THE SOUND
El post musical de la semana de Navidad es muy especial. A pesar de que en mi perfil conste que mis grupos favoritos son Kraftwerk, The Mission y New Order, en realidad hay un cuarto: los Sound de Adrian Borland, y la carrera en solitario de éste. En estas dos semanas voy a recordar lo que fue y significó aquel grupo y aquel genio de la música:
Adrian Borland inició su carrera musical en 1976 formando un grupo punk, junto a su compañero de colegio Adrian Janes, llamado Syndrome, nombre que un año después cambiarían por The Outsiders. Su primer concierto tuvo lugar en la sala Roxy de Londres como teloneros de los míticos Generation X (el grupo de Billy Idol cuya canción Dancing with myself se convirtió en todo un himno para muchos jóvenes de aquella época). Mientras interpretaban una canción de su admirado Iggy Pop, en pleno concierto, ante la sorpresa del grupo, el propio Iggy subió de repente al escenario y cantó con ellos. Esos momentos quedarían para siempre grabados en la memoria de Adrian.
The Outsiders grabaron dos discos financiados con el dinero de los padres de Adrian, Calling on youth (1977) y Close up (1978). Calling on youth pasaría a la historia como el primer disco de punk británico producido íntegramente con dinero de la propia banda.
Borland quiso cortar lazos con el movimiento punk, fijándose en el miembro original de los Buzzcocks, Howard Devoto, quien dejó su banda tras Spiral scratch. Como Devoto, que había fundado la banda post-punk, Magazine, Borland miró a su alrededor, y decidió que el sonido de su banda debía ser más profundo y variado, con diferentes atmósferas, tensiones y giros poco familiares, en el intervalo en que debía conseguir los instrumentos adecuados para ello. Las letras fueron otra historia. No contento con las simples críticas al gobierno y a la sociedad en que vivía, y a los exabruptos sobre materias triviales, sociales, Borland se convirtió en uno de los letristas post-punk cuyos textos tenían gran valor analítico.
En 1979, tras la salida del grupo del bajo Bob Lawrence y del batería Adrian Janes, la banda cambió también de nombre, después de una ardua deliberación en un pub de Kingston-upon-Thames, adoptando definitivamente el de The Sound, hasta su desintegración en 1987.
El grupo estaba formado por Adrian Borland (vocales, guitarra), Benita "Bi" Marshall (teclados, saxo, clarinete), Graham Bailey (bajo), y Mike Dudley (batería). El estilo punk de The Outsiders evolucionó hacia una onda más sosegada y tenebrosa. Algún crítico musical ha dicho que The Sound representan el eslabón perdido entre Joy Division y Echo and the Bunnymen, dos de los símbolos máximos del género.
Las comparaciones suelen ser odiosas, y en este caso además fueron perniciosas, pues The Sound nunca pudo sacarse de encima la alargada sombra de sus compadres Bunnymen: a pesar de su calidad innegable, Adrian Borland siempre fue alguien apocado frente al carisma arrogante de su "rival" y vecino Ian McCulloch. Por si fuera poco que les compararan contínuamente con los Bunnymen, también tuvieron que soportar estar bajo las lupas de la escala de Joy Division, majestuosa banda tótem insuperable contra la que se tenía que medir cualquiera que se colgara una guitarra del pescuezo a principios de los 80.
The Sound hicieron sus primeras grabaciones en el comedor de la familia Borland, ya que su padre era el ingeniero de sonido. Como quedó demostrado en Propaganda, una publicación de 1999 de esta colección de sesiones, la banda estaba gradualmente dejando el estilo Stooges/Velvet, y comenzaba a aplicar toques que desarrollarían un sonido propio.
Recibieron los primeros apoyos de Stephen Budd, un seguidor del grupo desde los tiempos de The Outsider, y que había grabado y publicado material para Bailey y Borland en su proyecto Second Layer. El sello de Budd, Tortch-R, consiguió beneficios con Second Layer, pero optó por volver a la primera publicación de The Sound. Budd se convirtió en el manager del grupo, logrando que el grupo hiciese sus grabaciones en el estudio de Nick Robbins, Elephant Studios, y contratando actuaciones para el grupo.
La primera publicación era poco pretenciosa. El EP indie Physical World fue positivamente recibido en New Musical Express por Paul Morley, y el DJ John Peel se interesó por él, haciendo un par de actuaciones para su influyente programa de la BBC.
La banda firmó con el sello post punk de Warner Bros., Korova Records, al que pertenecían, entre otros, Echo and The Bunnymen, y grabaron Jeopardy. Korova escuchó los remixes que habían registrado previamente, e hizo los arreglos. Reportajes en New Musical Express, Sounds y Melody Maker le otorgaron cinco estrellas. Comparándolos con los Bunnymen, Teardrop Explodes y Joy Division en los reportajes, sólo escuchando la canción más floja del album, uno se daba cuenta que The Sound ya pertenecían a la clase alta.
Bi Marshall deja la banda y es reemplazada por (Colvin) Max Mayers antes de ponerse el grupo a trabajar con el productor Hugh Jones, que ya había producido a los Teardrops y los Bunnymen, para el siguiente album. From the lion's mouth se valió del sonido ambiental de la banda, de su capacidad para cubrir sus accesibles canciones con touqes de buena producción, que no ocultaban el rock sólido donde fueron construidas. Con este disco tocaron su techo compositivo. Otra ronda de reportajes positivos y otra ronda de indiferencia general del público, aunque se estaba gestando su definición como grupo de culto.
El éxito de crítica obtenido por From the lion's mouth hizo que la discográfica presionara a los integrantes del grupo para que su siguiente disco fuese más comercial y, así, obtener también un éxito en las ventas.
Pero no sucedió así. Trabajando de nuevo con Nick Robbins, se le exigía a la banda un sonido más pop. Ante estas presiones, en el tercer disco All fall down, premeditadamente, sacaron toda su vena experimental y anticomercial, lo que supuso en definitiva el final de la relación con Korova, quien se negó a promocionarlo. No importaba que el disco fuese notable: las ventas eran ridículas y la banda no se dejaba domesticar, así que no había más vueltas que darle al asunto. Criticado por ser demasiado distante, con la perspectiva del tiempo, es un disco con mucho que descubrir. Aunque no fue el mejor momento de la banda, se sintieron avergonzados en adelante, y decidieron reconsiderar su dirección.
Tras esta ruptura, les invadió un período de adormecimiento, y frustró su entusiasmo por hacer y tocar música. A pesar de ello, muchas discográficas estaban interesadas en firmarlos, y fue Statik quien lo consiguió (donde también habían estado los Chameleons; otra banda con la que compararlos). El grupo decidió que les iría mejor con una independiente pequeña, aunque, sorprendentemente, trabajaron durante un corto período con A&M para publicar material en Estados Unidos.
Shock of daylight, un EP de seis canciones, fue publicado en 1984. El tiempo que estuvieron sin discográfica, les sirvió para recargar las pilas, provocando el resultado de buenas y elaboradas canciones, con un sonido más luminoso.
Ello les llevó al cuarto album en estudio, Heads and hearts, que contiene varias de las mejores canciones del grupo, como Total recall, One thousand reasons y Love is not a ghost. Dos actuaciones en el Marquee durante el mes de agosto fueron grabadas para publicarlas el el doble album directo In the Hothouse, publicado en 1986.
Para su album final, Thunder up (1987), publicado en Play it again Sam en Bélgica, y Nettwerk en Canadá, el grupo siguió con la oscuridad de All fall down, y el escalofrío y la desolación quejosa de Winter, del album Shock of daylight. Quizá demandaban más atención, pero The Sound publicaron un album, que alguno de sus miembros consideró el canto del cisne del grupo, con mucha variedad en un solo trabajo. Casi una década de colaboración y poco éxito comercial habían erosionado la flexibilidad de la banda, por lo que decidieron una parada, en principio corta, tras su publicación.
Fue también en aquella época cuando empezaron los problemas de salud de Adrian. Comenzó a beber para aguantar la presión del trabajo, de las giras constantes que comenzaron a hacer por Holanda, Alemania y España. Pero no fue hasta pasados unos años, poco antes de la desintegración del grupo, cuando comenzaron a presentarse los síntomas del trastorno esquizoafectivo, la enfermedad que le arrastraría inexorablemente hacia la muerte.
Borland tuvo una crisis nerviosa en un concierto en el local The End de Vitoria (España), en el primer concierto de su gira de 1987. El resultado sería la cancelación de la gira, y la separación provisional del grupo a finales del año, auqnue debieron dar una serie de conciertos en Holanda por obligación contractual.
Borland continuó en el mundo de la música en las siguientes dos décadas, produciendo y publicando en solitario, y como miembro de grupos como The Honolulu Mountain Daffodils y White Rose Transmission. Graham Bailey se trasladó a New Orleans, donde vivió durante 16 años, hasta su vuelta a Reino Unido en 2007. Dudley y Mayers dejaron la música. Mike Dudley se desinvolucró de la industria musical, y vive en el Sur de Londres. Max Mayers falleció a principios de los 90, víctima del Sida. Borland también falleció el 26 de abril de 1999.
A partir de entonces se inicia una tímida pero creciente reivindicación de su legado, se reeditan remasterizados los discos de The Sound en 2004 gracias al sello Renascent Records, y reciben encendidos elogios de la crítica, grupos como Interpol o Editors recogen su influencia.
Las canciones de Adrian y The Sound eran (y son) auténticos poemas con un alto contenido existencialista, estaban llenas de palabras oscuras emitidas por un ser atormentado con una sensibilidad extraordinaria; tenían un fuerte componente literario, eran complejas, intensas y elaboradas, en algunos casos crípticas hasta lo inextricable. Bastan como ejemplo algunos de sus títulos: Sense of purpose, Silent air, New dark age, Brittle heaven, Restless time, Beautiful ammunition, Golden soldiers o Iron years.
El exceso de matices literarios en las letras y la tendencia experimentadora de su música, no coincidía demasiado con las exigencias del mercado. Por eso, los momentos de gloria de The Sound no duraron demasiado y el grupo se disolvió en el año 87.
La última reunión de la banda fue en junio de 2006, en que ofrecieron un concierto llamado The Sound of Adrian Borland con miembros de notables bandas británicas, y varios cantantes invitados que habían sido amigos de Borland (como Mark Burgess de The Chameleons). También en 2006, I can't escape myself fue versionada en bossa-nova (retitulada Escape myself) por Nouvelle Vague.
Canciones recomendadas:
No salvation, Cost of living, Physical world, Words fail me, One more escape, Missiles (Propaganda)
I can't escape myself, Heartland, Hour of need, Missiles, Heyday, Jeopardy, Night versus day, Resistance, Unwritten law (Jeopardy)
Winning, Sense of purpose, Contact the fact, Skeletons, Judgement, Fatal flaw, Possesion, The fire, Silent air, New dark age (From the lion's mouth)
All fall down, Party of the mind, Monument, In suspense, Where the love is, Song and dance, Calling the new tune, Red paint, Glass and smoke (All fall down)
Golden soldiers, Longest days, Counting the days, Winter, A new way of life, Dreams then plans (Shock of daylight)
Whirlpool, Total recall, Burning part of me, Love is not a ghost, Wildest dreams, One thousand reasons, Restless time, Temperature drops (Heads and hearts)
In the hothouse (In the hothouse)
Acceleration group, Hand of love, Barria Alta, Kinetic, Prove me wrong, I give you pain, You've got a way (Thunder up)
Varios vídeos de muestra de la música de los Sound. Empezando por Unwritten law y Missiles, del album Jeopardy; cuatro canciones de From the lion's mouth, el mejor album de The Sound, Sense of purpose, Winning, The fire y la preciosa Silent air; Golden soldiers, del album Shock of daylight; One thousand reasons y Wildest dreams, del album Heads and hearts; Heartland, versión en directo que aparece en In the hothouse, y cuya versión original aparecía en Jeopardy; y, finalmente, un vídeo resumen de la carrera de este grupo al son de Counting the days, canción del album Shock of daylight:
Unwritten law - The Sound
Missiles - The Sound
Sense of purpose - The Sound
Winning - The Sound
The fire - The Sound
Silent air - The Sound
Golden soldiers - The Sound
One thousand reasons - The Sound
Wildest dreams - The Sound
Heartland - The Sound
Counting the days - The Sound
En cuanto a los mp3, empezamos por Cost of living, del album Propaganda; seguimos con I can't escape myself del album Jeopardy; de From the lion's mouth, Contact the fact, Fatal flaw y Possession (magníficos esos bajos y esos crecendos de guitarra); Where the love is, del incomprendido All fall down; A new way of life, del album Shock of daylight; Total recall y Temperature drops, de Heads and hearts; y You've got a way, canción epílogo de su último album, Thunder up:
Cost of living
I can't escape myself
Contact the fact
Fatal flaw
Possession
Where the love is
A new way of life
Total recall
Temperature drops
You've got a way
demasiado largo para leer en plena campaña jejejeje
ResponderEliminarvolvere con gusto!
Se que irrumpir en tu espacio de esta manera no es justo ni bonito pero me he apuntado a mi primer concurso, un año en un post y la verdad es que me hace mucha ilusión llegar al jurado… lamentablemente me he apuntado tarde y para que ellos me lean necesito votos… muchos votos. No es mi intención ganar el viaje pero si que mis palabras lleguen….
Gracias por tu atención.
Guardare tu blog y luego lo leeré con calma… es lo mínimo que siento hacer para compensar mi invasión.
Felices fiestas!
Si la montaña no va Mahoma, Mahoma va a la montaña.
“Trescientas sesenta y cinco palabras y ya me quedan menos para tanto vivir… “
A la espera de que este sea el otro, voy diluyendo los días, arrastrando las horas, suprimiendo segundos como si la vuelta de página en un calendario aun vigente resolviera los silencios que no responden a cada una de mis dudas.
Ilusa esperanza que espera milagros… un día es un día y no por traspasar ese instante que lo convierte en el siguiente deja nuestro equipaje en la línea que lo aparta del momento presente.
El hoy aun clava sus dagas en el fondo de mi alma…
Mañana aun seré yo.
Y si te ha gustado, “VOTAME” jejejej
http://lirioenelespejo.blogspot.com/2007/12/trescientas-sesenta-y-cinco-palabras-y.html
@ Lirio:
ResponderEliminarImpresionante. Y tu otro blog, más todavía. Prometo visitarlos cuando tenga tiempo y mi ordenador personal en funcionamiento normal. Magnífico tu texto, y tienes mi votacíón. Un saludo
Gracias por tu blog.. aparte de pasar un buen rato escuchando muy buena música me ha resultado muy interesante .
ResponderEliminarsaludos..
espectacular, andaba buscando mas de esta bandaza y llego a ti, muchas gracias
ResponderEliminarGuauu.. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarEs muy dificil encontrar información sobre esta gran banda y tú has hecho una biografía completisima y excelente, tanto de los Sound como de Adrian Borland.
Para mí, y veo que no soy el único, una de las mejores bandas de los 80 y de la historia musical en general. Sus discos ocupan y ocuparán un lugar destacado en mi discoteca.
Se agradece mucho encontrarte de vez en cuando con estos rincones donde se recuerda y reconoce a esta gran banda.
Saludos.