CANNONMAN, EL RETONNO
Algunos de vosotros sabéis que una de mis más queridas aficiones es el tenis. Deporte que practicaba esporádicamente de más joven, pero que me tomé con más seriedad a edad más avanzada.
Mis comienzos en las competiciones en 2004 fueron balbuceantes, pero ya me hice famoso por mi saque y mi derecha, en las pistas de mi club (de tenis quick y green-set -sintético-). La primera competición que jugué, veteranos (+40) 2ª y 3ª categoría, llegué a ser temido por los mejores, pero una lesión en el gemelo derecho ("la pedrada", como la llamamos en tenis, porque la rotura de fibras se siente como si te pegasen una pedrada en el gemelo), evitó que llegase más lejos.
La siguiente competición fue el campeonato social de mi club. Consta de tres categorías, pero me pusieron directamente en la 2ª. Me tocó un grupo muy difícil, y pagué la inexperiencia de los que no llevan tiempo jugando. A pesar de mis mejores golpes, necesitaba más solidez en el fondo de la pista, y un revés más profundo y contundente.
La primera fase constaba de cuatro partidos. Perdí los tres primeros, el segundo de ellos lo tuve casi ganado, pero me fui mentalmente por una pelota dudosa (cosa que aprendí a intentar que no me pasase más). Pero el cuarto partido, perdiendo 6-4, 5-1, en un partido que no me jugaba nada, y mi rival sí, hice una remontada gloriosa, ganando al final el segundo set en el tie-break, y el tercero, agarrándome a la pista con mucho coraje, por 6-4. Aquel día cambió mi chip. Me di cuenta que hasta el último momento no puedes dar por perdido, ni por ganado, un partido. Salvé cuatro bolas de partido, y decidí trabajar para reforzar mis golpes más débiles, pues me veía capaz de hacer mejor papel en las competiciones.
En invierno jugué el torneo Tardor, y caí en cuartos ante un jugador, en aquellos momentos mejor que yo, pero que también estuve cerca de ganarle. Me faltó intensidad en los momentos decisivos.
Estuve un año entrenando, y los resultados fueron espectaculares: en 2005, campeón del torneo de veteranos (+40) de 2ª, y campeón del torneo social de 2ª. Me apunté de nuevo al Tardor, y quedé 2º, empatado a victorias con el 1º, que me ganó, porque no tuve la concentración necesaria para ganar.
Al final de aquel torneo, tenía unas molestias impresionantes en la zona lumbar, que no me dejaban ni descansar. Decidí dejar por un tiempo la competición, porque realmente pensaba que tenía una hernia discal. Me pasé desde finales de noviembre hasta mediados de abril sin coger la raqueta, y, una vez confirmado que se trataba de un principio de desgaste de huesos, empecé a jugar de nuevo, pero con mucho cuidado, y tratando de no forzar la zona lumbar.
Aquel año no jugué el campeonato social (se juega en mayo-junio), por falta de forma, pero gracias a mis resultados del año 2005 (un impresionante 19-2 durante el año), logré el ascenso a 1ª. Más tarde me apunté de nuevo al Tardor en mi nueva categoría, pero perdí el primer partido por falta de ritmo (apenas jugaba), los dos siguientes era impensale que los ganase, porque jugaba con dos chavales de 18 y 25 años, super-rodados y con muchos años de escuela a sus espaldas, aunque no hice el ridículo y di espectáculo. No se me arrugó el brazo, y así me quedó.
Tras el tercer partido, con uno de los mejores jugadores del club, partido im-pre-sio-nan-te, del que todavía hablan en el club, que jugué al 120%, y que disfruté un montón haciendo jugadas imposibles, empecé a notar una molestia muy fuerte en el codo derecho. El cuarto partido, ganando 5-2 en el primer set, empecé a notar falta de fuerza en el brazo derecho. No podía ni coger la botella de agua, y comencé a fallar voleas y a perder fuerza en el saque. No me retiré por orgullo, pero fue lo peor que hice. Me quedó el codo KO. Otra vez en el dique seco.
Estuve yendo a un fisio de un pueblo cercano, y al cabo de cuatro meses me dio el alta, tras hacer un tratamiento de mantenimiento, y al comprobar que no obtenía resultados, tratamiento de choque con ondas.
Empecé a jugar poquito a poco, sin forzar, y tampoco llegué a tiempo del campeonato social. Hubiese sido un suicidio jugarlo sin preparación física ni más partidos de rodaje.
Este verano he estado haciendo un tratamiento de estiramientos y preparación física para coger fondo. Lo comencé a finales de agosto, y todavía me noto falto de físico en los partidos duros, pero alguna mejoría ya empiezo a notar. Mi objetivo este año es el veteranos de 1ª, y hacer un buen papel en el social. Si llego a cuartos, cosa muy complicada, será una gran victoria.
Me lo he pensado mucho tiempo, pero al final me he apuntado al Tardor. Soy un animal de individuales, mientras el cuerpo resista. Y me lo tomo en serio, aunque a la gente le diga que me apunto para rodarme. Si me apunto, es para no hacer el ridículo y llegar lo más lejos posible.
Nos han puesto en un grupo con jugadores de 1ª y 2ª categoría, aunque esta división no es nada indicativa, pues hay jugadores de 1ª como yo, faltos de preparación, y jugadores de 2ª que tienen calidad para estar en 1ª de sobra, y que seguro que el año que viene lograrán el ascenso.
El primer partido no tuve sensaciones. Me encontré muy falto de ritmo, y sobreviví gracias al saque y a aprovechar los puntos débiles del rival. Me costó mucho más de lo que pensaba.
El segundo partido lo he jugado hoy, con un chaval de 13 años que tiene una calidad tremenda. Él es el favorito de mi grupo. Pero ha vuelto Cannonman. He jugado un partido muy intenso, muy trabajado, muy concentrado, tratando de asegurar mucho mi saque, y en intentar presionar a la mínima al rival. He ganado en tres sets. Todo el mundo me ha felicitado, porque ni de lejos pensaban que lo podía conseguir. Ha sido un partido de tú a tú, y de ataque continuo.
Por eso, porque por fin he conseguido de nuevo la sensación de poder ganar a cualquiera, estoy satisfecho. Aunque sé que el campeonato es largo, lo más difícil, que era llegar con muchas opciones de pasar a cuartos, lo he conseguido. Seguiremos perseverando, trabajando y preparándonos mental y físicamente para lo que viene. Claro, si Don Codo, Doña Lumbar, Don Hombro, Don Gemelo y Doña Rodilla, no dicen "aquí estoy yo".
jojojojo lo que nos interesa: ¿sigue reglando consoladores gigantes la misma? :P
ResponderEliminarLittle
No lo sé. Mientras no gane otro torneo, no lo podré comprobar. Yo juraría que me regaló un trofeo, pero una mano negra (de no lavársela, a pesar de que, por su uso, debería estar blanca) transformó el trofeo en consolador gigante. Más vale consolador en mano, que Consuelo volando.
ResponderEliminarBonico, un historia digna de pasar los domingos tarde en estrenos TV... Todo un canto a la superación, a la lucha y a la brega... Bravo bonico... algún dia debería hacer yo algo similar... gran futuro en el Basket, pero a doña rodilla le dío por decir hasta aqui hemos llegado... snif...
ResponderEliminar@ Rayador:
ResponderEliminarBueno, no sé hasta qué punto competitivo puedes jugar con la lesión de rodilla, pero yo te puedo decir que estoy jugando con fuego con mi lesión lumbar, pues a mejor no irá, pero lo bien que me lo paso cuando me pongo el vestido de matar a cañonazos al rival. La gente me mira a la cara, y asusta mi mirada asesina y concentrada, pero cuando no salen las cosas me salen todo tipo de improperios. Viene bien para expulsar los demonios que tragamos diariamente, pero me siento como Hirojuanito con la katana, eso sí, sin el forro de billetes.
Si volver al basket te libera, si el cuerpo te aguanta, te lo aconsejo. GAN te puede dar fe de lo bien que le va pegar barrigazos y placajes en el barro. Como dos tías desnudas tirándose de los pelos, pero peleándose por un melón recubierto de cuero.