viernes, abril 04, 2014

GESTIONAR LOS SILENCIOS

Nadie nace aprendiendo a apreciar los silencios. Pero con el tiempo aprende que son más importantes que las palabras. Porque los silencios son plenamente conscientes, y la mayoría de palabras no terminan de expresar exactamente lo que pretenden. Los silencios adquieren una gama de matices, según las circunstancias, amplísimo y variado, y las palabras, acotan y puntualizan.

Pocos saben apreciar los silencios. Es más... mucha gente los califica de antisociales, en el sentido de que vacían el contenido de una relación. Nada más lejos de la realidad... no hay nada más expresivo y que dote de más contenido a una relación que un silencio.

Es muy difícil saber gestionar un silencio. Tanto propio, como ajeno. Muy poca gente se da cuenta de cuándo necesitas un silencio, y se sorprende cuando lo has roto. Tiene que conocerte muy bien para saberlo. Y tiene que saber muy bien lo importante que es para ti un silencio. Romper esta norma puede provocar una invasión inapropiada de tu espacio vital, dando sensación de opresión y hastío.

Pero, ojo... los silencios tienen su oportunidad. No siempre son válidos, ni es bueno abusar de ellos. Hay silencios que no deben mantenerse cuando se espera una actitud activa, y pueden ser tomados como improcedentes. No gestionarlos bien, sí que puede ser un comportamiento antisocial.

Tampoco tiene el mismo significado un silencio acompañado de lenguaje gestual, pues éste puede reforzar el sentido del silencio, o puede dar detalles del contenido o incluso contrariar el mensaje que se pretende dar. Ni tampoco los silencios por omisión de palabras, que tienden a no verse comprometido por palabras emitidas, pero que en realidad refuerzan una determinada actitud. Lo importante, creo, es mantener siempre una llama viva. Siempre... Una calidez permanente, a temperatura adecuada.

Hay momentos en que es bueno adoptar un silencio para buscar un equilibrio emocional, y no significa, contrariamente, adoptar una distancia creciente, sino una distancia de seguridad, una perspectiva para enfocar mejor las situaciones.

Hay cosas que sólo el silencio sabe explicar, sentimientos que sólo en silencio pueden transmitirse. No hay nada como la voz del silencio para aquellos que saben escucharlo, para aquellos que saben entenderlo, para aquellos que saben amarlo...

Hay silencios que unen, y silencios que separan. Y silencios entre paréntesis... Gestionarlos con inteligencia es prueba de una sólida personalidad.

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