The Chameleons - Monkeyland
VIDEO CHAMELEONS
El día que sepa postear juntos vídeos e hipervínculos, será la leche.
Mientras, permitidme que os deje este vídeo de los Chameleons. No he encontrado ninguna canción más moderna como vídeo oficial. Pero éste, salvando la estética típica de grupo de principios de los 80, está bastante bien.
Espacio para desconectar de los sinsabores diarios. Para hablar de lo que te dé la gana. Para escuchar. Para leer. Para soñar. Para aprender.
lunes, noviembre 27, 2006
THE CHAMELEONS
The Chameleons son un grupo de Manchester formado a principios de los 80, y que fue muy conocido durante dicha década. Bajo el liderazgo de su cantante y bajo Mark Burgess, y las guitarras de David Fielding, consiguieron fabricar una música de gran calidad, y un minoritario grupo de fans incondicionales que aún perdura.
Publicaron en dicha década tres álbumes: “Script of the bridge”, donde ya dejaron su sello de lo que querían, “What does anything mean? Basically”, con canciones de más calidad y una sensación de álbum muy compacto, y más tarde el exitoso “Strange times”, con varias canciones que son verdaderas obras de arte, y con el sonido más depurado.
Posteriormente se separaron y siguieron caminos divergentes. A finales de los 90, y al parecer con motivo de la muerte de Adrian Borland, exlíder de The Sound (del que un día os hablaré en otro post), y que tocaba con Mark Burgess, y Carlo van Putten, cantante de The Covenant, en un proyecto llamado White Rose Transmission, decidieron reunirse de nuevo, y elaboraron su último album en estudio “Why call it anything”, con sonido más maduro, con varias canciones de extraordinaria calidad, pero no tan sólido como los álbumes anteriores.
A partir de este album dieron una serie de conciertos, uno de ellos editado en disco, y que os recomiendo, porque tocan varias de las mejores canciones de toda su carrera (“Live at the Academy”), y volvieron a seguir caminos separados.
Canciones recomendadas: “Monkeyland”, “Pleasure and pain”, “Paper tigers” (Script of the bridge), “Perfume garden”, “On the beach”, “One flesh”, “Nostalgia” (What does anything…), “Tears”, “Caution”, “Soul in isolation”, “Seriocity” (Strange times), “Lufthansa”, “Anyone alive?”, “Miracles and wonders” (Why call it anything).
Os dejo tres de estas maravillas:
Nostalgia
Soul in isolation
Lufthansa
The Chameleons son un grupo de Manchester formado a principios de los 80, y que fue muy conocido durante dicha década. Bajo el liderazgo de su cantante y bajo Mark Burgess, y las guitarras de David Fielding, consiguieron fabricar una música de gran calidad, y un minoritario grupo de fans incondicionales que aún perdura.
Publicaron en dicha década tres álbumes: “Script of the bridge”, donde ya dejaron su sello de lo que querían, “What does anything mean? Basically”, con canciones de más calidad y una sensación de álbum muy compacto, y más tarde el exitoso “Strange times”, con varias canciones que son verdaderas obras de arte, y con el sonido más depurado.
Posteriormente se separaron y siguieron caminos divergentes. A finales de los 90, y al parecer con motivo de la muerte de Adrian Borland, exlíder de The Sound (del que un día os hablaré en otro post), y que tocaba con Mark Burgess, y Carlo van Putten, cantante de The Covenant, en un proyecto llamado White Rose Transmission, decidieron reunirse de nuevo, y elaboraron su último album en estudio “Why call it anything”, con sonido más maduro, con varias canciones de extraordinaria calidad, pero no tan sólido como los álbumes anteriores.
A partir de este album dieron una serie de conciertos, uno de ellos editado en disco, y que os recomiendo, porque tocan varias de las mejores canciones de toda su carrera (“Live at the Academy”), y volvieron a seguir caminos separados.
Canciones recomendadas: “Monkeyland”, “Pleasure and pain”, “Paper tigers” (Script of the bridge), “Perfume garden”, “On the beach”, “One flesh”, “Nostalgia” (What does anything…), “Tears”, “Caution”, “Soul in isolation”, “Seriocity” (Strange times), “Lufthansa”, “Anyone alive?”, “Miracles and wonders” (Why call it anything).
Os dejo tres de estas maravillas:
Nostalgia
Soul in isolation
Lufthansa
domingo, noviembre 26, 2006
KRAFTWERK, VERSIONES
Como ya os pegué el ladrillazo anteriormente, ahora vamos a ir al grano. Os dejo unas cuantas versiones, algunas sorprendentes, y otras más flojas. Es muy difícil superar al original, pero algunas se quedan muy cerca.
A Kraftwerk lo versionean con violín, como Balanescu Quartet
The robots (Balanescu -violín-)
con música Chachacha, como el Señor Coconut,
Showroom dummies (Sr. Coconut -chachacha-)
en versión eslovena oscura,
Trans Europe Express (Trans Slovenian Express)
o, finalmente, lo versionean grupos conocidos, como The Cardigans, a la voz de Nina Pearson,
The model (The Cardigans)
U2 y su tributo al grupo de Düsseldorf,
Neon lights -U2-
o una remezcla de "Talk" de Coldplay y su versión original, muy lograda ésta,
Computer Talk -Coldplay & Kraftwerk
Como ya os pegué el ladrillazo anteriormente, ahora vamos a ir al grano. Os dejo unas cuantas versiones, algunas sorprendentes, y otras más flojas. Es muy difícil superar al original, pero algunas se quedan muy cerca.
A Kraftwerk lo versionean con violín, como Balanescu Quartet
The robots (Balanescu -violín-)
con música Chachacha, como el Señor Coconut,
Showroom dummies (Sr. Coconut -chachacha-)
en versión eslovena oscura,
Trans Europe Express (Trans Slovenian Express)
o, finalmente, lo versionean grupos conocidos, como The Cardigans, a la voz de Nina Pearson,
The model (The Cardigans)
U2 y su tributo al grupo de Düsseldorf,
Neon lights -U2-
o una remezcla de "Talk" de Coldplay y su versión original, muy lograda ésta,
Computer Talk -Coldplay & Kraftwerk
miércoles, noviembre 22, 2006
HUTTER Y SCHNEIDER
No. No se trata de un bufete de abogados. Se trata de dos alemanes que pusieron patas arriba el mundo de la música.
Corría el año 1975 (y no se cansaba, el tío), cuando mis hermanos (cinco años mayores que yo) trajeron a casa un LP con una portada negruzca, y con el dibujo posterior de una radio antigua. Cuando lo pincharon en el tocadiscos empezó a sonar una música muy extraña. Nunca había oído nada igual. ¿Qué diantres de música habéis traído?
Cuando empecé a oir sonidos de ondas hertzianas, el paso del dial en busca de una emisora de radio, o un contador Geiger que cada vez se aceleraba más hasta terminar en una bonita y ambiental canción que decía no sé qué de radioactivity y Madame Curie, pensé que mis hermanos se habían vuelto locos.
Pero con el paso de los días la música se me empezó a hacer pegadiza. Incluso oía sintonías en la radio, encabezando programas, y alguna vez en la tele. No sería tan malo el grupo, en el momento que sus sintonías se escuchaban en medios tan dispares.
Tanto me gustó, que el segundo LP que trajeron evocaba un tren pasando por cambios de agujas y por juntas de dilatación. Espléndida melodía. Y bonitas canciones como Showroom dummies.
A partir de ahí, Kraftwerk se empezó a hacer imprescindible para mi discoteca. Y empecé a procurarme yo mismo su música.
El siguiente fue una auténtica obra de arte. Una audicion de una música sobre robots y otra bonita melodía que hablaba sobre modelos, hizo que encargase a mis padres el LP en un viaje a Andorra. Creo que fue el segundo LP que compré con mi dinero (el primero fue “Cuba” de los Gibson Brothers). Lo pinché hasta la saciedad. Es que cada surco del vinilo era una obra maestra.
Con el dinero que iba recogiendo de regalos, a final del curso quise completar la discografía del grupo. Primero compré “Autobahn”, y la primera audición de la canción que da nombre al album me convenció que Kraftwerk sería mi grupo favorito durante toda la vida. El resto del disco era más de relleno, excepto la bonita “Kommettenmelodie 2”. Después me hice con “Ralf & Florian”, que tienen algunos cortes muy buenos, como “Tanzmusik” o “Cristallo”. Y finalmente me hice con los dos primeros, que son bastante experimentales.
En 1981, oyendo la radio por la noche mientras estudiaba, pusieron un corte en la radio, que aguzó mis oídos. ¡Pero si parecían Kraftwerk! Años después. Sonaba una calculadora de bolsillo, y una voz que parecía la de Ralf Hutter cantaba algo así como “I’m the operator with my pocket calculator”. Lo comenté con mis amigos, y, efectivamente, era el avance de un nuevo album. Se llamaba “Computer world”, y fieles a los avances sociales, si antes era la aplicación de la radioactividad, la construcción de autopistas, la melodía del traqueteo del ferrocarril al paso por las vías, o los inicios de la robótica, esta vez le tocaba a la introducción de los ordenadores en la vida diaria.
Incluso, una vez vi en un cartel que iban a hacer un concierto en el Palau Blaugrana 2 (antiguo Picadero). No me lo podía creer. Iba a ver a mis héroes en directo. Y allí que fui. Fue todo un acontecimiento. La música en directo sonaba prácticamente igual que en el disco. Únicamente trataron de interactuar al final del concierto con el público saliendo de sus mesas de sonido, y tocando cada uno una calculadora electrónica y moviéndose al ritmo de la canción.
Algunos decían que aquello no era música. Eran cuatro ingenieros de sonido con la tarea bien organizada entre ellos. Y sólo se preocupaban de vigilar que sonase la música enlatada, y hacer bien los pocos acordes o voces en directo.
Se produjo un parón en su carrera. Sólo publicaron aquella melodía sobre el Tour de France, que años más tarde desarrollarían.
Sobre el año 1986, publican “Electric Café”. Según me enteré años después, hubo desavenencias entre la discográfica y el grupo, porque iban a publicar un disco que no resultaba excesivamente comercial, por lo que se les presionó para publicar lo antes posible el material que tenían. El disco no fue de los mejores, pero sí supuso una entrada al mercado visual, con su video “Music non stop”.
A principios de los 90, publican un album de remezclas de canciones. Como más discotequeras, si puede llamarse así. Y modificaron el texto de alguna de ellas, como “Radioactivity”, que pasó de ser defensora de la radioactividad, a denunciante de las nucleares, a partir de accidentes como el de Chernobil. Incluso participaron en algún concierto-denuncia, como el de Sellafield.
Fue aquella época cuando los vi por segunda vez. Fue un concierto en el Zeleste del Poble Nou. Y se notó que tocaban menos los instrumentos, y tenían la mayoría de sonidos programados en ordenador. Tanto es así, que sucedió lo inevitable: un apagón de luz en mitad del concierto. Nos quedamos a oscuras y en silencio. Cuando volvió la luz, se pasaron más de cinco minutos abriendo los ordenadores y reprogramando, hasta que volvieron a tocar la canción que estaban tocando, justo donde la dejaron.
No supe más de ellos hasta el nuevo siglo, que oí una música que tenía todos los ingredientes del grupo de Düsseldorf. Para la Expo de Hannover se les había encargado una canción, y la hicieron con su sello inconfundible, con dos de sus componentes nuevos.
Karl Bartos y Wolfgang Flür se cansaron de hacer de robots, y siguieron su carrera por otro lado. La de Bartos, sobre todo, no ha sido del todo mala, con experiencias como Electronik Music, donde tocó con Andy McCluskey, la voz de OMD.
El último album en estudio ha sido “Tour de France Soundtracks”, con canciones nuevas, continuación del single de 1983, y con el que el mundo musical les ha rendido tributo como pioneros de la música electrónica actual. Hasta intervinieron en un MTV Awards cantando “Aerodinamic”
Es probable que no nos ofrezcan mucho material más. Hay que tener en cuenta que Schneider y Hütter ya están rayando los 60 años. Según tengo entendido se toman la música como un trabajo más. Van cada día a su estudio Kling Klang de Düsseldorf a experimentar sonidos, a remezclar viejas canciones, y ojalá que a fabricar nuevo material. Este ritmo no lo pudieron aguantar tantos años Bartos y Flür. Ellos eran más músicos que ingenieros de sonido. Parecían robots, como su canción enseña. Incluso tienen robotizadas las figuras de ellos y los han estado utilizando en sus conciertos.
Kraftwerk es un conjunto imprescindible en una colección musical. Su influencia es innegable. Sus ritmos pueden parecer repetitivos, pero sus melodías tan simétricas y bien elaboradas, y la limpieza y la cada vez mayor depuración de su sonido es celestial.
En cuanto a la canción que os dejo como archivo, se trata de “Autobahn”, primera que consiguió cierto éxito en las listas mundiales. En Inglaterra llegó a estar en el Top 10. Es una canción sensacional, con ritmos asemejando la circulación de coches por una autopista. A mi familia le he dicho que el día que me incineren, nada de música sacra. Autobahn, versión de 22’30’’. Al menos, que me vaya al cielo con mi canción favorita.
Canciones más conocidas: Autobahn, Radioactivity, Trans-Europe Express, Showroom dummies, The robots, The model, The man machine, Neon lights, Pocket calculator, Tour de France, Music non stop, The telephone call, Expo 2000, Tour de France 2003, Aerodinamic.
Recomendadas: Tanzmusik, Kommetenmelodie 2, Antenna, Ohm sweet ohm, Europe Endless, Computer worl, Computer love, Boing Boomtschak, Elektrocardiogram, La forme
No. No se trata de un bufete de abogados. Se trata de dos alemanes que pusieron patas arriba el mundo de la música.
Corría el año 1975 (y no se cansaba, el tío), cuando mis hermanos (cinco años mayores que yo) trajeron a casa un LP con una portada negruzca, y con el dibujo posterior de una radio antigua. Cuando lo pincharon en el tocadiscos empezó a sonar una música muy extraña. Nunca había oído nada igual. ¿Qué diantres de música habéis traído?
Cuando empecé a oir sonidos de ondas hertzianas, el paso del dial en busca de una emisora de radio, o un contador Geiger que cada vez se aceleraba más hasta terminar en una bonita y ambiental canción que decía no sé qué de radioactivity y Madame Curie, pensé que mis hermanos se habían vuelto locos.
Pero con el paso de los días la música se me empezó a hacer pegadiza. Incluso oía sintonías en la radio, encabezando programas, y alguna vez en la tele. No sería tan malo el grupo, en el momento que sus sintonías se escuchaban en medios tan dispares.
Tanto me gustó, que el segundo LP que trajeron evocaba un tren pasando por cambios de agujas y por juntas de dilatación. Espléndida melodía. Y bonitas canciones como Showroom dummies.
A partir de ahí, Kraftwerk se empezó a hacer imprescindible para mi discoteca. Y empecé a procurarme yo mismo su música.
El siguiente fue una auténtica obra de arte. Una audicion de una música sobre robots y otra bonita melodía que hablaba sobre modelos, hizo que encargase a mis padres el LP en un viaje a Andorra. Creo que fue el segundo LP que compré con mi dinero (el primero fue “Cuba” de los Gibson Brothers). Lo pinché hasta la saciedad. Es que cada surco del vinilo era una obra maestra.
Con el dinero que iba recogiendo de regalos, a final del curso quise completar la discografía del grupo. Primero compré “Autobahn”, y la primera audición de la canción que da nombre al album me convenció que Kraftwerk sería mi grupo favorito durante toda la vida. El resto del disco era más de relleno, excepto la bonita “Kommettenmelodie 2”. Después me hice con “Ralf & Florian”, que tienen algunos cortes muy buenos, como “Tanzmusik” o “Cristallo”. Y finalmente me hice con los dos primeros, que son bastante experimentales.
En 1981, oyendo la radio por la noche mientras estudiaba, pusieron un corte en la radio, que aguzó mis oídos. ¡Pero si parecían Kraftwerk! Años después. Sonaba una calculadora de bolsillo, y una voz que parecía la de Ralf Hutter cantaba algo así como “I’m the operator with my pocket calculator”. Lo comenté con mis amigos, y, efectivamente, era el avance de un nuevo album. Se llamaba “Computer world”, y fieles a los avances sociales, si antes era la aplicación de la radioactividad, la construcción de autopistas, la melodía del traqueteo del ferrocarril al paso por las vías, o los inicios de la robótica, esta vez le tocaba a la introducción de los ordenadores en la vida diaria.
Incluso, una vez vi en un cartel que iban a hacer un concierto en el Palau Blaugrana 2 (antiguo Picadero). No me lo podía creer. Iba a ver a mis héroes en directo. Y allí que fui. Fue todo un acontecimiento. La música en directo sonaba prácticamente igual que en el disco. Únicamente trataron de interactuar al final del concierto con el público saliendo de sus mesas de sonido, y tocando cada uno una calculadora electrónica y moviéndose al ritmo de la canción.
Algunos decían que aquello no era música. Eran cuatro ingenieros de sonido con la tarea bien organizada entre ellos. Y sólo se preocupaban de vigilar que sonase la música enlatada, y hacer bien los pocos acordes o voces en directo.
Se produjo un parón en su carrera. Sólo publicaron aquella melodía sobre el Tour de France, que años más tarde desarrollarían.
Sobre el año 1986, publican “Electric Café”. Según me enteré años después, hubo desavenencias entre la discográfica y el grupo, porque iban a publicar un disco que no resultaba excesivamente comercial, por lo que se les presionó para publicar lo antes posible el material que tenían. El disco no fue de los mejores, pero sí supuso una entrada al mercado visual, con su video “Music non stop”.
A principios de los 90, publican un album de remezclas de canciones. Como más discotequeras, si puede llamarse así. Y modificaron el texto de alguna de ellas, como “Radioactivity”, que pasó de ser defensora de la radioactividad, a denunciante de las nucleares, a partir de accidentes como el de Chernobil. Incluso participaron en algún concierto-denuncia, como el de Sellafield.
Fue aquella época cuando los vi por segunda vez. Fue un concierto en el Zeleste del Poble Nou. Y se notó que tocaban menos los instrumentos, y tenían la mayoría de sonidos programados en ordenador. Tanto es así, que sucedió lo inevitable: un apagón de luz en mitad del concierto. Nos quedamos a oscuras y en silencio. Cuando volvió la luz, se pasaron más de cinco minutos abriendo los ordenadores y reprogramando, hasta que volvieron a tocar la canción que estaban tocando, justo donde la dejaron.
No supe más de ellos hasta el nuevo siglo, que oí una música que tenía todos los ingredientes del grupo de Düsseldorf. Para la Expo de Hannover se les había encargado una canción, y la hicieron con su sello inconfundible, con dos de sus componentes nuevos.
Karl Bartos y Wolfgang Flür se cansaron de hacer de robots, y siguieron su carrera por otro lado. La de Bartos, sobre todo, no ha sido del todo mala, con experiencias como Electronik Music, donde tocó con Andy McCluskey, la voz de OMD.
El último album en estudio ha sido “Tour de France Soundtracks”, con canciones nuevas, continuación del single de 1983, y con el que el mundo musical les ha rendido tributo como pioneros de la música electrónica actual. Hasta intervinieron en un MTV Awards cantando “Aerodinamic”
Es probable que no nos ofrezcan mucho material más. Hay que tener en cuenta que Schneider y Hütter ya están rayando los 60 años. Según tengo entendido se toman la música como un trabajo más. Van cada día a su estudio Kling Klang de Düsseldorf a experimentar sonidos, a remezclar viejas canciones, y ojalá que a fabricar nuevo material. Este ritmo no lo pudieron aguantar tantos años Bartos y Flür. Ellos eran más músicos que ingenieros de sonido. Parecían robots, como su canción enseña. Incluso tienen robotizadas las figuras de ellos y los han estado utilizando en sus conciertos.
Kraftwerk es un conjunto imprescindible en una colección musical. Su influencia es innegable. Sus ritmos pueden parecer repetitivos, pero sus melodías tan simétricas y bien elaboradas, y la limpieza y la cada vez mayor depuración de su sonido es celestial.
En cuanto a la canción que os dejo como archivo, se trata de “Autobahn”, primera que consiguió cierto éxito en las listas mundiales. En Inglaterra llegó a estar en el Top 10. Es una canción sensacional, con ritmos asemejando la circulación de coches por una autopista. A mi familia le he dicho que el día que me incineren, nada de música sacra. Autobahn, versión de 22’30’’. Al menos, que me vaya al cielo con mi canción favorita.
Canciones más conocidas: Autobahn, Radioactivity, Trans-Europe Express, Showroom dummies, The robots, The model, The man machine, Neon lights, Pocket calculator, Tour de France, Music non stop, The telephone call, Expo 2000, Tour de France 2003, Aerodinamic.
Recomendadas: Tanzmusik, Kommetenmelodie 2, Antenna, Ohm sweet ohm, Europe Endless, Computer worl, Computer love, Boing Boomtschak, Elektrocardiogram, La forme
NO IBA DESENCAMINADO
Ampliación del post anterior. Un par de artículos sobre el asunto. Visto por una persona de fuera de la empresa, da una visión bastante aproximada. En el segundo artículo hurga en la herida. Son datos que empieza a conocer el público. El peligro fue evidente, pero también tengo que decir que el accidente, aún posible, era bastante improbable. Hay mecanismos de seguridad que hubiesen detenido el tren, a no ser que se diesen varias circunstancias a la vez.
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_34404.html
http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?fecha_edi_on=2006-11-20&cpn=34500
Ampliación del post anterior. Un par de artículos sobre el asunto. Visto por una persona de fuera de la empresa, da una visión bastante aproximada. En el segundo artículo hurga en la herida. Son datos que empieza a conocer el público. El peligro fue evidente, pero también tengo que decir que el accidente, aún posible, era bastante improbable. Hay mecanismos de seguridad que hubiesen detenido el tren, a no ser que se diesen varias circunstancias a la vez.
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_34404.html
http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?fecha_edi_on=2006-11-20&cpn=34500
domingo, noviembre 19, 2006
POLÍTICA, INFORMACIÓN Y ÉTICA
Permitidme una licencia, ya que concedo muchas, pero nunca me las concedo a mí mismo.
Trabajo en una empresa muy conocida. Mi función es la gestión de personal. Confecciono los gráficos de un centenar de personas, que trabajan a turnos de 8 horas durante todo el día, y que cada vez tienen más responsabilidad y tensión en su faena.
En estos días mi empresa es noticia de primera página día sí y día también. En su aspecto negativo, por supuesto. Espero explicar el por qué de este interés informativo.
Cada día tenemos incidencias, y bastante graves. Nuestros clientes utilizan nuestros medios para desplazarse. Tenemos la capacidad de nuestras líneas muy saturada. Además, se está construyendo una línea nueva muy cerca de la convencional, lo que acarrea muchas averías que inciden en nuestro transporte normal. Esto era previsible. Lo que no era previsible era el tratamiento político e informativo, ambos al unísono.
Esta semana la gota ha colmado el vaso. Por decisión ministerial se fulminó a una persona como responsable de todo lo que viene aconteciendo durante varios meses. Ciertamente, de la última incidencia, él era el responsable último de las negligencias de los trabajadores a su cargo. Pero del resto de las centenares de incidencias, ha sido el más afectado. Solución política: rebanar el pescuezo de un señor que estaba en edad jubilable, indemnizando copiosamente para que no haga declaraciones lesivas para la empresa.
Somos portada de la televisión y los medios de máxima tirada autonómica. Y os preguntaréis, por qué, si esto ha pasado desde hace mucho tiempo. Pues bien, la intención de los partidos políticos catalanes es hacerse con la gestión de los transportes de su ámbito. Pero hacerlo cuando ya estén finalizadas las dichosas obras y las averías sean mínimas, y hacerlo cuando la imagen de la empresa esté tan deteriorada a ojos del público que "no haya más remedio" que "salvarla". Medios y partidos están haciendo la pinza. Claramente.
¿En qué nos afecta a los trabajadores? En mucho. Nos estamos desviviendo por resolver incidencias, algunas de un calado y responsabilidad tremenda. Y esto nos genera incertidumbre y malestar. Porque no sólo no se nos reconoce externamente el estrés que esto nos genera (no podemos ni hablar dentro de los medios de transporte como empleados, porque nos jugamos un tumulto), sino que nuestros jefes están más por la labor de tratar de explicarse ante sus superiores y tratar de desviar las balas, que por reconocer a los empleados el sobreesfuerzo que realizan.
Esta es una empresa muy sindicalizada, muy poco descentralizada y muy jerárquica. Cuando uno se encuentra en el centro del fuego cruzado, es difícil resistir esa presión. Vaya desde aquí mi reconocimiento a esos profesionales que tienen que mal llevar su relación familiar con los turnos y los sinsabores laborales, y que en el centro de trabajo dejan sus problemas aparcados en la puerta para meterse en el sumidero de la gestión de las averías y la descoordinación.
Y vaya desde aquí mi intento de tratar de hacerles la vida menos gravosa, ofreciendo conversación, flexibilidad y comprensión. Es lo menos que les puedo dar. Pero yo solo no puedo hacerlo. Y también tengo un límite. Espero que también lo sepan entender.
sábado, noviembre 18, 2006
In the beginning...
Los blogs no me son desconocidos. De hecho, he escrito en uno durante un año. Oportunidad que agradezco enormemente a mi amigo Carlos Villodres, y que en su momento supuso una puerta a la opinión sobre un tema deportivo.
El hecho de abrir este blog se debe, en principio, a una necesidad de liberación, válvula de escape, si queréis llamarlo. A un escarceo en un espacio nuevo. Como si fuese mi propio empresario.
Soy feliz con lo que tengo, pero necesito momentos de recarga durante al día, porque la tensión cotidiana es a veces insufrible. Ése es el motivo de abrir este blog. Hablar de lo que me apetezca. De recuerdos, de música, de lectura, de fútbol, de aficiones, de amigos y amigas, de sexo, de cualquier cosa. Y en alguna ocasión hasta servirá como ventana por la que exhale mi grito desgarrador.
Si el lector interactúa, mejor. Que me responda, puntualice o rectifique. Pero no busco eso. No soy nada pretencioso. Sólo necesito una ilusión para envolver como ropaje el deforme cuerpo de la vida. Sin ataduras. Ni de tiempo, ni de compromiso. Cuando me apetezca.
El mundo de Internet tiene un campo extraordinario. Tienes acceso a información que ni te imaginabas hace años. Conoces gente afín a tus gustos, y conoces a gente que ni pensabas que existía.
Pero Internet hay que saber utilizarlo. Durante un tiempo fue el centro de mi vida, pero estaba cantado que me explotaría en la cara. Tras pasar un período de recapacitación y recuperación progresiva, he decidido volver, pero gestionando mi tiempo y mi aparición, un nuevo JL tenéis ante vosotros. Soy el mismo, pero con otro talante.
En este viaje a lo desconocido, no sé ni en qué dirección ir, ni qué medio tomar, ni si voy a llevar compañía. Ni qué temas tocar. Sólo necesito liberar. Y necesito aprender. Todo el mundo lo necesita. Nos creemos que ya lo sabemos todo, pero la necesidad de autoconfianza en esta competitividad cotidiana nos ciega hasta el punto de reirnos de la máxima de Sócrates.
Bienvenidos, y cerrad la puerta al salir.