EL "ULISES" DE J. JOYCE
Sólo dos meses ha estado en mi lista de espera de lecturas el “Ulises” de James Joyce. Finalmente me he atrevido a leerlo, a pesar de los antecedentes de tantos lectores que lo dejaron en los primeros capítulos.
Ante todo debo decir que es un libro espeso, muy espeso. Si no te vas ayudando de los comentarios del prólogo, se te hace infumable. Leerlo en castellano hace perder sus juegos de palabras, y en cierto modo su musicalidad. Porque la tiene. Tiene un ritmo muy definido. Cada capítulo es diferente. La verdad es que es un libro ideal para leer más de una vez, porque cuenta tantos detalles, que con sólo una lectura te dejas muchos de ellos en el tintero.
Escrito en un estilo muy particular. Con frases cortas. Con preguntas y respuestas. Sin signos de puntuación. Con un lenguaje rebuscado. El libro es un icono en Irlanda, diría yo que más todavía que el Quijote para nosotros. Hay auténticos clubs de fans del libro y del autor.
Trata sobre la vida diaria de una persona muy normal. Todo el libro es una alegoría al Ulises de la Odisea, pero en ambiente y con personajes de principios del siglo XX en Dublín, con las inquietudes sobre el nacionalismo y la dominación inglesa. Pero no trata al personaje como un héroe, sino todo lo contrario: llega a ridiculizarlo, es cornudo, judío, triste, se masturba ante una chica joven, se recrea en la defecación, es humillado por todos, no está a la altura intelectual que presupone, es servilista.
Junto a este personaje, Leopold Bloom, el libro gira en torno a su mujer, Molly, que aparece en segundo plano en uno de los primeros capítulos, y en primera persona en el último. Y también en torno a Stephen Dedalus, un profesor que se gana la vida dando clases en un instituto. Stephen vive con dos compañeros, pero va a decidir dejarlos, en su búsqueda constante por una figurada protección paterna, ya que el suyo, viudo, tiene otros catorce hijos, y piensa más en emborracharse que en cuidar a su prole. Bloom ve en Stephen la reencarnación de su hijo perdido nada más nacer hace 11 años, o, más bien, al propio Bloom de joven. Y trata de acogerlo en su casa, pero Stephen lo rehúsa.
La referencia de cada capítulo a uno de la Odisea es constante, y tiene mucho de biografía del autor. Siempre hay paralelismos entre personajes de la obra griega y los del libro. Y ciertos detalles, como el día elegido para desarrollar la trama, que fue el día que el autor se citó por primera vez con su esposa.
Hace descripciones muy detalladas de los personajes, no ahorrándose detalles de mal gusto. Y de la vida y la miseria de la capital irlandesa. En este sentido, es de destacar el capítulo 10, Las rocas errantes, en que describe a 18 personajes muy diferentes entre sí, las rocas, y al final del capítulo, el gobernador inglés pasa con su carroza por delante de todos y cada uno de ellos, bordeándolos como si fuese un barco sorteando los arrecifes. Desconfía del nacionalismo irlandés, y a veces lo ataca con ironía. Hecho por el que fue muy criticado en su país, y motivo principal de su exilio.
También son destacables el capítulo 15, Circe, el más largo del libro, que es narrado en ambiente alucinógeno, el 17, Ítaca, muy curioso, porque está narrado en forma de preguntas y respuestas, y el último, 18, que es un soliloquio de Molly Bloom adormilada, que da su versión de la historia, y que termina aceptando de nuevo a su marido.
Quiero agradecer enormemente la ayuda prestada por mis compañeros Antonio S. y Eloy. Sin su ayuda no hubiera acabado este libro, y sin sus apuntes y sus resúmenes tan bien currados no habría podido entenderlo.
Ahora te toca ir a ver la representación teatral de la obra y leerte la cantante calva.
ResponderEliminarLittle
PD.- Mientras realizas esos deberes siempre puedes subir una entrada dedicada a Ultravox
Pues mira que debe ser complicado adaptar el libro al teatro y al cine, porque vaya tela...
ResponderEliminarRecojo tu guante. Próximamente en su pantalla amiga.
Pues a mí ése no me apetece lo más mínimo...
ResponderEliminarPkdor