¡¡¡CAMPEONES!!!

No es habitual que hable en este blog de fútbol. Lo suelo hacer en otros blogs, como los que tengo enlazados al principio de la columna de la derecha. Blogs valencianistas, por más señas. Y es que mi corazón es y será valencianista mientras bombee.

La temporada está siendo muy dura, y tan mal ha ido, que todavía tenemos que ganarnos el derecho a jugar la Liga de las Estrellas del año que viene.

La semana pasada recibí una llamada de mi amigo PKDOR, hablando en nombre de mis vecinos de checheche, invitándome a asistir con ellos a la proyección en pantalla gigante en la Plaza de Toros de València del partido final de Copa del Rey València CF-Getafe. Tras pensármelo unos momentos (3 segundos), moví lo que había que mover para estar allí.

Total, salí con el coche a las 14.30 de Barcelona, después de mi turno de trabajo, y quedamos en torno a las 19 h. cerca del lugar de la quedada. Éramos nueve. Volví a ver a los little, Vicent, PKDOR, GAN y Rafa, y conocí a la joya hoeman, un chaval que es un auténtico diccionario de tácticas y seguimiento de jugadores a nivel mundial.

El partido comenzó con el València con hambre de gol, y en sólo 10 minutos ya habíamos encarrilado la final. Disfrutamos de gran fútbol de nuestro equipo la primera media hora, y el Getafe cobró vida a final de la primera parte. En la segunda parte, pasamos nervios (Rafa constantemente me preguntaba cuánto quedaba) pero un balón suelto cabeceado por el Moro nos dio, esta vez sí, el triunfo seguro. Dicho gol ha sido la causa de muchas ronqueras hoy en València, como la mía.

El viaje de vuelta ha sido pesado. Llegué a Barcelona sobre las 4.40. Pero me esperaba una sorpresita de mis compañeros chechecheros. Jalear mi nombre al son de "¡qué huevos tienes!" (¿dónde he oído eso antes?) en plena Plaza de Toros. Pero aún hay más: cuando cogí el coche, me llamó PKDOR instándome a que escuchase la radio en el dial 97.7. El locutor mencionó a mis compañeros, y su saludo a su amigo JL, que se había pegado la paliza de ir y volver el mismo día a València, sólo para ver el partido. Genial. Cuando lo oí, miraba a los coches de al lado que estaban parados ante el semáforo, y sentí como si lo hubiesen oído.

Valió la pena. Pero es más, hubiese valido la pena aunque hubiésemos perdido. Quizá mi presencia fue el talismán que necesitábamos para ganar. Tendré que probarlo en otra ocasión para cerciorarme. Las quedadas con mis compañeros de Checheche son especiales, y siempre me sorprenden con algo. Todos y cada uno de ellos tienen algo que destaca sobre los demás. Pero para mí, su compañerismo y su grandeza es superior a todo lo demás. Muchas gracias por hacerme pasar una noche tremenda.

Y por encima de todo eso, hay algo más que nos une: nuestro profundo amor por el València CF. Estaremos con el equipo SIEMPRE. En los buenos y en los malos momentos. Amunt València!