Adrian Borland se culpaba a sí mismo y a su enfermedad de la separación del grupo The Sound. Pero su creatividad era imparable y decidió emprender una andadura en solitario para no verse desbordado por ella. Una andadura prolífica, pero sin ningún éxito comercial. Adrian no tenía madera ni imagen de pop-star, ni probablemente pretendía serlo. Tampoco doblegaba sus proyectos ante los intereses comerciales, como se demostró con la grabación de All fall down. Trabajaba con discográficas independientes y en algunos casos financiando sus proyectos con dinero paterno o con el suyo propio. Sus conciertos tenían lugar en salas alternativas de Holanda y Alemania principalmente.
En éste último país, donde The Sound también habían dejado un magnífico recuerdo, su carrera tuvo una muy buena acogida. Allí conoció a uno de los mejores amigos y colaboradores que tuvo en los últimos tiempos, Carlo van Putten, cantante de The Convent y propietario de Red Sun Records, una pequeña discográfica independiente.
Hasta su muerte, Adrian grabó seis discos más (dos de ellos con una banda llamada The Citizens, incluido el que estaba terminando cuando murió). En ellos la música comenzó a ser menos cruda, más alegre que la de The Sound en algunos casos y, también, mucho más melancólica en otros. A pesar de que Adrian ya estaba bastante tocado por el trastorno esquizoafectivo, los años de experiencia influyeron definitivamente en la evolución de esas grabaciones que se tornaron más elaboradas, más cuidadas, sin perder su especial toque de distinción, ni traicionar sus principios creativos. El último disco editado en vida, titulado 5:00 A.M., sorprende por su fuerza, posee una vitalidad y una brillantez que recuerda, por momentos, lo mejor de The Sound.
En 1989 publica Alexandria, y en 1992 el maravilloso Brittle heaven, una colección de canciones ricas en emoción, con todos los giros musicales que un melómano quiere escuchar.
El tercer album, Beautiful ammunition, publicado en 1994, fue en realidad el primer album de Adrian en solitario, y contiene Re-united states of love, una gran canción de amor.
Cinematic, publicado un año después, era de tono similar, pero comienza un tono más sombrío en su música. Cinematic overview fue también publicado al mismo tiempo, incluyendo algunos de los mejores momentos de Borland con The Outsiders y The Sound, y material en solitario.
También en 1995 edita su primer disco con White Rose Transmission, su colaboración como productor y co-autor junto a su amigo Carlo van Putten de The Convent. En dicho grupo también colaboraban la vocalista Claudia Uman, el teclista y guitarrista Florian Brattman, y el violinista David Maria Gramse. El primer album, titulado White Rose Transmission, fue publicado en 1995.
Su siguiente disco en solitario, 5:00 A.M. , publicado en 1997, fue de nuevo un momento álgido, que puso de relieve su gran capacidad compositiva e interpretativa. El álbum contiene grandes canciones llenas de momentos sensibles y perceptivos.
The last days of the rain machine se publicó más tarde, una edición limitada de grabaciones y versiones acústicas no disponibles hasta aquel momento.
Su último trabajo acabado fue el segundo album de White Rose Transmission, 700 miles of desert, que fue grabado en Bremen entre noviembre de 1998 y febrero de 1999, y publicado dos meses después del suicidio de Borland. Se había planificado un tour del grupo, ocupando el lugar de Adrian su amigo Mark Burgess, cantante y bajo de The Chameleons, y que había colaborado en 700 miles of desert al bajo y vocales.
Su actividad artística y creadora tras la separación de The Sound, no se limitó a esos dos proyectos principales. Durante la vida de The Sound montó, con uno de sus miembros, un grupo paralelo de tecno experimental llamado Second Layer. Más tarde otro, como guitarrista bajo el seudónimo de Joachim Pimento, con el exótico nombre de The Honolulu Mountain Daffodils. Fue productor, también, de varios grupos independientes como Felt, Dole, Into Paradise, Red Harvest, Steve Lake, Cassell Webb y The Prudes, entre otros.
Es lamentable, pero así como todos los títulos de The Sound aparecieron en su momento en España, los de Adrian en solitario nunca vieron la luz aquí.
El dichoso trastorno esquizoafectivo sumía a Adrian en temporadas de intensa depresión, durante las cuales también oía voces. En más de una ocasión intentó quitarse la vida. En una de ellas, incluso, tuvo que ser ingresado en un sanatorio psiquiátrico, un desagradable trago que, según contaba después el propio Adrian, no estaba dispuesto a volver a pasar. Según su madre, Win Borland, los días anteriores a su muerte sufrió un brote muy agudo. Si bien, habitualmente, no era un enfermo demasiado difícil y estaba arropado por sus padres, con los que vivía, esa última vez se negó a tomar la fuerte medicación que tenía prescrita para esas crisis. Le atontaba en exceso, decía él, y quería terminar su disco con las ideas totalmente claras. Pero, aunque la grabación estaba muy avanzada, no pudo verlo acabado: la enfermedad y el miedo atroz a ser ingresado de nuevo, terminaron antes con su vida. Se arrojó al paso de un tren en la estación de Wimbledon el 26 de abril de 1999. La discográfica de Carlo van Putten decidió publicarlo, concluyendo el proyecto gracias a la ayuda de los músicos que intervenían en él. Su título: Harmony and destruction (The unfinished journey).
También tiene una biografía publicada, (The book of) Happy memories. En 2001, un album de tributo, In Passing - A tribute to Adrian Borland and The Sound. Y otro album de tributo de inminente su publicación, There must be a hole in your memory. En una de las ultimas entrevistas concedidas en 1998 a la revista Limit, el periodista le preguntó cuantas canciones había escrito. La respuesta de Adrian fue: "¿En toda mi vida? Aproximadamente unas trescientas. Para The Sound alrededor de cien. Ahora tengo algunas rondándome en la cabeza... De todas formas el número es lo de menos, lo más importante es: ¿cuántas de ellas serán recordadas?”
Nota: la mayor parte de esta entrada está extraída del blog Cuadernos blogosféricos del autor Alejandro Pérez-Prat, al que agradezco su autorización para publicarlo.
Canciones recomendadas:
Light the sky, Rogue beauty, Beneath the big wheel, Community call, The other side of the world, Crystalline, No ethereal, Shadow of your grace, She's my heroine (Alexandria)
Brittle heaven, Flight 23, Universe of you, Faithful, Prisoners of the sun, European streets in the rain, All the words in the world, Truth that lights in the world, Healing kiss (Brittle heaven)
Re-united states of love, Open door, Rocket, Stranger in the soul, Station of the cross, Simple little love, White room, Past full of shadows, Ordinary angel, Lonely late nighter, Someone will love you, In passing, Shoreline (Beautiful ammunition)
Bright white light, When can I be me, Cinematic, Night cascade, Long dark train, We are the night, I can't stop the world, Heading emotional south, Spanish hotel (Cinematic)
Hand of love, Beneath the big wheel, The other side of the world, Silent air, Shadows of your grace, Winning, In passing-Shoreline, Simple little love (2 meter sessions)
Es lamentable, pero así como todos los títulos de The Sound aparecieron en su momento en España, los de Adrian en solitario nunca vieron la luz aquí.
El dichoso trastorno esquizoafectivo sumía a Adrian en temporadas de intensa depresión, durante las cuales también oía voces. En más de una ocasión intentó quitarse la vida. En una de ellas, incluso, tuvo que ser ingresado en un sanatorio psiquiátrico, un desagradable trago que, según contaba después el propio Adrian, no estaba dispuesto a volver a pasar. Según su madre, Win Borland, los días anteriores a su muerte sufrió un brote muy agudo. Si bien, habitualmente, no era un enfermo demasiado difícil y estaba arropado por sus padres, con los que vivía, esa última vez se negó a tomar la fuerte medicación que tenía prescrita para esas crisis. Le atontaba en exceso, decía él, y quería terminar su disco con las ideas totalmente claras. Pero, aunque la grabación estaba muy avanzada, no pudo verlo acabado: la enfermedad y el miedo atroz a ser ingresado de nuevo, terminaron antes con su vida. Se arrojó al paso de un tren en la estación de Wimbledon el 26 de abril de 1999. La discográfica de Carlo van Putten decidió publicarlo, concluyendo el proyecto gracias a la ayuda de los músicos que intervenían en él. Su título: Harmony and destruction (The unfinished journey).
También tiene una biografía publicada, (The book of) Happy memories. En 2001, un album de tributo, In Passing - A tribute to Adrian Borland and The Sound. Y otro album de tributo de inminente su publicación, There must be a hole in your memory. En una de las ultimas entrevistas concedidas en 1998 a la revista Limit, el periodista le preguntó cuantas canciones había escrito. La respuesta de Adrian fue: "¿En toda mi vida? Aproximadamente unas trescientas. Para The Sound alrededor de cien. Ahora tengo algunas rondándome en la cabeza... De todas formas el número es lo de menos, lo más importante es: ¿cuántas de ellas serán recordadas?”
Nota: la mayor parte de esta entrada está extraída del blog Cuadernos blogosféricos del autor Alejandro Pérez-Prat, al que agradezco su autorización para publicarlo.
Canciones recomendadas:
Light the sky, Rogue beauty, Beneath the big wheel, Community call, The other side of the world, Crystalline, No ethereal, Shadow of your grace, She's my heroine (Alexandria)
Brittle heaven, Flight 23, Universe of you, Faithful, Prisoners of the sun, European streets in the rain, All the words in the world, Truth that lights in the world, Healing kiss (Brittle heaven)
Re-united states of love, Open door, Rocket, Stranger in the soul, Station of the cross, Simple little love, White room, Past full of shadows, Ordinary angel, Lonely late nighter, Someone will love you, In passing, Shoreline (Beautiful ammunition)
Bright white light, When can I be me, Cinematic, Night cascade, Long dark train, We are the night, I can't stop the world, Heading emotional south, Spanish hotel (Cinematic)
Hand of love, Beneath the big wheel, The other side of the world, Silent air, Shadows of your grace, Winning, In passing-Shoreline, Simple little love (2 meter sessions)
Stray bullets, Dangerous stars, Vampiric, Baby Moon, City speed, I'm your freedom, The spinning room, Between building whispers, Over the under, Before the day begins (5: A.M.)
Unkissable, Die dunkle macht, In your hands, Street of flowers, Allein, Silver age, The hell of it, The sea never dies (White Rose Transmission-White Rose Transmission-)
Summer road, Hallucinating you, Snakebitten, Valentine, Heart of machine, Four lonely hours, Walking in the opposite direction, Dead guitars, In between dreams (700 miles of desert -White Rose Transmission-)
Walking in the opposite direction, In between dreams, Scales of love and hate (The last days of the rain machine)
Solar, Angel sulk, Forever from home, Summer wheels, Get me a witness, In the field, Heart goes down like the sun, Last train of Saterville, Living in the edge of God (Harmony and destruction -The unfinished journey)
Aquí tenéis una versión en directo, cantada por Mark Burgess, amigo y ex-compañero de Adrian en White Rose Transmission, de White room, del album Beautiful ammunition:
White room - Mark Burgess
Y enlazado os dejo el concierto homenaje que se brindó a Adrian en el Paradiso de Amsterdam en 2006 con antiguos componentes de The Sound y amigos del cantante:
http://www.fabchannel.com/embed/player.swf/ap/artist.the_sound_of_adrian_borland
Y varias de sus mejores canciones. Empezando por The other side of the world, del album Alexandria; siguiendo con Ordinary angel del fantástico Beautiful ammunition; las versiones en acústico de Hand of love (canción del album Thunder up de The Sound) y un mix de In passing y Shoreline (de Beautiful ammunition); Stray bullets, Vampiric y Over the under, del album 5:00 AM; y dos joyas de su album póstumo Harmony & destruction, la maravillosa Summer wheels (pocas canciones me han hecho llorar, ésta es una de ellas) y Living in the edge of God, en la que Adrian muestra su cara más desgarradora y atormentada. De su etapa en White Rose Transmission, Street of flowers del primer álbum, y Walking in the opposite direction y Dead guitars, del segundo:
The other side of the world
Ordinary angel
Hand of love
In passing-Shoreline
Stray bullets
Vampiric
Over the under
Summer wheels
Living in the edge of God
Street of flowers
Walking in the opposite direction
Dead guitars
Solar, Angel sulk, Forever from home, Summer wheels, Get me a witness, In the field, Heart goes down like the sun, Last train of Saterville, Living in the edge of God (Harmony and destruction -The unfinished journey)
Aquí tenéis una versión en directo, cantada por Mark Burgess, amigo y ex-compañero de Adrian en White Rose Transmission, de White room, del album Beautiful ammunition:
White room - Mark Burgess
Y enlazado os dejo el concierto homenaje que se brindó a Adrian en el Paradiso de Amsterdam en 2006 con antiguos componentes de The Sound y amigos del cantante:
http://www.fabchannel.com/embed/player.swf/ap/artist.the_sound_of_adrian_borland
Y varias de sus mejores canciones. Empezando por The other side of the world, del album Alexandria; siguiendo con Ordinary angel del fantástico Beautiful ammunition; las versiones en acústico de Hand of love (canción del album Thunder up de The Sound) y un mix de In passing y Shoreline (de Beautiful ammunition); Stray bullets, Vampiric y Over the under, del album 5:00 AM; y dos joyas de su album póstumo Harmony & destruction, la maravillosa Summer wheels (pocas canciones me han hecho llorar, ésta es una de ellas) y Living in the edge of God, en la que Adrian muestra su cara más desgarradora y atormentada. De su etapa en White Rose Transmission, Street of flowers del primer álbum, y Walking in the opposite direction y Dead guitars, del segundo:
The other side of the world
Ordinary angel
Hand of love
In passing-Shoreline
Stray bullets
Vampiric
Over the under
Summer wheels
Living in the edge of God
Street of flowers
Walking in the opposite direction
Dead guitars
Es lamentable, pero así como todos los títulos de The Sound aparecieron en su momento en España, los de Adrian en solitario nunca vieron la luz aquí.
ResponderEliminarDos matizaciones:
1. Creía que se había suicidado Adrain
2. Pues un servidor tenía un compañero que se los compraba detrás de la Iglesia de San Agustín
Little
Tarde, pero contesto:
ResponderEliminar1.- Efectivamente. Adrian se suicidó, paradójicamente para quien escribe, lanzándose al paso de un tren en la entrada de la estación de Wimbledon. Aún me dura el trauma, y eso que pasó en la pérfida Albion.
2.- Respecto a este dato, yo también me hice con el Alexandria en vinilo, pero creo que no fue editado aquí, sino que lo más probable es que fuesen de importación. Y me temo que los que compró tu amigo también serían de importación.
hola , no tengo mucho tiempo en este momento pero volvere para hablar de the sound .agradesco el link del recital tributo a adrian borland .
ResponderEliminarsu grupo the sound fue uno de los mejores de los 80 en mi opinion canciones como counting days y new ways life son inolvidables.lastima que nunca tuvieron el reconocimiento que debian . ¿ una pregunta tenes idea que enfermedad sufria adrian excactamente ?`por ahi lei que era maniaco depresivo .
saludos .
@ aioria_29:
ResponderEliminarEncantado de conocerte. Exactamente no sé qué tipo de enfermedad tenía, pero se habla de una afección esquizoafectiva que lo sumía en profundas depresiones.
Una pena, porque era un genio componiendo canciones. De lo mejor de la historia de la música, sin duda. Y poco reconocido, como bien dices.
The Sound... una de mis bandas favoritas... Adrian, todo un genio.
ResponderEliminarDesconocía ese proyecto de Second Layer, debo buscar algo... la curiosidad me corroe! De Honolulu solo pude conseguir un maxi 12"...
muchas gracias JL por esta bio.
salutacions desde bcn ;)
como quisiera que subas a algun servidor esos discos del querido adrian borland, no puedo bajarlos, no llegan a chaco, argentina. van muchos años de buscarlos, mas de 20 ya.si alguna vez puedes, te lo agradeceria mucho.gracias amigo
ResponderEliminarFue un genio y será recordado siempre así,Dios sé lleva todo el talento
ResponderEliminarEsta vida era demasiado aburrida para él
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