencionas, Chorby, pero me gusta el sonido del álbum, entre relajante y pop que hace que el disco no se haga nada pesado e invite a reproducirlo de nuevo.
Salu2, Chorby, Xim